viernes, 27 de septiembre de 2013

"Supermame" contra todo

 
La voracidad del fútbol espectáculo tiende a deshumanizar en ocasiones a los aficionados. Yo, de hecho, soy el primero en "exigirle" a un jugador que se luzca nada más aterrizar en un equipo, que deleite con su catálogo de filigranas y ofrezca la mejor de sus sonrisas. Ese ansia por tenerlo todo y tenerlo ya hace que en ocasiones se pierda la perspectiva y se difumine el llamado proceso de adaptación, una de esas situaciones que aún sirve para equiparar a una superestrella con el resto de seres vivos.

Nadie a quien saquen de su hábitat natural, a quien alejen de su familia y amigos para trasladarle a otro lugar, está exento de sufrirlo. Hay casos donde todo es más sencillo. Otros donde la cosa se complica. Y luego hay otros extremos como el de Mame Baba Thiam, delantero del Virtus Lanciano que el martes marcó su primer gol en Serie B, el que le dio la victoria a su equipo contra el Juve Stabia.

Nacido en la localidad senegalesa de Ndiguile, una tarde con catorce años salió a la calle para jugar al fútbol con sus amigos a más de treinta grados. En esas carreteras de arena donde las porterías no tienen palos y los chavales desprecian la táctica en busca del esférico, sus habilidades y las de otros compañeros despertaron la atención de un grupo de ojeadores que paseaban por la zona.

Fue el primer paso en la carrera de un delantero que volvió transformado a casa horas después. Con la promesa de viajar a Portugal para realizar unas pruebas, convenció a sus padres para que le dejaran cumplir el sueño de todo joven y se marchó decidido a empezar una nueva vida alejada, momentáneamente, de las matemáticas y de una posible carrera universitaria tal como era el deseo de su madre.

Sin embargo, al pisar Lisboa, descubrió que nada era lo que parecía. Los entrenamientos no llegaron a celebrarse y tuvo que desplazarse a España, el lugar más cercano. Fueron tres meses de incertidumbre antes de dar el salto definitivo a Italia. El Calcio se abría ante los ojos de un chaval ilusionado con triunfar. Sin embargo, para seguir complicándolo todo, la llamada procedía de Treviso, un lugar donde las temperaturas en invierno rara vez superan los diez grados.

Esa vicisitud, unida a los nulos conocimientos del idioma, habría hecho arrojar la toalla a cualquiera y coger billete de vuelta. Sin embargo, en ocasiones la fuerza del fútbol es superior a los elementos. No solo no consiguió asimilar su nueva realidad sino que lo hizo de forma tan virtuosa que logró, junto a su compañero de equipo Samuele Longo (ex del Espanyol) ganarse un hueco en la prestigiosa academia del Inter.

Desde entonces su currículum ha ido de menos a más sin librarse de la sombra de Mario Balotelli, delantero con el que comparte similitudes vitales y físicas. Lejos de acudir a ese referente como el asequible, Thiam siempre lo ha eludido. Reconoce que le gustaría llegar donde está ahora el delantero del Milán, con el que no ha coincidido en persona, pero busca reflejarse en un ídolo completamente antagónico, el mito de la Juventus Alessandro Del Piero.

Tímido y reservado, poco amante de los líos; lo único que arrastra consigo del polémico punta es el apodo que le acompaña. Sus declaraciones apoyando la actitud de Boateng al abandonar un encuentro por insultos racistas y su profesionalidad le sirvieron para ganarse el cariño de los aficionados del Südtirol de Bolzano, club norteño al que llegó tras una cesión en el Avellino. Como reconocimiento estos comenzaron a apodarle "Supermame".

Una muestra de calor humano que le sirvió para resguardarse del frío que no conocía de joven. El punto y aparte de una historia de tenacidad a la que aún le quedan muchos capítulos por escribir. Su estreno en Serie A quizás con el Virtus Lanciano, una llamada internacional... Todo puede pasarle a aquél que ya superó, con éxito, el más difícil todavía. 

miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Qué ha sido de... Nicky Vitolio Salapu?

Como tantos otros mortales, comparto junto a mis amigos un grupo de watsapp. Allí discutimos de lo divino y lo humano, nos peleamos por ver si es mejor el FIFA o el Pro, organizamos las quedadas... Entre los integrantes hay uno que quizás sea el menos futbolero de todos pero no por ello el menos curioso. Así las cosas esta mañana ha planteado una duda existencial: "¿Qué partido de primera división o internacional es en el que se ha ganado por mayor diferencia de goles (incluidas ligas extranjeras)?"

