viernes, 28 de octubre de 2011

Nombres del fútbol: Vasil Ivanov Kountchev

Cierro la que ha sido prácticamente una semana temática sobre el fútbol Bulgaria (el lunes hablé del United de Berbatov y el miércoles de Trifon Ivanov) con la historia de uno de los ídolos nacionales. Probablemente su nombre no os suene de nada. Pero tranquilos, al final del post descubriréis su relación con el deporte rey.

Nacido en 1837 nunca tuvo la oportunidad de ver en vida un partido de fútbol. Claro que en la situación en la que desarrollaron sus días el deporte era algo completamente secundario. Originario de Karlovo, la ciudad donde dio el salto como profesional Trifon Ivanov como el otro día reseñé, vino al mundo en un país que se encontraba bajo el yugo del imperio otomano.


Tras pasar por la escuela su destino pasó a estar ligado a la religión y debido a ello se ordenó monje ortodoxo en el monasterio de Sopot. No obstante aquello no le alejó de sus inquietudes políticas, que tenía muy enraizadas y que iban encaminadas hacia la independencia de su terriotrio.

Así desarrolló un proyecto de liberación nacional al tiempo que se alistaba en la Legión Búlgara liderada por Rakovski. Además desarrolló los principios de una República Democrática que a posteriori fue la forma del futuro Gobierno. Su participación en diversas escaramuzas sin embargo no le salió gratis. Una denuncia de su tío Basilio le llevó tres meses a un penal de Plovdid tras lo cual ocupó un puesto en la sombra dedicándose a la enseñanza pero sin abandonar la causa.

De hecho seguía acabó volviendo al ruedo como coordinador de los Comités Revolucionarios que él mismo crearía. Con el epicentro situado en la ciudad rumana de Lovech, extendió sus tentáculos con ataques a intereses otomanos. En uno de estos, partidarios suyos fueron capturados y confesar el papel de líder de nuestro protagonista, lo que evidentemente le puso en una situación comprometida.

En el ojo del huracán, era cuestión de tiempo que fuera capturado, algo que finalmente sucedió el 4 de enero de 1873 precisamente en la ciudad de Lovech. Cuando esto sucedió, su destino estaba ya escrito. Poco más de un mes después, el 18 de febrero, era ejecutado en la ciudad de Sofía sin poder ver una Bulgaria independiente. Sin embargo si que puso las bases para que su anhelo se llevara a cabo cinco años después tras la Guerra Ruso-Turca.

Os desvelo el secreto por el que está en el blog. A pesar de su nombre de pila, todo el mundo acabó conciéndole por el apodo. Y con él ha sido reconocido por sus paisanos como el hombre más importante en la hsitoria del país. Este no era otro que "Levski" (león), modo en el que algunos compañeros le bautizaron tras observar su potente capacidad de salto durante unos pruebas. Por ello hay un Levski Sofía y por ello el estadio nacional se llama Vasil Levski.

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Qué ha sido... Trifon Ivanov?

Para todos aquellos que asociamos nuestros primeros años de fútbol con la grandeza de la selección búlgara, se nos cae el alma a los pies al ver en qué se ha convertido el balompié del país. Apenas quedan jugadores destacados, más ahora que Berbatov ha renunciado a vestir la elástica nacional y le ha dejado el papel de "estrella" a Bojinov.
Sin embargo siempre podemos recordar con nostalgia a aquellos que un día llevaron el nombre de su nación por el mundo gracias a los goles y a los resultados favorables. Hace no mucho hablaba de Letchkov y hoy os acerco la figura de este defensa al que quizás alguno recuerde de su paso por el Betis.
Un defensa que, dicho sea de paso, entró hace hoy exactamente un año en una peculiar lista que luego revelaré elaborada por "The Sun" donde acompañó a nombres tan ilustres como Ronaldinho o Dirk Kuyt. Pero os mantendré con la intriga unas líneas ya que opino que lo primero es repasar su carrera y sus logros.
Una carrera que arrancó en el año 1983 en las filas del Etar Veliko Tarnovo, dónde estuvo en su fase de crecimiento, de los dieciocho a los veintitrés años. Como el destino quiso que despuntara en su posición, era cuestión de tiempo que el siguiente paso lo diera hacia el destino habitual de todo aquél que destaca en el territorio.
Efectivamente, firmó con el CSKA de Sofía. Tras jugarlo todo con los capitalinos captó la atención de Manuel Ruiz de Lopera, que le trajo a España por 300.000 euros para ayudar en el ascenso del equipo. Dos campañas después, y cansados en Sevilla con su actitud, fichó gratis por el Neuchâtel Xamax tras formar parte del "sueño americano" del 94.
Su paso por Suiza fue testimonial pero suficiente para decir en público que su entrenador Gilbert Gress "no sabía nada de fútbol". Después de aquello el club opinó que no era correcto que siguiera por razones obvias y entonces volvió a refugiarse en el CSKA. Tras hacer acto de contricción emprendió una nueva aventura en centroeuropa con Austria como destino. Le reclutó el Rapid con 30 años y volvió a mostrar un nivel decente.
La adaptación fue rápida al país y a la ciudad hasta tal punto que su siguiente club fue el Austria, para lo que solo tuvo que cambiarse de barrio. No obstante, parecía haberse dejado objetos de valor en Sofía o quizás la luz de su casa encendida porque regresó de nuevo al CSKA para poner fin a su carrera y marcharse vuelta a Viena para vivir. Allí se dedicó a jugar para un club de tercera de nombre FAC Avanti que era propiedad de su negocio Hannes Nouza y a la industria petrolífera, materia en la que se centraba este mismo.
No me olvido de la lista. Como os decía "El lobo búlgaro" (apodo con el que era conocido) apareció en la que también había futbolistas prestigiosos. ¿El motivo? Su escaso atractivo físico. Ivanov ocupó un digno (depende de como se mire) sexto puesto entre los diez jugadores más feos del planeta. Os dejo el enlace: http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/sport/top10s/article2281604.ece?offset=5

lunes, 24 de octubre de 2011

El derbi de Manchester en diez claves

Me gustaría contar con más tiempo para desmenuzar detalladamente todo lo que dio de sí un derbi mancuniano que a buen seguro será recordado durante años. El City dejó la cara de los futbolistas del United a juego con la camiseta endosándoles un doloroso set, abriendo una de esas heridas de cicatrización complicada. Algunos hablan incluso de un antes y un después. Es arriesgado decirlo así, pero no cabe duda que lo de ayer puede ser el primer aperitivo de lo que está por venir.

