lunes, 30 de mayo de 2011

Repaso del año: Portugal

Inicio hoy con la liga portuguesa una serie de seis posts en la que intentaré analizar lo que dejan tras de sí las temporadas que ya terminan en las grandes competiciones nacionales del Viejo Continente. Sin contar con la española, de la que como bien sabéis no suelo hablar, pretendo acercaros mi punto de vista sobre lo vivido este año y las conclusiones que de ello saco de forma progresiva en cuanto al nivel, de menos a más.

Evidentemente abro con esto un profundo espacio de debate pues doy por sentado que no todos los lectores coincidiréis conmigo. Es más, creo que algunos empezaréis a discrepar desde que en el párrafo anterior ya decía que el primer elegido es el campeonato luso. En cualquier otra temporada pocos los pondrían en duda pero después de esta las discrepancias son más que admitidas.

Personalmente la sigo considerando por detrás de la Eredivisie y más teniendo en cuenta que la Oranje ha disputado la final del Mundial. Pero es un hecho que las distancias a nivel de clubes se van recortando a pasos agigantados como demuestra el gran papel de nuestros vecinos en la Europa League.

Sin duda este salto cualitativo es lo más destacado. La gran mayoría, con una base más que sólida, defiende que el equipo del año en Europa es el Barcelona. Lo asumo pero no lo comparto. Considero que la superioridad con la que el Oporto se ha paseado por todos los campos bien merece un reconocimiento.

De acuerdo que juega en una liga menos competitiva, que la Europa League no es la Champions; pero los de Vilas Boas han dado una sensación de superioridad que no se recordaba. Campeones invictos de Portugal, campeones de Copa remontando en semifinales un resultado más que adverso ante el Benfica y campeones del segundo torneo en importancia del Viejo Continente siendo favoritos de principio a fin. Una hoja de servicios impecable a la que solo le ha faltado la secundaria Copa de la Liga.

Títulos en su haber y la sensación de que, si mantienen el bloque, el año que viene pueden pelear con los mejores por la orejona. Y todo ello cambiando el modelo en verano y poniéndolo en manos de un tipo de 33 primaveras cuyo único aval era una buena temporada en el Académica y varios años como acólito de Mourinho. Para quitarse el sombrero.

La impresionante aparición del fenómeno Vilas Boas ha tenido consecuencias negativas para el otro protagonista del año en el país ibérico. A pesar de sus méritos, Domingos Paciencia ha tenido que soportar un inmerecido segundo plano. El que fuera jugador del Tenerife dejó al Braga subcampeón en su primera experiencia con el equipo. Muchos pensaban que con aquello se había tocado techo. Y se equivocaban.

De forma brillante y con jugadores semidesconocidos eliminaron al Sevilla en la previa de la máxima competición europea y pese a caer en la primera fase, no renunciaron al sueño de hacer algo grande fuera de sus fronteras. Solo el Oporto en un partido muy abierto les despertó. Por el camino sacrificaron los trofeos domésticos pero aquello importaba poco en un año histórico. Ahora toca ver como pinta el futuro sin el entrenador, que se marcha a resucitar al Sporting de Portugal, y con la fuga de alguna de sus estrellas.

A caballo entre lo excelso de los de "O Dragao" en todos lados y de un Braga netamente de exportación se encuentra el Benfica, máximo exponente del término medio. Segundo clasificado en el torneo de la regularidad, semifinalista en la Europa League y campeón de la Copa de la Liga; no se puede hablar de mal año aunque en boca de todos queda un sabor agridulce, más después de ser campeón en 2010. Lo más negativo, el fichaje para la portería de Roberto. El club no acertó y el futuro del meta español es más bien oscuro. Mantener a Salvio se antoja como el mayor reto del mercado que ya arranca. El argentino ha explotado y se ha convertido en pieza clave.

Mejor pinta el devenir del Sporting de Portugal más que nada porque peor es complicado. El club se encuentra el franca decadencia. Sin objetivos por los que pelear, ha logrado un tercer puesto decepcionante a 15 puntos del Benfica y a 36 del Oporto. Sus activos no son buenos y volver a pelear el título pasa por acertar con el proyecto que encabezará Domingos.

Fuera de los cuatro grandes, la principal novedad es la ausencia en competiciones extramuros de los equipos de Madeira, algo que no sucedía desde hace tres temporadas. Ni Nacional, sexto, ni Marítimo, noveno, han logrado alzarse con el quinto puesto, propiedad del Vitoria de Guimaraes. La venta de Bebe al Manchester United le dio liquidez a una entidad que el año pasado se quedó a las puertas y que esta campaña además ha disputado la final de la Taça.

Mención especial merecen también Rui Vitoria y Joao Tomás. El primero, a sus cuarenta años, ha guiado con gran maestría al Paços de Ferreira a una meritoria séptima posición y a la final de la Copa de la Liga. Por su parte, el que fuera delantero de infausto recuerdo para el beticismo, ahora en el Rio Ave, se ha coronado a sus 35 años como el segundo máximo goleador del campeonato con 16 goles, cifras que han servido para que los entrenados por Carlos Brito terminaran el año en octavo lugar.

Una posición que el año pasado ocupó el Naval 1º de Maio. Lejos de revalidar su éxito el equipo de Figueira de Foz, con una plantilla muy joven, vuelve a Segunda dos temporadas más tarde junto con el Portimonense, al que poco le ha durado la aventura en la máxima categoría. Su lugar lo ocuparán en 2011 el Gil Vicente y el Feirense, primeros clasificados de la Liga Honra. Por cierto, ahí anda Os Belenenses que lejos de pelear por el ascenso ha visto de reojo la categoría de bronce.

viernes, 27 de mayo de 2011

Nombres del fútbol: San Mamés

Poco le queda al actual San Mamés para desaparecer. El histórico feudo del Athletic de Bilbao, donde el conjunto vasco ha cosechado tantísimos éxitos, ha perdido ese partido que nadie gana: El del paso inexorable del tiempo. Pronto será derruido para dar paso a una nueva construcción mucho más moderna y adaptada a las circunstancias que corren.