En lo que a los partidos oficiales se refiere, hay quien habla de un encuentro en mil ochocientos y algo y otros que hacen mención a un duelo amañado en Madagascar que terminó 149-0. Sin embargo, si la FIFA no me corrige y no me fallan las cuentas, el que se considera como reconocido y vigente es aquel triunfo por 31-0 de Australia sobre Samoa Americana. 

Sucedió el 11 de abril de 2001 en un partido de clasificación para el Mundial de Corea y Japón. Archie Thompson en trece ocasiones, Zdrilic en ocho, Boutsianis en tres, Aurelio Vidmar, Colosimo y Popovic en dos, así como De Amicis en una fueron perforando la portería de un alma cándida de nombre Nicky Vitolio Salapu, nuestro protagonista de hoy.

Naturalmente no fue el único responsable de la goleada. De hecho las crónicas le ensalzan como uno de los héroes de aquél enfrentamiento pese a todo. No es para menos teniendo en cuenta que era el único senior que había viajado a Coffs Harbour, lugar de los hechos. De sus compañeros habituales, a muchos se les había prohibido la entrada en Australia por problemas con el pasaporte. Por otro lado la mayor parte de los sub-20, tenían exámenes y prefirieron cambiar los libros por el balón.

Sin embargo es seguro que aquél portero, que por entonces tenía veintiún años, maldijo el día en el que aceptó cargar con la cruz de su puesto dejando de lado una carrera quizás menos prometedora pero si al menos más gratificante como jugador de ping pong. Tan duro fue el golpe anímico y las ganas de ser engullido por la tierra que pasó, durante unos meses, de vivir en un lugar remoto del planeta como Pago Pago a esconderse en una inhóspita zona de la Polinesia sin avisar a nadie. Un retiro del que volvió tiempo después y que le sirvió, al menos, para no mirar de frente a la vergüenza.

Qué fue de su vida es difícil de saber. Se cuenta de todo pero poco se puede confirmar sobre una figura icónica por lo negativo. Cosiendo artículos en internet, por ejemplo, se conoce que nunca llegó a jugar en la quinta división austríaca, tal como se dijo, y resulta difícil dar certeza a su paso por Mitra Kukar indonesio. Es verídico, eso sí, que en 2011 trabajaba en Seattle, unos aseguran que en un supermercado, otros, más creíbles, que ejerciendo como mecánico.

Lo único cierto es que, tras volver a tirar la toalla después de sucesivas humillaciones en la fase de clasificación para el Mundial de Alemania; el 22 de noviembre de 2011 vistió la elástica nacional a las órdenes del holandés Thomas Rongen durante la primera victoria en la historia del país por 2-1 frente a Tonga en el camino hacia el Mundial de Brasil. En ese plantel, por cierto, también estaba Johnny Saelua, primer transexual en disputar una competición FIFA. Cuenta el técnico que los más emocionante fue cuando, tras el pitido final, Salapu lloró como un niño y confesó: "Ahora puedo decirle a mis hijos que no soy un perdedor".

martes, 24 de septiembre de 2013

Las bondades de la cirugía

Esperar tiene en ocasiones réditos imprevistos. Lo sabe el Arsenal, cuya inmovilidad durante gran parte del mercado estival llegó a resultar alarmante para algunos. Un enigma al que nadie era capaz de dar explicación y que encontró la respuesta en el último aliento, cuando Wenger se movió con la sapiencia que le dan los años para llevarse a Özil con un golpe maestro.

Los cincuenta millones desembolsados por el alemán cerraron una de las operaciones estrella en la ventana de traspasos e iluminaron la cara de unos aficionados que hasta ese momento solo podían consolarse con la cesión de Viviano, la adquisición de Sanogo y la insulsa vuelta de Flamini, un futbolista que se había marchado gratis al Milán cuando despuntaba y cuya sombra desandaba el camino.
 
Sin embargo, el patito feo ha recuperado el porte regio del cisne al posarse en el Támesis. Menos de un mes le ha bastado para demostrar que no estaba muerto sino tomando limoncello. El runrún y la indiferencia han dejado paso a la admiración renacida hacia un centrocampista cuya sobriedad y capacidad para coser y descoser jugadas facilita la improvisación de los artistas ofensivos.

En un equipo necesitado de confianza y seguridad, el galo actúa como soporte y cubre las espaldas de sus compañeros. Silenciosamente les hace mejores. Desde su llegada, Ramsey se suelta el pelo y marca con recurrencia y sin consecuencias físicas para la vida de ningún famoso (atrás quedan aquellos tiempos en los que sus goles presagiaban el fatídico final de personajes como Whitney Houston, Gadafi o Bin Laden).

