miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Qué ha sido de... Taribo West?

A lo largo de la historia del fútbol ha habido peinados ridículos... y en otro escalón superior estaba el que lucía el defensa nigeriano Taribo West. Ni siquiera la "mofeta" que llevó Ronaldo en el Mundial del año 2002 era comparable a aquellos dos moños minúsculos sobre una cabeza calva que en ocasiones precedían a una extensiones en la parte de atrás de la cabeza que, para más INRI, llegaron incluso alguna vez a estar teñidas de verde.

Una atrocidad estética perpetrada por algún peluquero sin escrúpulos digno de ser expulsado sin piedad del gremio. Y desde luego una demanda propia de un tipo peculiar que alternaba sus actuaciones en el campo con una vida entregada a Dios.

West aterrizó en Europa cuando el Auxerre le trajo de su Nigeria natal en el año 1993. Sus primeros años de vida no habían sido fáciles. Taribo abandonó a su familia en Port Harcourt con nueve primaveras para marcharse al suburbio de Shomolu en Lagos integrarse en una banda juvenil, no musical precisamente, llamada los "Area Boys".

Con ellos estuvo hasta que presenció en persona el asesinato de un amigo a manos de un miembro del clan rival. Aquella experiencia le marcó profundamente y le hizo volver de nuevo a su ciudad natal para refugiarse en su familia y en el fútbol, su tabla de salvación.

Tras su explosión en Europa llegó el fichaje por el Inter previa polémica con el Betis. En principio el nigeriano iba camino de firmar con los andaluces pero cuando llegó allí la diferencia entre lo que le habían prometido y lo que le ofrecían finalmente era grande. Su negativa a aceptar el contrato le costó estar encerrado cinco horas en una habitación de un edificio de la calle Jabugo.

Finalmente todo se solucionó y viajo a Italia. No llevaba mucho tiempo allí cuando un día recibió la visita de su hermana Patience, que a la larga sería decisiva en su vida religiosa. Ésta le dijo que su casa estaba llena de malas vibraciones, y después de rezar juntos para auyentarlas (y según su versión, de que los cajones de su casa empezaran a abrirse y a cerrarse), sintió la llamada para ser pastor.

Ese momento acabaría condicionando a la larga su carrera en todos los sentidos. Se hizo Ministro en La Tormenta, de la Iglesia de Pentecostés, y fundó un templo el Milán con la intención de ayudar a la gente pobre de la ciudad lombarda. Paralelo a esto seguía jugando en el Inter cuajando una brillante carrera y siendo clave en la conquista de la UEFA del año 98.

Sin embargo pronto comenzó a tener confrontaciones con los entrenadores, algo que se alternó con la infinidad de ofertas que llegaban de otras partes. Newcastle, Juventus o Liverpool quisieron contratarle pero finalmente primó la oferta del Milán, que le permitía no tener que desplazarse y le facilitaba combinar su vida profesional con la religiosa.

Allí no brilló excesivamente y tuvo que hacer las maletas rumbo a Inglaterra para jugar en el Derby County. Su etapa allí no fue sino el reflejo de su peculiar personalidad. Prometió salvar al equipo y se convirtió en una pieza clave para ello. Eso sí, cuando lo hizo, estuvo desaparecido varios partidos centrándose en jugar con Nigeria y tomándose con tranquilidad sus vueltas a Inglaterra.

Sin desatender por ello sus compromisos en Milán ya que existía un pacto, según confesó su entrenador Jim Smith, para que los domingos no acudiera a entrenar y se fuera por contra a predicar a su iglesia. Las situaciones peculiares emparejadas con West hicieron que sólo permaneciera una temporada en la entidad y se marchara con posterioridad al Kaiserslautern.

En tierras germanas duró menos aún pues decidieron prescindir de sus servicios cuando, tras una derrota frente al Sant Pauli, se marchó a Italia a celebrar su cumpleaños en su congregación junto a otras cuatrocientas personas. Aquellos eran ya los tiempos en los que el fútbol había pasado definitivamente a un segundo plano.

Primero jugó un par de años para el Partizán a las órdenes de Matthaus, luego para el Al-Arabi catarí (con c, pues así lo han decidido últimamente) y para el Plymouth Argyle y finalmente firmó un contrato con el Paykan iraní, con el que ni siquiera llegó a debutar. Hoy vive entregado a su faceta religiosa y a las obras sociales.

lunes, 28 de marzo de 2011

Un país pendiente del cero

Muchas cosas se podrían destacar de la fase de clasificación para la Eurocopa de Ucrania y Polonia. Hablo por ejemplo del buen momento de forma que siguen demostrando España, Alemania y Holanda tras el Mundial. De la nueva generación de Noruega. Del lavado de cara de Italia y Francia. Del baile en la capitanía de Inglaterra. Historias todas ellas que versan sobre países importantes del Viejo Continente.

En cambio hoy quiero convertirme en defensor de las causas pobres y hablar de la selección a la que considero más infravalorada del momento. Un minúsculo territorio, más pequeño que la provincia de Burgos, del que nadie se acuerda estos días a pesar de sus méritos sobre el terreno de juego. La equivalencia balompédica de los irreductibles galos de las novelas de Astérix y Obélix. Me refiero al combinado de Montenegro, el único que aún no ha encajado un sólo tanto en el camino hacia la competición.