En cualquier caso esta nueva casa conservará una de las señas de identidad del club, el nombre del santo que bautiza al templo (nunca mejor dicho). Una "catedral" a la que religiosamente han acudido, fin de semana sí y fin de semana no, los devotos de los rojiblancos para ver en acción a los leones.

Un mote por cierto este último que guarda relación con la agitada vida de Mamés ("el que fue amamantado"). Nacido en Cesarea de Capadocia en el año 259, desde la cuna estaba destinado a sufrir por su condición de cristiano. Esa era religión que también profesaban sus padres, motivo por el cual estaban encarcelados cuando le trajeron al mundo.

Un cautiverio que duró poco pues meses después ambos morían pasando la custodia de su hijo a manos de una viuda rica de nombre Ammia. La experiencia de sus padres, lejos de alejarle del culto prohibido le reafirmó en su fe, lo que propició la persecución del Gobernador de la zona. Tras capturarle y no conseguir que renegara decidió mandarle ante el emperador Aureliano.

Tampoco este logró el objetivo, motivo por el cual decidió que fuera torturado. Según cuenta la leyenda acabó siendo liberado por un ángel que le mandó refugiarse en un monte y eso hizo hasta que fue encontrado por el gobernador Alejandro. Retenido por este intentaron que fuera quemado vivo, acción que no consiguieron.

Así pues apostaron por otra alternativa, la de entregarle a los leones (de ahí el mote de los jugadores del Athletic, muy relacionado con la vida del santo). Relatan que Mamés fue capaz de amansarlos y que, debido a la frustración, finalmente decidieron darle martirio clavándole un tridente en el abdomen. Desgraciadamente a la tercera fue la vencida y desangrándose consiguió llegar hasta una cueva cercana donde fue invitado al cielo por los ángeles.

Hoy San Mamés es considerado, quizás por el fútbol, el protector de las personas que sufren roturas de huesos y de los lactantes. Además es el patrón de varias localidades españolas, que celebran su fiesta el 17 de agosto.

miércoles, 25 de mayo de 2011

¿Qué ha sido de... Magno Mocelin?

Traía al blog la semana pasada a Dan Eggen, uno de los protagonistas de aquella gran final de la Copa de la UEFA que enfrentó al Alavés con el Liverpool y que acabó con victoria para los ingleses por 5-4. Al igual que el noruego, el brasileño Magno Mocelin también estuvo en aquél partido si bien alguno hubiera deseado que no fuera así.

Mané decidió darle entrada al comienzo del segundo tiempo en sustitución de Astudillo cuando el resultado era de 3-1 desfavorable para los vitorianos. De esta forma apostaba por un jugador de corte más ofensivo para intentar darle la vuelta al choque. Y el caso es que el cambio revolucionó todo, en principio para bien... y posteriormente para mal.

La tensión se adueñó de Magno, uno de los mitos de la grada, y tras ver una cartulina amarilla por una dura entrada, acababa recibiendo la segunda a los ocho minutos de la prórroga por una acción más fea incluso que la primera. A partir de ese momento el Alavés tuvo que remar contracorriente con el final por todos conocido.

Sin embargo aquella tarjeta no le condenó al ostracismo como habría sucedido con otros. Quizás en este indulto tuviera que ver su entrega, que no su capacidad goleadora. Nacido en Coritiba, ciudad de la que por cierto el otro día me hablaban maravillas dándome a entender que era poco más o menos que era la embajada de Europa en Brasil, debutó como profesional en el Flamengo aportando cifras interesantes.

Después de aquella primera escaramuza en Rio se marchó al Gremio y posteriormente regresó a su primer equipo antes de poner rumbo a Europa, donde le esperaba el Groningen holandés. En dos temporadas se convirtió en uno de los puntales del club y cuando este descendió a segunda el Alavés estuvo rápido para hacerse con sus servicios.

Seis temporadas estuvo en Vitoria, cinco de ellas en primera. Tanto tiempo allí le valió para conseguir algún record. Magno es en la actualidad el jugador que más partidos a disputado en la máxima categoría con el club vasco y el quinto que más veces saltó al campo en la historia de la entidad. Y todo ello sin ser titular pues generalmente le cerraban el paso otros puntas.

Tras el descenso aguantó una campaña más y ya libre volvió a Holanda para fichar por el casi impronunciable De Graafschap de la ciudad de Doetinchem. Su gafe viajó con él y al igual que en sus dos experiencias anteriores tuvo que ver como su equipo bajaba de categoría. En esas circunstancias decidió probar en un destino exótico para acabar su carrera.

Eligió Chipre, un destino que ahora está de moda pero que antaño era casi territorio virgen. Primero fichó por el Omonia Nicosia. Allí dejó unos números buenos a los que se agarró el AEK Larnaca para darle una oportunidad con 34 años. Ésta fue la última de su carrera. Al finaliza aquella temporada colgaba las botas y decía adiós al fútbol.

lunes, 23 de mayo de 2011

El hombre que vendió su alma a los diablos

Con la historia de esta temporada en Europa ya escrita solo falta el punto final, el epílogo, el mejor desenlace posible. No hay que esperar mucho, hasta el sábado que se midan en Wembley el Barcelona y el Manchester United con la Liga de Campeones en juego. Un duelo morboso por eso de que los azulgrana vuelven al lugar donde levantaron su primera Copa de Europa y los Red Devils necesitan saldar cuentas pendientes dos años después de caer en Roma.

Aquél día los aficionados ingleses salían ya derrotados. El trofeo hubiera hecho pasar menos mal el trago pero en cualquier caso la felicidad no hubiera sido completa. La grada estaba destinada a perder para la causa al que probablemente era el mayor de sus ídolos, un emblema del club, el hombre que había triturado todos los records de fidelidad posibles vendiendo su alma futbolística a los "diablos".

Ryan Joseph Giggs había dejado caer, esta vez casi de forma definitiva, que se iba. Su retirada se daba por sentada después de dieciocho temporadas dando lustre y esplendor al ya de por sí gran nombre del club. A sus 35 años se sentía viejo para seguir y prefería abandonar en lo alto antes que marcharse a unos de esos cementerios de elefantes donde los emblemas se difuminan cayendo en el olvido.