La presencia ofensiva del galés facilita al mismo tiempo una opción más de pase para el genial Özil o en su defecto la necesidad de una ayuda defensiva. Y ese desconcierto en el rival habilita a Giroud para ocupar posiciones de remate, y así potenciar esa virtud que aún no ha explotado en su esplendor desde que ejerce de "Gunner".

Flamini es el retoque de tabique nasal que permite respirar mejor y evitar los ronquidos. Özil un doble bypass que va a mejorar las constantes vitales del Arsenal. Dos intervenciones de diversa índole y consideración gracias a las cuales el equipo de Londres deja ciertas reminiscencias de sus tiempos mozos. Con solo cinco jornadas en juego aún queda para ver cómo evoluciona el paciente. De momento, en pleno post operatorio, lidera la tabla.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El miura de Salzburgo

En una ciudad cuya banda sonora son los violines de Mozart ha irrumpido recientemente un percusionista inesperado, un punta que tiene un mazo por pierna y la contundencia en la sangre. El encargado de importar los ritmos latinos en un fútbol clásico de sota, caballo y rey. Es español y se llama Jonathan Soriano.

Para aquellos que compartimos nacionalidad con él, nada nos sorprende. Debutante precoz en Primera y máximo goleador del Barcelona B en una temporada en Segunda, peregrinó por varios clubes antes de alcanzar un éxito más tardío de lo esperado en la cantera azulgrana. Solo un problema en su rodilla mientras disputaba la pretemporada a las órdenes de Guardiola eclipsó ese resurgir cuando parecía que le llegaría una nueva oportunidad. Fue entonces cuando puso tierra de por medio y emigró a Austria.

Escondido en una competición olvidada, cada fin de semana encuentra la recompensa a su osadía y a su virtud para marcar con algún pequeño párrafo en los diarios dentro de la sección del fútbol internacional. Lo suficiente para que todos recordemos que sigue allí haciendo lo que mejor se le da. Sin embargo en Europa, donde no tiene lazos estrechos con ningún otro territorio, el pequeño escenario donde representa sus mejores obras no es lo suficientemente atractivo como para llamar la atención.

Así, es posible que muchos descubrieran ayer de su existencia cuando, en un arranque de raza, perforó hasta en tres ocasiones la portería del Elfsborg en Liga Europa. Bien es cierto que no era el encuentro más relevante de la jornada pero  su pequeña hazaña le ha colocado como el máximo goleador del torneo en la primera jornada y le ha permitido poner en una estantería, porque ahí residen los balones que colecciona cada vez que los marca de tres en tres, su último trofeo.

Sin embargo, quizás sea el momento de plantearse comprar un baúl. En apenas dos meses, e impulsado por la exigencia y la responsabilidad que supone ponerse cada fin de semana el brazalete de capitán, el ariete ha marcado cuatro tripletes, más que en el resto de su carrera junta. A su primero en Europa, en la fase de clasificación contra el Zalgiris; se unieron también uno en liga frente al Wiene Neustadt y otro en Copa ante el modesto St.Florian. Pese a todo, ninguno resulta tan especial como el cosechado el pasado curso frente al Wolfsberger. Ese día, con el subidón de ser padre en el cuerpo minutos antes, salió tras el descanso recién llegado del hospital y logró en cuarenta y cinco minutos el objetivo de regalarle el esférico a Abril, su hija recién nacida.

Convertido en el quinto máximo goleador en relación a los minutos jugados de la historia de la Bundesliga austríaca, Soriano es el miura de los toriles del Red Bull Salzburg. Él se lo toma con tranquilidad asumiendo que ya pasó su momento de tener que rendir cuentas en los campos españoles. Lejos del mundanal ruido, donde los circuitos televisivos y la parabólica de Vicente del Bosque no llegan, aspira a disfrutar de ese deporte que estuvo cerca de dejar por los problemas físicos. Es el premio a la constancia.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿Qué ha sido de... los otros hermanos Aubameyang?

 
Desde ayer Thorsten Fink dejó de ser entrenador del Hamburgo. El hombre que llegó para maquillar a un histórico venido a menos procedente del Basilea ha pagado con su cabeza un pobre inicio de Bundesliga y sobre todo la humillante derrota frente al Borussia el pasado fin de semana. El 6-2 en el Westfallen resultó el golpe definitivo. El tiro de gracia ejecutado por un atacante inmisericorde, el gabonés Pierre-Emerick Aubameyang.

Su partido fue el enésimo para enmarcar en el Currículum Vitae de una gacela que caza como un león. Tras explotar en las últimas campañas el africano parece no tener techo, mas después de llegar a una competición que se asemeja a un vergel por su capacidad para echar fuego por los borceguíes y aprovechar cualquier milímetro deshabitado.