Ya el pasado verano los Citizens pusieron en problemas a sus vecinos durante la Community Shield adelantándose por 2-0 en un choque que acabaron llevándose los "Red Devils" gracias al planteamiento que salió de la varita mágica de Ferguson. Fue un aviso y ayer sonó definitivamente la alarma. Claro, conciso y al pie; estos son para mi los diez puntos más destacables de un 1-6 que ya es historia reciente de la Premier.

1. Con Tévez en el horizonte: Un partido debe empezar analizándose por la previa y en ella el argentino fue el protagonista. El desprecio hacia su figura fue lo único que puso de acuerdo a las dos aficiones. En una iniciativa apadrinada por la casa de apuestas "Betfair" se habilitó un camión de basura con los colores de ambos clubes para que los forofos indignados depositaran en él las camisetas con el nombre del "Apache". Éstas serán donadas a los más desfavorecidos.

2. "Why always me?": Cuando Mancini dio el once nadie entendía el porqué de la titularidad de Mario Balotelli, más después de que el delantero provocara horas antes un incendio en su casa manipulando fuegos artificiales. De hecho mucha gente aún no se explica como sigue formando parte de la plantilla a pesar de sus múltiples polémicas.

Corría el minuto 23 cuando cazó un balón al borde del área. Golpeó suave, abajo, lejos del alcance de De Gea. Y tras hacerlo se quedó congelado. Muchos incluso pensaron que el gol había sido anulado. Entonces se levantó la camiseta y las tres palabras estampadas fueron mostradas al mundo. Escupió su mensaje a los medios, los mismos que le vigilan esperando su siguiente traspiés. Los mismos que se hacen eco de lo ocurrido esta mañana cuando, tras descapotar su Bentley, Balotelli se ha dirigido al centro de Manchester con la música a todo trapo saludando a aquél que se cruzaba. Quizás sí él mismo tratara de responderse a su pregunta, se convertiría finalmente en ese gran futbolista que todos esperamos.

3. A ritmo de Silva: El canario es probablemente a día de hoy el jugador con más clase de toda la Premier League. Y eso son palabras mayores. Su partido de ayer es monumental, antológico. Todos los balones que tocaron sus botas fueron jugados con criterio, hizo sonar una sinfonía balompédica que hizo placentera la digestión del respetable. Anotó un tanto, participó en otros tres, abrió espacios, se ofreció a los compañeros e incluso bajó a defender en área propia. En el mejor teatro posible, el de los sueños, Silva se adueñó del escenario.

4. El gran ignorado: La posición de lateral es una de las más ingratas del fútbol. Está obligado a subir, a bajar, a centrar, a cortar las acciones de peligro con precisión y a medirse cuerpo a cuerpo con los tipos más habilidosos. Generalmente uno de esos aspectos suele fallar en 90 minutos y tirar por tierra una buena actuación individual. Micah Richards consiguió hacerlo ayer todo bien. Tras tomarle la medida a Ashley Young en los primeros compases, se hizo omnipresente en el campo. Minó la moral de su compatriota, también la de Nani cuando se cambiaba de lado y habría hundido en la miseria a cualquiera que se le hubiera puesto por medio. Además se ofreció en ataque y le regaló el gol a Agüero. Mejor imposible.

5. Asociación en los últimos metros: Los movimientos en banda que realiza el City en los tres primeros goles deberían ser ejemplo en los manuales. Velocidad, precisión en los pases, desmarques, colocación, apoyos, centros, remates... toda una clase de fútbol por fascículos que hizo trizas a la impotente defensa local.

6. Un calvario anunciado: Hay días que es mejor no levantarse. Eso debió pensar al menos Evans. Saltó al campo como titular a pesar de las voces unánimes que reclamaban la presencia de Phil Jones acompañando a Rio Ferdinand. Perdido durante la primera mitad, falló una ocasión clara a la salida de un córner. Tras la reanudación, aguantó sobre el césped un minuto y seis segundos, lo que tardó en derribar a Balotelli cuando este enfilaba la portería después de ganarle la espalda. Fue el principio del fin.

7. Cortocircuito en el centro del campo: Con Anderson engullido por Barry y Touré, Nani con la cabeza en otro lado y Young preocupado solo del aspecto ofensivo; el castillo se desmoronó por la base. Fletcher se vio obligado a multiplicarse por cuatro para cubrir el mayor campo posible y Rooney y Welbeck tuvieron que bajar en ocasiones a terreno propio para recibir el esférico. Lejos de su hábitat natural dejaron de ser leones para convertirse en pollos sin cabeza.

8. Ausencia de "vergüenza torera": Si bien es cierto que el resultado es justo, conviene decir también que tiene tintes engañosos por dos motivos: Uno, ya lo he comentado, la expulsión de Evans. El otro, la desfachatez de unos jugadores del United superados por la situación. Quizás porque muchos de ellos no se habían visto en nada semejante o porque no son conscientes de la camiseta que visten, bajaron los brazos incomprensiblemente en el tramo final. Los tres últimos goles llegan al borde del noventa, incluido el que marca Dzeko tras un córner en el que la defensa se queda mirando como hasta dos rivales tocan libres de marca. Los gestos de frustración de De Gea cuando Silva le bate entre las piernas son el más fiel reflejo de lo que pasaba por sus cabezas.

