viernes, 29 de junio de 2012

Un hombre tranquilo


Sucede que con la llegada de un gran torneo, las concentraciones se convirten en una especie de campamento militar en el que no hay tiempo para alterar la rutina. Los futbolistas porque dedican su vida a descansar, a quemar la Play Station o a jugar a las cartas mientras fuera cientos de fans se agolpan a la puerta en busca de su autógrafo. Los entrenadores porque emplean las veinticuatro horas del día (incluídas aquellas que le roban al sueño) para estudiar al milímetro cada detalle, cada jugada.

Decía Joachim Löw en una entrevista concedida a la revista Panenka que durante los torneos su calidad de vida "se hunde hasta el mínimo" y entra "en un túnel". Por ello su mirada ayer mostraba frustración y automutilación tras la derrota contra Alemania. Un semblante que contrastaba con el de Prandelli, en cuyo rostro asomaba la satisfacción por el trabajo bien hecho. Es cierto que el triunfo siempre dibuja la sonrisa pero es poco probable que el seleccionador italiano hubiese mostrado una imagen tan tétrica en el fracaso como la de su compañero.

Hombre discreto a la par que elegante, vivir el sufrimiento fuera del campo le ha hecho inmune al mismo dentro de él. Huérfano de padre desde los dieciséis años, integrante de la plantilla de la Juventus que disputó la trágica final de Heysel y viudo tras perder a su mujer por un cáncer de mama en 2007; son demasiados los golpes que ha recibido. Le duelen las derrotas, por supuesto, pero no como para somatizarlas hasta el paroxismo.

Por ello su rostro es siempre tranquilo, inalterable a las críticas y a los halagos. Actúa desde la normalidad más absoluta, sin levantar la voz. Dice las cosas claras y piensa en alto, pero nunca buscando la polémica. Rehúye la confrontación directa con Balotelli pero le tira de las orejas en público. Sabe que si la cosa se pone fea, cuenta con la experiencia y la sabiduría de un vestuario entregado a la causa de la victoria tras el varapalo del Mundial de Sudáfrica. Laissez faire, que dirían los franceses.

A fin de cuenta los desmanes del delantero no son sino menudeces de juventud que parecen no quitarle el sueño. De hecho, da la sensación de que nada lo hace. Resulta difícil imaginárselo encerrado en la habitación trazando diagonales sobre una hoja con un rotulador. Es un personaje atípico que disfruta de lo que tiene sin pensar en o que vendrá. Un tipo que durante el torneo, tras cada partido y en mitad de la noche, realiza peregrinaciones esporádicas en compañía de su cuerpo técnico rumbo a capillas e iglesias cercanas al hotel de concentración.

Ayer el destino fue una parroquia de Cracovia. Un paseo sosegado y relajado del que volvió a las cinco de la mañana. Respirar aire fresco y reflexionar sobre lo divino y lo humano parecen ser buenos argumentos para estas escapadas furtivas aunque esto no son sino suposiciones. Lamentablemente es posible que nunca sepamos de qué habla en los trayectos, si menciona el fútbol o simplemente se entrega a la reflexión en grupo.  Arcanos de un hombre indescifrable que, desde la serenidad, disfrutará el domingo de su primera gran tarde de gloria. ¿El futuro? Dios proveerá.

A partir del lunes empiezo una nueva rutina en lo laboral. No descarto que, dadas las circunstancias, me impida actualizar el blog tres veces por semana tal como sucede ahora. Haré todo lo posible para no suceda aunque lamentablemente no estoy en condiciones de asegurarlo. Espero que podáis disculparme y que sigáis pasando por esta que es vuestra casa.

miércoles, 27 de junio de 2012

Los escuderos de Cristiano


Joao Moutinho y Raúl Meireles son a simple vista muy distintos. El primero tiene cara de niño bueno. Es bajito, entrañable y no luce ningún tipo de look extravagante. El segundo tiene un rostro de facciones duras al estilo de los matones de barrio y cubre su cuerpo con tatuajes y su cabeza con una mata de pelo que adopta todo tipo de formas imaginables. Si uno les viera juntos por la calle no dudaría en catalogarlos como la extraña pareja.

Y sin embargo, sobre el césped, resulta difícil entender a uno sin el otro. Juegan en clubes distintos, es cierto, pero cuando se enfundan la elástica nacional actúan como si se conocieran de toda la vida. Cada uno ocupa su franja de actuación y, en amigable compadreo, se ponen manos a la obra mirándose de reojo, coordinándose como si fueran bailarinas.

Si uno presiona, el otro recula. Si uno decide cambiar el juego, allí aparece su compañero. Si uno es sobrepasado, el otro llega en su ayuda. Si uno se mete en una tangana, por el ring se deja caer su compañero de fatigas para defenderle. Y ay de aquél que ose darles una patada... sabe que antes o después le llegará de vuelta procedente del castigado o de su gemelo en el trivote.

Porque sí, ambos pertenecen a un complejo mecanismo en el que tercia el hombre-escoba Miguel Veloso. Lo que no puede hacer uno de los dos, se encarga de solventarlo el futbolista del Génova, que ha vuelto a reencontrarse consigo mismo tras una crisis identitaria que le llevó a desaparecer del mapa mientras se adaptaba al correoso fútbol italiano. La lesión de Martins le benefició y él ha sabido devolver esa confianza dándole a Paulo Bento justo lo que él le pide dentro del inamovible 1-4-3-3 (sí, siempre con el uno delante según mandan los cánones).

Los tres se bastan para cumplir impecablemente con los requisitos de un sistema que tiene en Cristiano Ronaldo a su mayor virtud y al mismo tiempo a su gran defecto. El jugador del Real Madrid es capaz de decidir él solo un partido y de fabricarse sus propias ocasiones pero al mismo tiempo se sacrifica poco en defensa, algo que sucede de forma análoga con Nani. Por ello son Moutinho y Meireles los encargados de realizar la presión alta y tapar en la medida de lo posible las líneas de pase, aventuras que serían difíciles de correr si no estuvieran escoltados por Veloso.

En el plano ofensivo, ofrecen la opción de los desdoblamientos cuando Ronaldo o Nani se dejan caer hacia el centro y al mismo tiempo la llegada desde segunda línea aprovechando la acumulación de contrarios en torno a los dos extremos desequilibrantes. Meireles con su potente disparo y Moutinho con su calidad, que le permite filtrar pases inverosímiles, suponen al mismo tiempo un constante peligro tan eficaz como inesperado.

Con el paso del tiempo todos se han ido acoplando, puliendo sus defectos y potenciando sus virtudes. Se entienden bien, se complementan mejor y están en su pico de forma, algo que había sido difícil de ver hasta ahora. Individualmente siempre fueron considerados unos centrocampistas con un gran potencial que nunca terminaban de dar lo que se esperaba de ellos. Puede que, en el fondo, necesitaran encontrar a sus compañeros de viaje. La unión ha hecho la fuerza. Cuidado con ellos.

lunes, 25 de junio de 2012

Pirlo, bendita locura




Hay pocas, muy pocas fotos, de Andrea Pirlo sonriendo en medio de un partido. De vez en cuando se pueden atisbar indicios de alegría en alguna pequeña mueca que altera su rostro pétreo, pero son livianos y fugaces. Ni siquiera cuando anota un gol. En esos momentos prefiere gritar, apretar los puños, dejar que la masa se arremoline en torno a él y, una vez resurgido de entre la marabunta, volver a su estado natural de concentración.

Ayer tampoco era día para excepciones. Pragmático como siempre, había cumplido con su labor, la de transformar el lanzamiento que le había sido asignado en la tanda. Con seriedad colocó el esférico en el punto fatídico y con la misma se fue después camino del centro del campo pese a deleitar al mundo con una obra de arte, un penalti a lo Panenka que habría firmado con los ojos cerrados el propio futbolista checo que le da nombre.

Bien es cierto que su selección iba por detrás en el marcador y que aquello solo era una piedra más en la construcción de la victoria, pero era la piedra angular. Una de esas acciones que saca del partido al contrario cuando le ve caminar solitario con el 21 a la espalda y el buen regusto que deja el deber cumplido. Que al mismo tiempo da confianza a los compañeros. La penúltima joya de un futbolista que hace fácil lo impensable, que como en su día dijo Marcelo Lippi ejerce de "líder silencioso que habla con los pis". Una extravagancia, un recurso que nadie se espera en el momento más crítico. La guinda a un partido perfecto.

Italia se llevó la eliminatoria en la última oportunidad que tenía de hacerlo. Pero dispuso de muchas antes durante ciento veinte minutos, casi todas ellas cinceladas por las piernas del prodigio lombardo. Más allá del punto y aparte que supuso el lanzamiento desde los once metros, el suyo fue un partido con tintes de antología. Sobre el césped de Kiev exhibió toda su obra, una poesía futbolística que se escribe con versos alejandrinos, largos y elaborados pero siempre pensados con la finalidad de deleitar al que está al otro lado.