Nunca se sabe en qué momento cambió de opinión, si fue al recibir el premio de mejor jugador de la temporada en Inglaterra o tras aquella noche amarga de Roma. Puede quizás que un día tuviera algún sueño y al despertarse se diera cuenta que aún no estaba preparado para dedicar sus mañanas a pasear al perro e ir a comprar el periódico.

Solo él lo sabe pero al final dio un paso atrás. Bendito paso atrás. Lejos de convertirse en un estorbo sigue siendo, probablemente, el mejor activo del United, el jugador que aparece en los momentos clave, el que utiliza su experiencia para guiar a los demás hacia la victoria. Un tipo que funciona por motivaciones, que nunca tiene suficiente.

La pasada campaña también amenazó con decir adiós. Sin embargo la sensación que queda es que una Copa de la Liga le sabía a poco, que estaba destinado a dejar un legado mejor. Y quizás a eso y a la ilusión de cumplir veinte años en el club, se agarró psicológicamente. Una decisión correcta a juzgar por lo visto esta temporada.

Da la sensación de que Giggs podría seguir jugando veinte años más y hacerlo como el primer día. Desde que renunciara a las mieles del famoseo y las revistas a comienzos de los noventa ("Decidí que la vida de estrella no era para mí. Pensé que el fútbol era mi pan y mi mantequilla y me dije a mí mismo que tenía que ir, y siempre iría, en primer lugar"), el galés se ha convertido en un ejemplo absoluto de profesionalismo.

Solo viéndole jugar pasando por alto su carnet de identidad nadie diría que es el futbolista con más partidos en la historia del club, el que más veces ha saltado al campo desde que se creara la Premier League, el único que ha levantado el título 12 veces, el más veterano en marcar un gol en partido de Liga de Campeones...

Resulta difícil saber que pasa a día de hoy por su cabeza. De hecho este año no ha abierto la boca acerca de su futuro no vaya a ser que una vez más se retracte como consecuencia de su amor por el fútbol. Esa es una posible conclusión. La otra, es que no se pronuncia a la espera de lo que pueda pasar en la Champions. Ganarla podría ser la guinda que lleva persiguiendo un par de años. Una vez puesta sería el momento de apartarse del camino y aprender en los banquillos para convertirse en el nuevo Ferguson. El verano dictará sentencia. Por el bien del fútbol esperemos que, una vez más, vuelva a echarse para atrás.

viernes, 20 de mayo de 2011

Nombres del fútbol: Antonio Vespucio Liberti

Hace dos viernes (el pasado no pude escribir por culpa de internet), por esta sección pasaba el periodista Mario Filho, personaje cuyo nombre bautizaba de forma oficial al mítico estadio de Maracaná. Nadie se acuerda de él cuando se hace referencia a la construcción pero la historia le pondrá ese añadido a la denominación por todos conocida.

Pues bien, en caso de Filho no es único. Hay al menos otro más que merece la pena resaltar, el de Antonio Vespucio Liberti. Dicho así, a secar, probablemente a algunos no os diga nada pero esta es la denominación real de otro de los templos futbolísticos de América Latina: El Monumental de River Plate. Cancha que, dicho sea de paso, aparece como fondo en la cabecera de este blog desde hace tiempo.

Vespucio Liberti poseía, como no podía ser de otra forma, antepasados italianos, y era hijo de genoveses por lo que llevaba el fútbol en la sangre. Además tenía la suerte de pertenecer a una familia acaudalada, que le proporcionaba el soporte económico necesario cuando solo era el utillero de los "Millonarios".

Porque así fue como comenzó su carrera en el club, limpiando botas y trasladando equipajes y bidones con la expedición rioplatense. Una labor que le permitió conocer el club por dentro y que despertó aún más su pasión por los colores. La relación duradera al final acabó fraguándose en un matrimonio marcado por los altibajos en los años sucesivos.

Sucedió cuando, después de haber adquirido la popularidad suficiente, dio un paso adelante para ocupar la presidencia de River en el año 1933. En esta primera etapa revolucionó el modelo con la compra de futbolistas importantes y sobre todo con los pasos dados para la construcción de un nuevo estadio, el actual Monumental, en el barrio de Nuñez.

En concreto su intención era erigirlo sobre los terrenos que se situaban en la zona del río. Por ello procedió a su compra en octubre de 1934 y siete meses después ya colocó la primera piedra de un proyecto para el que pidió donaciones de cemento y que finalizaría en mayo de 1938, un año antes de que Vespucio iniciara su segunda etapa como mandatario.

Con la obra terminada, "El Gordo" (como así se le conocía), pasó a ocuparse de cambios estructurales y llevó a cabo una política de "Zidanes y Pavones" con las limitaciones de la época. Las contrataciones de jugadores extranjeros de nivel en combinación con el buen trabajo de cantera dieron mucho nombre al equipo.

Una línea de actuación que seguiría en su tercera escaramuza presidencial, acometida entre 1943 y 1952. Fue la de mayor duración y en ella controló poco a poco todos los estamentos del club en profundidad. Su mítico sombrero se veía tan pronto en el palco como en los vestuarios o en los entrenamientos y su voz se escuchaba en la misma medida en que nadie discutía sus opiniones.

Aquella forma de guiar el club le valió para ganarse aún más el cariño de la grada, que admiraba su compromiso. Por ello nadie discutió que se animara a presidir el club por cuarta vez entre 1960 y 1967, quizás los años más bonitos de él como dirigente pues tuvo que enfrentarse al poderío económico de Boca Juniors.

Tanto él como Alberto J.Armando, presidente de los xeneizes, no dudaron en tirar de talonario y en buscar fuera de sus fronteras para hacer equipos lo más competitivos posibles, una batalla que acabó perdiendo Vespucio. Al final la falta de títulos le "obligaron" a dejar el club y aceptar un puesto como cónsul general en Génova durante la presidencia de Perón. Tras su muerte se premiaron sus esfuerzos añadiéndole al Monumental su nombre.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Qué ha sido de... Dan Eggen?

