viernes, 28 de febrero de 2014

David Mainz (jugador del Eibar y ex jugador del Jorge Wilstermann): "A 4.100 metros de altura, tú quieres pero las piernas no responden"

Nunca es tarde para tomar el camino de vuelta hacia donde uno es querido. Eso es lo que pensó David Mainz, aragonés errante que el pasado verano puso rumbo al Jorge Wilstermann boliviano tras dejar los deberes hechos ascendiendo al Eibar a la categoría de plata. Meses después, con la caída de la hoja y los copos de nieve, regresa a los orígenes para ayudar con sus goles a una gesta que se le adeuda a los armeros desde aquél gol que David Silva no quiso marcar por deportividad.

Los vascos marchan líderes con un equipo sólido que se ha adaptado con solvencia a la categoría y que no se doblega con facilidad, mucho menos en la fortaleza de Ipurúa. Mainz habló en exclusiva para "De paradinha" sobre la ambición armera, su particular experiencia en tierras bolivianas e incluso su mascota; una vaca llamada Estrella.

http://www.ivoox.com/entrevista-a-david-mainz-jugador-del-eibar-y-audios-mp3_rf_2876842_1.html

martes, 25 de febrero de 2014

¿Qué ha sido de... Peter Ofori-Quaye?


Después del meritorio triunfo del Olympiakos frente al Manchester United ayer por la noche en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones hoy me apetece dedicar esta sección a un futbolista que vistió la elástica del mítico conjunto heleno y que incluso hizo historia en la máxima competición europea con ella puesta.

Nacido en Accra (Ghana), sus dotes para el deporte rey le permitieron abandonar pronto su Ghana natal para labrarse un futuro en Europa después de despuntar en el Ashanti Goldfields. Y pronto es pronto en el sentido literal pues con solo quince años recibió la alternativa al profesionalismo. Lo hizo en Kalamata, ciudad griega de sobra conocida por sus aceitunas.

Aquella urbe tranquila en la periferia del Peloponeso pronto se le quedó pequeña con respecto a su enorme talento. Sucedió que, como suele ser habitual, todo ave que vuela en Grecia acaba en la cazuela de los gigantes capitalinos. En este caso le cazó el Olympiakos a cambio de una importante suma de dinero para un chaval que aún no había cumplido la mayoría de edad.

El periplo comenzó bien. Ofori-Quaye contaba con minutos y sabía aprovecharlos. Tal es así que el tanto que adornó una humillante derrota en Champions contra el Roosenborg por 5-1 le convirtió en el goleador más joven del torneo, superando incluso el récord anterior que había sido establecido por el ucraniano Andriy Sevchenko.

Sin embargo su estela se fue apagando con el paso de los meses ante la competencia y los cambios en el banquillo. Finalizada su vinculación con el club y sobrepasado por su temprano éxito y posterior caída, decidió retirarse momentáneamente para aclara sus ideas y asimilar todo lo que había vivido de forma tan rápida e intensa.

Pasado el tiempo, llegó en su auxilio el Liberty Professionals de su país natal. Allí recuperó la forma y la ilusión, elementos suficientes para retomar su carrera en Europa con un regreso a Grecia. Esta vez eligió el OFI de Creta, paso previo a su traslado a tierras hebreas para aceptar una oferta del Hapoel Ironi Kiryat Shmona. El equipo estaba por entonces en crecimiento pero, aunque apuntaba buenas maneras, no era aquél que años más tarde se proclamaría campeón de liga.

La estancia apenas duró una campaña, lo que tardó en volver a la zona que le consagró como joven promesa. Sin embargo esta vez cambió Grecia por Chipre para defender los colores del AEL Limassol. Cuando aquella experiencia terminó, el punta entendió que era el momento de volver a casa. Tras militar en Hearts of Oak ahora juega en el Bechem United, entidad que transita por la zona media de la tabla.

viernes, 21 de febrero de 2014

Portugal, en busca de la identidad perdida

Varios han sido los motivos por los que Portugal ha estado en boca de todos los aficionados al fútbol internacional en los últimos meses. Los más importantes, desde luego, tienen que ver con el pasado glorioso y su herencia posterior. A la muerte de Eusebio en el amanecer del 2014 le siguió, poco después, un nuevo "Balón de Oro" de Cristiano Ronaldo. Más alejada en el tiempo se encuentra la disputa de la final de la Liga de Campeones en Lisboa, acontecimiento este que irá ganando en relevancia conforme se acerque el gran día.