La figura de Pirlo equivale, por buscar un símil, a la del quarterback en el fútbol americano. Cuando el equipo tiene claro cómo se va a posicionar ofensivamente, él se queda en la retaguardia. Espera a que los defensas se replieguen y es en ese momento en el que ha conseguido ganar espacio suficiente para moverse en libertad, pide el cuero. Lo recibe con dulzura y alza la vista en busca de cualquier cuerpo móvil. Al detectar el objetivo, ese hoyuelo que le da una personalidad característica a su barbilla, actúa como punto de mira. Orienta su mentón y desplaza el balón cinco, diez, treinta metros con la precisión  y la delicadeza de un luthier. Si la cosa se complica, avanza hasta que todo se clarifica o retrocede y vuelve a empezar.

Aprendió de los mejores pero le costó encontrar su sitio. Se perdió en cesiones durante sus primeros años hasta que el Milán entró en su vida. Diez primaveras le había regalado a San Siro hasta cuando el verano pasado le abrieron la puerta de salida en plena operación renove. Su venganza fue dulce. Fichó por la Juventus y ganó el Scudetto siendo el gran protagonista, jugándolo casi todo y repartiendo entre sus compañeros en forma de asistencias la felicidad que nunca se vislumbra en él cuando pisa el césped.

Porque para Pirlo el fútbol no es un entretenimiento, es algo más que eso. Un modo de vida, un campo de batalla donde siempre tiene que ejercer de general. No tiene caballo ni espada pero no le hacen falta. Solo con mirarle a los ojos los demás encuentran motivos para luchar hasta el último aliento.Una buena tarde suya vale el abono de toda la temporada. Ayer la tuvo en el mejor escenario posible. Se puso en primera línea y exhibió los galones sin miedo a la derrota.


Algo parecido sucedió en el Mundial 2006 cuando la azzurra se cruzó con los anfitriones. La historia se repetirá el jueves. Pase lo que pase su penalti ya es historia visual de esta Eurocopa. Una acción fría y calculada que en el fondo lleva implícita algo de esa filosofía que un día expresó en voz alta: "Me gustaría volver a jugar al fútbol de la infancia, un fútbol puro y limpio".

viernes, 22 de junio de 2012

En el nombre de Alketas

Aquella tarde en Foxborough, tras disputarse el último encuentro de la primera fase, entró en el vestuario con una lista de cuentas pendientes. Tal era su rebote, que ni siquiera esperó a quitarse la gorra con la que generalmente cubría su cabeza durante los partidos para tolerar el insufrible calor que castigaba a los participantes en el Mundial de Estados Unidos. Los rostros de frustración y los gestos de cansancio de los futbolistas se mezclaban con el olor a linimento en una de esas escenas típicas que suceden a las derrotas. Golpeó unas cajas con el puño, dio voces fuera de sí, soltó alguna que otra palabra malsonante...

Haciendo caso omiso de las voces críticas que pedían el paso de las nuevas generaciones, había decidido convocar al bloque que consiguió la clasificación para la cita. Poco le importaba que algunos jugadores estuvieran fuera de forma o tocados. Confiaba en que, llegado el momento, darían lo mejor de sí mismos para honrar su bandera y de paso dejarle a él en buen lugar. Aquella era su cita. En territorio norteamericano le tenían en gran estima después de dirigir al combinado nacional y ahora volvía a su segunda patria con otros colores, los de su tierra natal, que participaba por primera vez de la fiesta del fútbol. Ese hombre era griego y se llamaba Alketas Panagoulias.

Su equipo no solo pasó desapercibido sino que encima lindó con el ridículo, de ahí su cabreo. Diez goles en contra y ninguno a favor en un grupo en el que coincidieron con Argentina, Bulgaria y Nigeria suponían una losa demasiado pesada para un país que, en la fase previa, solo recibió dos pese a quedar encuadrada con rivales como Rusia o Hungría. Las expectativas, sin ser elevadas, estaban a priori por encima del resultado final.

Sin embargo, y a pesar de ese borrón, el técnico seguía siendo un ídolo para los helenos. La primera participación en un Eurocopa, la de 1980, también había llegado bajo su batuta y eso no se olvidaba. Aseguran que tácticamente no aportó nada diferente que simplemente se limitaba a transmitir su fe en la victoria y el orgullo de llevar en el pecho un escudo, fuese el que fuese. Eso sí, lo hacía muy bien.

Con esas armas logró convertir en creyentes a unos hinchas extremadamente fogosos pero que se dejaban el aliento con sus clubes. Además sentó las bases para que aquellas dos gestas no fueran algo aislado demostrando que Grecia podía estar en las fases finales valiéndose de tipos poco técnicos pero infatigables en el trabajo, feos (solo hay que ver la gama de cejijuntos de aquél Mundial 94) pero efectivos.

Dieciocho años después uno observa todo lo que ha cambiado el fútbol en su patria desde entonces y se echa las manos a la cabeza. De la mano de Otto Rehhagel, el único entrenador con más internacionalidades que Panagoulias, se obró un milagro que ni los más optimistas hubieran imaginado. Aquella Eurocopa de Portugal es una de las sorpresas más grandes que se recuerdan en el deporte rey. Sin nada tocaron el cielo en un 2004 para recordar que se redondearía con la celebración de los Juegos Olímpicos en Atenas.

Eran días de vino y rosas, de una gloria que no se recordaba acaso desde tiempos de Platón y Sócrates (el filósofo, no el futbolista). Gracias al deporte aparecían en el mapa, se convertían en el ombligo del mundo. Todos sabían que sería pasajero, que pronto volvería la normalidad y el anonimato. Nadie esperaba que después del ascenso llegara la caída.

Hoy los periódicos vuelven a hablar de Grecia pero esta vez las noticias no son buenas, ocupan la sección de internacional pero perfectamente podrían trasladarse a las páginas necrológicas. El bienestar social ha muerto en un lugar de zona cero económica. Sus habitantes son unos parias en el viejo continente, una "rémora" para ese tren del progreso que abandera Alemania y que poco a poco se va quedando sin vagones. El último en caer, el de España. 

Con preocupaciones mucho más importantes que el rodar del esférico,  hoy disputan los cuartos de final de la máxima competición continental contra la todopoderosa Alemania. Un duelo extremadamente morboso en lo social, con unas connotaciones que van mucho más allá de lo meramente deportivo. Políticamente Grecia es un estado subyugado a los dictados germanos, pero sobre el césped solo serán once contra once. Es cierto que la frase dice que en ese tipo de circunstancias, la balanza siempre cae del lado teutón. Pero el orgullo de todo un pueblo bien vale para que sus representantes se dejen el alma. Y si en algún momentose olvidan de ello, que miren su hombro. Allí luce un crespón negro. Panagoulias murió el pasado lunes.

jueves, 21 de junio de 2012

Un repaso a la primera fase

Lo normal es que los miércoles este espacio lo ocupe la sección "¿Qué ha sido de...?". Sin embargo, la actualidad manda y durante la Eurocopa, esta será la protagonista de los tres posts semanales. Empiezo esta nueva rutina con una análisis sobre la actuación de cada selección en la primera fase que ya ha concluido.

Polonia: Había muchas esperanzas puestas en el combinado anfitrión. Primero porque albergar el torneo garantiza en la mayoría de las ocasiones superar la primera ronda, más cuando el partido inaugural parecía ponérsele de cara. Segundo porque Smuda comandaba una generación interesante, con futbolistas que habían realizado una gran labor en el Borussia bicampeón de Bundesliga. Sin embargo el buen momento de forma que atravesaba Lewandowski y la casta de Blazscykowski no fueron suficientes para lograr el objetivo. Una lástima ya que su propuesta era atractiva, con un vertiginoso juego a la contra que resultaba vistoso.

Rusia: Favoritos indiscutibles de su grupo tras una buena fase de clasificación, los de Advocaat han ido de más a menos. Empezaron disputando un gran partido contra la República Checa que al final resultó ser un brillante espejismo. El empate contra Polonia y la posterior derrota contra Grecia les ha dejado fuera pese al buen plantel que habían llevado, mezcla de juventud y veteranía. Más allá de lo deportivo, la imagen de sus hinchas ha sido aún peor, con enfrentamientos vergonzantes contra sus homólogos anfitriones tras el segundo encuentro. Por decir algo positivo, cabe destacar las actuaciones individuales de Alan Dzagoev que probablemente le sirvan para salir por fin rumbo a una gran liga europea.

República Checa: Nunca importa la situación en la que llegue esta selección a las grandes citas porque siempre demuestra una inusitada capacidad para competir y dar lo mejor de sí misma. La Eurocopa es su torneo fetiche y por lo general nunca defraudan. La falta de grandes nombres han sido capaces de suplirla con garra y entrega. Además han demostrado tener una gran fortaleza mental. La derrota por 4-1 frente a Rusia en la primera jornada podía haberles hundido en la miseria pero lograron reponerse del golpe y al final pasan a cuartos como primeros de grupo. Han demostrado ser un bloque compacto que tiene en el trabajo y el sacrificio sus mejores armas. Para todo lo demás, ya está Peter Cech.