Recientemente se ha cumplido el décimo aniversario de aquél día en el que todos fuimos aficionados del Alavés. Sucedió en una final de la Copa de la UEFA como la que se disputan hoy el Oporto y el Braga, con un equipo favorito y otro que sorprendió a todos durante la competición.

Los vascos cumplían este segundo papel y por ello se ganaron el cariño de medio mundo en la pelea de David contra un Goliath llamado Liverpool. Al final no pudo ser pero para la historia quedó una de las mejores finales que jamás se disputaron que jamás se disputaron dos equipos. Un partido trepidante que cayó del lado inglés por 5-4.

Tras aquella gesta, todo fue caída libre en Mendizorroza. Las estrellas comenzaron a marcharse para probar suerte en otros lugares con más o menos éxito y el desmantelamiento llevó al club primero a Segunda y posteriormente a Segunda B, categoría de la que intentará escapar en las próximas semanas.

Con el recuerdo aún fresco, pues diez años tampoco son tantos, algunos futbolistas han salido estos días a contar en primera persona la gesta y sus sensaciones. Aunque no se la ha visto por televisión, entre los protagonistas de aquella noche de Dortmund se encontraba el central noruego Dan Eggen, un tipo de aspecto peculiar que fue titular en aquella defensa de cinco en la que le acompañaban, Contra, Carmona, Téllez y Geli.

Alto y de pelo largo y enmarañado, al más puro estilo de la gallina caponata, el nórdico aterrizó en España para difrutar de una primera experiencia en el Celta de Vigo. A Galicia llegó después de debutar como profesional en Dinamarca. De hecho nunca jugó en su país, lo que le convierte en uno de los seis únicos convocados por su selección nacional que no lo hizo.

Primero lo hizo en el BK Frem, donde llamaron la atención sus impresionantes cifras goleadoras. Como todos aquellos jugadores que despuntaban en tierras danesas, se hizo con sus servicios el Brondby. Allí se acomodó y no fue hasta los 27 años cuando se animó a probar suerte en tierras españolas.

Dos años como celeste, etapa en la que además jugó a buen nivel durante el Mundial de Francia, y cuatro como alavesista en los que las lesiones hicieron acto de presencia fueron su bagaje en España. Finalmente decidió abandonar nuestra liga con 34 años para intentar fichar por el Glasgow Rangers, que se animó a probarle junto a otro clásico como Jerome Bonissel (retirado desde el año 2006).

Aquello no salió bien y tras un stage en Dubai finalmente no fue elegido y tuvo que marcharse rumbo al Le Mans, aventura en la que se embarcó una temporada antes de anunciar su retirada en el 2004 debido a sus recurrentes problemas en la cadera. Fue entonces cuando, tras un año sabático, comenzó a reconducir su vida hacia otros derroteros que le fueran útiles.

Amante del rock duro como era, pasión que ya había sido acreditada cuando saltó al escenario durante un concierto del grupo Pantera en España, se hizo manager de un grupo llamado "El caco", actividad que compaginó con sus estudios económicos en la Universidad de Oslo. Además, en algún momento de aquella fase vital aprovechó también para sacarse el carnet de entrenador. Con él dirigió, en el año 2009, al Kolbotn IL, un equipo femenino de su país.

lunes, 16 de mayo de 2011

El efecto dominó de la Sampdoria

Hasta yo mismo me sorprendo a veces de lo mucho que puede cambiar el fútbol. El 28 de septiembre de 2009 escribía en este blog un artículo titulado "El equipo de las segundas oportunidades". Ese no era otro que la Sampdoria, que por aquél entonces lideraba la tabla tras su victoria frente al Inter de Milán.

Era el comienzo de una gran temporada que terminaría de forma inmejorable con los "Blucerchiati" disputando la previa de la Liga de Campeones de la mano de Luigi Del Neri, el hombre milagro que ese mismo verano pondría rumbo a la Juventus. Ahora resulta fácil decirlo pero en ese momento la suerte cambió.

Para sustituir al veterano técnico llegó procedente del Chievo, Domenico Di Carlo, un hombre que había hecho un buen papel en años anteriores pero que no conocía lo que era jugar extramuros. Aquél paso atrás fue la primera pieza de un efecto dominó que ha terminado este fin de semana.

El técnico no estuvo a la altura en el momento clave de la temporada, la eliminatoria de fase previa ante el Werder. Recuerdo ver el partido de vuelta mientras cenaba en un restaurante italiano de Miami Beach que por cierto servía unos macarrones con queso de escándalo. En torno a una televisión de apiñaban algunos de los miembros de la poderosa colonia transalpina en la ciudad.

Ilusionados en un comienzo cuando la Sampdoria remontaba el 3-1 de la ida y forzaba la prórroga, el gol de Pizarro les cambió por completo el semblante alegre a uno de frustración y desolación. Cabreados apagaron la televisión sin saber que metafóricamente apagaban al mismo tiempo la luz de su equipo.

Nunca una derrota condicionó tanto el futuro de un club. Sin los ingresos que proporcionaba la máxima competición de clubes, en Génova tuvieron que reestructurar el proyecto deportivo y se centraron en la adquisición de jóvenes valores, a la postre una mala decisión pues su inexperiencia ha lastrado al conjunto cuando más falta hacían perros viejos.

Caída la segunda pieza, la que hacía referencia al plano económico, la tercera tendría nombres y apellidos: Antonio Cassano. Visiblemente desmotivado una discusión con el presidente del club, que sobrevino cuando el delantero se negó a recoger un premio, encendió la mecha y desestabilizó al vestuario.

Según recogían los medios del país el talentoso e impulsivo jugador le llamó al dirigente durante aquél intercambio de pareceres "viejo de mierda", lo que propició que fuera apartado del equipo y multado por su mala conducta. De poco sirvieron las disculpas posteriores del de Bari ya que la cúpula de la Sampdoria se negó a recular.

En esa tesitura, aprovechando que las aguas bajaban revueltas por Génova, apareció el Milán con la caña para pescar a Cassano en el mercado de invierno por la irrisoria cifra de cinco millones de euros, una contratación que no solo servía para apuntalar la plantilla en el tramo final sino a la vez para dejar tocado a un rival peligroso.