Sin embargo alcanzar ese estado de gracia no ha sido fácil. Él es el omega de una saga que empezó con su padre Pierre y dejó por el camino futbolístico a sus dos hermanos, Catilina y Willy. Defensor con ocho decenas de internacionalidades por Gabón, la vida nómada del progenitor permitió a los hijos conocer mundo. A los dieciocho años él y su esposa alumbraron al primogénito en Libreville. El segundo nacería en París y el tercero, Pierre-Emerick, en Laval. Luego disfrutaría de una etapa en Colombia jugando para el Júnior de Barranquilla e incluso una breve escaramuza en el Triestina italiano.

De todo aquello le quedó poso, el suficiente como para que un exigente club como el Milán le diese un puesto de ojeador. Fue así como, ya dentro, consiguió que sus retoños tuvieran oportunidad de formarse en el conjunto rossonero. Abrió la veda Catilina, que llegaba avalado por una convocatoria con la sub-19 francesa. Extremo izquierdo de estatura escasa, llegó a debutar en Champions y en UEFA pero acabó viajando por la zona en busca de su sitio.

Tras una cesión en la Triestina siguiendo los pasos de patriarca, se movió por la costa oriental para enrolarse en el Rímini. Cerca, en Ancona, vivió su siguiente experiencia. Al final dos cesiones en el Lugano suizo y el Chiasso pusieron fin al periplo. Asumiendo que el país de la bota no parecía idóneo para él se desvinculó del Milán para fichar por el París FC.

Finalizado su periplo por la capital, aceptó vestir la camiseta del Ajaccio. El idilio duró lo que el club corso tardó en enseñarle la puerta de salida dos veranos después. Libre, no se movió de la isla. Al acecho estaba otro equipo de la ciudad, el Gazélec Ajaccio. Sin embargo no le fueron mejor las cosas así que acabó asumiendo que Europa no era para él y regresó a su país para jugar en el Sapins.

Empeñado en mejorar el papel de su hermano, lo cual no parecía demasiado complicado, apareció en escena el mediano; William Fils, alias "Willy". Formado en el Créteil-Lusitanos y, cómo no, en la Triestina; aterrizó en el equipo primavera del por entonces subcampeón de Europa durante el verano de 2005.

Inquilino habitual del banquillo de San Siro, su debut oficial no llegó hasta diciembre de 2007 en un partido de Copa frente al Catania. Así las cosas el único servicio que se le recuerda fue un gol frente a la Juventus en un amistoso de pretemporada. Con la directiva confiando en que aún podía triunfar, comenzaron los préstamos en búsqueda de minutos.

Después de comprobar que el norte y el oeste no parecía óptimos para los Aubameyang dados los precedentes, optaron por destinarle al Avellino, club de una ciudad cercana a Nápoles. Posteriormente eligieron Bélgica, el KAS Eupen en concreto, en lugar de Suiza. Al final le trasladaron una campaña a Monza, ciudad automovilística cercana a Milán.

Desvinculado del titán italiano, quiso probar algo diferente. Renunció a la dieta mediterránea y al estilo de vida de la zona y se marchó, en el mercado de invierno, a la gris y verde Escocia tras recibir una llamada del Kilmarnock. Aquello terminó con él definitivamente. Cansado hizo las maletas y cogió un avión rumbo a Libreville, capital gabonesa. Allí está ahora junto a su hermano, y otro viejo conocido del fútbol escocés como es Daniel Cousin, dándole patadas al balón para los intereses del Sapins.

Eso quiere decir que de los tres que ingresaron en la academia del Milán solo ha triunfado el último en llegar, el que apareció por allí en 2007. El más talentoso, el que consiguió encadenar las cesiones más importantes en el Dijon, el Lille, el Mónaco y finalmente en el Saint-Ettienne. A la tercera va la vencida. Pierre-Emerick es el elegido para continuar con el legado.

martes, 17 de septiembre de 2013

El tigre y el jaguar

Si alguien quiere saber a qué juega el nuevo Mónaco no lo tendrá difícil. Basta con mirar la tabla de goleadores de la Ligue 1 y descubrir que los nueve tantos que lleva hasta ahora el equipo se los han repartido entre sus dos delanteros, el rápido y desbordante Emmanuel Rivière y el "Tigre" Radamel Falcao.

Del segundo, que llegó con el estío a cambio de sesenta millones de euros, no había demasiadas dudas. Tras comerse la liga portuguesa y convertirse en el pichichi de los seres humanos en la liga española (Cristiano Ronaldo y Lionel Messi comen aparte), su fichaje por el equipo del Principado era un capricho que el magnate ruso Rybolovlev se podía permitir como piedra angular de su nuevo proyecto tras el ascenso.