Son noticias importantes, de gran calado. Sin embargo todas ellas tocan de forma tangencial al deporte rey en territorio luso. Es decir, no afectan de lleno a la situación actual de los clubes punteros del país ni del combinado nacional. Y es que parecen quedar ya atrás, fagocitados por las circunstancias, los años dorados que llegaron a mediados de la pasada década.

Fueron momentos de gran esplendor que se extendieron entre la amarga resaca del Mundial de 2002 y la dulce guinda que supusieron las semifinales alcanzadas cuatro años después en Alemania. Durante ese corto periodo de tiempo el país ibérico dio un golpe en el Viejo Continente que les permitió ganarse el respeto extramuros.

En materia de clubes, el Porto de un casi primerizo Mourinho conquistó de forma consecutiva una Copa de la UEFA y una Liga de Campeones. También pudo sacar pecho el último gran Sporting, que antes de iniciar una etapa crepuscular corrió distinta suerte que sus compatriotas y cayó en la final de la actual Liga Europa ante su público en el José Alvalade.

Aquello marcó a una generación talentosa criada a los pechos de la madre patria que, complementada con otros peloteros de gran talento exiliados en el extranjero, acarició la gloria hasta en dos ocasiones. Dolió especialmente la Eurocopa de 2004, que se escapó de las manos ante la rocosa Grecia. Aquellas lágrimas derramadas espolearon la identidad y regaron las esperanzas de ser campeones del mundo. Solo Francia en semifinales trajo de nuevo el regusto a hiel.

A partir de ese momento, nada a vuelto a ser como antes. Hay, por supuesto, noches de gloria para el consuelo. Destaca aquella en el que el Porto y el Braga cruzaron sus destinos asegurando un nuevo campeón portugués en el segundo torneo continental. O la final que pudo ganar el Benfica el pasado curso y se fue al limbo con un gol de cabeza de Ivanovic detrás del cual estaba en espíritu Bela Guttmann.

Sin embargo son poco premio teniendo en cuenta que detrás de aquello se encontraban los fracasos que suponían no alcanzar los octavos de la Liga de Campeones o, directamente, no clasificarse para ella. De hecho, los dos representantes del país vecinos no alcanzan a la vez las eliminatorias de la máxima competición europea desde la 2008-2009. Una caída que ha sido más dura este año, cuando el Porto y el Benfica han tropezado en el primer obstáculo imposibilitando el ya de por sí complicado sueño de ver a alguno ejerciendo de profeta en su tierra.

La Liga Europa vuelve a ser el refugio para aliviar el fracaso, un hogar de acogida para rumiar los objetivos incumplidos. Ahora bien, el mal de una selección que se ha clasificado a duras penas para ir a Brasil gracias a la inspiración de Cristiano Ronaldo les libera en parte de la culpa. Ya se sabe que las penas son menores si malas son las del vecino.

Toca ahora buscar explicaciones. La primera y principal pasa por asociar todo a la crisis económica que afecta al país. Nadie se libra, ni siquiera los clubes de fútbol, de las estrecheces económicas. Pagar buenos sueldos en el pasado les hacía competitivos. Ahora toca ponerse la piel de club vendedor esperando que pase el vendaval.

Los recortes han llegado también a órganos vitales de las entidades. Si por algo se caracterizaban los lusos era por convertir a "patitos feos" en cisnes transferibles a cambio de un jugoso montante invirtiendo el dinero en mejorar el proceso. Los departamentos de scouting están afectados por la falta de medios y ese nicho de mercado lo han aprovechado los equipos de Europa del Este, capaces de ofrecer atractivos ingresos para los jugadores.

Quizás recuperando ese trono se pueda volver a levantar una estructura sólida a nivel de clubes. La misma que seduzca a los jóvenes que salen de la cantera a postergar sus movimientos migratorios hacia ligas de mayor calado. Solo echando raíces se mejorará la formación y, por tanto, el potencial del combinado "das quinas". Algo así como empezar a talar los árboles para fabricar los naipes con los que levantar un castillo. Hay trabajo por hacer.

Por cuestiones personales me ha sido imposible actualizar el blog este lunes. Si nada cambia, el miércoles volverá la actividad. Disculpad las molestias. 

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Qué ha sido de... Edgar Manucharyan?