Un dato que podría parecer anecdótico ya que sólo se llevan cuatro partidos pero que conviene completar con otro, el que dice que llevan sin recibir un gol desde el pasado 29 de mayo, cuando Noruega les hizo dos para doblegarles en un amistoso disputado en Oslo.

Siete partidos en los que han vencido en Bulgaria, han doblegado a Suiza, han empatado en Londres y han superado en dos amistosos a las "emergentes" Irlanda del Norte y Uzbekistán. Mérito que se multiplica por dos si tu bagaje ofensivo es de ocho tantos. Es decir, Montenegro es la más fiel representación de ese axioma futbolístico que dice que si no te meten, al menos consigues sumar un empate.

La semana pasada se cumplían cuatro años desde que los montenegrinos jugaran su primer partido como selección venciendo por 2-1 a Hungría en un amistoso y desde entonces el equipo no ha parado de crecer gracias a su fútbol efectivo. Algo que nadie hubiera vaticinado tras la escisión de Serbia, cuando todos daban por sentado que los grandes futbolistas de la zona seguirían jugando con la Plavi.

Sin embargo, desde que se creara la selección todo parecen haber sido aciertos. La FIFA facilitó la integración de aquellos jugadores que tuvieran vínculos demostrables con el país y así se consiguió reclutar a jóvenes figuras como Jovetic y Vucinic y a otros peloteros emergentes que ya habían debutado con la extinta selección de Serbia y Montenegro como fue el caso del futbolista del Sporting de Lisboa Simon Vukcevic, a día de hoy el jugador con más internacionalidades.

Los tres son los pilares básicos de una plantilla que desde mediados del año pasado ha dado el salto de calidad definitivo de la mano de Zlatko Kranjcar, al que se repescó del ostracismo de la liga iraní. El que fuera técnico de Croacia debutó con dos derrotas en dos amistosos ante Albania y Noruega y desde entonces no sabe lo que es perder, sumando un empate en Inglaterra y la mitad de las victorias cosechadas por un conjunto con una corta historia hasta la fecha.

Triunfos muy meritorios y trabajados ya que se han visto salpicados de varias adversidades, como la grave lesión del talentoso Jovetic en pretemporada o la sanción de dos años al portero titular Vukasin Poleksic por el supuesto amaño de un encuentro de Liga de Campeones que midió al Debrecen con la Fiorentina.

Tras una fase de clasificación para Sudáfrica en la que demostraron estar aún verdes pero en la que pusieron en apuros a Italia y fueron capaces de sumar 9 puntos, ahora se encuentran en un momento dulce que les ha aupado hasta el puesto número 25 del ranking FIFA, igualados con Costa de Marfil y por delante de selecciones mundialistas como Dinamarca, México, Corea del Sur o Nigeria.

Ser el país más pequeño en disputar una Eurocopa es ahora el objetivo. Algo ambicioso, no cabe duda, pero factible a juzgar por el momento de forma. Las claves para ello serán mejorar sus prestaciones como visitantes, rol con el que sólo han ganado un partido oficial, y afianzar Podgorica como un fortín, como su propia "aldea gala". En su próximo duelo pasará por allí Bulgaria. Apostad al 1-x, cuestión de inercia.

Aprovecho para anunciaros que desde hoy he añadido al blog un nuevo Gadget en el que podréis oir el podcast de "La paradinha", el programa deportivo que presento en Pasión Deportiva Radio (http://www.pasiondeportivaradio.com/) de jueves a domingo de 12 a 1 de la noche. Os pido que le concedáis al menos una oportunidad. Además y siguiendo con el autobombo, podéis visitar también la web InMagazine desde los enlaces de páginas, donde hago las veces de jefe de deportes y articulista.

viernes, 25 de marzo de 2011

Nombres del fútbol: Charles Nungesser

Todas las ligas tienen equipos de los que poca gente habla porque no producen ni simpatía ni odio sino una sensación tibia de que están porque tienen que estar. Esto es más personal pero a mi me sucede en Francia con el Valenciennes al que, no obstante, hay que reconocerle el mérito de mantenerse en la máxima categoría.

Ese es el objetivo por el que vuelve a pelear este año y para conseguirlo su principal baza es su estadio, donde han sumado 24 de los 33 puntos que tienen y sólo han cedido dos derrotas ante el Montpellier y el París Saint Germain. Un estadio que fue bautizado con el nombre del personaje que nos ocupa hoy, Charles Nungesser, uno de los héroes galos de la Primera Guerra Mundial.

Nacido en la ciudad en el año 1892, Nungesser era uno de esos jóvenes que anteponían el pasárselo bien al estudio. Encontró en el boxeo el interés que no tenía en los libros y demostró que ya tenía inquietudes viajeras cuando se marchó a Sudamérica en busca de su tío. Tras no encontrarlo en Rio de Janeiro se marchó a Buenos Aires, donde comenzó a despertarse en él la pasión por la velocidad y el riesgo.

Comenzó como mecánico pero pronto se hizo piloto profesional y en esa línea ascendente pasó del automovilismo a la aviación, el arte por el que su nombre acabaría ingresando en los libros de historia. Sin embargo no fue lo único positivo que se llevó de aquellas tierras pues al tiempo que se formaba acabó topándose con su tío perdido, para el que trabajó antes de retornar a Francia para participar en el conflicto bélico.