El caso de su compañero de fatigas es diferente. Dotado de un indudable talento para el fútbol en general y el juego ataque en particular, su traspaso se cerró el pasado invierno cuando se peleaba por el retorno al lugar del que el equipo nunca debió irse. Con menos caché y por tanto necesitado de reivindicarse, ya dejó píldoras de talento en el tramo final de la pasada campaña confirmando las buenas sensaciones demostradas en el Toulouse.

Sin embargo, como los grandes jugadores, su brillo se ha incrementado cuando le han rodeado de un coro de lujo. Titular en solo dos encuentros, aún no ha disputado ninguno completo. Pese a ello ya suma cinco goles, solo dos menos que en su temporada más prolífica. Es la forma de recompensar a un equipo que vive y se mueve para que sus dos puntas hagan lo vistoso. Fútbol sencillo y casi de otra época esculpido en banda con laterales que llegan hasta línea de fondo y extremos con desborde. Todo ello sin renunciar al juego directo a espaldas de los defensas cuando la situación lo requiere.

De esta forma el balón acaba en la red impulsado siempre por los mismos pero en el proceso adquiere diferentes dimensiones. Dos dianas han llegado de penalti, tres de remate dentro del área, una de toque tras rechace, otra de córner y las restantes en balones largos donde Rivière, cual jaguar, ha tirado de velocidad y pericia para cocinarse el sólo el banquete, poniendo la guinda con sus acrobáticas volteretas. Esféricos llovidos indiferentemente desde la derecha, la izquierda o el centro que aterrizan a su destino por instinto depredador.

Así las cosas, en las primeras jornadas el oligarca parece ganar al jeque en el combate cuerpo a cuerpo. Su pareja de gladiadores ha firmado seis goles por tres y dos asistencias del otro gran dueto del campeonato, el que conforman el sueco Zlatan Ibrahimovic y el uruguayo Edínson Cavani en el PSG. El desparpajo, el descaro y la seriedad se imponen de momento al amor propio y la ambición. Sin embargo el espectáculo solo acaba de empezar.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

El primer lustro

Aquí estoy un año más escribiendo ese post que nunca sé si repetiré el septiembre siguiente, el que sirve para anunciar que el blog cumple 365 días más y al mismo tiempo para agradeceros a todos los que, con vuestro interés, conseguís que así sea. Esta vez toca cifra redonda, el primer lustro. Dicho así da algo de vértigo pero al mismo tiempo cierto orgullo.

Recuerdo que en el último que hice de este tipo, el de 2012, dije que me veía con menos fuerzas que nunca para continuar. Afortunadamente superé ese muro mental y he mantenido la ilusión por seguir sentándome delante del ordenador para ofrecer mi visión sobre fútbol internacional. No ha sido fácil. Más allá de mi compromiso con aquellos a los que os interesa lo que cuento, supongo que ha ayudado esa rutina de publicación que me autoimpuse en un principio para evitar que decayera mi ánimo.

También el aprender a dosificarme. Las cifras indican que los 107 artículos escritos convierten a éste en el año menos prolífico desde la creación de "De paradinha". Entiendo que puede parecer decepcionante pero hay días en los que, después de aporrear teclas durante horas para otros menesteres, uno necesita llegar a casa, coger aire y desconectar. Aunque cueste. Es uno de los aprendizajes que saco de esta bitácora, un lugar donde puedo volcar mis pensamientos mientras conozco historias en la fase de documentación.

Ya sabéis que todos los años suelo dar datos de visitas y en esta ocasión no voy a dejar de hacerlo ni voy a esforzarme en adornarlos. Por primera vez desde que nació el blog, ha bajado el número de personas que lo consultan con respecto al periodo anterior. Las 39.141 de 2012 son 35.200 en 2013. La culpa, como dicen los entrenadores, es solo mía. Me toca analizar que he hecho mal y en qué puedo mejorar para que los que os habéis ido volváis.

Desconozco qué pasará en el futuro, si los caminos que siga en la vida me permitirán continuar con esta locura o me obligarán a dejarla aparcada. Pase lo que pase, solo puedo daros las gracias a todos los que de un modo u otro habéis ayudado a que esto crezca. Desde el que ha consultado esto una vez sin querer al que se mete a diario. "De paradinha" es vuestro.

Por cuestiones laborales no habrá nuevo post hasta el próximo lunes. Disculpad las molestias. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Una reencarnación monumental

Hace menos de siete días, un país cumplía el vigésimo aniversario de la que quizás sea la victoria más dulce y relevante de su historia. Ese 5 de septiembre de 1993 quedará marcado a fuego para todo el pueblo colombiano, siempre será la fecha en la que tomaron por asalto "El Monumental" y abofetearon a la selección Argentina con una manita (0-5).