9. Esos pequeños gestos: Acostumbrados a su semblante serio y poco expresivo, la sonrisa de Mancini, a caballo entre la sorpresa y la satisfacción, fue una de las imágenes del partido. La otra fue la de los jugadores visitantes recreándose en su dicha. Como si fueran críos orgullosos en el patio del colegio, disfrutaban sacando las manos a cada gol ante los rostros desencajados de los pobladores de la grada.

10. Sinceridad y resignación: "Fue el peor día de nuestra historia. Incluso como jugador no creo que nunca perdiera por 1-6. No puedo creerme este marcador". Estas eran las palabras que salían de la boca de Alex Ferguson en sala de prensa. Mayores si tenemos en cuenta que las pronuncia un hombre que el próximo 5 de noviembre cumplirá un cuarto de siglo al frente del club. Él mejor que nadie sabe lo duro que ha sido el palo. Tiene ahora un duro trabajo por delante en lo futbolístico y en lo anímico para recuperar una dignidad perdida de la noche a la mañana.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Qué ha sido de... Adrian Ilie?

El hotel Ruia es una pequeña construcción de esas con encanto situada en las faldas de la estación de esquí de Poiana Brasov. Sus cuatro estrellas y su elegante aspecto exterior (las críticas en Tripadvisor dicen que el mobiliario de las estancias no va en consonancia) le convierten en uno de los preferidos por los turistas que viajan a la zona en busca de nieve procedentes de Italia, Alemania y también, por supuesto, de la propia Rumanía.

Por cincuenta euros uno puede disfrutar de una habitación doble en un paraje único y quizás toparse en la recepción, que en las fotos aparece decorada con unos sofas de sky azul chillón de dudoso gusto, con uno de los futbolistas más míticos del país. Porque no es un lugar cualquiera, es uno de los refugios de "La cobra".

Hasta allí se marchó en su día Adrian Ilie para rehacer su vida tras una juventud entregada al fútbol. Dedicado a invertir lo ganado honrosamente sobre los terrenos de juego posee además en el territorio algunos apartamentos e incluso llegó a estar ligado al club de la localidad en labores de dirección. Actividad, la hostelería, que ha combinado con participaciones esporádicas como miembro de la selección de fútbol playa.

Ilie disfruta ahora de esos pequeños placeres después de retirarse en 2006 de forma obligada por sus problemas de tobillo. Lo dejaba pues con 31 años uno de los delanteros a los que se les presuponía mayor talento de Europa, aquél cuyo apodo se lo puso Claudio Ranieri argumentando que era “letal, como una cobra, que te pica y te mata”.

A la ciudad del Turia había llegado procedente del Galatasaray con el beneplácito del italiano. Aterrizaba con 23 primaveras y un pasado que no solo había estado ligado al territorio otomano sino que también tenía muescas en su Rumanía, concretamente en el Electroputere de su Craiova natal y en el Steaua de Bucarest.

De él no solo dijo cosas buenas su entrenador, sino también el presidente Pedro Cortés que habló de él y de los que lo trajeron por millones de las antiguas pesetas en los siguientes términos: "Se trata de un hombre muy veloz y oportunista. Es un fichaje de la secretaría técnica. Les dije que atinaran y han acertado. Les felicito".

El caso es que, tras llegar en invierno, sus doce goles en media temporada parecían darle la razón a sus defensores. Sin embargo pronto empezaron los problemas. Los enfrentamientos con aquél que le regaló el apelativo que le iba a definir el resto de sus días como futbolista. Sus lesiones. Todo formó un cóctel que fue minando su figura dentro de la plantilla y que, tras cuatro años de caminar juntos, acabaría forzando su traslado al Alavés.

En Vitoria las cosas, lejos de mejorar, empeoraron. El maldito tobillo siguió castigándole y no le permitió dar lo mejor de sí mismo siendo incapaz de ayudar a los vascos a mantenerse en la máxima categoría y hundiéndose con ellos en el pozo de la categoría de plata. Ese mismo verano volvía de nuevo a Turquía para probar suerte en el Besitkas.

Fue el primer paso hacia su hundimiento definitivo. Tras no rendir en consonancia a lo esperado tuvo que dar un paso atrás y refugiarse en la tranquila Zürich. Gozó de una gran calidad de vida pero futbolísticamente hablando aquello estaba en las antípodas de lo que pudo haber sido. Consciente de que ya tocaba fondo tuvo un último intento en el Germinal Beerschot belga.

Pero su tobillo había dicho "basta". Todo estaba acabado. Y lo sabía. Por ello hizo caso a la cabeza y no al corazón cuando, tras anunciar su retirada, se le ofreció la opción de volver a los terrenos de juego. La idea surgió del extravagante dueño del Terek Grozny. Ansioso por tener a buenos jugadores en sus filas para aspirar a Europa le llegó incluso a ofrecer al delantero un cheque en blanco por jugar el tiempo que su cuerpo le permitiera.

Tentado pidió opinión a los médicos, que le desaconsejaron volver a la práctica deportiva. Por ello decidió rechazar la propuesta y apartarse del deporte rey para empezar con la vida que lleva hoy. Quizás nos ea tan divertida pero al menos con ella se siente confortable. Quizás si algún día vais por Brasov os topéis con él. Decídle entonces que en España seguimos recordándole.

lunes, 17 de octubre de 2011

Como el buen vino

Si uno observa la provincia de Nápoles a través los ojos de Roberto Saviano deduce que no debe ser un buen lugar para nacer y crecer. Lo mismo sucede si uno atiende a las leyendas urbanas de origen desconocido o los testimonios de aquellos turistas "intrépidos" que se acercan allí a conocer la Italia "más profunda".