La marcha de Cassano despertó las alarmas de su compañero en el campo. Giampaolo Pazzini sería el siguiente en caer. Llegado en el mercado de invierno de la 2008-2009, esa temporada anotó 11 goles. Una cifra que siendo buena mejoraría aún más en la siguiente campaña, donde se proclamó cappocanonieri con 19 dianas.

Sintiéndose querido en la ciudad y con las perspectivas de la Champions en el horizonte, aceptó quedarse. A pesar de que ese objetivo se esfumó pronto, Pazzini siguió realizando encomiablemente su trabajo. Sus seis goles, unidos a los cuatro de Cassano, han sumado la tercera parte de los transformados por el equipo en todo el año, lo que explica muchas cosas.

Viendo que el barco se hundía con é,l supo subirse a la lancha a tiempo y se marchó al Inter. Fue el principio del fin. Sin sus dos estandartes Domenico Di Carlo fue destituido tras conseguir cuatro puntos en siete partidos, unos guarismos que su sucesor en el cargo, Alberto Cavasin, incluso empeoró sumando cinco unidades en ocho encuentros.

Con nueve en los quince envites finales, donde todo se decide, la entidad, última pieza que quedaba en pie, cayó ayer como consecuencia de todo lo demás. La imagen del capitán Angelo Palombo recorriéndose el campo de punta a punta con lágrimas en los ojos mientras pedía perdón a los aficionados, era el último acto del drama. Ahora se cierra el telón. Toca ensayar para, dentro de un año como mínimo, volver a representar la obra en el mejor escenario posible. Quizás esta vez, si atienden a la experiencia, prescindirán de las primmas donnas.

miércoles, 11 de mayo de 2011

¿Qué ha sido de... Nicky Butt y Mateja Kezman?

Dejábamos la sección de la semana pasada a la espera de saber si el Kitchee del "Chino" Losada y otro gran número de españoles sería capaz de conquistar la liga de Hong Kong, algo que no sucedía desde el año 64. Al final el desenlace fue feliz y con la victoria a domicilio por 2-7 frente al HKFC, se alzaron con el título.

Lo hicieron además por delante del equipo más histórico del país, el South China, vencedor de 40 de las 99 ediciones disputadas hasta la fecha. Esto añade pues un valor añadido a la buena labor de la colonia patria y más si se tiene en cuenta la plantilla con la que cuenta su máximo rival, en la que se encuentran nuestros dos protagonistas en el día de hoy.

Tipos que un día tuvieron renombre en Europa y que hoy apuran sus últimos años de fútbol en uno de los destinos más exóticos posibles, siguiendo la estela de otros jugadores como Cacá, aquél futbolista que jugó en el Salamanca o el Albacete y cuya carrera ya glosé hace tiempo en este blog. Por cierto, aprovechando que sale su nombre, decir que se retiró a comienzos de año después de jugar en el Kalba emiratí.

Volviendo a Butt y a Kezman, sin duda las dos grandes estrellas del torneo doméstico, ambos aterrizaron en el South China dejando una tremenda sensación de urgencia por parte de los honkongeses, que esperaron a que finalizara el mercado de invierno europeo para pescar algo decente con lo que volver a ser campeones.

Ambos debutaron, qué casualidad, poco antes de medirse al Kitchee con la clara intención de llegar a punto para el partido que estaba llamado a decidir el título. El experimento en cambio salió rana. Butt fue expulsado y Kezman no vio portería, algo que si haría posteriormente en el triunfo por 4-2 de semifinales de Copa ante el mismo rival.

En el caso del inglés, este se había retirado meses antes en las filas del Newcastle, uno de los dos equipos de su vida. Allí pasó seis temporadas tras dejar el Manchester United. Años con más sombras que luces en los que vivió un descenso, una cesión al Birmingham y un calvario de lesiones.

Todo lo contrario a su experiencia en los "Diablos Rojos", donde fue ganando protagonismo con el tiempo y consiguió además un palmarés envidiable que incluye seis ligas, tres copas y una Champions. Triunfos todos ellos que le valieron para para debutar con la selección y ganarse el reconocimiento de la Premier.

Un reconocimiento que no logró su actual compañero de equipo, el serbio Mateja Kezman. Tras lograr excelentes registros jugando para el Partizán fichó por el PSV, donde sus promedios hicieron que muchos vieran en él al sustituto de otras estrellas que también pasaron por allí como Romario, Ronaldo o Van Nistelrooy.

Sus 105 goles en 122 partidos animaron al Chelsea a hacerse con sus servicios en el año 2004. Con 25 años aterrizó en Londres y con 26 se fue camino del Atlético de Madrid con un bagaje de lo más pobre. Su única experiencia en nuestro país también fue efímera y tal como vino se marchó, esta vez rumbo al Fenerbache.

Su primera temporada allí fue buena pero poco a poco fue perdiendo fuelle y su carrera en Estambul terminó cuando fue cedido con opción de compra al Paris Saint Germain. Los franceses la ejercieron con el objetivo de aprovechar su cartel para venderlo a otro equipo y embolsarse dinero por su traspaso.

Con lo que no contaba el equipo capitalino era con que el serbio estaba ya más cerca de ser exfutbolista que otra cosa. Picó el Zenit pero decidió no hacerse finalmente con sus servicios y lo devolvió de vuelta al país galo. En noviembre PSG y Kezman rompían su relación contractual y, ante la falta de ofertas, meses después fichaba por el South China.

lunes, 9 de mayo de 2011

Metz para creer

¿Qué tienen en común tipos tan dispares como Frank Ribery, Emmanuel Adebayor, Robert Pirés, Louis Saha, Miralem Pjanic, Rigobert Song o Patrick Battiston? Quitando por supuesto que son o han sido jugadores de primer nivel la respuesta es que todos vistieron en algún momento un mismo color, el granate del Metz.