Empezó desde abajo y poco a poco se fue haciendo un nombre en el ejército por su habilidad. Tal era ésta que se convirtió en prácticamente "intocable", lo que le permitía disfrutar de una vida perniciosa en la que las mujeres y el alcohol ocupaban un lugar primordial. Se le sancionó alguna que otra vez por volar sin permiso pero a Nungesser, por los servicios a la patria, no era tan fácil cortarle las alas.

El aviador respondía sobre el terreno o más bien sobre el aire. Durante su trayectoria salió vencedor en 43 combates, convirtiéndose en el tercero que más victorias consiguió para su país solo por detrás de Fonck y Guynemert. Tras finalizar la guerra, con innumerables heridas de guerra en su maltrecho cuerpo, decidió dedicarse a otros menesteres más comerciales.

Primero intentó montar una escuela de vuelo y cuando se confirmó el fracaso se marchó a Estados Unidos, donde las películas bélicas de temática aérea tenían gran boyancia. Al final participó en "La escuadrilla del amanecer", que cosechó gran éxito. Convertido en estrella volvió a su país natal con la idea de retornar a Norteamérica en otras circunstancias.

Estas no eran otras que realizando el primer vuelo transatlántico en compañía Francois Coli. Ambos despegaron finalmente el 8 de mayo de 1927. Sería su último viaje. En algún momento del trayecto ambos desaparecieron y nunca más se volvió a saber de ellos. Un final enigmático para Nungesser, que pudo ocupar el lugar que los libros reservaron para Charles Lindbergh, el hombre que finalmente logró ese objetivo del viaje transatlántico dos semanas después.

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Qué ha sido de... Yordan Letchkov?


Cuando perteneces a la mejor generación que jamás salió de tu país y aún así te distinguen del resto con el sobrenombre de "El Mago", está claro que no puedes ser considerado uno más, que eres un elegido. Letchkov estaba en ese selecto grupo a pesar de que en aquél Mundial del año 94 en el que se dio a conocer al mundo estaba a la sombra de Hristo Stoickhov.

Su clase con el balón en los pies y su calvicie le convirtieron en un icono para los búlgaros. Eso y el decisivo gol -uno de los escasos cinco que anotó vistiendo la casaca nacional- que marcó ante Alemania en los cuartos de final de aquella cita y que le catapultó a la fama. Porque es precisamente con Bulgaria con quien se asocia la figura de un futbolista que a nivel de clubes no tuvo tanta relevancia.

Letchkov arrancó su carrera pronto jugando para el Sliven de su comarca. Siete años pasó en el club curtiéndose, sus dos últimos además como internacional. Sin embargo tanto tiempo allí no implicó que malograra su carrera pues cuando quiso irse tenía sólo 24 años. No obstante hay que decir que se marchó para volver como un buen hijo pródigo.

El caso es que cuando dejó el Sliven fichó por un grande búlgaro como era el CSKA de Sofía, donde duró más bien poco. Un verano después ya estaba dejando el club capitalino rumbo a una liga importante de Europa. Lo fichó el Hamburgo en el año 92 y desde que aterrizó se convirtió en un fijo en las alineaciones.

Allí estaba cuando marcó aquél gol en el Mundial de Estados Unidos que dejaba a los teutones fuera. Pero contrariamente a lo que sucedió en el Mundial de Corea, donde el Perugia se deshizo de Ahn por algo parecido, en el club de Letchkov volvieron a recibirle con los brazos abiertos por el bien del fútbol.

Un par de años después de aquello, con una Eurocopa en la que fue una vez más una de las figuras de Bulgaria, Letchkov se marchó a Francia para enrolarse en el Olympique de Marsella, que por aquél entonces estaba intentando volver a ser grande en Ligue 1 tras el descenso por problemas económicos y amaño de partidos sufrido del año 94.

Su fuerte carácter hizo que su etapa allí fuera corta debido a las desavenencias con el cuerpo técnico. Emigró entonces al Besitkas turco, lo que a la postre fue un gran error. Tras disputar una gran fase de clasificación para el Mundial de Francia al final acabó quedándose sin el caramelo de disputarlo ya que no le dejó la FIFA por una disputa con los otomanos sobre temas de incumplimiento de contrato.

Decidió entonces dejar de jugar al fútbol y se pasó dos temporadas en blanco hasta que el CSKA de Sofía le ofreció la posibilidad de volver. Allí comenzó una nueva carrera, inversa a la anterior, ya que de los capitalinos se marchó a su club de origen, el Sliven.

Cerraba de esta forma el círculo en casa y como todos lo que generalmente lo hacen, se acomodó allí. Con el calor que le daban sus paisanos comenzó a construir un pequeño imperio hostelero en la ciudad y, viendo que seguía siendo importante, se presentó a alcalde. No le costó mucho vencer en 2003, compaginando el cargo con el de Vicepresidente de la Federación de fútbol desde 2005. En abril del año pasado fue noticia porque le depusieron como gobernador de la ciudad por la supuesta realización de actos ilícitos si bien finalmente le fue devuelto el cargo en el mes de junio, un cargo en el que sigue hasta hoy.

lunes, 21 de marzo de 2011

El regreso triunfal de Valverde

No es lo habitual pero sucede en contadas ocasiones que el fútbol concede segundas oportunidades a esas personas que en su día hicieron algo grande por un club. Le ha pasado a Ralf Ragnick en el Schalke 04 y con anterioridad, el verano pasado, aconteció con el español Ernesto Valverde.