Hasta la aparición en escena del mesiánico Henrik Mkhitaryan, cuya figura ha revolucionado el fútbol del país llevándolo hasta cotas nunca antes soñadas, Armenia lo fiaba todo a un chico que en edad casi juvenil se había marchado a uno de esos grandes clubes europeos a los que no les tiembla el pulso a la hora de dar la alternativa a talentos emergentes.

Se movía siempre por las zonas ofensivas y su nombre era Edgar Manucharyan. Para un territorio poco acostumbrado a los jugadores de nivel, que alguien como él hubiera llamado la atención del Ájax de Ámsterdam ya era motivo de orgullo nacional. No resultó sin embargo una sorpresa puesto que el campeonato armenio se le quedaba pequeño.

Era una opinión unánime como demostraba el hecho de que jugando en el Pyunik de Yerevan, los periodistas especializados coincidieran en nombrarle mejor futbolista del 2004 con tan solo diecisiete años. En la capital había nacido, en la capital se había formado y allí había debutado como profesional con solo quince inviernos ganando tres campeonatos de liga consecutivos.

Su paso por Holanda, eso sí, no empezó bien. A prueba con el equipo y durante un amistoso invernal en Elche contra el Barcelona, sufrió una lesión del metatarsiano que truncó sus esperanzas de entrar por la puerta grande y retrasó su llegada definitiva hasta el verano siguiente a cambio de una cifra cercana a los 100.000 dólares. 

Importante fue para cerrar la operación el gran partido que firmó ante el Podeba macedonio en una previa de Champions League. Aquella noche Manucharyan marcó dos tantos de la victoria final por 1-3 en Skopje y fue nombrado "Man of the match". Una actuación destacada que tenía truco pues, con el tiempo, se supo que el rival había amañado el duelo.

Aquello hizo dudar al club holandés y al público de sus habilidades. Tampoco pudo demostrar que estaban equivocados, pues apenas contó con minutos cerrado por otros compañeros y castigado por los problemas físicos. En busca de minutos aceptó marcharse cedido al Harlem. Allí cobró protagonismo pero cuando parecía que la apuesta iba a salir ganadora, el club entró en bancarrota.

Hubo pues que buscarle otro lugar en invierno. Fue así como acabó en el AGOVV Apeldoorn, donde demostró también un rendimiento bastante alto. Pese a ello, ni el Ájax ni el atacante parecían muy dispuestos a entenderse en un futuro cercano, por lo que acordaron rescindir el contrato y renunciar a la temporada de vinculación que aún les quedaba.

Libre, decidió volver a casa. Rodeado de los suyos y en un campeonato menos competitivo, recuperó la ilusión por el juego y las buenas sensaciones. Eso le puso de nuevo en el escaparate y para comprarlo llegó el Karpaty ucraniano. Parecía el destino ideal por tratarse Lviv de una ciudad cercana a su tierra y suponer su fichaje un paso adelante en su trayectoria.

Sin embargo, con todos el papeleo tramitado entre los dos clubes interesados y a falta solo de su firma, decidió no coger el avión que le llevaría hasta el nuevo destino. Aunque todo son especulaciones se cree que detrás de aquel episodio se encuentra el hecho de que allí nadie le garantizaba el papel protagonista que él creía merecer.

En lugar de eso aceptó marcharse cedido al Ural Sverdlovskaya Oblast de Ekaterimburgo. Al final lo que era una cesión ha acabado convirtiéndose en un traspaso definitivo y allí sigue, buscando su sitio en el antepenúltimo clasificado de la Premier League rusa junto a otro aspirante a estrella como el húngaro Vladimir Koman mientras batalla contra unas lesiones que nunca han terminado de abandonarle del todo.

lunes, 17 de febrero de 2014

Cita con el pasado

La Champions League vuelve esta semana a nuestras vidas después de unos meses de ausencia, periodo de tiempo aprovechado por los participantes que quedan en liza para afinar la melodía que les ha llevado a situarse entre los dieciséis mejores conjuntos de Europa. El nivel se sobreentiende pero hay una eliminatoria que centra todas las miradas, esa que enfrenta al Manchester City contra el Barcelona.

Durante ciento ochenta minutos, que pueden ser doscientos diez si las fuerzas se igualan, algunos de los nombres con más categoría del globo cruzarán sus destinos sobre el césped. Sin embargo, por encima de ellos, a una distancia prudencial, se libra también una batalla que abandona los parámetros de los físico y lo deportivo para desviarse por el sendero del orgullo.