Grecia: Un milagro como el de 2004 se antoja a día de hoy imposible. En cualquier caso, pasar de ronda ya es todo un logro. Acostumbrados a sufrir y a mirar hacia adelante con sus limitaciones, juegan cada partido como si no tuvieran nada que perder. La vieja guardia sigue rindiendo a un nivel notable y es ella la que tira del conjunto. En cuartos espera Alemania en un duelo realmente morboso a escala social. Nadie da un duro por ellos. Como sucedió hace ocho años...

Alemania: Es la única selección que ha conseguido pleno de victorias en lo que llevamos de competición. Lejos de huir de su favoritismo, han cumplido con las expectativas en el llamado grupo de la muerte. Siguen conservando las señas de identidad que les han convertido en temibles y además tienen la confianza que da el hecho de que, tarde o temprano, algún título reconocerá el buen trabajo que han realizado a lo largo de los últimos años. Juegan de memoria, con precisión y eficacia. Si mantienen este nivel, solo una buena versión de España o la mala suerte podría alejarles del sueño.

Holanda: Lamentable. Ese es quizás el adjetivo que mejor define el paso de la subcampeona del mundo por el torneo continental. Nada le ha salido bien a una selección que ha demostrado importantes lagunas en la zona defensiva y que no ha sabido combinar con acierto a sus jugadores de ataque. Todo ello por no hablar de ese doble pivote antifutbolístico que no ha cambiado en dos años. La inmerecida derrota ante Dinamarca fue la clave, un bofetón moral del que no fueron capaces de reponerse. Se marchan con cero puntos y con un halo de vergüenza del que les costará desligarse.

Portugal: De los tres grandes del grupo, partía a priori como el conjunto con menos opciones de estar en cuartos. Al final le plantaron cara a Alemania, lograron una victoria agónica contra Dinamarca y, en el momento que más falta hacía, apareció Cristiano Ronaldo para solucionar el entuerto. Conforme las ideas de Paulo Bento se han ido asentando, han ganado en solidez y en orden táctico. A ello contribuye también el buen momento de forma de sus tres mediocentros. Sin embargo, la carencia histórica de un nueve sigue siendo un obstáculo. Bien es cierto que un futbolista como Ronaldo puede llevar el solo todo el peso ofensivo, pero cuando este no tiene su día, sus compañeros lo notan y mucho.

Dinamarca: Nadie podrá decir de ellos que no lo dieron todo. Lo normal es que, viendo sus rivales, se hubieran relajado al carecer de presión. Pero con el milagro del 92 aún en la retina, los jugadores sabían que el nombre de la selección no se mancha. En tres partidos han demostrado tener una amplia gama de recursos. En el primero contra Holanda enseñaron al mundo que saben sufrir y que saben lo que es la efectividad. En el de Portugal, que nunca se dan por vencidos al remontar un 2-0 inicial. En el de Alemania, que son un equipo ordenado. Solo les faltó un poco más de calidad, pero eso ya lo da la madre naturaleza.

España: De nuevo un torneo más volvemos a ser el referente, el espejo en el que todo el mundo quiere mirarse, el rival a batir. Los de Del Bosque no han perdido las señas de identidad que les han servido para ganarse el respeto del panorama balompédico mundial y, sin embargo, han paseado por el filo de la navaja. Es el riesgo de los torneos cortos, que un mínimo fallo puede mandarte de vuelta a casa. Contra Italia se jugó muy bien y faltó el gol, contra Croacia se bajó el nivel pero acompañaron la suerte y las decisiones arbitrales. Ahora empieza lo serio, el cara o cruz. Con nueve o sin él, ya no hay excusas. Por sus logros en el pasado reciente nadie puede tener la osadía para hablar de fracaso, pero al mismo tiempo hay que pedir conforme a lo que se puede ofrecer, que es mucho. El reto del triplete es muy goloso.

Italia: Desde el comienzo de la competición he defendido que los transalpinos eran los grandes tapados. Pirlo está en estado de gracia dentro de un once en el que le escoltan muchos de sus compañeros en la Juventus que ha terminado la Serie A como campeona invicta. Además el escándalo ha llamado a sus puertas (como en 1982 y en 2006) y parece que les acompaña la suerte. Todo ello forma un cóctel que puede resultar explosivo. Impredecibles por naturaleza, es difícil vaticinar lo que pueden dar de sí. Ahora bien, si mueren por el camino, seguro que lo harán dando guerra.

Croacia: Las bajas de Lovren y Olic parecían ser el golpe definitivo para una selección que ya partía en desventaja con respecto a sus dos rivales directos. Sin embargo nadie recuerda un equipo balcánico que no pusiera las cosas complicadas o que no se dejara la piel en el campo. Competir va en su ADN y esta vez no ha sido una excepción. Llevaron a España al límite, sembrando el pavor en los hogares patrios. Bilic se marcha del banquillo sin un gran logro pero habiendo dejado, eso sí, el pabellón muy alto.

Irlanda: No tenían nada que perder y por ello lo han perdido todo. Es el primer gran torneo del que se marchan con cero puntos en el casillero y sin haber dejado alguna sorpresa. Actuación anecdótica que en el fondo era el premio a una generación que ya se extingue. Ahora toca ponerse manos a la obra con las bases para asegurarse un futuro prometedor.

Ucrania: Muchos esperaban verla en cuartos de final pero de momento existe un escalón muy pronunciado entre los más jóvenes y los más veteranos que se ha notado. Ambos bandos no se han acoplado bien sobre el terreno de juego y el conjunto se ha resentido. Hay que añadir a ello la baja de sus tres porteros titulares. Blokhin se vio obligado a llama a Pyatov y un fallo de este fue el germen de la derrota contra Inglaterra. Interesantes detalles de Konoplyanka, un futbolista a tener muy en cuenta.

Inglaterra: Curioso el fenómeno de los "Pros". Este es probablemente el primer torneo, desde que tengo uso de razón, al que llegaban sin expectativas de ningún tipo. La baja de Rooney en los dos primeros partidos y el relevo en el banquillo sobre la bocina pintaban un panorama desolador que al final parece no serlo tanto. A pesar de ello se están mostrando sólidos y sin ofrecer nada del otro jueves, al menos han salvado el expediente. Todo lo que llegue ahora, bienvenido será.

Francia: El buen momento de forma en el que llegaron a la cita les situó, repentinamente, entre los favoritos. Lo siguen siendo por plantilla pero ya mucho menos. Su juego no ha sido bueno y encima ahora deberán sufrir el castigo que supone medirse a España en cuartos. ¿El motivo? Su pésimo encuentro frente a una Suecia que ya estaba eliminada. Falta fluidez, la que daría un futbolista capaz de hacer cosas diferentes por detrás de los delanteros. Lamentablemente no todas las generaciones tienen un Zidane.

Suecia: El sistema Ibrahimovicentrista en el que el delantero del Milán, uno de los mejores del mundo, era al mismo tiempo el alfa y el omega ha demostrado no ser efectivo. Zlatan ha dejado detalles de clase, se le ha visto bajando a recibir balones al centro del campo, tirar del carro, poner centros... pero no ha sido suficiente. Si al director se le dan demasiados galones y encima no le acompaña la orquesta, la música desafina.

martes, 19 de junio de 2012

Nápoles: El fútbol como medio de evasión

Eran las 20.00 horas del 3 de julio de 1990. Italia y Argentina saltaban al césped del estadio de San Paolo para verse las caras en las semifinales del Mundial ante 59.978 espectadores. En un lado los anfitriones, en el otro el ídolo del Nápoles campeón de Serie A. Maradona llegaba a su casa vistiendo otros colores, los de la selección rival. El torneo había sido duro para "El Pelusa", azotado con pitos hacia su persona en lugares como Milán, ciudad que expresaba de esa forma un resentimiento que nacía desde la impotencia por la reciente pérdida del Scudetto.

Lejos de eludir la zozobra y fiel a su carácter volcánico, Maradona había decidido incendiar la previa de aquél duelo contra la azzurra declarando: "Me disgusta que ahora todos les pidan a los napolitanos que sean italianos y que alienten a la selección... Nápoles fue marginada por el resto de Italia. La han condenado al racismo más injusto".

Un alegato social en favor de aquellos seguidores que le jaleaban cada fin de semana y al mismo tiempo una puñalada más a ese norte elitista que consideraba al sur subdesarrollado y a él un individuo de baja estofa. La grada, complacida por el gesto, se olvidó por unos instantes de su bandera y aplaudió el himno albiceleste mientras exhibía pancartas con mensajes como "Diego en los corazones, Italia en los cantos". Argentina alcanzó la final tras vencer en los penaltis en la que para muchos de los presentes aquella tarde fue la derrota más dulce de su combinado nacional.