El técnico extremeño salió escaldado del Olympiakos pese a conseguir el doblete patrio y contar con el apoyo incondicional de una afición que, acostumbrada al naufragio europeo de su equipo, se conforma cada año con reinar en tierra helenas. Él, que había implantado un modelo ganador con jugadores de nivel medio en el Viejo Continente, se veía obligado a coger las maletas e irse.

Al final se le abrió la puerta de Villarreal, un escaparate espectacular que no supo aprovechar y en el que se vio superado por la alargada sombra de Pellegrini. Después de dar ese paso atrás parecía que Valverde necesitaría otra muy buena actuación para volver al primer plano. Y sin embargo, en ese momento de bajón, volvió a surgir inexplicablemente la figura del club ateniense.

Una especie de telenovela balompédica en la que tras la ruptura los miembros de la pareja empiezan a verse con otras personas para darse cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro y que deben darse una segunda oportunidad. Una segunda oportunidad que, como siempre, llega condicionada. Que si tienes que pasar menos tiempo con tus amigos, que si tenemos que hablar más... Traducido al fútbol, que yo me traigo a los jugadores que yo quiera y te prometo a cambio títulos y estabilidad.

Precisamente esto último era lo que necesitaba el promiscuo Olympiakos que se vio hasta con cinco entrenadores en un año antes de comerse su orgullo. Tuvo que hacerlo porque no le quedaba otra después de finalizar segundo en la liga regular y sexto tras los playoffs por los puestos europeos.

La decisión a la postre ha sido acertada. Valverde conquistaba ayer la Liga con un conjunto en el que parece que vuelve a existir la férrea estructura que desmontaron los que estuvieron entre su primera y su segunda etapa. Ha convertido en importantes a cuatro jugadores que pasaron por su manos en España como fueron Moisés Hurtado, Ibagaza y especialmente David Fuster y Riera.

Este último llegó apenas una semana antes del aterrizaje del técnico como uno de los fichajes más caros del fútbol griego y ha dejado actuaciones más que notables recuperando pinceladas del nivel que mostró antaño. En el caso de Fuster todo ha sido más sorprendente. Tras pasar varias temporadas en la cantera del Villarreal explotó con 26 años en el Elche, siendo recomprado por el equipo castellonense, donde dejó buenas actuaciones.

A pesar de ello decidieron dejarle marchar el pasado verano rumbo a Atenas y allí, a sus 28 años, parece haber dado su explosión definitiva convirtiéndose en titular indiscutible y en una de las principales sorpresas del equipo este año. Un enorme acierto por parte de Valverde al que se han sumado otros dos nombres clave.

Uno es del belga Kevin Mirallas, cuya cesión se solicitó en el mes de junio, antes de la llegada del preparador extremeño. Procedente del Saint Ettiene sus trece goles han hecho que se haya desembolsado por él los 2,5 millones de euros que solicitaba el club galo, cifra que quizás se quede corta dado su rendimiento.

El otro es el díscolo argelino Rafik Djebbour, fichado en el mercado de invierno tras romper su contrato con el AEK de Atenas debido a las desavenencias que mantenía con Manolo Jiménez. Sus cinco goles en seis partidos le han servido al Olympiakos para dar el empujón definitivo al frente de la clasificación.

A todos ellos hay que añadir nombres secundarios pero no por ello menos importantes como el del prometedor Jose Holebas, el trabajador François Modesto o los veteranos Olaf Mellberg y Marko Pantelic, miembros todos ellos de un vestuario complicado en el que se mezclan ni más ni menos que doce nacionalidades distintas.

Y por supuesto con la ayuda inestimable de la afición, a la que los actos deleznables que realiza la desacreditan por completo y me impiden defenderla pero cuyo ánimo ha sido fundamental para conseguir pleno de victorias en los partidos como locales. Con la sensación del trabajo bien hecho y la garantía de que, esta vez sí, podrá seguir con su proyecto, Valverde tiene mucho tiempo por delante para planificar una temporada en la que también se haga un buen papel en Europa, de momento su cuenta pendiente.

viernes, 18 de marzo de 2011

Nombres del fútbol: Vasco de Gama

Durante las últimas semanas han pasado por esta sección personajes cuyo nombre fue utilizado para bautizar a clubes de fútbol sudamericanos y esta no será una excepción. La costumbre habitual en estos casos suele ser tender hacia los revolucionarios y los libertarios que tuvieron cierta relación con la ciudad o el país del equipo en cuestión pero en este caso la situación es bien distinta.

Nacido en Portugal, el navegante y descubridor Vasco de Gama nunca pisó Brasil a pesar de lo cual es allí donde se le relaciona con el mundo del fútbol. Existe un motivo para ello que desvelaré al final del post antes de lo cual os contaré un poco sobre la historia de este hombre, considerado entre los cien más importantes de la historia.

Criado, como no podía ser de otra forma, en una ciudad costera, de nombre Siles, Vasco orientó de joven sus estudios hacia diversas ramas entre las que se encontraba la náutica. Esta sería a la postre su forma de ganarse la vida. Sus primeros pinitos en el arte los realizó en otra ciudad muy ligada al fútbol, Setúbal, patria de José Mourinho.

Allí se encargó de capturar navíos franceses para proteger los intereses comerciales lusos mientras en la otra punta del globo Colón se dedicaba a descubrir América. Unos años después, y dados sus progresos en este campo, se le asignó una tarea de alta carga emotiva pues le llegaba heradada de su padre.