Supongo que parte de razón habrá en todo ello porque nadie puede describirlo mejor que aquél que lo ha vivido de primera mano. Doy por sentado que muchos jóvenes, en algún momento de sus vidas, se verán ante la tesitura de tomar o no el camino correcto. De un lado de la balanza el dinero fácil a cambio de la renuncia a todo tipo de escrúpulos. Del otro, la posiblidad del progreso a través del esfuerzo y la honradez superando todos los obstáculos que ello conlleva en un lugar donde la presencia de la camorra no se puede esconder.

En ese ambiente pasó sus primeros años de vida Antonio Di Natale. No hay documentos que expliquen cómo consiguió sortear el lado oscuro ni si su familia decidió emigrar fuera de la ciudad para que no cayera en la tentación. Pero el caso es que todos juntos emprendieron un viaje de 504 kilómetros con dirección a la ciudad norteña de Empoli.

Buscaban nuevas oportunidades, nuevos sueños. Y los de "Totó" se materializaron en las categorías inferiores del equipo de la localidad. Poco a poco fue progresando pero algo había en él que no convencía a la entidad. Quizás fuera su reducida estatura, quizás la ausencia de ese carácter combativo y un punto arrogante que se les presupone a sus paisanos, quizás la competencia a la que se enfrentaba.

Llegó a debutar en el año 1996 con el primer equipo gracias a un entrenador de nombre Luciano Spalletti, que por entonces aún se estaba formando tras pasar por todos los escalafones del club y que dirigía con buen tino en la categoría de plata. Pero fue una primera toma de contacto breve. Di Natale aún estaba verde a juicio del técnico y entre todos decidieron que lo mejor era que probara suerte en otros lugares.

Así Antonio se marchó cedido al ya extinto Iperzola. Allí, en Serie C2, dejó alguna que otra buena actuación aunque insuficientes para ganarse un puesto en el Empoli, donde le cerraban las puertas delanteros como Espósito y Cappellini. Tras estar a préstamo sin éxito en la fría Varese, acabó dando el paso definitivo a pocos kilómetros de Empoli. Sin salir de La Toscana, el pequeño pueblo costero de Viareggio fue el que le vio crecer definitivamente tras promediar medio gol por partido.

Con retraso pero con mucha experiencia a sus espaldas, Di Natale formaba por fin parte de los planes de los "Empolesi" como miembro de pleno derecho. Sus dos primeras campañas fueron más bien pobres, como las del resto de la entidad. El punta, con 24 años, no terminaba de destacar y todo hacía indicar que se quedaría por el camino.

Pero entonces llegó aquella mágica temporada 2001-2002. Con la impagable compañía en el ataque de Tommasso Rocchi conseguía anotar quince goles y certificar el ascenso a la Serie A en las últimas jornadas. A las puertas se quedaba el conjunto de su localidad natal justificándose así el viaje que tiempo atrás había emprendido huyendo de su pasado.

Las trece dianas anotadas en su debut en la máxima categoría, que le valieron para vestir la Azzurra, demostraron dos cosas: Que llegaba con ganas de quedarse y que el Empoli dependía demasiado de él. La primera no pudo confirmarse el siguiente ejercicio. La segunda, por desgracia, sí. Los toscanos descendieron con una pobre aportación de Di Natale, que no vio puerta en toda la segunda vuelta firmando unos tristes cinco goles.

Llegó entonces el estío con un futuro incierto bajo el brazo. Rocchi conseguía un jugoso contrato con la Lazio y él, al borde de las 27 primaveras, veía como todo aquello por lo que luchaba se esfumaba cuando ya había tocado la gloria con la punta de los dedos. Hundido, esperaba una mano amiga. Y entonces se la tendió quién menos hubiera imaginado, ese hombre que un día le había dado la zanahoria y al siguiente el palo.

Luciano Spaletti, por entonces en las filas del Udinese, le reclutó para que formara en ataque junto a Di Michele y Iaquinta. Entre todos lograron clasificar al Udinese para la Liga de Campeones por primera vez en su historia. Di Natale no tenía el olfato goleador de sus compañeros pero su velocidad y su movilidad abrían los huecos para que los demás hicieran el trabajo limpio.

A pesar de sus buenas actuaciones, no obtuvo la recompensa que merecía a nivel nacional. Lippi le dejó fuera de la convocatoria para el Mundial de Alemania y aunque el título le dio la razón, siempre quedará la duda de si no lo hizo para evitar dejar fuera a alguno de los bueyes sagrados que estaban en peor forma.

"Toto", siempre elegante, respondió a la ofensa donde mejor sabía: Sobre el terreno de juego. Lejos de montar en cólera y de levantar la voz, esperó hasta que Roberto Donadoni volvió a contar con él. Mientras el idilio con Friuli iba "in crescendo" y aunque otros mejoraban sus cifras, la grada vestía su camiseta como reconocimiento a la labor abnegada que realizaba semanalmente.

A la sombra de sus compañeros seguía creciendo. Mostraba unas ganas inusitadas de seguir aprendiendo, impropias de un futbolista que ve de cerca la treintena, esa edad en la que muchos empiezan a encoger el pie para evitar una lesión que les prive de un retiro dorado. Todo parecía ser parte de un plan meticulosamente pensado.

Las ventas primero de Di Michele y luego de Iaquinta le dejaron casi sin quererlo como el líder natural. Y entonces desde la insignificancia de su estatura, recogió el guante para no soltarlo nunca más. Brazalete en el hombro se convirtió en uno de esos capitanes silenciosos que mandan sin mandar, en ese futbolista al que hay que buscar en los momentos clave para que él decida que hacer.