Los azulgrana, como un Scrooge de Dickens despojado de sus atributos indeseables, reciben la visita del fantasma de las navidades pasadas con la idea de apagar su voz tortuosa y escribir nuevos versos en presente y futuro, independientes de su herencia. Aquellos que un día tejieron con paciencia la que quizás haya sido la etapa más gloriosa de club, Ferrán Soriano y Txiki Beguiristáin, se sientan ahora en el palco del Ettihad seducidos por los exóticos aromas a especias y triunfo que llegan desde la embajada de Oriente Medio en Manchester.

Mientras el City intenta adquirir con dinero una idea de juego y unos valores que en los clubes ingleses siempre brotaban de forma aislada desde la mente de lobos solitarios como Shankly o Busby; el Barcelona ha cambiado sin cambiar. "Las mismas caras, los mismos cuentos", que diría Loquillo, pero con distinto argumento.

Sin que se haya cortado, el grifo que antes chorreaba en la cantera ahora gotea. No es falta de voluntad sino de taquillas en el vestuario. Aquellos que ya estaban se han ganado el derecho a dejar paso cuando deseen y a los que han ido llegando dinero mediante, toca darles protagonismo para que la transición sea suave. Los extremos han empezado a dignificar las bandas mientras que Messi paladea las ventajas de compartir su don con quienes le rodean. La posición de "nueve" ha sido desterrada y se ha descubierto que la calidad puede ser a veces más útil que la cantidad cuando se toques se trata.

Las bondades primigenias del modelo no se las han llevado consigo a la Premier la "vieja guardia" de Laporta pero hay pinceladas. Para empezar se encontraron al llegar con un Yaya Touré ya asentado. El marfileño, al que solo la progresión de Busquets frenó en la Ciudad Condal, es el alfa y el omega de los mancunianos independientemente de que otros que le acompañan tengan más cartel.

Con esa pieza encajada y la tranquilidad que da un proyecto al que llegaron con títulos ya conseguidos, este verano dieron un paso más al prescindir del resultadismo de Mancini y dejar la plantilla en manos de Pellegrini. El del chileno es un fútbol más alegre y rápido que ha devuelto la identidad a futbolistas talentosos que la habían perdido.

Menos visible es, de momento, el intento de potenciar unas inferiores que se encuentran en fase germinal. Por otro lado, en lo que al manejo del patrimonio económico se refiere, la propuesta de expansión que abandera Soriano empieza a echar raíces fuera, con franquicias inminentes en Estados Unidos y Australia. Son aportes de coherencia que dan credibilidad y solidez a la inversión del jeque.

La realidad es que, a día de hoy, el City es un equipo que ha encontrando buenos tutores para enfrentar la fase de madurez. Es probable que solo con ello no le sirva para eliminar a su rival pero las prisas ya son cosa de antaño. Con señas de identidad propias pero aportes de un modelo que hizo historia con el 'sextete', la entidad es ya algo más que el juguete de un niño rico.

viernes, 14 de febrero de 2014

El "Emperador" vuelve a la batalla


Hace ya mucho tiempo de aquello pero el recuerdo imborrable del mejor Adriano aún perdura en mi mente. En una época donde algunos jóvenes impresionables aún vivíamos bajo el influjo del Ronaldo que destrozaba defensas con la camiseta del Barcelona y ansiábamos recuperarle para la causa tras sus graves lesiones, irrumpió su heredero natural con la camiseta del Inter.

Se trataba de otro delantero potente, corpulento; una tractor con velocidad de avión que dejaba tierra quemada a su paso. Un chico con el que "O Fenómeno" compartía algo más que talento y nacionalidad. En toda biografía de ambos siempre había párrafos dedicados a su infancia complicada. Uno, el ya consagrado, había crecido con su madre divorciada. El que recogía su testigo procedía de Vila Cruzeiro, una de las favelas más pobres de Río de Janeiro, y allí había presenciado un asesinato. Pudo incluso no contarlo por un sarampión que estuvo cerca de acabar con su vida.

Con el tiempo el primero consiguió dejar atrás su pasado. No así el segundo, que aún en Italia seguía unido a sus orígenes por un cordón umbilical que se extendía ultramar. La riqueza, la fama, las muchachas caucásicas y los antros de perdición milaneses nunca fueron suficientes para llenar el vacío y el insaciable apetito de placeres del "Emperador". Fuera de su espacio de seguridad, le seguían funcionando las piernas y su portentoso físico pero algo en su cabeza no iba como debería.