Portugal se proponía inaugurar una ruta comercial con el Océano Índico, labor que encargó primero a Estevao de Gama y posteriormente, tras su muerte, a su hijo Vasco. Este partió el 8 de julio de 1497 desde Santa María de Belem con una expedición de más de 150 hombres distribuidos en cuatro embarcaciones: Sao Rafael, Sao Gabriel, Sao Miguel y Bérrio.

Tras varios problemas derivados de las expediciones marinas como revueltas y paradas en lugares hostiles como Mozambique, Vasco de Gama y sus hombres consiguieron su objetivo y llegaron a las Indias, donde sus negociaciones comerciales no fueron tan fructíferas como se esperaba.

No obstante el primer paso estaba dado a pesar de lo cual aún quedaba mucha tela que cortar. En este primer viaje el navegante portugués decidió dejar a algunas personas en la zona de Calicut para establecer un puesto comercial. En su segunda expedición a la zona descubrió desolado que estos habían sido asesinados y apostó por destruir a cañonazos la ciudad, lo que a la postre generaría una guerra civil entre los indios que querían relaciones comerciales con Portugal y los que no.

Los primeros saldrían vencedores y a cambio obtuvieron buenas concesiones comerciales por parte de los lusos. Tras este segundo viaje Vasco se retiró temporalmente aunque, veinte años después, se decidió a realizar un tercero para poner orden en la zona tras la nefasta gestión de Duarte de Meneses.

Lo consiguió pero no volvió para contarlo, pues contrajo la malaria en Goa y murió en Cochin, siendo sus restos trasladados a Portugal años después. Y si nunca pisó Brasil... ¿Por qué hay un club con su nombre allí?. El motivo es que el club fue fundado por inmigrantes portugueses coincidiendo en el tiempo con el cuarto centenario del primero de los viajes, por lo que vieron en la figura de Vasco una buena forma de no renunciar a sus raíces.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Qué ha sido de... Quinton Fortune?

Sin saber muy bien cómo, en la previa del derbi capitalino entre Atlético y Real Madrid me ha venido a la mente el nombre de uno de los peores fichajes realizados en la historia "reciente" de los colchoneros, el del sudafricano Quinton Fortune. Un futbolista que destacó en el Mallorca por su velocidad, característica que resume a la perfección su paso por la Ribera del Manzanares.

Al menos por la primera plantilla, con la que sólo disputó dos partidos tras subir del filial, con el que había realizado buenas actuaciones la campaña anterior en Segunda División. Fue sin duda su categoría fetiche, en la que empezó a despuntar en Mallorca antes de que la llegada de Víctor Muñoz le cortara las alas.

Con anterioridad había llegado a Europa por otra vía, la del Tottenham Hotspurs, que se lo trajo de su país natal para las categorías inferiores. Era aquella época en la que los grandes del Viejo Continente se animaban a apostar por jugadores jóvenes llegados de África para potenciar sus canteras sin hacer mucho caso a su edad.

Así sucedió que Fortune no se adaptó muy bien al club que le permitió cruzar el charco y que, tras explotar demasiado pronto, había tocado ya techo con tan sólo 22 años, momento en el que se confirmó su fichaje por el Manchester United. Visto con el tiempo está claro que la decisión no fue acertada.

Es cierto que fue una gran oportunidad pero en aquella plantilla le cerraban el puesto el intocable David Beckham y el galés Ryan Giggs, que doce años después ahí sigue sin dar síntomas de flaqueza. Aún así su tesón fue recompensado convirtiéndose en el futbolista número 12 de Ferguson, aunque para ello tuviera que pasar por casi todas las posiciones del campo menos la de portero.

Esa faceta de comodín le permitió aguantar siete temporadas, el grueso de su carrera, en Old Trafford. Pero al final la irrupción de los nuevos fue cruel con el sudafricano y tuvo que buscar un nuevo lugar, que encontró en el Bolton Wanderers. Allí comenzó su decadencia. Una lesión en el arranque de la temporada, cuando estaba jugando de forma regular, le frenó en seco.

El Bolton decidió no contar más con sus servicios y tras probar con el Sunderland y el Blackburn acabó en el Brescia, que por aquél entonces jugaba en la Serie B. Visto y no visto, el sudafricano se desligó del club a los pocos meses y firmó libre por el Tubize belga, con el que terminó la temporada.

Cuando se encontraba de nuevo sin equipo le llegó una nueva oferta de Inglaterra, en concreto del Doncaster Rovers. Su trayectoria allí fue semejante a la que vivió en el Bolton. Comenzó jugando y acabó defenestrado sin la posibilidad, que ya de por sí era remota, de formar parte del combinado nacional (del que es el debutante más joven) en "su" Mundial. Incapaz de cumplir este sueño actualmente busca equipo. Los últimos rumores hablaban de un interés del Ajax... de Cabo Verde. Veremos en que quedan.

lunes, 14 de marzo de 2011

La arrugas de la Vecchia Signora

Es un hecho que la Vecchia Signora necesita, en estos tiempos en los que está tan de moda, una inyección de bótox de tamaño industrial. Un lifting facial que la deje en una situación en la que sólo la reconozcan aquellos que un día la vieron joven y lozana. Porque a día de hoy los estragos de la edad y los achaques derivados de la misma amenazan con mandarle de camino a un asilo.