Era el estilo de vida por el que había apostado, el que iba a seguir en lo sucesivo. Un tipo elegante dentro y fuera del campo al que le había llegado por fin su momento. Poco le importó ser constantemente infravalorado, que su edad echara para atrás a los grandes a la hora de intentar ficharle.

Asociado con Quagliarella demostó que la arruga podía ser bella. En compañía de Aléxis Sánchez que en el fútbol también hay "Benjamin Buttons". Vigente bota de bronce, hace menos de una semana cumplía 34 años celebrados con el coliderato junto a la Juve, a la que rechazó el verano pasado para quedarse en Udine. Dice que cuando se retire quiere seguir vinculado al club. Pero a día de hoy eso parecer quedar lejos. Está disfrutando de su juventud a una edad en la que la mayoría piensa en la retirada, gracias a un físico que vive por y para el fútbol y a una cabeza que le recuerda cada día los esfuerzos que ha tenido que hacer para llegar hasta aquí. Todo un ejemplo.

viernes, 14 de octubre de 2011

Nombres del fútbol: Equipos japoneses

Sé que lo normal en esta sección es traer a colación algún personaje que tenga alguna relación particular con el fútbol bien porque sirva para bautizar un equipo, para nombrar un estadio o para dar sentido a un trofeo. Sin embargo hoy tengo ganas de hacer algo diferente. Reflexionaba esta semana al hilo del Japón-Tayikistán sobre los más que peculiares nombres de los equipos de la liga nipona.
Una mezcla de sustantivos internacionales con la ciudad a la que representa el club en cuestión y en muchas ocasiones con la aparición de una carga simbólica por medio que se escapa a simple vista del espectador. Hoy quiero intentar descubriros el porqué de algo tan singular. Evidentemente los hay muy intuitivos, otros no tanto. Algunos darán de sí para una explicación más larga, en otros valdrá con una simple línea. Espero que al menos os sirvan para entender más un fútbol tan diferente.

Albirex Niigata: Creado como Niigata Eleven SC, este modesto club fue poco a poco escalando posiciones hasta llegar a la primera división en el año 1999. Por entonces su nombre ya había cambiado en dos ocasiones. Primero a Albireo Niigata y posteriormente a la nomenclatura actual, una mezcla de "Albireo" y "Rex". El primer término hace referencia a una estrella de la constelación Cisne (animal que sale en el escudo) mientras el segundo significa rey en latín.

Avispa Fukuoka: Los trabajadores de la empresa de seguridad "Chuo Bohan" crearon el equipo con idéntico nombre en Fujieda, no en Fukuoka. Sin embargo, buscando el profesionalismo, se mudaron a su ubicación actual como Fukuoka Blux. "Avispa" procede del español y aunque no hay explicación para su elección, cambiarlo surgió por la necesidad de no entrar en un conflicto legal con la marca de ropa "Brooks Brothers".

Cerezo Osaka: En sus inicios era conocido como "Yanmar Diesel" debido a la empresa que lo administraba. En 1993 esto cambió y, tras un concurso público, se decidió que la palabra que en castellano designa al árbol típico de la zona era la mejor opción.

Gamba Osaka: A pesar de que en nuestro idioma hace referencia a un animal marino que goza de mucho predicamento en la gastronomía de la isla nada tiene que ver con la nomenclatura del club. El orígen de ésta es italiano (donde la palabra significa "pierna") y japonés (dónde "ganbaru" singnifica "hacerlo lo mejor posible").

Júbilo Iwata: Equipo tradicionalmente ligad0 a la empresa automotriz Yamaha, lleva la alegría por bandera merced al portugués y el español.

Kashiwa Reysol: Bonito nombre el de este club que perteneció en sus orígenes a la popular y diversificada compañía de material electrónico "Hitachi". Ésta acabó retirándose del proyecto y entonces la entidad pasó a rendir honor al astro rey que nos ilumina la vida cada día.

Kashima Antlers: Aquí la redundancia hace aparición. Ambos vocablos, uno en nipón y otro en inglés significan lo mismo, isla de los ciervos. Y es que el astado animal es muy típico de la zona en cuestión.

Montedio Yamagata: Creado como NEC Yamagata, en 1996 cambió su nombre por este de connotaciones italianas, suma de"monte" y "Dios". Uno de los más modestos de la máxima categoría, no se encuentra entre los que mueven a las masas.

Nagoya Grampus: El grampus es una especie de delfín cuya representación por partida doble aparece en lo alto del castillo de la ciudad. Es uno de los conjuntos que ha contado con los nombres más relevantes, desde Lineker hasta Dragan Stojkovic pasando por Wenger.

Omiya Ardija: La que para muchos es una rata de cola elegante forma parte del escudo del club. Es la mascota de la ciudad y es frecuente ver alguna corriendo libremente por el parque en el que está situado el estadio. Lo que no se sabe es por qué se eligió su nombre en castellano.

Sanfrecce Hiroshima: De nuevo una mezcla italojaponesa. El "San" es un árbol característico mientras que "frecce" significa "flecha" para los italoparlantes. Esta, hasta tres veces, aparece reflejada en el escudo. Todo se basa en la historia de Mori Motonari, que incitó a sus tres hijos a trabajar juntos para mantener vigente el clan argumentando que una sola flecha podría esquivarse pero no más si iban bien lanzadas.

Vegalta Sendai: "Vega" y "Altair" (Vegalta) son las dos estrellas que dan forma a la leyenda de Tanabata. Por falta de tiempo, os dejo un enlace dónde se explica ésta con detenimiento: http://es.wikipedia.org/wiki/Tanabata

Ventforet Kofu: El único con orígenes franceses en su denominación. "Vent" significa "viento" y "forêt" significa "bosque". Todo se basa en una frase de origen japonés en la que se reflejan ambos elementos.