Fueron noventa minutos históricos que empezaron con abucheos e insultos a los visitantes y terminaron con los seguidores puestos en pie aplaudiendo; Diego Armando Maradona incluido. El "pibe", que días antes había escenificado su visión sobre ambas selecciones situando a su rival por debajo de la albiceleste, tuvo que rendirse ante la evidencia y lamentar un triunfo aplastante que además ponía fin a un invicto de los suyos como locales que se prolongaba seis años.

Dos dobletes de Rincón y Asprilla que redondeó el "Tren" Valencia con el último del encuentro dieron la vuelta al mundo y generaron unas expectativas inmensas que la expedición tuvo que llevar en la maleta al Mundial de Estados Unidos, la cita para la que se clasificó definitivamente en esa noche bonaerense que la revista "El Gráfico" ilustró en su portada con un fondo negro y la palabra "Vergüenza" superpuesta en amarillo.

Las consecuencias de tanta presión fueron funestas. El seleccionado, que cuatro años antes había sido eliminado en octavos por Camerún al sacar beneficio Roger Milla de un fallo clamoroso e inexplicable del cancerbero René Higuita, cayó a las primeras de cambio. Una decepción que además tendría un trágico epílogo con el asesinato de Andrés Escobar tras marcarse un gol en propia puerta que supuso la derrota ante Estados Unidos.

Desde entonces, solo la disputa del Mundial 98 y sobre todo la Copa América conquistada como local en 2001 han aliviado las ansias de un país con tradición balompédica pero con poca suerte. Afortunadamente parece que la efeméride va a ser honrada como se merece. Aquellos chicos que dieron sus primeras patadas al balón durante la efervescencia del mediático combinado cafetero y que crecieron en los exitosos noventa son ahora adultos que visten la elástica amarilla y le dan lustre.

Abanderada y liderada por el "Tigre" Falcao, el ariete que va camino de dinamitar todos los records goleadores precedentes, toca ya con la punta de los dedos el billete para Brasil una generación de futbolistas con proyección, la mayoría de ellos curtidos en Italia y Francia. Rápidos y polivalentes hombres de ataque sustentados en una defensa experimentada y sólida.

Toca guardar en el cajón a mitos como Higuita, Valderrama y Asprilla y dar la bienvenida a un grupo que con menos boato, tan silencioso como el delantero que lo encabeza, está desplegando un fútbol alegre y desacomplejado. Han cambiado las piezas pero permanece el espíritu, ese que un día propició el triunfo más grande jamás contado.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Top-100: Mercado de verano 2013

Como cada año en "De paradinha" elaboro la lista de los que, a mi consideración, son los cien mejores fichajes del año. Por supuesto es una opinión subjetiva. Probablemente echéis en falta nombres o no estéis de acuerdo con el puesto que ocupa alguno de los elegidos. Se agradecen vuestros comentarios al respecto.

100. Santiago Vergini (Estudiantes): Los problemas físicos de Puyol provocaron que este joven y espigado central argentino llegara a sonar para el eje de la zaga del Barcelona tras la llegada al banquillo del Tata Martino. Sin embargo se marcha finalmente a Estudiantes. Talento para abrir la lista.

99. Lerin Duarte (Ajax): El futbolista nacido en Rotterdam tiene ante sí un difícil reto, suplir la baja del danés Christian Erikssen. Capacidad tiene para ello y también carácter. Sin dudarlo ha cogido el dorsal número 8 que deja su predecesor. Toda una declaración de intenciones.

98. Aurélien Chedjou (Galatasaray): Defensa formado en la cantera del Villarreal y que ha alcanzado la madurez en el Lille. Tras varias campañas en el conjunto galo, en las que consiguió convertirse en casi imprescindible, viaja ahora a Turquía para enrolarse en un equipo que ha apostado fuerte por hacerse con sus servicios.

97. Yahya Al-Shehri (Al-Nasr): La demostración de que no todo lo mueve el mercado europeo y que también se dan grandes transacciones entre equipos de otras zonas del planeta como Oriente Medio. Casi diez millones de euros ha desembolsado el Al-Nasr para reclutar al ex del Al-Ettifaq, un chico que juega con el balón cosido al pie.

96. Marko Arnautovic (Stoke City): Los ingleses fichan a un delantero que se adapta bien al modelo de juego al que se han agarrado durante años, el de los balones al área y el juego de brega. Sin embargo el austríaco, dotado de una gran calidad, ofrece algo más que eso tal como ha demostrado tirando del maltrecho carro del Werder.