Convertida en una viuda alegre dada a los excesos tras perder a Zinedine Zidane ahora sufre las consecuencias de sus fechorías mientras todos esperan su defunción para repartirse la herencia que supone ser considerados entre los grandes de Italia cada temporada. Difícilmente lo verán sus ojos pero lo que sí parece claro es que poco a poco le van perdiendo el respeto que se ganó durante años.

La Juventus es a día de hoy un espejismo, una burda copia de aquella que se hizo grande en Europa, de la que infundía temor y aspiraba por sistema a la conquista de la Copa de Europa. Una enferma grave de la que se conoce el origen de sus dolencias pero a la que parece de momento imposible buscarle cura.

Un equipo que de los últimos 13 partidos (y llevamos 29 jornadas) sólo ha ganado 3, que se quedó fuera de los octavos de final de la Europa League en un grupo en el que se clasificó el Lech Poznan y en el que fue incapaz de conseguir una sola victoria sumando la insólita cifra de seis empates en seis partidos.

Que no pasó de los cuartos de final de Copa tras caer contra la Roma y que marcha séptimo en el Calcio a siete puntos de la Europa League y a veinte del liderato, lugar que antaño se le presuponía por costumbre. Que esta semana sin ir más lejos se dejaba escapar una ventaja de 2-0 ante el Cesena en los últimos diez minutos de partido, un punto que a la postre era importante para romper una racha de tres derrotas seguidas.

La Juventus es a día de hoy un club desquiciado en el que el entrenador se mantiene a pesar del desastre, donde solo Quagliarella supera los cinco goles en liga y los mitos son un Del Piero que peina canas cercana la retirada y Chiellini, un central carnicero con más personalidad que oficio. Buffon, lesionado casi todo el año, ni está ni se espera y solo Aquillani, Krasic y Marchisio ponen algo de cordura en el medio del campo mientras el talentoso Giovinco, en vez de echar una mano, tira del carro del Parma.

El punto de inflexión que motivó la situación actual fue, evidentemente, el Moggigate que estalló en el año 2006. Por aquél entonces los bianconeri eran campeones del Calcio y contaban en su plantilla con jugadores muy relevantes. Los escándalos arbitrales destapados mandaron al equipo a Segunda, lo que supuso un importante descalabro económico que implicó el éxodo de muchas de sus estrellas, si bien otras se mantuvieron fieles a los colores en los peores momentos.

Una situación parecida a la que vivió en su día el Milán, con la diferencia de que estos tuvieron la "suerte" del aterrizaje de un Berlusconi que con dinero y una gran habilidad para acertar con los fichajes, fue capaz de lavar la cara del equipo y de convertirle en uno de los mejores de la historia con una generación mágica.

La Juve, por contra, no ha sido capaz de salir airosa del atolladero y conseguido el objetivo de volver a la elite no ha sabido hacerlo con la clase y la inversión necesaria para recuperar su lugar preponderante. Ahora se encuentra a medio camino entre los equipos importantes (por nombre) y el pelotón de secundarios. En una situación tibia, en una tierra de nadie que nunca había pisado.

Una revolución es necesaria pero el asunto no es nada fácil. Ésta pasa por acertar con los fichajes, realizar una o dos temporadas buenas, y volver a atraer a los futbolistas importantes. Tomar el buen camino en la dirección deportiva para volver a ganarse el respeto, primero en Italia y luego en Europa. Una cirugía estética de riesgo que cambie por completo el aspecto de la Vieja Señora y la rejuvenezca por lo menos seis años, cuando la pesadilla aún no había comenzado.

viernes, 11 de marzo de 2011

Nombres del fútbol: Bernardo O'Higgins

Como ya os comenté en otra sección de los viernes es común encontrar equipos sudamericanos con nombres de lo más peculiar. Sucede en gran parte de los países y también, como no, en Chile, donde uno de los equipos del campeonato responde al curioso nombre de Club Deportivo O'Higgins; bautizado así en honor a uno de los personajes más importantes de la historia del país.

Bernardo O'Higgins es considerado el Padre de la Patria y uno de los principales protagonistas de la idependencia. Hijo de un irlándés y una vasca, se pasó su infancia y adolescencia formándose por diversas partes del mundo. Desde Chile hasta Cádiz pasando por Lima y Londres, no regresó a su país natal hasta 1802, tras dos intentos fallidos anteriores.

La idea era acompañar a su padre en el lecho de muerte pero no fue capaz al abortarse el intento de volver en 1801. Así pues, cuando al fin lo consiguió, su principal preocupación era administrar todos los bienes familiares; algo que logró con una gran maestría, lo que le permitió meterse en política gracias a su prestigio entre sus paisanos.

O'Higgins llegó primero a alcalde de la ciudad de Los Ángeles (la chilena, no la estadounidense) y posteriormente alcanzó el rango de diputado en el Congreso. Ya era conocido en todo el país, el primer paso para lo que llegaría después. Desde la tribuna que le ofrecía su nuevo cargo trató de implantar la semilla independentista.

La enfermedad le distanció de su nueva vocación y le llevó de vuelta a su hacienda, aunque posteriormente regresó al primer plano para ponerse al servicio de José Miguel Carrera reuniendo un pequeño ejército de hombres de Laja con el que enfrentarse a los realistas españoles, que intentaban evitar la Independecia.