Más de veinte años después una de las urbes más caóticas de Europa aún recuerda al ídolo en cada esquina, en cada bar, en cada conversación. Su nombre aparece serigrafiado en réplicas de aquella camiseta que patrocinaba "Mars". Su rostro en bustos que presiden altares improvisados. Su figura en pequeñas esculturas de terracota que asoman por los escaparates con la idea de despertar el afán consumista de algún turista. Su fotografía en recortes de periódico o enmarcada entre los muros de los restaurantes más populares de la ciudad junto al dueño de turno.

                  Homenaje al presente y el futuro en la famosa pizzería "Di Matteo"

Es la expresión máxima de la nostalgia entre los habitantes de una ciudad y una zona tradicionalmente maltratadas, que encuentran en el fútbol quizás su único motivo de orgullo, la única oportunidad de reivindicarse con respecto al resto. Desde la erupción del Vesubio hasta la pudredumbre de la camorra pasando por terremotos y epidemias, en Campania se desconoce el término "normalidad". Las circunstancias han dibujado un panorama apocalíptico donde no se respetan los semáforos en verde ni los pasos de cebra, donde en las calles de los barrios bulliciosos se desconoce el significado del término "papelera".

Y sin embargo estas escenas, que podrían incitar la huida, son las que convierten a Nápoles en un lugar con encanto único. Bajo la sombra del constante rechazo crece gente abierta que gusta del contacto mientras deja entrever cierto espíritu de supervivencia. Una actitud inteligible si se tiene en cuenta que hay algo de cierto en aquellas leyendas urbanas que incitan al recelo. Dicen los italianos que la presencia de la mafia no se ve pero se siente y lo hacen con conocimiento de causa.

    
Imagen figurativa del futuro del fútbol italiano en Positano. Sistema 1-4-3-2-1... detrás de un candado.

La sensación de peligro no es mayor que en otros países pero hay estampas que reflejan un lado oscuro y que al mismo tiempo resultan de una cotidianeidad abrumadora. Me refiero por ejemplo a la de un hombre con la envergadura de un armario ropero que permanecía en constante posición de alerta a la puerta del restaurante donde presencié el Alemania-Portugal. Por su forma de vestir quedaba claro que no se trataba del dueño; por sus movimientos bruscos dentro del local consumiendo bebida y comida a su antojo sin ni siquiera dar las gracias mientras de reojo vigilaba el acceso al local, tampoco.

Hablo también de esos dos guardaespaldas que esperaban pacientemente a que concluyera la misa de doce en la iglesia de Santa María de la Sanitá. De un disparo de bala contra el escaparate de una tienda de vestidos de novia. Del aspecto turbio de algunos de los viandantes del paseo marítimo. De las fotos que sin mediar palabra aparecen pegadas en las calles dando a entender que el recuerdo de esa persona permanece presente para aquellos que alguna vez convivieron con ella...

Una de ellas me llamó poderosamente la atención. Estaba alojada en una tubería justo a la puerta de la pizzeria Da Michele, probablemente la mejor de la ciudad con permiso de Sorbillo y Di Matteo. En ella aparecía un joven vistiendo la camiseta de un club local. El hecho de que esa instantánea para el recuerdo estuviera íntimamente ligada al fútbol me hizo comprender definitivamente que golpear un esférico allí, más que un deporte es una forma de vida.

Una vía para escapar del entorno, para aislarse y vislumbrar una realidad paralela. En pocas metrópolis de las varias que he visitado se juega tanto en la calle. Niños y no tan niños montan partidos improvisados sobre cualquier terreno. Solo hace falta un balón y un par de compañeros para organizar una fiesta en la que las porterías brillan por su ausencia al igual que las reglas. Algunos incluso se quedan en la retina.

Me sucedió en Piazza Dante, un recinto en el que la Federación Italiana había decidido instalar una fanzone para ver los encuentros de la Eurocopa. Italia y Croacia se jugaban los cuartos, nunca mejor dicho, y alejados de la euforia, un grupo de unos diez chavales con pelo en corte de cepillo -los italianos marcan tendencia, se pondrá de moda- pateaban un esférico desinteresadamente. Solo el tanto de Pirlo que ponía el 1-0 en el luminoso les despertó de su letargo. En masa corrieron hacia la pantalla gigante y en masa huyeron cuando terminó la última repetición para continuar con su rutina.

                       Los jugadores del Nápoles... hasta en los bombones

Algo semejante presencié en los alrededores de una iglesia, donde un muchacho rollizo regateaba absorto a otro sorteando a su vez a la multitud mientras vestía una ceñida camiseta de Hamsik. El eslovaco es a día de hoy el nuevo héroe de la hinchada, el espejo en el que todos quieren reflejarse. Sin alcanzar el carisma de Maradona, algo que probablemente nadie logre nunca, tiene una cota de protagonismo importante en los puestos ambulantes, sin duda alguna el mejor termómetro en lo que a popularidad se refiere. Le sigue de cerca Cavani y ya en la retaguardia el suizo Inler. Junto a sus zamarras, las de futbolistas como Pirlo o Ibrahimovic. Me decepcionó, por cierto, no encontrar la que buscaba. A pesar de haber nacido en la ciudad, Di Natale parece estar tan infravalorado dentro como fuera de las fronteras. Gran injusticia.

Por cierto Lavezzi, al que muchos quisieron situar como el heredero de Maradona en el corazón de San Paolo, ya no existe desde que fichó hace un par de semanas por el PSG. El argentino ha sufrido el castigo de la indiferencia, el más cruel que puede infligir el tifoso napolitano estándar, caracterizado por vivir cada duelo como si fuera el último.

Pude confirmarlo el día del partido entre España e Italia. Me desplacé hacia un distrito tranquilo para alejarme del bullicio. Resultó imposible. Si juega la selección todo se para. Los comerciantes se ponen de espaldas a la calle para seguir la acción en sus televisores cuando no se meten en la trastienda y dejan desatendido el negocio. Pronto el bar en el que me encontraba se hallaba repleto de italianos que nos prestaron a mi hermano y a mi la misma atención que a cualquier pieza del mobiliario. Tan solo el joven que tenía al lado se dirigió nosotros en una ocasión para, exaltado, mostrarme el recibo en el que se plasmaba una apuesta de cinco euros en favor de un tanto inicial de Mario Balotelli.

                   Campo de césped artifical junto al mar en la localidad de Ravello

Aquél movimiento brusco me hizo reflexionar acerca de la trascendencia que para los italianos tiene el juego e inevitablemente asocié todo con el escándalo del Calcioscommesse, un asunto que en territorio transalpino no parece haber levantado el revuelo previsible. La única explicación plausible para algo así es que todo se ve como un elemento colateral del fútbol al igual que las peñas del barrio de Forcella en las que echan humo los futbolines -allí vestidos con los colores del equipo local y del Milán-, las tiendas oficiales repartidas desde el puerto hasta una de las rúas principales o las porterías desmontables en los patios de las iglesias, costumbre esta última muy autóctona.

Ese fútbol que lo inunda todo, que lo es todo. Que está en cada recoveco, en cada diálogo, en cada trattoria. Que en una ciudad como Nápoles es un elemento de cohesión gracias a un club que ha vivido la gloria pero que también ha vislumbrado el abismo, que es una alegoría, concentrada en ochenta y seis años, de todo lo que ha vivido la ciudad en millones. Un fenómeno que es difícil de explicar. Hay que viajar allí para verlo.

viernes, 8 de junio de 2012

El abecedario de la Euro 2012

A. Adidas Tango 12 Finale: Este es el nombre del balón oficial que rodará en los terrenos de juego. Presentado en el sorteo que se celebró el pasado dos de diciembre, el modelo es el mismo que se utilizará en los Juegos Olímpicos aunque este lleva motivos inspirados en las banderas de ambos organizadores. Versión mejorada del Jabulani según los porteros; su peso es de 432 gramos, con costuras externas impermeables y una válvula que permite reducir la presión del balón durante el uso.

B. Bonucci: El central italiano es uno de los que se ha asociado a la trama de apuestas ilegales que ha salpicado al Calcio en la previa de la Eurocopa, conocida como Calcioscomesse. La investigación ya apartó de la selección a Domenico Criscito, jugador del Zenit de San Petersburgo, y ha salpicado a otros nombres importantes como el de Mauri, capitán del Lazio, o Conte, entrenador de la Juventus.

C. Cristiano Ronaldo: La Eurocopa será vital para el jugador portugués, que busca alzarse con el Balón de Oro frente a la oposición del argentino Messi. Una buena actuación individual podría darle el empujón definitivo que le permita lograr un premio que lleva persiguiendo con ahínco en los últimos años.