95. Juan Iturbe (Hellas Verona): Considerado hasta hace no demasiado como uno de los futbolistas más prometedores del mundo, baja puestos en la lista porque parece que aún no termina de adaptarse al fútbol europeo, ese en el que está llamado a pasar muchas tardes. Sin cuajar en el Oporto terminó la pasada campaña cedido en Argentina. Ahora lo hará, también a préstamo, en el Calcio; un lugar en el que muchos compatriotas han triunfado.

94. Younès Belhanda (Dynamo de Kiev): El primero de los varios fichajes del club ucraniano que van a salir en esta lista. Cabeza visible del Montpellier tras la marcha de Giroud, el franco-marroquí aceptó unirse al ambicioso proyecto de su nuevo equipo. De momento la adaptación le está costando y solo ha disputado un partido completo. Sin embargo, nadie duda de que acabará encontrando su sitio.

93. Andreas Cornelius (Cardiff City): Hasta la llegada de Gary Medel, esta torre procedente del Copenhague se había convertido en el fichaje más caro de la historia del club galés por obra y gracia del excéntrico magnate asiático que está al mando. En su "lucha" personal con Helenius, que aterriza en el Aston Villa, ha vuelto a salir vencedor costando más.

92. Kaká (Milán): A día de hoy, y con todas las reservas posibles, se trata de un fichaje más sentimental que deportivo, la posibilidad de recuperar al hijo pródigo para el club y quizás para el fútbol. La inversión realizada por el conjunto italiano, de momento irrisoria, le convierte en una adquisición digna de esta lista. A fin de cuentas hasta que llegó a Madrid era considerado un top-5 en el plano mundial.

91. Gary Hooper (Norwich): Que el destino de este jugador cuando saliera del Celtic era retornar a su Inglaterra natal para jugar en la Premier lo sabía todo el mundo. Quizás ese día ha tardado en llegar pero poco importa ya eso. El Norwich, que ha reforzado bien su delantera, se lleva a un goleador que marca y reparte. Ochenta y dos goles y treinta asistencias en ciento treinta y ocho partidos con los de Glasgow jalonan su currículum.

90. Víctor Moses (Liverpool): El nigeriano no ha terminado de acoplarse al Chelsea, equipo donde llegó procedente del Wigan. No convenció del todo a Di Matteo y a Benítez. Tampoco lo ha conseguido con Mourinho. Por eso sale en una cesión ya que a sus 22 años aún hay tiempo para sacar lo mejor de él.

89. Kevin-Prince Boateng (Schalke): ¿Cuál de sus caras se verá en la Bundesliga? ¿La del futbolista capaz de resolver partidos sacando un recurso de la chistera o un buen golpeo desde fuera del área o la del centrocampista irregular que pasea por el campo y se desespera cuando no le salen las cosas?. Como resulta difícil de adivinar, baja enteros.

88. Tiago Ilori (Liverpool): Puede resultar extraño ver tan abajo en esta lista a un futuro central de la selección portuguesa. El motivo es su llegada a un equipo donde tiene opciones de triunfar pero al mismo tiempo también de fracasar fagocitado por la competencia atroz que supone batirse en duelo con Kolo Touré, Agger, Skrtel y el también fichado Sakho.

87. Lucas Digne (PSG): Se trata de uno de los laterales izquierdos con más futuro del mundo, un chaval que se ha salido en el último Mundial Sub-20... y pese a todo aún no ha jugado ningún minuto porque parece tener perdida la batalla con Maxwell. Ese, y no otro, es el argumento para que esté tan abajo.

86. Dejan Lovren (Southampton): Central que aún goza de una excelente proyección pese a que hasta ahora se ha quedado por debajo de las inmensas expectativas que había generado. Las lesiones y otras circunstancias han marcado su carrera en el Lyon. Ahora llega a Inglaterra para seguir creciendo.

85. Bruma (Galatasaray): Su magnífico Mundial sub-20 le terminó de confirmar como uno de los puntas a seguir en el futuro. Por ello varios clubes se interesaron por él, aunque su salida de tierras lusas no se confirmó hasta última hora. En Estambul debe seguir progresando a la sombra de un modelo ideal, el marfileño Didier Drogba.

84. Joshua Guilavogui (Atlético): En su línea de los últimos años, el Atlético ha fichado poco pero ha fichado bien. Este mediocentro de solo veintidós años es el ejemplo. Debutante con la selección gala en su último partido ante Bélgica, solo queda la incógnita de su acoplamiento a una liga tan exigente como la española.