El potencial de estos últimos obligó a la Junta de Gobierno de Chile a desplazarse de Santiago a Talca. Allí nombraron a nuestro protagonista General en Jefe, mando que tomaría en 1814. La tensa situación y algunas decisiones polémicas tomadas por O'Higgins le separaron de Carrera, al que luego volvió a unirse durante el avance de los realistas.

Al final sus brillantes combates contra los españoles le sirvieron para ser proclamado Director Supremo de Chile firmando, el 2 de febrero de 1818, el acta de independencia nacional. Sin embargo los realistas no habían dicho su última palabra y durante sus seis años de mandato tuvo que seguir combatiendo contra ellos al tiempo que intentaba realizar numerosas reformas en el país.

La delicada situación económica y la Constitución de 1812 acabaron dinamitando su poder y fueron el principio del fin. Se exilió a Perú y vivió la nueva situación política de Sudamérica desde la barrera, intentando recuperar sin éxito el poder en Chile. Al final consiguió que le permitieran volver a su país, pero cuando iba a embarcarse para hacerlo, le sobrevino un problema cardiaco que finalmente le llevaría a la tumba.

miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Qué ha sido de... La cabras en el garaje de Boca (y V): Alphonse Tchami y otros nombres?

Voy a cerrar el serial sobre los jugadores peculiares fichados por Boca Juniors con el camerunés Alphonse Tchami, quizás el futbolista africano, de los pocos que pasaron, que dejó mejor recuerdo en la entidad xeneize, a la que llegó tras la disputa del Mundial de Estados Unidos del año 94.

Eran tiempos de decadencia para la selección, que había sido goleada con estrépito por Rusia y afrontaba la retirada de Roger Milla, perdiendo a pasos agigantados en el continente el prestigio que se había ganado tras su éxito en Italia 90. Por entonces Alphonse ya contaba con cierta experiencia en Europa, forjada en Dinamarca cuando jugó para las filas primero del Velje y luego del Odense.

En este último club había experiementado una ligera progresión que sirvió para animar a Boca Juniors a apostar por él como el primer africano de la entidad en un momento en el que el club gozaba de cierta relevancia con Maradona y Caniggia en sus filas. Quizás una apuesta por la juventud y el exotismo, o porqué no, una ligera estrategia de marketing para conquistar nuevos mercados.

El caso es que al final su rendimiento fue aceptable. En una plantilla en la que la técnica la ponían otros, Tchami se ganó el corazón de la grada y de la directiva con esfuerzo, hasta el punto que viendo sus progresos, decidieron darle incluso la oportunidad en las categorías inferiores a su hermando Bertrand en una apuesta que salió rana.

Al final la competencia acabó con la carrera de Alphonse en Boca Juniors y le mandó de nuevo a Europa, donde probó suerte en el Hertha de Berlín sin demasiada fortuna. Tras dos temporadas en la que apenas vio portería se marchó con 28 años al Al Wasl emiratí pisando así como futbolista su cuarto continente (pasó sus primeros años en el Unisport Bafang de su localidad natal). Su siguiente destino fueron las islas británicas.

Se probó en el Bolton sin éxito y acabó en el Dundee United donde el clima y el ambiente no l ayudaron mucho. De nuevo como una cabra en un garaje se marchó a un territorio tradicionalmente prolífico para los africanos: Francia. Tampoco logró adaptarse y tras media temporada dejó el Niza para dar palos de ciego en el Chernomorets.

Más de lo mismo. Viendo que la cosa no funcionaba hizo las maletas y emigró a China para jugar en el Shenyang Ginde, paso inmediatamente anterior a su fichaje casi fantasma por el Nejmeh libanés, donde solo estuvo tres semanas. De ahí se marchó de nuevo a Francia, al Épernay, donde se retiró en 2005 con 34 años y una carrera de lo más atípica a sus espaldas.

Finalizada la historia de Tchami no me gustaría cerrar esta serie de posts sin hacer mención a un último nombre, el del haitiano Roody Lormera, que también pasó por el club bonaerense en sus categorías inferiores. Allí llegó procedente de la sub-20 de su país y posteriormente se incorporó a las inferiores de Quilmes y al modesto "El Porvenir". Tras pasar por el Pumas UNAH y el Hispano FC de Honduras, hoy juega en el Puntarenas Costarricense. Otro más de esa lista en la que hay otros nombres como los de los chinos Yao Li o Guoxu Li. Tipos que un día llegaron a Boca con un sueño en mente y a los que el destino finalmente ha llevado a otros lugares.

lunes, 7 de marzo de 2011

Carroll, el último rubenesco

Ha transcurrido algo más de un mes desde aquellas operaciones a última hora que se realizaron en el mercado de invierno y que llevaron a Torres al Chelsea y a Andy Carroll al Liverpool. Teniendo en cuenta el siempre difícil proceso de adaptación se puede afirmar que al español le está costando entrar en el sistema y que a su sutituto en los Reds lo que le está costando, directamente, es entrar en cintura.

En el caso de "El niño" la solución parece más temporal pero lo de Carroll si que resulta más preocupante. Después de que pagaran por el que quizás sea el delantero con mayor progresión de Inglaterra 40 millones de euros, ha llegado por encima de peso. Bien es cierto que una lesión le mantuvo apartado de los terrenos de juego a finales del pasado año y que eso le aleja un poco de su mejor forma.

Pero no lo es menos que, según la prensa inglesa, actualmente sigue un plan específico de entrenamiento encaminado a que adelgace, condición que le han puesto en club para que pueda ponerse por primera vez la camiseta. Fuera del Newcastle, donde lo que se le pedía a Carroll era que metiera goles y donde la competencia en su puesto era escasa, el punta se ha encontrado con un nuevo panorama donde la mentalidad cambia.