Vissel Kobe: La tradición marinera de la ciudad y su importancvia en la fabricación de barcos va incluida en el nombre. Vissel es el acrónimo de "victoria" ("victory") y "velero" ("vessel") en inglés.

Yokohama Marinos: Tradicionalmente considerado el equipo de Nissan, resulta incomprensible el calificativo de "marinos" teniendo en cuenta que la ciudad dónde está situado, Kohoku-Ku, no da al mar. Si lo explicaría el hecho de que la región de Yokohama sí lo hace. Antes se denominó "Flügels", "alas" en alemán.

lunes, 10 de octubre de 2011

Goles contra las armas

Desde el pasado mes de febrero solo se habla de Libia en clave de sangre y fuego. La guerra civil, que lastra el país y le va hundiendo poco a poco en una sima aún más profunda que aquella en la que ya se encontraba, se cuenta desde las ofensivas y las contraofensivas con las víctimas como protagonistas.

Rebeldes y gadafistas se enfrentan en todos los escenarios posibles, con armas o cuerpo a cuerpo, en defensa de sus ideales. Unos van ganando terreno, otros lo van cediendo. Mientras el tirano sobre el que pivota todo el conflicto se esconde cual comadreja, intentando huir de un destino que se le antoja esquivo y que antes o después acabará encontrándole.El país es hoy un terreno yermo que tiene que volver a empezar a dar frutos poco a poco. Hace falta que comiencen a germinar semillas de optimismo plantadas por los dueños del huerto y por las manos desinteresadas de los jornaleros procedentes del exterior, que a día de hoy trabajan como mercenarios en función de sus propios intereses.

Y aunque a simple vista todo son rastrojos, algo pequeño ha empezado a asomar desde este fin de semana. Más interesados por las labores de desescombro casi nadie parece haberse dado cuenta de que hay un fenómeno social que, independientemente de las ideologías políticas, ha sido capaz de parar temporalmente toda la violencia.

Ese fenómeno es el fútbol. Generalmente fuente de conflictos, en ocasiones puede ser el elemento aglutinador que necesita un pueblo. Partidarios de un bando o de otro, los libios aparcaron el sábado las armas para salir orgullosos a las calles con motivo de la clasificación de su combinado nacional para la Copa África por tercera vez en su historia.

La primera había sido en 1982 cuando siendo anfitriona alcanzó la final contra Ghana. La siguiente iba a ser previsiblemente la de 2013, año en el que la nación volvería a gozar de ese estatus poco más de tres décadas después. Sin embargo la que se anticipaba como una fiesta para gozo y boato del ínclito Gadafi se ha retrasado hasta 2017 con el objetivo de convertirse en una celebración en favor de la libertad y en contra del totalitarismo merced a la acción en la calle de los dominados.

Podría ser la guinda a un proceso que poco a poco va cuajando, con un gobierno provisional y una nueva bandera. Un escaparate inmejorable para demostrar la vuelta a la normalidad de un territorio que aún tiene un largo y pedregoso camino que recorrer. La forma de afianzar un proyecto futbolístico que ya empieza a despuntar. Porque la previsiones más optimistas hacen pensar que, si en estas condiciones los futbolistas han logrado algo semejante, no hay techo para ellos.

A día de hoy solo el orgullo puede explicar algo semejante. El meta Samir Aboud, que a sus 39 años fue consagrado como héroe gracias a dos intervenciones decisivas el pasado sábado, lleva sin jugar con su equipo desde que se parara la liga el pasado mes de marzo. Una situación semejante a la que atraviesan dieciséis internacionales más y el seleccionador brasileño Marcos Paqueta, que no ha vuelto a cobrar un sueldo desde que la Federación entró en cuarentena por aquellas fechas.

Empezaron la fase de clasificación hace más de un año como parias para los dirigentes de su país, que les ninguneaban para que no se hicieran populares. La han terminado jugando en El Cairo y Bamako dos partidos en los que deberían haber sido locales. Vivencias que les han curtido, que les han hecho aún más fuertes. Que han llevado a Paqueta a reconocer que a pesar de ser tachado de "loco", ha seguido al frente porque los jugadores eran sus "amigos".

Una historia propia de Hollywood pero basada en un hecho tan real como la vida misma, la que sale reflejada cada día en la prensa. La secuela de lo que ya vivimos cuando Irak se ganó sobre el césped en el que se disputó la Copa Asia de 2007 el respeto que parecía haber perdido por parte de otras naciones.

Realidades ambas de las que muchos, entre los que me encuentro, no podemos hablar con propiedad porque nos pillan lejos física y temporalmente (por suerte ya son muchos años de democracia en España). En tiempos de crisis en los que por estos lares parecemos agarrarnos a la Copa del Mundo conquistada como argumento para que nadie se olvide de nosotros aún hay países en los que el fútbol va más allá, donde es el espejo en el que se refleja el optimismo.

Con otra enseña, con otro himno, con otro espíritu; un grupo de futbolistas libios han demostrado que trabajando en equipo se pueden superar, metafóricamente hablando, todos los obstáculos. Toca trasladar eso al ámbito político, al ámbito social. Treinta y seis piernas les han guiado a la Copa África. Más de trece millones de manos deberán trabajar ahora, dejando de lado sus reticencias, para reconstruir lo que un día fue un país.

El miércoles, al ser fiesta, no habrá post.

viernes, 7 de octubre de 2011

Nombres del fútbol: Georgios Karaiskakis

Esta noche, a las 20.45, los aficionados atenienses volverán a rugir como en sus grandes noches. La tremebunda crisis que les azota quedará apartada a un segundo plano durante un par de horas en beneficio del fútbol. Todo en Grecia pinta oscuro pero lo que va mal puede ir a peor. Y un panorama más deprimente solo se puede imaginar si la selección se queda fuera de la Eurocopa que ganaron en el año 2004, la única alegría que ha tenido el pueblo desde entonces.