Y esta lista selecta no termina aquí. Porteros como Bernard Lama, Lionel Letizi o Jaques Songo'o, defensas como Sebastian Bassong, centrocampistas como Danny Boffin o delanteros como los senegaleses Papiss Cissé o Mamadou Niang, que se encuentran entre lo más goleadores de Europa, deleitaron en algún momento de sus carreras a la grada de Saint-Symphorien.

De esto queda ya poco, tan solo un apartado en la muy elaborada web del club dedicado a los exjugadores con su foto (no debéis perderos la de Pirés, el tiempo no perdona) y su aportación a la causa de "Les Grenats". Eso y la nostalgia de aquellos aficionados que en el año 1998 estuvieron a punto de saborear la gloria que suponía levantar el título de Liga.

Con el campeonato casi controlado, una racha impresionante del Lens en el tramo final (que incluyó la victoria como visitante por 0-2 en Saint-Symphorien) convirtió el sueño en pesadilla y con 68 puntos, los mismos que su rival, el Metz acabó relegado al segundo puesto, que a la postre no es sino el primero de los perdedores.

Final cruel, una especie de maldición que era el anuncio primigenio de lo que estaba por llegar. Un año después, en su última gran aparición, la Copa de la Liga les dio la capacidad de redimirse pero de nuevo tropezaron con el Lens, que venció con un solitario gol de Moreira. En en el 2000 el equipo terminaba undécimo, en el 2001 decimosegundo y una campaña más tarde se marchaba a la división de plata 34 años después.

Un duro revés que aún así no supuso el golpe definitivo. El club tuvo la mala suerte de ascender el año siguiente de su descenso... dos veces. Y digo mala suerte porque no ha sido la primera vez, ni será la última, que algo así supone el comienzo del epitafio. Confiados en que bajar había sido anecdótico para un club de su renombre y disminuyéndose los ingresos, lejos de elaborar un proyecto deportivo consistente las adquisiciones se centraron en un perfil medio descuidando la base.

Pan para hoy y hambre para mañana. Decimocuartos en su primera temporada de vuelta a la élite, decimosextos en la segunda y, a la tercera va la vencida, colistas en 2006. Convertidos en un equipo ascensor, su cuerpo no aguantó una nueva visita a primera. Tal como llegaron se fueron y tras quedarse en las puertas en sus dos siguientes acometidas este curso han tocado fondo definitivamente.

Ni siquiera el mítico entrenador del club Joel Muller, artífice del subcampeonato de 1998 tras nueve años en el cargo, supo reconducir la situación. La historia no gana partidos y a pesar de tener la sexta mayor asistencia media de la competición, el equipo se encuentra ahora mismo en puestos de descenso al Championnat National, cementerio de elefantes donde purgan sus penas otros conjuntos de renombre como el Bastia, el Estrasburgo, el Cannes o el Guingamp.

Para evitarlo al club le quedan cuatro batallas. La primera de ellas será mañana contra el Le Havre, partido para el que las entradas costarán dos euros en todo el estadio. La más importante dentro de dos semanas en el mismo escenario contra el Nimes, la entidad que le antecede inmediatamente en la clasificación. Uno de esos duelos que dan ganas de ir a ver.

Aprovecho para agradecer el reconocimiento de "Mejor blog" que me ha sido otorgado por los votantes en los conocidos premios "Tócala de cara". Una excelente iniciativa anual llevada a cabo por una excelente bitácora.

viernes, 6 de mayo de 2011

Nombres del fútbol: Mario Filho

Como periodista deportivo que soy (o eso intento) me hace especial ilusión el personaje del post de hoy ya que me produce cierta sensación de esperanza el saber que en unos tiempos en los que el gremio está completamente demonizado, en parte con razón, aún queda espacio para el reconocimiento justo de alguno de ellos.

Es cierto que este redactor brasileño falleció a mediados de los 60, cuando aún no existía el forofismo de hoy en las páginas de los periódicos y se intentaban contar las cosas tal como sucedían, no bajo la influencia de los intereses económicos. Eso quizás le dio mayor independencia y facilitó su labor.

Pero la realidad es que Filho es considerado por muchos como el mejor de la historia en su especialidad, y eso no está al alcance de cualquiera. Nacido en 1908, ser hijo del dueño de varias cabeceras le ayudó a dar sus primeros pasos. Arrancó en "A manha" y viendo su progenitor que apuntaba maneras fue trasladado a "Crítica".

Fue ahí donde realmente se dio a conocer. Amante del fútbol como era, su principal virtud fue la habilidad que tenía para conectar con los lectores mediante el lenguaje. En una época en la que el elitismo estaba a la orden del día, el democratizó las crónicas deportivas ayudando a convertir la práctica balompédica en una actividad de masas. Tal popularidad alcanzaron sus artículos que algunos términos creados por él como el "Fla-Flu", que define al famoso derbi carioca entre Flamengo y Fluminese, aún siguen vigentes.

Con la muerte de su padre "Crítica" desapareció y Filho decidió emprender una nueva aventura fundando "O mundo sportivo", considerado el primer periódico dedicado al deporte de Brasil. Aquello no salió también como esperaba pero consiguió mantenerlo a flote compaginando su labor allí con la que desarrollaba en "O Globo" junto a Roberto Marinho.

De la relación que cultivó con éste surgió una nueva oportunidad laboral, la de seguir trabajando con él en el "Jornal Dos Sports" adquirido por Marinho. Filho consiguió convertir al periódico en un adalid del deporte local creando numerosas competiciones entre las que se encontraba el Torneo Rio-Sao Paulo, primer bosquejo de lo que es hoy el Campeonato Brasileño.

Sin embargo por lo que más se le recordará es por su compromiso con una idea concreta que al final fructificó. Sucedió tras adjudicarle al país sudamericano la organización del Mundial del año 1950. Rio de Janeiro necesitaba un estadio y el concejal Carlos Lacerda se mostró partidario de construirlo en el barrio de Jacarepaguá.

Fue entonces cuando surgió la voz de Filho para convencer a la opinión pública de que la sede debería ser erigida en el barrio de Maracaná y convertirse de paso en el mayor estadio del planeta. Ganó la batalla y así sucedió. Es por ello que el nombre oficial del mítico Maracaná es el realidad "Estadio Jornalista Mário Filho".

miércoles, 4 de mayo de 2011

¿Qué ha sido de... Roberto "El chino" Losada?