El Liverpool, ansioso como está de ofrecerle algo decente a su afición tras años de fracasos, lo ha jugado todo al doble o nada con él y no admitirán el tropiezo por respuesta. Los millones invertidos son muchos en un futbolista que de momento no ha entrado con buen pie ni en la entidad ni en el traje oficial.

Ante el joven goleador inglés se dibuja ahora un horizonte completamente diferente, en el que tendrá que trabajar con una enorme intensidad para disputar dos o tres partidos por semana con la presión de comandar una de las escuadras más potentes de su país. Un lugar donde no todo está permitido, donde las críticas son más feroces, donde tener una figura más redonda que cincelada no está bien visto.

Cuerpos como el que Gascoine trabajaba con cervezas y fritos varios o como el que Cassano cultivaba con una dieta a base de croissants ya no se llevan. Ya no se concibe la clase encerrada en una estructura de proporciones rubenescas. Con Ronaldo se vio que no valía con hacer el trabajo bien si las medidas no eran las estándares, algo que en su día se permitía a tipos como Puskas.

Hoy en día la tripa cotiza bajo, es sinónimo de carencia de profesionalidad, algo que si se analiza con rigor histórico tiene una base fundamentada. Los jugadores más rollizos eran los que más se daban a los excesos, los que menos se privaban de los caprichos que se ofrecen fuera de los terrenos de juego. Eso no quiere decir que no tuvieran sitio en los equipos. Que se lo digan a Maradona.

Sin embargo en el fútbol metrosexual de hoy en día solo valen las tabletas de chocolate que se esconden debajo de las camisetas y no las que se ocultan en lugares recónditos de los hoteles durante las concentraciones de los equipos. La curva no se perdona aunque de las botas salga magia. Carroll ha llegado en mal momento a un mal lugar y aunque esto pueda ser momentáneo, ya sabe a lo que le toca enfrentarse mientras juegue a orillas del Mersey. Sudor, sudor y sudor. Eso para empezar. Luego ya le exigirán los goles.

miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Qué ha sido de... Las cabras en el garaje de Boca (IV): Robert Waltner?

Sé que os prometí un serial de cuatro entregas sobre los excéntricos fichajes extranjeros de Boca Juniors pero al final me temo que no voy a poder evitar ampliarlo a cinco. La culpa de ello la tiene el húgaro Robert Waltner, que por su carrera bien merece entrar en este especial de ¿Qué ha sido de...?.

Dicen las malas lenguas plasmadas en texto que lo mejor de este delantero era su novia y que por poco más se le recuerda en Buenos Aires. Desde luego por su fútbol es complicado pues en la capital Argentina ni siquiera llegó a debutar con el equipo xeneize. Las continuas lesiones y la poca confianza de Tábarez (poca no, nula) hicieron que la cifra invertida en él, 150.000 euros, fuera una mala inversión.

Y eso que en Boca Juniors pensaba que había fichado una auténtica ganga dada las cifras anotadora de Waltner, sobre todo en su época anterior a su llegada a Sudamérica. Eran los tiempos en los que era uno de los jugadores con más porvenir de su Hungría natal, donde debutó en el Kaposfo SC.

De ahí pasó al Káposvari Rákóczi y a continuación a uno de los equipos con la historia más gloriosa de su país como era antaño el Videoton, hoy convertido en Fehervar. No hizo malas cifras pero sólo puedo aguantar una temporada antes de fichar por otro equipo importante como el Ujpest.

Este fue el escalón previo a su mayor triunfo como futbolista, quitando los títulos conquistados por Boca en 2003 en los que no tuvo ninguna influencia. En el año 2000 firmó por el Zalaegerszeri y tras una temporada de adaptación en la que además fue llamado a jugar con el combinado nacional, se convirtió en pieza clave de su club, que ganó la Liga en el año 2002.

Aquél exitó fue el que le llevó a Boca Juniors y el que le dio cartel suficiente para, saliendo defenestrado de allí, probar suerte en un Anothossis que por entonces estaba en crecimiento. Nunca llegó a disfrutar de los éxitos del equipo chipriota porque menos de un año después regresó de nuevo al Zalaegerszeri.

Una estancia exitosa de una temporada a la que siguió otra en el Vassas en la que no tuvo mucho acierto de cara al gol. A pesar de ello volvió en su rescate, por tercera vez, el equipo que le hizo famoso. Y una vez más la historia se repitió. El punta magiar relanzó su carrera anotando 46 goles en 71 partidos, en un periodo en el que además fue cedido al Al Dhafra de Abu Dhabi.

En la actualidad se encuentra jugando otra vez fuera de sus fonteras. Lo hace en el Mattersburg autríaco, uno de esos equipos modestos que ofrecen en su web perfiles íntimos de sus futbolistas. Gracias a eso sabemos que Waltner, segundo máximo goleador de la plantilla con tres goles, bebe té helado y limonada, gusta de la comida italiana y el color azul, practica tenis, bolos y billar y tiene como futbolista favorito a Ronaldo con el que, lo único que comparte, es que ambos jugaron un día en Sudamérica.
Este fin de semana estaré fuera desde el viernes por lo que el siguiente post saldrá publicado el próximo lunes. Disculpad las molestias.