La muerte de su padre Almir, que durante muchos años arrastró una bala en su cabeza como consecuencia de un tiroteo y que dejó el mundo por culpa de un infarto poco después de la Confederaciones de 2004, fue el definitivo puñetazo en el estómago. Convertido en su más fiel admirador, gracias a él había conseguido sobrevivir en el ambiente hostil que le dio cobijo hasta los diecisiete años. 

Otro demonio interno contra el que luchar, otra batalla contra sí mismo como las que libraba con un entorno que confiaba ciegamente en él, con unos tifosi que le perseguía en cada esquina, con las tentativas de chantaje que sufrió en 2008 y con la alargada sombra que había dejado tras de sí uno de los mejores futbolistas de la historia. Comenzaron los problemas con el alcohol, las depresiones, las visitas al psicólogo... incluso pensó en suicidarse, tal como reconoció su madre.

Ansioso por escapar de esa cárcel de oro en la que permanecía encerrado, cortó por lo sano y volvió a casa. Renunció a triunfar en el Viejo Continente para mezclarse con los suyos y dejarse llevar... quizás demasiado. Pese a que seguía marcando goles e incluso llegó a proclamarse máximo anotador de Brasileirao, el profesionalismo dejó de ser para él una exigencia. En el club de sus amores, arropado por la torcida, se sentía con libertad para realizar incursiones en la noche y caer en los brazos de Baco con recurrencia.

Volvieron las malas compañías, vídeos subidos a internet protagonizados por él en un preocupante estado de embriaguez, una foto con un fusil de asalto en la mano... eran las trastadas de un niño encerrado en el cuerpo de un deportista de elite que cada día se iba abandonando más a los excesos. Ni siquiera su fichaje por la Roma, a donde acudió en busca de la redención, le alzó en su caída. 

Aún así volverá a intentarlo una vez más, afrontará su enésima resurrección. Ayer pisó de nuevo un campo casi dos años después de su último partido, contra el Santos defendiendo los intereses del Corinthians. Lo ha hecho por decisión del español Miguel Ángel Portugal en un escenario de nivel, la Libertadores, defendiendo los colores del Atlético Paranaense. Fueron ocho minutos en los que apenas tocó el balón, los suficientes para decirle al mundo que a sus 31 años afronta el reto de plantar cara a su pasado y mirar con optimismo el presente.

La contratación, a simple vista, parece poco acertada. Nadie apuesta por el delantero y muchos piensan que todo se trata de una estrategia para que el club de Curitiba ocupe portadas alrededor del globo. Pero quizás sea en este momento, ahora que la presión del entorno ha cesado y las expectativas son nulas, cuando el "Emperador" pueda volver a reinar. Renunció al dinero por ser feliz, por estar cerca de los suyos. Un pecado que parece haber purgado. Año nuevo, vida nueva.

Hablando de delanteros, os dejo el enlace de un artículo que escrito para la reocmendable web "Sphera Sports" sobre algunos de los puntas más peculiares que han disputado los últimos mundiales de fútbol 
http://www.spherasports.com/noticia/anecdotario_de_la_copa_del_mundo_iv_los_delanteros#.UvvG0fTuKSo

miércoles, 12 de febrero de 2014

¿Qué ha sido de... Pascal Chimbonda?

 
Hay futbolistas que a uno le dejan marcado por la sonoridad de sus nombres. Me pasa, por ejemplo, con aquél argentino que jugó en el Tenerife, Federico Basavilbaso. También con este zaguero galo, que llegó a formar parte de la expedición francesa que fue finalista en el Mundial de 2006 si bien él no disputó ni un solo minuto.

En cualquier caso la experiencia se la podrá contar a sus nietos así como decirles que mereció la pena renunciar a vestir los colores del combinado de su Guadalupe natal para probar suerte con "Les Bleus". Bien es cierto que uno no es de donde nace sino de donde pace y que, siendo joven, puso rumbo a Europa dejando atrás la isla.

Ya en Francia descubrió que el balompié era lo suyo y que podía ganarse la vida dignamente con él. Una sospecha que se hizo realidad realidad cuando comenzó a despuntar en el Le Havre. Allí se labró un porvenir jugando casi un centenar de partidos entre el filial y el primer equipo. Descendido este, aceptó una oferta para defender los intereses del Bastia.
 
Aquella no fue la aventura más agradable de su carrera. Los aficionados del club corso, decepcionados por la actuación de sus hombres, se valieron de insultos racistas para cargar contra su Matingou y contra él; extremo que algunos compañeros de equipo negaron. Chimbonda declaró sentirse amenazado y pidió irse.
 