D. Delaunay: El primer secretario General de la UEFA y creador de la Eurocopa, Henri Delaunay, da nombre al trofeo que recibe el ganador. Elaborado en plata, pesa diez kilos y mide 42,5 centímetros. El modelo actual fue creado en el año 2006 y reemplazó al anterior sustituyendo pequeños detalles como la base de mármol. Para adquirirlo en propiedad, hay que ser vencedor en cinco ocasiones o lograr el hito en tres consecutivas.

E. Entrenadores: A sus 73 años, Giovanni Trapattoni será el más veterano de todos los que alguna vez dirigieron en una Eurocopa. Por su parte el luso Paulo Bento se convierte en más joven de la presente edición por delante incluso de nombres como Slaven Bilic o Michal Bílek. De todos, solo uno levantó alguna vez el trofeo. Fue Laurent Blanc, que consiguió ese hito como jugador en el año 2000.

F. Francia: El 28 de mayo de 2010 se decidió que el país galo albergará la siguiente edición en 2016. Los franceses se impusieron en la final a Turquía y a Italia, eterna aspirante. Será la primera en la que el número de participantes se amplíe de 16 a 24 y se extenderá en el tiempo un mes, del cinco de junio al cinco de julio. Nueve serán las ciudades que alberguen partidos: Burdeos, Lille, Niza, Paris (Saint Dennis y Parc des Princes), Lyon, Lens, Marsella, Saint Ettienne y Toulouse.

G. Grupos: Aunque son de sobra conocidos, nunca está de más recordarlos por si hay algún rezagado. En el A han quedado encuadradas la anfitriona Polonia junto a Rusia, Grecia y República Checa. El B, más conocido como grupo de la muerte, contará con Holanda, Alemania, Portugal y Dinamarca. El C es el de España, que se medirá a Italia, Croacia e Irlanda. En el D estarán por su parte Ucrania, Francia, Inglaterra y Suecia.

H. Hoteles: Los precios de los mismos en Ucrania serán uno de los principales problemas para los aficionados, que deberán rascarse el bolsillo en tiempos de crisis. Platini llegó a definir a algunos dueños como "bandidos y estafadores" al conocerse que el precio de las habitaciones llegaba en ciertos casos a multiplicarse por diez.

I. Inglaterra: Si las cuentas no me fallan, setenta y nueve serán los jugadores de clubes ingleses que disputarán la Eurocopa, siendo el campeonato nacional que más futbolistas aporta. Ayuda a ello el hecho de que los "pross" tengan a todos sus convocados disputando partidos dentro de sus fronteras y que suceda lo mismo casi con la totalidad de la selección irlandesa. Solo Ucrania y Grecia no tienen a ningún miembro de la expedición en las islas.

J. Jornada inaugural: Polonia y Grecia disputarán esta tarde el partido que subirá el telón de la competición. Veinte minutos antes del choque tendrán lugar los clásicos actos de apertura, que contarán con la actuación musical del pianista húngaro Adam Gyorgy y dle DJ italiano Karmatronic, que mezclarán estilos uniendo Chopin con los nuevos ritmos electrónicos. Los himnos nacionales de los dos contendientes los interpretará el Coro Académico de la Universidad de Varsovia y se incluirán coreografías de las que participarán unos 800 voluntarios.

K. Kiev: El estadio Olímpico de la capital ucraniana acogerá la final del uno de julio. Es el de mayor capacidad del torneo y también el que más historia alberga entre sus muros. Junto a esta sede, la de mayor prestigio, se unen otras tres en el país de Europa del Este (Lviv, Dontesk y Kharkhiv) y cuatro en Polonia (Varsovia, Wroclaw, Gdansk y Poznan).

L. Lesiones: Como suele suceder en todos los grandes torneos, los problemas físicos alteran de forma repentina los planes de los seleccionadores. En esta ocasión habrá ausencias de prestigio como David Villa, Carles Puyol, Frank Lampard o Andrea Barzagli. Sin ellos sus equipos pierden elementos importantes.

M. Mediaset: El grupo de comunicación tiene los derechos de emisión del torneo continental en España. Los partidos de las 18.00 horas se emitirán en Cuatro mientras que los de las 20.45 horas y los de España se podrán ver por Telecinco. Además Energy ofrecerá un programa nocturno en el que se resumirá la jornada a partir de las 23.00 horas.

N. Nueve: Esos son los goles que anotó Michel Platini, actual presidente de la UEFA, en el año 1984. Aquella cifra supuso un hito pues le valió para convertirse en el futbolista que más veces ha visto puerta en una única edición y también en la historia del torneo. Le sigue con siete Alan Shearer (cinco en 1996 y dos en el 2000).

Ñ. Ñ: Es la letra que nos diferencia con respecto al resto de países, lo mismo que sucede futbolísticamente con nuestro juego. España se ha convertido en una selección única, para muchos la mejor de la historia. Un modelo que todos quieren imitar, el rival al que todos desean vencer, un combinado que está ante el reto de lograr un triplete único.
O. Oceana: La cantante alemana es la encargada de poner su voz al servicio del tema oficial, "Endless summer", una canción con melodía pegadiza que resulta un tanto cursi. Esta convive en paralelo con el tema "No hay dos sin tres", que interpretan en español Dabid Bisbal y el dúo "Cali& El Dandi".

P. Panenka: Uno de los nombres más famosos de este torneo. Para algunos un temerario, para otros un revolucionario; su penalti frente a Alemania en la final del... será recordado por las generaciones futuras. En un momento de máxima tensión, con todos los ojos de un país en su nuca, se atrevió a inventar dejando para el imaginario colectivo una jugada que siempre irá asociada a su persona.

Q. Quiniela: Para la mayoría de la opinión pública España. vigente campeona del Viejo Continente y del mundo, es la principal favorita para revalidar el título. En un segundo escalón aparecen Alemania (por su juego vistoso que aún no ha tenido recompensa), Holanda (selección siempre consistente que además cuenta los pichichis de la Premier y la Bundesliga) y Francia (que ha mejorado mucho en los últimos meses). Si tengo que dar mi opinión, en cambio, creo que ganará Italia. Siempre que han llegado en una situación convulsa han vuelto con el entorchado a casa. Además el grueso del once lo conforman futbolistas de la Juventus, equipo que se ha proclamado campeón invicto de la Serie A y que además no ha disputado competiciones europeas

R. Racismo: Es uno de los temas que más ha preocupado a la UEFA en los últimos años. Las actitudes detestables de algunos aficionados enturbian en ocasiones el buen ambiente que debe reinar en los terrenos de juegos. Lamentablemente en Ucrania y Polonia ya se han vivido escenas de este tipo y algunos jugadores ya han amenazado con tomar cartas en el asunto. Uno de ellos, Balotelli, llegó incluso a asegurar que mataría al que le tirara un plátano.

S. Slavko y Slavek: Estos son los nombres elegidos por los internautas para las mascotas de la competición, dos jóvenes de pelos estrafalarios vestidos cada uno con los colores de su selección, las anfitriones Polonia y Ucrania. De nuevo se repite la fórmula coral que tan poco éxito tuvo en la pasada edición de Austria y Suiza.

T. Twitter: Será la primera Eurocopa desde la consolidación de esta red social, que cada día tiene más predicamento entre los habitantes de la aldea global. Es cierto que se creo en 2006, pero dos años más tarde, cuando "La Roja" triunfó en Austria y Suiza, aún estaba en fase de crecimiento. Hoy ya está consolidada y, a través de ella, ningún detalle pasará desapercibido. Su trascendencia la demuestra el hecho de que los jugadores de algunas selecciones, entre ellas España, han batallado para conseguir que no se lo prohíban en las concentraciones.

U. UEFA: El torneo es sin duda el mejor escaparate para el organismo europeo así como una poderosa fuente de ingresos. Derechos televisivos, merchandising, aplicaciones para móvil... toda una mina. Ahora bien, el calendario y las formas de hacer las cosas no siempre son satisfactorias para los clubes, que a fin de cuentas son los que pagan a los futbolistas.

V. Velasco Carballo: Será el árbitro que represente a España en la Eurocopa. Junto a él habrá otros once colegiados: Howard Webb (ENG), Stéphane Lannoy (FRA), Wolfang Stark (GER), Viktor Kassai (HUN), Nicola Rizzoli (ITA), Björn Kuypers (NED), Pedro Proença (POR), Craig Thomson (SCO), Damir Skomina (SLO), Jonas Eriksson (SWE) y Cüneyt Çackir (TUR).

W. Willems: El holandés Jetro Willems (30 de marzo de 1994) será el futbolista más joven de la cita. En 2011 se convertía en campeón de Europa sub-17 y en 2012 podría ser titular en la gran cita continental ante la baja de Pieters. El más veterano, Kostas Chalkias, tiene más del doble de su edad, 38 años.

X. XIV: Será la edición número catorce de la Eurocopa, que se estrenó en Francia '60. Alemania, con tres entorchados, es el país que más veces se ha proclamado campeón. Le siguen España y Francia con dos. Uno tienen la Unión Soviética, Checoslovaquia, Italia, Holanda, Dinamarca y Grecia.