Para evitar esta debacle es fundamental imponerse a Croacia en el estadio del Olympiacos, que lleva el nombre de nuestro protagonista. Si se consigue dar este primer paso, vencer a Georgia como visitantes el miércoles pasará a convertirse en un mero trámite con tintes de cuestión de Estado.

Probablemente el escenario para la batalla de hoy se haya elegido por su capacidad y por la facilidad que tiene para tornarse en caldera pero nadie puede negar que en una noche en la que hay que invocar a la heroica, asociarlo todo al nombre de Karaiskakis tiene de trasfondo una pequeña llamada a la unión para defender el orgullo nacional.

Precisamente eso, defender a su país, fue lo que hizo en vida este personaje nacido de los amoríos entre una joven viuda encerrada en un monasterio y su idilio con un jefe de la guerra que iba de paso por la zona. Aquello hizo que ya fuera marcado desde joven y vilipendiado por aquellos que le rodeaban en una sociedad convulsa que se desarrollaba bajo el "yugo" otomano.

Sin embargo, dicho sea con justicia, Karaiskakis es de los pocos que en parte se vio beneficiado de esta situación de dominio. Prisionero de Ali Pasha de Tepelen, éste vio pronto sus cualidades y le reclutó para que formara parte de su ejército recibiendo por ello además de dinero una educación a la que no muchos podían aspirar.

Todo aquello se volvió, a la larga, en contra de los propios otomanos. Fallecido su valedor, Karaiskakis desertó del ejército y se retiró a las montañas. En esta situación, se declaró la revolución griega en el Peloponeso y Karaiskakis decide ponerse manos a la obra comandando un ejército de gente curtida por los avatares de la zona en la que él se encontraba. Juntos empiezan a suponer un problema para los turcos desenvolviéndose con singular destreza en varios combates.

Su fama pues va ganando enteros y en torno a su figura muchos se aglutinan para combatir al invasor, más después de sus esfuerzos por superar el asedio de la ciudad de Messolonghi. Ésta es finalmente recuperada por los helenos, pero tras negarle un político ambicioso la jefatura a Karsikaris para quedársela él, vuelve a manos de los turcos.

Relegado de su puesto acusado de colaborar con el enemigo, al final logra restaurar su honor tras numerosos esfuerzos y ser readmitido para luchar en favor de Grecia. Después de aquello, considerado de nuevo como héroe nacional, se ve envuelto en numerosas escaramuzas a lo largo y ancho del país

Al final como no podía ser de otra forma acabaría encontrando la muerte en una batalla, la de Anatolos. En ella los griegos intentaban levantar el asedio de la mítica Acrópolis y fue en un escenario tan significativo como aquél en el que Karaiskakis perdía la vida tras ser perforado su abdomen con una bala. En esa zona se encuentra hoy el estadio homónimo. Dónde uno cayó, sus herederos en materia futbolística intentarán hoy triunfar.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Qué ha sido de... Nenad Bjelica?

Aún recuerdo con cariño, supongo que como todos los nostálgicos, mis primera colecciones de cromos. Reconozco que siempre he preferido "Este" a "Panini" y que, por supuesto, me gustaba mucho más el trabajo artesano de estamparlos en el papel con pegamento de barra que hacerlo con esos aburridos y poco atractivos adhesivos que vienen ya de serie, que lo dejan todo limpio al tiempo que atrofian los dedos de la chavalería.

Mi primera experiencia en la materia fue a mediados del primer lustro de los noventa cuando el afamado "Queso mecánico" estaba de moda. Aquél Albacete había hecho historia subiendo de Segunda B a Primera consecutivamente y ostentando la mejor clasificación en la máxima categoría de un recién ascendido hasta la fecha.

Coco, Conejo, Cordero, Chesa, Geli, Zalazar, Oliete... y también Nenad Bjelica, que había llegado en el verano del año 93 procedente del Osijek croata, el club de su localidad natal. Allí había pasado de las inferiores al primer equipo llamando la atención de los ojeadores de algunos equipos de las potentes ligas europeas entre los que se encontraba el Albacete.

Lo suyo fue llegar y conquistar el Carlos Belmonte. Se ganó el puesto de titular desde el primer entrenamiento y pasó a convertirse en pieza clave. Sus goles y su buen manejo del balón fueron fundamentales, de hecho, para alcanzar las semifinales de Copa de la 94-95, una de las mayores gestas de los manchegos en su historia.

Un año después de aquello, cuando el equipo firmaba su descenso a Segunda tras la promoción frente al Salamanca, Bjelica decidía continuar su viaje hacia el sur con la idea de mantenerse en la máxima categoría. El Betis se convertía en su siguiente destino pasando a compartir vestuario de esta forma con nombres como Finidi o Alfonso.

Su primera experiencia resultó bastante provechosa ya que conseguía disputar aquella final copera que se le había negado en el Albacete. Un partido, que dicho sea de paso, los andaluces pudieron disputar gracias a una acción concreta protagonizada por el croata. Sucedió en la vuelta del duelo de semifinales frente al Celta, cuando el centrocampista anotaba un tanto con un jugador celeste en el suelo. Aquello desató unas hostilidades entre ambos conjuntos que aún duran a día de hoy.

A pesar de un debut más que digno en su curso primigenio como verdiblanco, nada volvería a ser lo mismo. Las lesiones le lastraron en su segundo año y el tercero se lo pasaría cedido en Segunda vistiendo la camiseta de Las Palmas. Tras regresar de las "Islas afortunadas", Lopera decidió que lo mejor era devolverle de vuelta a su tierra natal y fue así como se cerró su regreso al Osijek.