En su auxilio apareció el Marsella pero en lugar de marcharse a una de las entidades con más raigambre de la Ligue 1 prefirió poner rumbo a Inglaterra aceptando una proposición del Wigan. La apuesta resultó acertada porque allí encontró el escaparate ideal no solo para conocer de cerca lo que era un Mundial sino también para firmar por el Tottenham.
 
La salida, eso sí, no fue fácil. A su equipo no le hizo gracia que pidiera un 'transfer request' justo después del último partido de Premier y se cuadró en una cifra, seis millones de libras. Varias ofertas fueron llegando, ninguna a la cantidad pedida. Así pues todas fueron rechazadas hasta que a última hora del último día se dio por buena una del club londinense que se elevaba hasta los 4,5 millones de euros.
 
Allí pasó un par de cursos hasta que emigró al Sunderland junto a Tainio y Malbranque. Tras unos meses con  los "Black Cats", retornó al Tottenham antes de fichar por el Blackburn. Finalizada su vinculación con estos últimos, el Queens Park Rangers le rescató de su condición de jugador libre para llamarle a filas.
 
Libre llegó y libre se fue poco después para vestir la camiseta del Doncaster Rovers. Finalizada la temporada, Chimbonda se quedó sin equipo tras frustrarse una operación con el Chicago Fire. Fue entonces cuando entrenó con el Market Dreyton Town, equipo de la Northern Premier League División One South, buscando no perder la forma y aprovechar una oportunidad. Tras mucho esperar, esta llegó de un lugar inesperado.
 
En busca de un milagro como el que hizo en su día a la ciudad objeto de peregrinación, el Fátima portugués le invocó. Parecía que todo estaba cerrado para poner rumbo a la tercera división lusa pero a última hora su destino cambió. El Carlisle, de la tercera categoría inglesa, reaccionó a tiempo y le ofreció un contrato hasta el ya concluido mes de enero. El galo ha convencido a los dirigentes y aguantará hasta mayo con el objetivo de salvar a la entidad, que se encuentra a tres puntos del descenso.

martes, 11 de febrero de 2014

Una Premier impaciente


Muchas cosas han cambiado en el fútbol inglés con el paso de los años y no todas para bien. Convertida la Premier en el lugar ideal para que los técnicos encontrasen estabilidad laboral, los banquillos queman cada vez más. La paciencia ya no es virtud y hasta siete entrenadores han sido destituidos en lo que va de temporada, el último de ellos el danés Michael Laudrup en el Swansea.

Una cifra sorprendente que rompe con la tradicional confianza, casi veneración, que los clubes británicos han mostrado hacia sus directores de orquesta. De hecho solo en Italia, país donde el guión se altera con asiduidad, tiembla menos el pulso a la hora de despedir. Alemania y también España, último caso este quizás marcado por la crisis económica, se sitúan bastante por debajo de ambos casos.

Detrás de todo ello se sitúan varias causas, la principal esa falta de tacto que demuestran los inversores extranjeros que de la noche a la mañana han comprado un escudo y unos colores con el dinero de su bolsillo. Poco dados a la empatía y acostumbrados a la efectividad máxima en sus negocios, no tienen reparos en mover elementos persiguiendo el éxito inmediato.

El problema es que en el deporte rey no solo rige la economía sino que se mezclan con ella los siempre complicados e impredecibles factores humanos. El ansia de poder que tienen gran parte de estos dueños les lleva a perseguir el control total prescindiendo de la siempre incómoda figura del mánager. Ya no se ficha un estilo, se contratan piezas sueltas y se le pide al entrenador que elabore con ellas una estructura sólida y fiable.

Deseo que no siempre es fácil de ejecutar, más cuando el tiempo vale oro. Es ahí cuando la falta de experiencia en la gestión del que se mete en camisa de once varas acaba precipitando un tijeretazo por el eslabón más débil. Pocas veces a estas alturas de la temporada se habían cortado tantas cabezas. Es más, doce equipos han cambiado de manos desde que concluyera el pasado curso y solo en tres el estratega lleva más de dos años ocupando el cargo.