Y. Yulia Timoshenko: Varios países amenazaron con boicotear la cita como consecuencia del trato que está recibiendo la ex Primera Ministra ucraniana. Timoshenko fue una de las figuras fundamentales en la Revolución Naranja, el movimiento ciudadano que buscaba impugnar, por fraude, las elecciones de 2004 en las que logró el triunfo Víktor Yanukóvich. Alcanzaron su objetivo colocando en la presidencia a Víktor Yúshchenko y a ella como Primera Ministra. Pese a ser destituida en 2005, consiguió volver al cargo en 2007 tras unas nuevas elecciones. Sin embargo, en 2010, perdió contra su antiguo enemigo político, Yanukóvich. Desde entonces las cosas no le han ido bien. Acusada de cometer un delito de abuso de poder en un contrato de compra de gas a Rusia, fue condenada a siete años de cárcel. Los dirigentes de esos países que pretendían no disputar el torneo, defienden que la decisión responde a una venganza política de Yanukóvich.

Z. Zrazy: Es el nombre de un plato bastante consumido en las dos naciones anfitrionas. Se trata de un rollo de carne picada relleno de diferentes verduras y posteriormente estofado. La carne prima sobre el pescado en lo que a consumo se refiere si bien es cierto que en la gastronomía polaca y ucraniana las sopas también tienen un papel preponderante.

Desde mañana y hasta el domingo día diecisiete estaré de viaje fuera de España por lo que el blog permanecerá inactivo. Intentaré ofrecer una crónica fidedigna de mis experiencias a la vuelta. Disculpad las molestias y disfrutad al máximo de la Eurocopa.

miércoles, 6 de junio de 2012

¿Qué ha sido de... el once titular danés en la final de la Euro 92?


Es poco probable que en las Eurocopas futuras veamos algo semejante a lo que sucedió con Dinamarca en el año 1992. Los nórdicos, que no se habían clasificado, fueron finalmente admitidos en el torneo debido a la exclusión de Yugoslavia como consecuencia del conflicto de los balcanes. Con las vacaciones planificadas, muchos de aquellos jugadores tuvieron que alterar los planes para representar a su país en Suecia. Lo que sucedió después es historia, con aquél país conquistando de forma sorpresiva el torneo. Estos son los once jugadores que fueron titulares en la final contra Alemania.

Peter Schmeichel: De él está todo dicho, uno de los mejores porteros de la historia. Su situación actual la conté en este blog hace tiempo http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4507333659197170372#editor/target=post;postID=1952583567924176895 Su hijo intentará continuar con el legado familiar en esta edición.

John Sivebaeck: Su nombre quizás os suene de algo más allá de su carrera futbolística. Y es que en cierta medida estuvo asociado al Real Madrid. Él era el representante de Thomas Gravesen. A esta faceta se dedicó tras colgar las botas después de militar en clubes como el United, el Saint Ettienne, el Mónaco o el Pescara. Una lesión provocó que fuera el único futbolista sustituido en aquella final.

Kim Christofte: Fue el autor del penalty que decidió las semifinales frente a Holanda. Llegó a jugar en el Málaga a mediados de los ochenta pero aquella experiencia duró apenas una campaña. El resto de su carrera la repartió entre su país natal (Brondby, Odense), Bélgica (Lokeren, Lierse), Suiza (Wettingen) y Alemania; donde fichó por el Colonia tras ganar el torneo de selecciones. Luego se dedicó al póker entre otros placeres de la vida.

Kent Nielsen: Con aquella gran victoria puso fin a su carrera como internacional tras cincuenta y cuatro apariciones y fichó por el Aarhus, donde dejó el fútbol tras dos cursos. Antes había vestido las camisetas del Bronshoj, el Brondy y el Aston Villa. Después se hizo técnico y tras unas primeras experiencias provechosas (fue entrenador danés del año en 2006), ahora dirige al Aalborg.

Torben Piechnik: Considerado como uno de los mayores fiascos en la historia del Liverpool, estuvo dos campañas en Inglaterra tras conquistar la Eurocopa. Apenas contó con minutos y acabó pidiendo su traspaso para firmar por el Aarhus. Jugó contra Alemania tras lesionarse en semifinales uno de los defensas titulares, Henrik Andreasen, que sufrió un choque con Van Basten. Posteriormente se convirtió en agente inmobiliario y masajista.

Lars Olsen: Fue el capitán de aquella selección. Nombrado mejor futbolista danés del año en 1988, no dejó su país hasta el verano anterior a la Eurocopa. Lo hizo para firmar por el Trabzonspor, aventura a la que siguió el verano siguiente una en el Seraing belga y otra en el Basilea antes de poner punto y final defendiendo los colores del Brondby. Ya como entrenador, tiene en su haber una Copa Danesa conquistada con el Randers. En la actualidad es el seleccionador de las Islas Feroe.

John Jensen: Un gol de este mediocentro abrió el marcador en aquella final. Algo extraño en un futbolista cuyo idilio con la portería era pasajero. Hasta tal punto fue así que, convertido en futbolista de culto para los aficionados del Arsenal, estos no pararon de realizar cánticos en su honor y de animarle hasta que llevó el balón a las mallas con la camiseta Gunner en un encuentro contra el QPR. El resto de su carrera la completó en clubes de su país y en el Hamburgo. A posteriori, se alió con Michael Laudrup y le siguió como asistente al Borndby y al Getafe. Además ejerció el mismo cargo en el Blackburn.

Kim Vilfort:  La suya fue una de las historias humanas del torneo. Hasta en dos ocasiones tuvo que abandonar la expedición para visitar a su hija de siete años, enferma de leucemia. Tenía la cabeza en otro lado pero los ánimos de su familia le animaron a volver con sus compañeros. Al final anotó uno de los penalties en las semifinales y el segundo tanto en el partido decisivo contra Alemania. En lo que se refiere al fútbol de clubes, pasó brevemente por el Lille antes de aceptar su traspaso al Brondby. Allí se convirtió en leyenda. Es el tercer jugador con más partidos en la historia del club y el segundo con más goles. De hecho, entre los aficionados, el estadio donde tantas glorias dejó se conoce como "Vilfort Park". Sigue ligado a la entidad como coordinador de las categorías inferiores.

Flemming Povlsen: Es complicado que alguien le recuerde de su paso por nuestro país, pero en su CV aparece. Povlsen fue jugador del Castilla a finales de los ochenta, a donde llegó tras dejar buenas sensaciones en el Aarhus. Fue solo un curso ya que, las dificultades para prosperar rumbo al primer equipo, le hicieron aceptar una propuesta del Colonia. De allí pasó al PSV, al Borussia Dortmund (donde coincidió en la delantera con Chapuisat) y por último al Braband. Si no fuera por las lesiones, podría haber llegado aún más lejos. A día de hoy, se dedica al fútbol de categorías inferiores.

Brian Laudrup: Si bien su hermano ha sido más conocido, él nunca pasó desapercibido. Jugó en alguno de los mejores clubes de Europa y también fue un hombre clave para su selección. El Bayern, la Fiorentina, el Milán, el Rangers (donde se le considera el mejor extranjero de la historia), el Chelsea o el Ajax (donde dijo adiós al fútbol) son nombres ilustres en una hoja de servicios que estuvo marcada por los problemas físicos. Alejado del césped a los 31 años, se hizo comentarista y se dedicó a jugar con las viejas glorias. Además, en 2010, superó un linfoma.

Henrik Larsen: Una decisión poco acertada, su fichaje por el Pisa, marcó su carrera. En el equipo italiano nunca pudo asentarse, en gran parte por su status de extracomunitario, y fue cedido sucesivamente al Lyngby, el Aston Villa y el Waldhorf Mannheim. Finalizado el vínculo entre ambos volvió al Lyngby antes de dejarlo en el Copenhague. Tras ejercer como seleccionador de las Islas Feroe, pasó por varios equipos como técnico o asistente.

lunes, 4 de junio de 2012

Top 25: Los mejores fichajes del año

Si la semana pasada os traía la lista de los peores fichajes del año, esta os acerco la de los mejores. Como sucede siempre en estos casos, se trata de algo subjetivo y, por supuesto, susceptible de ser comentado y discutido por cualquiera que así lo desee. También pido disculpas si me he olvidado de algún jugador, que a veces sucede.

25. Vedad Ibisevic (Stuttgart): Cuando llegó en enero su equipo no estaba fino pero él fue la pieza que faltaba para que la máquina funcionara. Sus ocho dianas han ayudado, y mucho, para acceder a los puestos europeos y remontar un inicio de temporada algo dubitativo.

24. Adil Rami (Valencia): Lo suyo ha sido llegar y besar el santo. El Valencia se puso las pilas para atarle lo más pronto posible y a la vista está que no se equivocaron. El galo es a día de hoy uno de los mejores centrales de la liga española y lo tiene todo para seguir progresando. Bien es cierto que ha ido de más a menos pero su velocidad, su fuerza y su capacidad para ver portería hacen que no se vislumbre su techo.