Como hijo pródigo firmó su resurrección futbolística. Recuperada la confianza se convirtió en el estandarte de la entidad y, en el año 2000, fue galardonado con el premio al mejor jugador croata. Aquél reconocimiento se completó en 2001 con dos noticias inesperadas: La primera llamada para representar a su selección y el traspaso al Kaiserslautern, que le permitía volver al máximo nivel competitivo ocho meses antes de entrar en la treintena.

Una vez en Alemania disfrutó de tres campañas y medias más que dignas hasta que el físico empezó a pesarle, momento en el que decidió retirarse hacia territorios más tranquilos. En Austria encontraría el refugio que buscaba. Tras enfundarse el color rojo del Admira Wacker Mödling, decidía aceptar una oferta del FC Käntern.

En ese club experimentaría su transformación definitiva. Comenzó como jugador, se convirtió en jugador-entrenador y finalmente acabó como entrenador. Después se sentaría en el banquillo del Lustenau 07 y, finalmente, en el del WAC St.Andrá. Tras finalizar cuarto la pasada campaña en la Erste liga (el equivalente a la Segunda) este año marcha segundo empatado a puntos con el líder. Seguiremos sus evoluciones.

lunes, 3 de octubre de 2011

Año par, buena dicha a orillas del Isar

Llevar la final de la Champions a Munich en año par ha sido sin duda un gran acierto por parte de la UEFA. Cualquier decisión que hubiera implicado apostar a impar hubiera resultado a priori nefasta para los intereses del conjunto bávaro pero la medida tomada garantiza al menos que el anfitrión estará en periodo de gracia independientemente del resultado final.


No hay una explicación racional a este fenómeno cíclico como no la hay tampoco al hecho de que la realidad hable hoy del Bayern como un equipo infravalorado. Resulta difícil descubrir en qué momento esto comenzó a ser así. Quizás haya que remontarse a 2007 (siempre entendiendo como año de referencia en el que acaba la campaña), cuando el cuarto puesto en la liga les relegó a jugar la Europa League, una humillación para un club que había estado presente en todas las ediciones de la máxima competición europea desde 1996.


Aquél mal resultado hizo tambalear los cimientos de un sistema cuasi dictatorial que implicaba, debido a una base empírica, que todo aquél futbolista que llamara la atención en Alemania caería de forma instantánea en las redes de los muniqueses instaurándose una forma de dictadura que hacía aún más grande al ya de por sí equipo más grande del país.

Sin embargo visto desde la perspectiva que da el tiempo, lejos de suponer un problema a la larga este hecho ocasionó una bendición. El Bayern se dio cuenta de que no le venía mal renunciar a alguna de las estrellas de la Bundesliga a cambio de emprender un proceso de expansión de miras. Y así llegaron futbolistas como Ribery, Toni o Robben.

Un trabajo forjado a base de talonario y de paciencia que ha ido garantizando una buena cosecha. La entidad ha hecho, probablemente sin querer aunque nunca se sabe, un cultivo futbolístico innovador basado en un año de buenos productos y otro de barbecho. Positivo si se tiene en cuenta que en época de bonanza han mejorado progresivamente y que puede ser este curso dónde se alcance definitivamente el cénit.

Si en 2008 se firmaba un doblete y se alcanzaban las semifinales de Champions y en 2010 se lograba el mismo resultado a nivel nacional y además se llegaba a la final de la competición más importantes de clubes (en una final que muchos trataron como un accidente pues no había en ella ni españoles ni ingleses)... ¿Será en 2012 cuando se vuelva a levantar la "orejona" con el aliciente de hacerlo en casa?.

De momento el camino a seguir parece el adecuado. La plantilla apenas ha sufrido retoques de forma cuantitativa en lo que al nefasto año pasado se refiere. Pero si hay una variación cualitativa importante. Van Gaal, que se fue diluyendo en vestuario como una aspirina, ha dado la alternativa al hombre que paradójicamente resucitó gracias a la multinacional farmacéutica Bayer. Tras dos años en Leverkusen Heynckes ha regresado a Munich por tercera vez con fuerzas renovadas y pensando en cosechar un gran éxito antes de su próxima retirada de los banquillos.

Además se ha completado el proceso de retoques importantes, que empezó en 2009 apuntalando la delantera con Mario Gómez, poniendo el candado a la portería con Manuel Neuer. De esta forma aparece por fin un digno sucesor de Kahn después de dar palos de ciego con Rensing, Butt o Kraft.

Ambos, Gómez y Neuer, han sido los únicos refuerzos de relumbrón llegados del campeonato nacional en el pasado reciente. El resto del elenco (descartando lo importado) se ha completado con hombres llegados de las categorías inferiores como Müller o de actores secundarios como Petersen. Özil, Khedira, Diego, Van der Vaart, Sahin... todos han ido abandonando la Bundesliga sin la oposición del equipo que hace no demasiados años habría pujado hasta la extenuación por ellos.

Ahora parece que las cosas se hacen con cabeza o al menos de otra forma. A los rivales no se les gana mediante el saqueo y el acoso-derribo económico sino con orden, buen trabajo de equipo, hombres con oficio en las líneas clave y la calidad diferencial que ofrece gente como Ribéry o Robben.

Las estadísticas hablan por sí solas: Once partido oficiales sin encajar un gol, veintiún tantos a favor y sólo uno en contra (el anotado por el jugador del Moenchengladbach De Camargo en la primera jornada tras un fallo defensivo evitable) en Bundesliga y victorias de poderío en Champions frente al Villarreal y Manchester City en el llamado grupo de la muerte.

Da la sensación de que, a cada semana que pasa, la confianza de los jugadores en sus posibilidades crece. Teniendo en cuenta que muchas veces no hay arma más poderosa que el amor propio y que es año par, que tiemblen Alemania y Europa.