¿Qué ha sido de... Alain Giresse?

Fuente: www.settimanasportiva.it

En esta semana de selecciones quiero rendir honores a uno de los protagonistas de la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica. Antes de hablar de su labor actual no querría pasar por alto su carrera como jugador, ya que su figura ha sido una de las más importantes del triunfal fútbol francés de la década de los 80. Ligado durante casi toda su carrera al Girondins de Burdeos, donde jugó durante 16 años, antes de retirarse dos después en Marsella, Giresse era un menudo pero habilidoso y rápido centrocampista con una cabeza bien amueblada y un espíritu competitivo a prueba de bombas que no le hacía perder los nervios en los momentos difíciles.

Uno de esos momentos llegó en la semifinales del Mundial de España, cuando una de las entradas más criminales que se recuerdan en la historia reciente del balompié, la del portero alemaén Schumacher sobre Battiston, obligaba a este ha abandonar el campo semiinconsciente para consternación de sus compañeros y del entrenador, Michel Hidalgo. En ese momento Giresse mandó callar al míster obligándole a centrarse en el partido y se colocó el equipo a sus espaldas. El partido fue de infasto recuerdo para "Les Bleus", que se colocaron con dos goles de ventaja en la prórroga pero que luego veían como eran remontados y eliminados a penalties, pero nuestro protagonista fue sin duda la estrella, marcando el 3-1 y corriendo como una gacela de principio a fin.

Y es que Giresse era uno de los fijos del cuadrado mágico del equipo galo junto a Tigana, Platini y un cuarto invitado que variaba entre Luis Fernández y Genghini. El equipo practicaba un fútbol fresco y elegante dotado de gran verticalidad, que le valió para conquistar la Eurocopa del 84 contra España, la del gran fallo de Arconada.

Terminada su carrera decidió sentarse en los banquillos. Su andadura comenzó situándose al frente del Toulouse durante tres años. De allí fichó por el PSG sin demasiado éxito y volvió con los blanquivioletas una temporada más antes de lanzarse a las aventuras exóticas. Se marchó al Rabat una temporada y tras tres años en el paro encontró acomodo en la selección georgiana, esa que siempre apuesta por buenos entrenadores como Cúper o Töpmoller pero que nunca llega a nada. Giresse tampoco tuvo éxito y tras ser despedido volvió a pasarse un año en el paro.

Sin embargo todo cambió en 2006. Pusieron en sus manos un proyecto poco ambicioso pero con visos de mejora y a día de hoy está demostrando que no se equivocaron con él. Gabón se ha convertido en la sensación de la fase de clasificación africana tras vencer a Ghana en la primera ronda y hacer lo propio con Marruecos en la primera jornada de la segunda. Con jugadores jóvenes como los hermanos Aubameyang (uno de ellos propiedad del Milán) o el joven central del Angers SCO, Bruno Ecuele Manga, la selección promete dar guerra en la lucha por ir a Sudáfrica y heredar el espíritu de su entrenador, aquél hombre de sangre caliente y mente fría que quiere volver a un Mundial, esta vez como entrenador.