23. Samuel Etoo (Anzhi): La llegada del camerunés le ha servido a su propio club y a la liga en general para dar un salto cualitativo. Ha visto portería de forma recurrente y ha demostrado que sigue teniendo fútbol en sus botas.

22. Demba Ba (Newcastle): El club inglés es probablemente el que mejor ha fichado en el Viejo Continente como demuestra el hecho de que suma hasta tres jugadores en esta lista. Demba Ba, que llegó gratis procedente del West Ham, es por méritos propios el primero de ellos. Bien es cierto que en el tramo final de liga bajó su rendimiento de cara a puerta al verse desplazado en el dibujo como consecuencia de la llegada de otro compañero. Pero sus dieciséis goles en veinticuatro partidos (incluidos dos hat tricks y dos dobletes), su trabajo constante a lo largo del curso y su coste cero bien merecen un reconocimiento.

21. Alex (PSG): Defenestrado en el Chelsea, llegó en el mercado de invierno para apuntalar la zaga de Ancelotti. Todos los que ficharon por entonces (Maxwell, Motta) han sido claves en el tramo final pero quizás su aportación haya sido mayor. Lo ejemplifica dos hechos: Descendió la cifra de goles encajados y de las dos derrotas cosechadas por el equipo desde enero, una llegó sin él sobre el césped.

20. Adrián (Atlético): Lo confieso, nunca fui muy fan del español. Dicho eso, confieso que me ha ido ganando poquito a poco y que, este año, ha demostrado que merece estar en esta lista. Ha mejorado su acierto de cara a puerta, esa gran carencia que poseía, al tiempo que ha dejado muy buenos detalles de clase como aquél gol maravilloso frente al Hannover.

19. Júnior Fernández (Universidad de Chile): Su consagración llegó hace apenas un mes. Su equipo afrontaba la vuelta de los octavos de final de la Libertadores con un resultado adverso de 4-1 frente al Deportivo Quito. Anotó los dos primeros tantos de la remontada y regaló el quinto en una impresionante victoria por 6-0. Ya ha sido convocado con la selección consagrándose un ascenso meteórico cuyo fin de momento no se vislumbra.

18. Jérémy Ménez (PSG): Tras un paso más bien poco provechoso por Italia, ha regresado a su país natal para ofrecer de nuevo su mejor versión. Fundamental en el poderoso entramado ofensivo de los capitalinos, sus asistencias han repartido mucha felicidad entre sus compañeros. Le falta aún algo de físico para aguantar más partidos completos pero eso no le quita mérito a su gran campaña.

 17. Andrea Barzagli (Juventus): Llegó a la "Vecchia Signora" sin hacer ruido, como quien no quiere la cosa. Las expectativas con él eran bajas tras no despuntar en Alemania y su precio irriosorio tampoco ayudó. Sin embargo él solo ha sido capaz de imponerse la autoexigencia necesaria para convertirse en fijo y volver a la selección después de tres años de ausencia. De hecho contaba para Prandelli en esta Eurocopa, pero una lesión podría alterar esos planes.

16. Axel Witsel (Benfica): Es el segundo jugador de campo en el que más ha confiado Jorge Jesús solo por detrás de Cardoso. Eso dice bastante del buen rendimiento del belga, que tuvo que salir de su país, donde ya daba muestras de desquiciamiento, para no estancarse. Si confirma las expectativas el año que viene (es difícil que el Benfica le suelte este periodo estival), quizás de ese paso definitivo que le falta para estar en un club aún más grande.

15. Michel Vorm (Swansea): Sus manos son en gran parte responsables de la tranquila salvación del conjunto galés. Procedente del Utrecht, ha conseguido dejar la meta imbatida en catorce ocasiones gracias a un completo repertorio de paradas y a excelentes actuaciones individuales. Una de las revelaciones del campeonato.

14. Aléxis Sánchez (Barcelona): Las lesiones le han impedido rendir a un nivel superior. No obstante, su estreno en España ha sido muy interesante. Se ha acoplado bien a un equipo en el que no es fácil entrar, asimilando los automatismos de un entramado que funciona casi a la perfección. Algo que no está al alcance de cualquiera.

13. Moussa Sow (Fenerbahce): Su estratosférico gol de tijera frente al Galatasaray en uno de los derbis más calientes del mundo fue un argumento suficiente para demostrarle a la directiva y a los aficionados que no llegaba a Turquía a pasear. A ese le siguieron otros tantos, alguno de ellos trascendentales como el que le hizo en Copa al Kayserispor. Ya es un ídolo en un club ansiado de ellos.

12. John Guidetti (Feyenoord): Viendo su nombre y su apellido nadie diría que este delantero multicultural, que llegó a foguearse como futbolista en las calles de Kenia, ha sido ya convocado con la selección sueca. Esa noticia le ha llegado en un año en el que ha madurado por treinta. Sin opciones en el Manchester City, ya estaba firmado por el Twente cuando decidió renovar por los ingleses. Al final acabó cedido en el Feyenoord, donde ha destacado como uno de los máximos goleadores de la Eredivisie. Sus veinte dianas, incluido un hat trick frente al club que lo tenía ya atado, le han hecho ganarse el corazón de una grada a la que también ha tenido que pedir perdón por una expulsión absurda frente al RKC Waalwijk que a la postre le costó el empate a su club. Pecados de juventud.

11. Konstantinos Mitroglou (Atromitos): Sigue encadenando cesión tras cesión mientras en el Olympiakos se deciden a darle la oportunidad que se merece. Este año ha participado en más de la mitad de los goles de su equipo, méritos más que suficientes para ganarse un sitio en Atenas o para partir rumbo a un club de entidad.

10. Manuel Neuer (Bayern): Más allá de sus rajadas inapropiadas y de sus gestos que en ocasiones lindan con la prepotencia, no hay duda de que nos encontramos ante uno de los cinco mejores del mundo en su puesto. Sus buenas actuaciones han sido esenciales para que su club haya terminado como subcampeón de Europa.
 
9. Santi Cazorla (Málaga): Es difícil saber qué explica mejor la importancia de este futbolista, si el salto de calidad que han dado los andaluces desde su llegada o el bajón que ha experimentado su ex equipo, descendido a Segunda División, desde su partida. En cualquier caso el asturiano sigue creciendo, con una humildad que a veces se echa de menos en los más grandes.
 
8. Andrea Pirlo (Juventus): Cuando el piloto Valentino Rossi conquistó el título mundial de Moto GP en el año 2009 mostró una camiseta con el mensaje: "Gallina vieja hace buen caldo". Ese dicho podría aplicarse al centrocampista del conjunto turinés. Llegó en verano cuando el Milán decidió deshacerse de él y lo hizo con su varita mágica en la mano. Ha jugado casi todos los minutos del Serie A convirtiéndose en el cerebro del campeón invicto. A sus 33 años quiere seguir dando guerra y demostrando que la clase nada tiene que ver con el carnet de identidad.

7. Yohann Cabaye (Newcastle): Su fichaje por el Newcastle a cambio de unos cinco millones de euros bien podría calificarse de timo o considerarse como un regalo del pueblo francés al inglés. Con el cuatro a la espalda, heredado de Kevin Nolan, se ha destapado como el mediocentro que todo equipo querría tener. Hace de todo y además bien. Es extraño que su nombre no haya sonado aún para ningún grande aunque una Eurocopa a la altura del resto del resto de su campaña puede acabar con ese misterio.

6. Arouna Koné (Levante): El milagro del conjunto valenciano lleva, entre otros, el nombre y el apellido de este delantero marfileño que llegó cedido por el Sevilla y que tuvo que hacer todo lo posible por dejar de meter goles con tal de no volver a la capital hispalense, donde en su día se convirtió en el fichaje más caro de la historia de la entidad. Todo lo conseguido a sido la recompensa a varios años de sufrimiento por culpa de las lesiones, que parecía lastrarían una carrera que se antojaba más que provechosa. Ahora, por méritos propios, vuelve a sonreír.

5. Papiss Demba Cissé (Newcastle): No existen los problemas de adaptación para quien tiene una portería entre ceja y ceja. Llegó en invierno procedente del Friburgo tras una pobre Copa África y convirtió trece goles en doce partidos. Los hizo de todas formas y colores, alguno de ellos históricos como los que sirvieron para lograr la victoria frente al Chelsea en Stamford Bridge, la primera de "las urracas" en ese feudo desde la creación de la Premier. Pocos jugadores contratados a mitad de año han ofrecido tan buen rendimiento.

4. Kun Agüero (Manchester City): Solo ese gol agónico que le daba su primera Premier al City justificaría a ojos del jeque la inversión. Pero el argentino ha ido mucho más allá. En su estreno en la Premier ha firmado 23 goles y ha repartido 10 asistencias asociándose a las mil maravillas con todos sus compañeros, especialmente con Silva. En una constelación como la mancuniana, su presencia hacer mejor a sus ya de por sí estatosféricos compañeros.