Entiendo que puede resultar llamativo que salte a la palestra en un blog de fútbol internacional el nombre de Roberto "El chino" Losada, un futbolista que resulta patrimonio casi exclusivo de nuestro país. No obstante hacerlo es una deuda pendiente que tengo con Francisco Ortí, redactor de "El enganche" y a su vez experto en fútbol internacional de "La pradinha" (el programa que presento en www.pasiondeportivaradio.com de 12 a 1 de la madrugada de domingo a jueves).

Fue él quién me desveló que hace ahora con su vida Losada, que dicho sea de paso, tiene que ver con la temática del blog, lo que supone un argumento más en favor de nuestro protagonista. Criado en la cantera del Oviedo debutó en Primera con los asturianos en el año 95 a la tierna edad de 19 años.

Intentó sin éxito buscarse un sitio y al ver que no lo conseguía probó suerte yéndose cedido al Toledo, donde también tuvo poca relevancia. En estas le tocó retornar tras su préstamo a jugar con los carballones y, lejos de lo que todos pensaban, en esta segunda etapa explotó convirtiéndose en un fijo y llegando a disputar dos encuentros con la selección española.

A pesar del descenso consiguió quedarse en Primera como cedido en el Mallorca pero su rendimiento fuera del Principado volvió a ser malo, en gran parte por culpa de las lesiones. Tras esta experiencia en las islas volvió por tercera vez al club que le dio la alternativa para intentar el asalto a primera pero lejos de lograrse el objetivo, el equipo descendió a Segunda B.

Haciendo gala del cartel que aún conservaba consiguió quedarse en la Categoría de Plata gracias al Valladolid. Allí se convirtió en habitual "número 12" hasta que Mendilíbar dejó de contar con él y se vio obligado a "aislarse" de nuevo, cambiando las Canarias por las Baleares. Fichó por Las Palmas pero tras no rendir según lo esperado, decidieron romper el contrato de mutuo acuerdo.

Sin equipo se fue a jugar a su tierra, Galicia. Fichó por el Lugo y allí se mantuvo como jugador franquicia hasta el año pasado, momento en el que decidió aceptar la oferta del equipo que hoy cuenta con él en sus filas. Y aquí es donde entra la dimensión transoceánica del post que escribo hoy.

Dicho club no era otro que el Kitchee honkonés, donde está a las órdenes de Josep Gombau, entrenador que pasó por la cantera del Barcelona, y comparte vestuario con otros cinco españoles. Él es el más conocido actualmente en un equipo por el que tiempo atrás pasaron otros dos jugadores internacionales: Albert Celades y Agustín Aranzábal.

Ahora mismo son líderes y están peleando por conquistar una liga que tienen a tiro a pesar de la franca oposición del histórico South China, otro club con nombres ilustres de los que prometo dar cuenta el próximo miércoles.

lunes, 2 de mayo de 2011

La Bundesliga es cosa de niños

Asumo que alguno pueda quejarse de que últimamente hablo demasiado de la Bundesliga y del fútbol alemán. Pero no puedo evitar diseccionar esta semana al Borussia Dortmund, toda vez que por fin se ha coronado como más que justo campeón. Un campeón extremadamente interesante en la medida en que es el que tiene la plantilla más joven de las que alguna vez han catado las mieles del éxito.

Futbolistas con una media de veintitrés años a los mandos de un entrenador de cuarenta y tres. Todo un experimento sociológico que demuestra que no siempre hacen falta "perros viejos" que saquen las castañas del fuego. Bien es cierto que esa falta de experiencia se ha notado en el último tramo, donde no se conseguía amarrar un título que parecía más que seguro, pero al final hasta eso ha sido positivo para calibrar el rendimiento bajo presión.

Nueve años después de la última gran generación que ganó no solo el título nacional sino que además fue finalista de la UEFA con un elenco en el que quedaban aún rescoldos de los héroes de la Champions del 97, en Dortmund recogen el fruto del trabajo bien hecho. Un proyecto a largo plazo que ha ido in crescendo y en el que ha tenido un papel fundamental la cantera y el acierto en los fichajes. Estos son los hombres que han vuelto a levantar un gran trofeo:

Roman Weindenfeller: Llegó en el año 2002 para suplir a una de las estrellas por aquél entonces, Jens Lehmann. Desde entonces no ha dejado de colocarse bajo los palos salvo lesión. Un seguro de vida que ha ido ganando en seguridad con los años.

Mitchell Langerak: Mucho peleó el Borussia por hacerse con los servicios de este joven guardameta australiano que solo ha disputado un partido completo esta temporada. Fue el que su equipo venció por 3-1 al Bayern y su actuación fue alabada por todos. Si tiene paciencia, está llamado a la titularidad en el futuro.

Neven Subotic: Para muchos se trata de uno de los centrales con más futuro del fútbol europeo. Con sólo 22 años el Chelsea ya preguntó por él en su día sin éxito ya que de momento ha preferido seguir con su carrera en Alemania, una decisión que podría prolongarse ahora que el equipo jugará Champions. Allí se verá si es capaz de rendir en una gran competición ya que en el Mundial brilló por su ausencia.

Mats Hummels: Junto con Subotic forman la mejor pareja de centrales de la Bundesliga y son un auténtico soporte para el resto del equipo. Estupendo en el corte, esta temporada se ha destapado también como goleador con cinco tantos en los que ha hecho valer su presencia. Poco a poco va convirtiéndose en un habitual de la selección.

Marcel Schmelzer: Indiscutible en el lateral izquierdo, esta temporada ha sido la de su explosión definitiva, en la que ha dado un paso al frente. Es uno de los futbolistas del equipo que ha cosechado títulos internacionales con las inferiores teutonas, en concreto el Europeo sub-21 de 2009, en el que fue el reserva de Sebastian Boenisch, futbolista del Werder.