Son los casos de Sam Allardyce (West Ham), Alan Pardew (Newcastle) y sobre todo el de Arsène Wenger (Arsenal). Este último es el único exponente del viejo modo de hacer las cosas toda vez que Ferguson decidió dejarlo el pasado verano para controlar al United desde la sombra. En la época de la inestabilidad y el gatillo fácil, consigue seguir en pie como factótum sin que nadie discuta su autoridad pese a la falta de títulos en las últimas campañas.

Es un rara avis que aúna corrientes. Por un lado, la seguridad en el puesto de trabajo heredada del pasado. Por otro, la creciente entrada de extranjeros en las tareas de dirección que se experimenta en la actualidad. Ese es el término medio que la mayoría de clubes deben perseguir. Sin embargo para que eso suceda deberán pasar por el aro los dirigentes. Demasiado pedir para alguien que considera una plantilla su juguete y a sus aficionados un ruido de fondo.  

viernes, 7 de febrero de 2014

Hablando de fútbol con... Jokin Esparza: "Vivir el derbi entre el Olympiakos y el Panathinaikos es algo que no se me va a olvidar en la vida"

Es de sobra conocido que en Atenas el fútbol se vive de forma diferente. Para confirmarlo nada mejor que hablar con Jokin Esparza, un jugador que casi de la noche a la mañana salió de Huesca para enfundarse la camiseta del Panathinaikos; junto al Olympiakos el club más laureado de Grecia. Una experiencia única que recuerda con cariño y que cuenta en esta entrevista exclusiva concedida a "De paradinha". Pido de antemano disculpas por los problemas técnicos derivados de la escasez de medios para llevarla a cabo.

http://www.ivoox.com/entrevista-a-jokin-esparza-ex-jugador-del-panathinaikos-audios-mp3_rf_2808172_1.html

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Qué ha sido de... Los números uno del draft de la MLS (y II)?

Como os prometí, hoy os traigo la segunda parte del serial dedicado a aquellos futbolistas que un día fueron elegidos como los mejores en el draft de la MLS. Algunos suenan ya para el gran público. Otros están labrándose un futuro. Historias diversas de una liga que crece y un sistema muy arraigado al deporte estadounidense.

Maurice Edu: El californiano, elegido por Toronto, fue uno de esos futbolistas que triunfaron entre los jóvenes de su país y posteriormente se ganaron una oportunidad en Europa. En su caso solo duró en la MLS una temporada, lo que tardó el Rangers en pagar cuatro millones de euros por él. Tras varias campañas en Glasgow acabaría marchándose por menos de 700.000 euros al Stoke. Sin oportunidades en Inglaterra, y tras una cesión en el Bursaspor, ahora juega también a préstamo en el Philadelphia Union. Hasta la fecha es el único futbolista que ganó el premio de "Rookie del año" habiendo liderado el draft.

Chance Myers: En el draft donde el peculiar Break Shea (http://deparadinha.blogspot.com.es/2013/07/brek-shea-futbol-abstracto.html) fue elegido en segundo lugar por Dallas, este zaguero se llevó la "medalla de oro" por deseo de los Kansas City Wizards. Fue una decisión controvertida ya que Myers rendía por debajo de lo esperado. Pronto se descubrió el problema, una desviación en el septo y problemas de asma. Solucionadas ambas cosas, todo fue sobre ruedas. De hecho acabó siendo importante para el campeón de la MLS en el tramo final de la campaña.

Steve Zakuani: Futbolista multicultural que nació en el Congo, creció en Londres y dio el salto al profesionalismo en Estados Unidos. Lo hizo desde la universidad de Akron pero antes ya había demostrado su valía en la academia del Arsenal, si bien no progresó debido a las malas compañías y una grave lesión. Tampoco consiguió cuajar en el AZ, el Valladolid o el Wigan; donde hizo pruebas. Drafteado por los Seattle Sounders, en diciembre fue escogido por los Portland Timbers en una elección que se realiza para los jugadores sin contrato.

Danny Mwanga: La infancia de este futbolista no fue fácil. Cuando solo tenía seis años su padre, asesor del dictador congoleño Mobutu Sese Seko, fue asesinado durante la guerra civil. Ante la necesidad de salir adelante, la madre les dejó a él y a sus hermanos con su abuela. Ya más mayor la familia volvió a reunirse en Estados Unidos y fue allí donde se hizo realidad el sueño americano con una elección procedente de Philadelphia. Posteriormente se marchó a los Portland Timbers en un intercambio por Jorge Perlaza y ha acabado en los Colorado Rapids debido a una operación semejante, esta vez con una primera ronda del draft de 2015 como contraprestación.