3. Radamel Falcao (Atlético): Escuchar a la afición atlética coreando su nombre al ritmo de "Carnaval, Carnaval" pone los pelos de punta. Es el reconocimiento a un futbolista que se ha metido a los seguidores en el bolsillo pese a que en algún momento llegó a ser pitado. Ha hecho cifras que serían de pichichi si no existieran esos dos monstruos que son Messi y Cristiano Ronaldo. Con su garra y su lucha ha conseguido que Agüero sea ya pasado. Además se ha coronado por segundo año consecutivo como máximo goleador y campeón de la Liga Europa. No está nada mal para empezar.

2. Juan Mata (Chelsea): Que el asturiano era uno de los mejores futbolistas de nuestro país estaba fuera de toda duda. Ahora bien, su adaptación al fútbol inglés era una incógnita. Finalizada la campaña se puede decir que ha resultado inmejorable. Cuando los blues estaban al borde del naufragio, él era el único que los sacaba a flote. Al final su esfuerzo tuvo recompensa en forma de reconocimiento colectivo, el de la Liga de Campeones,e individual, al ser considerado por los aficionados de su club como el mejor futbolista de año.

1. Olivier Giroud (Montpellier): Resulta difícil recordar en el fútbol europeo reciente una inversión tan rentable. Dos millones de euros pagó el Montpellier por el máximo anotador de la Ligue 2, un delantero que lo ha sido todo en un equipo que se ha proclamado por primera vez en su historia campeón nacional superando entre otros al millonario PSG. La hazaña del club galo ha sido el milagro del año en Europa y él su principal artífice. Se irá valiendo cuatro o cinco veces más de lo que costó. Chapeau!

viernes, 1 de junio de 2012

Top 15: Los lesionados de la Eurocopa

Las lesiones son ese castigo del que nadie puede escapar. Atacan indistintamente a los futbolistas más modestos y a las grandes estrellas. Más o menos largas, más o menos dolorosas, aparecen cuando uno menos se lo espera. En muchas ocasiones, como le sucede a estos quince futbolistas, en el momento más inoportuno, justo antes de un gran torneo. Ninguno de ellos estará en Polonia y Ucrania.

15. Loic Remy (Francia): El jugador del Marsella representaba una magnífica alternativa en ataque, más teniendo en cuenta que Blanc había depositado mucha confianza en él como se pudo ver a lo largo de la fase de clasificación. No le quedaba mucho para que se le cicatrizara la herida que le impedía jugar, pero era un riesgo que, con el espectáculo a la vuelta de la esquina, no se podía correr.

14. Jack Wilshere (Inglaterra): El año que estaba destinado a ser el de su consagración definitiva se lo ha pasado en el dique seco viendo partidos por televisión. El Arsenal lo ha notado y a buen seguro sucederá lo mismo con el combinado inglés, necesitado de las pinceladas de clase que este centrocampista podía dar.

13. Giuseppe Rossi (Italia): Triste, muy triste lo del italiano. Se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha en el encuentro que el Villarreal disputó en el Bernabéu y, una semana antes de recibir el alta, recayó de la misma lesión y tendrá que estar otro medio año fuera de los terrenos de juego. Su ausencia la ha notado sobre todo su club, pero eso no quita que también fuera importante para su país que, al menos, tiene buenos parches para el descosido.

12. Vasily Berezutski (Rusia): Advocaat se queda sin uno de los gemelos, importante para sus planes en la zona defensiva. Como otros futbolistas de esta lista (el caso de Villa o de Thiago), fue él mismo el que se descartó con la idea de no perjudicar al resto de sus compañeros. Un gesto que le honra.

11. Thomas Sorensen (Dinamarca): A sus 35 años, el meta del Stoke acariciaba con los dedos la que quizás fuera su última oportunidad de disputar un torneo de selecciones. La cita estaba cerca, muy cerca, pero unos problemas de espalda sufridos durante el amistoso frente a Brasil desaconsejaron que viajara a Ucrania y Polonia. Su puesto lo ocupará ahora Kasper Smeichel, el hijo del meta al que en su día sustituyó bajo los palos nacionales. Sin embargo Andersen y Lindergaard deberían disputarse el puesto en el once.

10. Roman Shiskin (Rusia): Una gastroenteritis deja sin Eurocopa al lateral diestro ruso y merma aún más la zaga de Advocaat, que tendrá que hacer encaje de bolillos para solucionar el entuerto. Lo que parece una enfermedad de lo más normal, en el caso del jugador del Lokomotiv se había acrecentado y, tras perder mucho peso, su marcha de la concentración fue inevitable.

9. Eric Pieters (Holanda): Si la defensa ya era la línea más débil de la Oranje, con la baja del jugador del PSV por una lesión en el tobillo los problemas se multiplican. Su puesto lo ocupará a priori el interesante pero inexperto Jetro Willems, lo que en el grupo de la muerte con rivales como Alemania o Portugal se puede pagar caro.

8. Bacary Sagna (Francia): Annus horrbilis el que ha vivido el lateral francés. En el mes de octubre una acción con el jugador del Tottenham Assou-Ekotto le produjo una rotura en la pierna derecha que le mantuvo alejado de los terrenos de juego hasta enero. Volvió. Y cuando parecía que estaba recuperando de nuevo su mejor nivel, en el último encuentro liguero en el Emirates una entrada del futbolista del Norwich Bard Johnson le produjo una rotura de peroné en la misma pierna. El defensa galo acusó al inglés de haberle pisado "a propósito" pero eso ya nada solucionará. Se queda fuera de la Eurocopa y le abre las puertas de la titularidad a Debuchy.

7. Dejan Lovren (Croacia): Sus esfuerzos son dignos de elogio. Dos semanas antes de que se conociera la lista definitiva de Bilic tenía el pie escayolado debido a unos problemas en el ligamento del tobillo. Aseguró que hacía "todo lo que estaba en su poder" pero no ha sido suficiente. Los balcánicos pierden pues al referente de una línea en la que no cuentan con sus mejores efectivos. Pasar la fase de grupos será un poco más complicado.

6. Eric Abidal (Francia): El mundo del fútbol sigue pendiente de su recuperación definitiva, ansía volver a verle en los terrenos de juego con la vitalidad que siempre mostró. Su lucha ahora mismo se libra fuera del césped y de momento está ganándole la partida a ese monstruo de nuestro tiempo que es el cáncer. Seguro que estará de vuelta en el próximo Mundial.

5. Gareth Barry (Inglaterra): Otra baja muy importante para el puesto de mediocentro. Habría entrado en la lista definitiva pero se cayó a menos de una semana del campeonato por problemas en los abdominales. Fundamental en el esquema de Hodgson hubiera sumado, y mucho, en un puesto que al final se ha quedado sin sus principales efectivos.

4. Oleknsandr Shovkovskiy/Oleksandr Rybka/Andriy Dykan (Ucrania): Lo de la selección anfitriona solo puede ser considerado un gafe o un mal de ojo, no existe otra explicación. Que se ausente el portero titular entra dentro de lo posible, pero que suceda lo mismo con los dos que están llamados a sustituirle... El primero en caer fue Rybka, sancionado dos años por consumo de sustancias dopantes. Luego fue Dykan, que está fuera de los terrenos de juego desde marzo. Finalmente el último damnificado ha sido el meta del Dynamo de Kiev, el que más opciones tenía de defender la meta. Una inoportuna lesión en el hombro le plantea al seleccionador un contratiempo severo ya que se queda sin sus tres primeras espadas para un puesto clave.

3. Carles Puyol (España): A mediados de mayo Vicente del Bosque recibía una noticia que le obligaba a alterar completamente sus planes. El capitán del Barcelona, autor de aquél cabeza antológico que llevó a España a la final del Mundial, tendría que estar seis semanas de baja tras someterse a una artroscopia en su rodilla derecha. Si otros jugadores representan el cerebro o las piernas, él equivale a los pulmones y el corazón del equipo.

2. Frank Lampard (Inglaterra): El centrocampista del Chelsea es el último en unirse a esta desgraciada lista como consecuencia de unas molestias en el muslo derecho. Muchos decían que últimamente estaba en decadencia pero en cualquier caso es uno de esos futbolistas que todo seleccionador querría tener a sus órdenes sí o sí. Combina veteranía y espíritu ganador. Indispensable.

1. David Villa (España): El máximo goleador histórico de la selección se fracturó la tibia izquierda durante el Mundial de Clubes. Ha hecho todo lo posible por llegar a tiempo pero sus esfuerzos han sido, desgraciadamente, en vano. Sin su figura, el defensor del título pierde al gran referente en ataque, una baja muy difícil de cubrir como demuestra el debate nacional que ha surgido en torno a su sustituto.