Felipe Santana: Defensa de gran envergadura que esta temporada se ha visto relegado a un segundo plano no pudiendo confirmar las expectativas que había creado en campañas anteriores. Con 25 años está en esa fase en la que debe decidir si marcharse a otro equipo en busca de más minutos o quedarse en el Borussia y aprovechar las oportunidades de las que disponga.

Patrick Owomoyela: Jugador de físico portentoso y tremendo recorrido, este año ha contado con poco protagonismo por culpa de las lesiones. A sus 31 años es uno de los futbolistas más veteranos de la plantilla y también de los más mediáticos.

Dedé: El brasileño es el único jugador de la actual plantilla que estuvo en el último título liguero conseguido en el año 2002, donde además fue una de las claves. Con más de 300 partidos vistiendo la elástica negra y amarilla volverá a jugar la Champions League, una competición a la que ha renunciado repetidas veces por mantenerse fiel al club que le trajo a Europa.

Lukasz Piszczek: Uno de los mayores aciertos en materia de fichajes del club. Tremendamente polivalente, durante su carrera se ha desenvuelto en todas las posiciones de la defensa y también como extremo. La pasada temporada se la pasó muchos meses sin jugar en el Hertha por culpa de las lesiones y llegó gratis el pasado verano. Ahora es un fijo en el once.

Nuri Sahin: Genio impredecible capaz de lo mejor y de lo peor, su nombre ha sonado recientemente para el Real Madrid, con el que podría tener firmado un preacuerdo de cara a la próxima campaña. La carrera del turco ha estado marcada por su precocidad. De hecho aún es el jugador más joven en anotar un gol en la liga alemana. Su explosión tempranera se tornó pronto en decepción y fue cedido al Feyenoord holandés por el Borussia. Allí recuperó las buenas sensaciones y este año ha vuelto convertido en figura. Su calidad técnica es deliciosa. Ahora falta por evaluar si definitivamente tiene la cabeza amueblada.

Mario Götze: Reconozco que lo mío con él es amor a primera vista. Nos conocimos a través de la televisión en el Europeo sub-17 de 2009 y que hoy sea mortal de necesidad para su equipo no me sorprende lo más mínimo. Clase, visión de juego, seis goles y once asistencias son la carta de presentación de un jugador que ha sido internacional en todas y cada una de las categorías de Alemania, incluida la absoluta.

Sven Bender: Los gemelos Bender son todo un fenómeno futbolístico en Alemania. Lars despunta en el Leverkusen y Sven en el Borussia, donde su labor en el centro del campo es fundamental. Ambos han sido ya llamados por Low y la duda ahora es saber cual de ellos llega más lejos. De momento Sven ya tiene en sus vitrinas una liga.

Jakub Blaszczykowski: Más conocido como Kuba por el nombre que aparece en su camiseta, el polaco es uno de los futbolistas más querido por la afición, que le eligió jugador del año 2009 por delante de Subotic o el mito Frei, uno de los que se ha perdido el gran éxito de esta campaña tras muchos años peleando por la causa. Las circunstancias y la dura competencia le han restado minutos este año pero con todo sigue siendo importante.

Shinji Kagawa: Su lesión fue quizás el principal daño colateral que para el fútbol dejó la Copa Asia. Se marchó con su selección a jugar a Qatar y desde entonces no se le ha vuelto a ver sobre los campos de la Bundesliga. Su espectacular inicio de campaña, donde se destapó como sorprendente goleador, hacía presagiar que el equipo tendría muchos problemas en su ausencia. Al final no ha sido así y, por sacar algo positivo, la lógica dice que devolverá la paciencia que han tenido con él jugando al menos una campaña más para el club, algo que parecía utópico hace unos meses.

Antonio Da Silva: Uno de los pocos jugadores del equipo que sobrepasa la treintena. No ha tenido tanto protagonismo como otros compañeros pero aún así el club le ha renovado por una temporada más. Quizás sea el premio al gol vital que anotó en la visita al Hoffenfeim y que dio un valioso empate en el minuto 93.

Sebastian Kehl: Los problemas físicos se han cebado con el capitán del equipo durante los últimos dos años, en los que apenas ha superado la decena de partidos. Su presencia en el terreno de juego ha sido pues testimonial pero su carácter ha tenido a buen seguro mucho que ver en el aspecto anímico y psicológico.

Markus Feulner: Petición del entrenador, que ya le tuvo a sus órdenes en el Mainz, este futbolista criado en la cantera del Bayern y que también pasó por el Colonia apenas ha sido utilizado por el hombre que apostó por él habiendo quedado relegado casi al ostracismo.

Kevin Grobkreutz: Es junto con Goetze el gran descubrimiento de este año. Su movilidad en ataque y sus goles han sido aval más que suficiente para ser llamado a vestir la elástica nacional. Grobkreutz es además uno de esos futbolistas con los que la afición empatiza pues es aficionado al club desde pequeño y ha nacido y crecido en la ciudad. Está llamado a ser un mito si se mantiene fiel a los colores.

Lucas Barrios: Las cifras de "La pantera" hablan por sí solas. Delantero sacrificado que sabe estar donde debe en el momento adecuado, la campaña de su debut anotó 19 dianas. Este año lleva de momento 14 pero ha trabajado mucho más en beneficio del bien común, una labor plasmada en la consecución del título.

Robert Lewandowski: Es el jugador "número doce" que toda plantilla necesita. Cuando ha sido necesario tirar de él ha respondido haciendo goles, ocho concretamente. Puede ser un futbolista fundamental en el futuro si se produce alguna deserción en el plano ofensivo. Está preparado para aprovechar la oportunidad.

Mohamed Zidan: Es el gran perdedor de este Borussia. Una rotura de cruzado le tuvo apartado de la competición los primeros meses y cuando quiso reintegrarse ya era tarde, otros habían ocupado su lugar. Tras varias campañas convertido en uno de los referentes en ataque ahora tiene que ver como la gloria se la llevan otros.

Marco Stiepermann: Espigado delantero al que apenas se ha podido ver, poco o nada ha aportado al éxito colectivo. Sin embargo no era eso lo que se esperaba de él, sino que siguiera tomando contacto con el fútbol de elite. Con solo 20 años lo mejor está por llegar.