Omar Salgado:  Nacido en Texas fruto de la unión de una americana y un mexicano con orígenes españoles, Omar creció futbolísticamente entre dos países. De hecho jugó en las inferiores del Guadalajara y también de México antes de cantar el "Barras y estrellas" con Estados Unidos. Incluso pasó por Europa para probarse en el Everton y el Fulham. Elegido por los Vancouver Whitecaps, aún no ha cambiado de equipo.

Andrew Wenger: Este futbolista, que expone en Twitter orgulloso su diploma de la universidad de Duke, fue objeto de deseo del Montreal Impact en 2012. Antes ya había vestido los colores del Reading United y del Carolina Dynamo, ambos pertenecientes a la USL Premier Development. Desde entonces lucha por demostrar lo que apuntaba.

Andrew Farrell: Zaguero que suple su falta de altura con esa buena técnica que solo se cultiva en el potrero. Esta última es herencia de sus años en Perú, país donde vivió de pequeño tras seguir los pasos de unos padres que ejercían como misioneros presbiterianos. Esa mixtura enriqueció su juego y le hizo digno de un puesto de honor que ocupó por deseo del New England Revolution.

martes, 4 de febrero de 2014

Shabana, el hermano esperado

La magia del fútbol permite en ocasiones que héroes improbables salten a las portadas de los periódicos de la noche a la mañana. Ningún rincón del mundo es susceptible de sortear este fenómeno, ni siquiera aquellos donde el balompié está relegado al ostracismo debido a la preponderancia de otros deportes.

Es el caso de la India, vasto territorio que rinde pleitesía al cricket y donde la penetración del esférico es, de momento, residual. Pese a ello siempre queda espacio para contar alguna historia que merece la pena, por ejemplo la del Churchill Brothers; colista de la competición doméstica pero reciente campeón de Copa.

Radicado en Goa y de carácter marcadamente familiar, su destino siempre ha bailado al son de las alteraciones que sufre en su estado de ánimo cualquier dinastía. La reinante, en este caso, lleva el apellido Alemao. Hasta seis hermanos se encargan en mayor o menor medida, antes o después, de que la entidad funcione. Se incluye entre ellos a Churchill, el que presta su nombre a la causa y también parte del dinero como una muestra de respeto hacia el padre. Este, amante del fútbol, soñó un día con ser árbitro sobre el verde y dejó en sus descendientes el poso que hoy les motiva a seguir.
 
Los lazos de sangre facilitan la labor pero crean cicatrices más profundas de lo habitual cuando surgen los problemas. Un pequeño desajuste hace saltar la estructura. Sucedió recientemente cuando Joaquim Alemao decidió abandonar la presidencia, un movimiento detrás del cual muchos creyeron ver la mano negra de Churchill.
 
Hasta ese momento se respiraba felicidad debido a la reciente conquista del campeonato liguero. Un triunfo más de estos hermanos que fuera del estadio también habían ganado protagonismo en la política. Sin embargo el nepotismo agitó el árbol y de él cayeron los dos hijos del factótum, que pasaron a ocupar puestos de responsabilidad en las oficinas.
 
Un experimento que anunciaba tormenta a juzgar por los resultados en el tramo final de 2013. El mismo club que el curso anterior miraba a los demás por encima del hombro tuvo que asumir, de la noche a la mañana, el triste rol del que se ve en el fondo de la tabla. Algo solo explicable desde el caos institucional y las salidas masivas de jugadores, pero que exigía una reacción urgente.
 
Y para ello se ampliaron los horizontes y se inició una búsqueda en zonas donde nadie esperaría encontrar un revulsivo, esas en las que las protestas incendian las calles y la metralla fragmenta la cordura. Dos futbolistas sirios y un egipcio han llegado al rescate con un poder tal que su equipo se ha paseado por la competición del KO dejando en la cuneta al prestigioso Mohun Bagan y ganándole un derbi al Sporting Goa con el trofeo en juego.
 
Especial relevancia ha cobrado Abdelhamid Shabana, el habilidoso mediapunta que vistió la elástica de los 'faraones' en las categorías inferiores. De sus botas manan las opciones de evitar el ridículo, cada vez más serias toda vez que ya comienzan a caer las victorias. Su talento vivía cercenado por las vicisitudes de la patria que le vio nacer pero hoy, en otro lugar del mundo, es el referente de que todo el mundo habla. Una historia lo suficientemente buena como para quitarle un párrafo al día a día de Tendulkar.