83. Iago Aspas (Liverpool): El atacante que llega del Celta de Vigo ha empezado bien su trayectoria en Anfield pero en el corral aparece ahora Luis Suárez, hombre que se ha pasado en la línea de salida todo el verano. En principio esa irrupción debería hacerle perder protagonismo. Habrá que ver como reacciona el español, poco acostumbrado a la suplencia.

82. Maarten Stekelemburg (Fulham): Historia en su país por ser el portero de la final del Mundial contra España, su paso por la Roma fue menos provechoso de lo esperado. Recién entrado en la treintena, para muchos la edad ideal de los porteros, llega a la Premier para que su equipo de un salto hacia adelante.

81. Riky Van Wolfswinkel (Norwich): El otro gran atacante incorporado por el conjunto inglés. Pese a vivir rodeado de la mediocridad reciente del Sporting de Portugal, consiguió ser de lo más decente en la plantilla. Ahora pone rumbo a un escenario más vistoso que quizás le permita llegar al Mundial.

80. Ignacio Scocco (Internacional): Quizás el movimiento más destacado entre equipos sudamericanos. El delantero, que ha explotado de forma tardía en el Newell's Old Boys firmando una excelente temporada, se marcha ahora a Brasil para probar una nueva experiencia.

79. Lorenzo Melgarejo (Kuban Krasnodar): El dinero ha permitido uno de los fichajes para inesperados del verano. El lateral zurdo, que realizó un año muy bueno en el Benfica y parecía apuntar hacia otras latitudes, se une al Kuban Krasnodar ruso, quinto en su país la última campaña.

78. "Papu" Gómez (Metalist): Un toque de clase y distinción para un equipo en crecimiento al que una sanción por amaño de partidos le privó de optar a la primera clasificación para Champions League de su historia. El Atlético, la Fiore y el Inter pujaron por hacerse con sus servicios aunque acabó eligiendo a los ucranianos porque fueron "más persistentes".

77. Mauro Icardi (Inter): Tras salirse en la cantera de la Sampdoria, el año pasado recibió la oportunidad definitiva en el primer equipo. Y vaya si la aprovechó. A las primera de cambio pone rumbo al Inter para convencer a Mazzarri y ayudar a levantar a un equipo tocado pero nunca hundido.

76. Fernando Llorente (Juventus): Ser internacional español e ídolo del Athletic le dan un cartel que impiden dudar de su figura. Sin embargo ficha por la Juve en su peor momento, con un curso de ostracismo en el banquillo a sus espaldas y la plaza de internacional perdida. Eso sí, lo hace gratis y con sus condiciones de delantero de área intactas. Queda por ver si va consiguiendo minutos.

75. Carlos Bacca (Sevilla): Pichichi incontestable de la última edición de la liga belga, ahora deberá compartir protagonismo con jugadores de más nivel que los que le acompañaban en el Brujas. De su capacidad para adaptarse a ese nuevo rol y a una competición que está a años luz dependerá su éxito futuro.

74. Benoît Trémoulinas (Dynamo de Kiev): Buen lateral izquierdo que tras hacer carrera en el Girondins ha decidido poner tierra de por medio y marcharse a Ucrania. Los hay que acusan el cambio. Él, por contra, está firmando grandes actuaciones en sus primeros partidos. La relación promete.

73. Lucas Biglia (Lazio): La Jupiler League en general y el Anderlecht en particular se le quedaban pequeños a este futbolista argentino que tras siete años, al fin se ha decidido a probar suerte en una gran liga.

72. Jozy Altidore (Sunderland): Tras un paso discreto por el Hull en la 2009-2010, Altidore regresa a la Premier más maduro y con más experiencia a sus espaldas. Sus anteriores experiencias en grandes ligas estuvieron por debajo de lo deseado. Habrá que ver si en esta ocasión cambia la historia.

71. Toby Alderweireld (Atlético): Excelente contratación la del conjunto rojiblanco, que cierra a un zaguero polivalente y seguro, otra perla más de la incomprensiblemente poco exitosa generación belga. Salvo sorpresa, acabará siendo titular antes o después.

70. Pablo Osvaldo (Southampton): Segundas partes pueden ser buenas. Eso es al menos lo que esperan en el club inglés del reencuentro entre Pochettino y el delantero argentino con nacionalidad italiana. Discutido en la Roma, apura sus últimas opciones de intentar estar en Brasil 2014.

69. Haris Seferovic (Real Sociedad): Para una afición que aún añora al mito Darko Kovacevic, la llegada de este delantero es como una bendición divina. Su capacidad para llevar balones a la red será esencial para finalizar el juego vertiginoso y preciosista que los vascos elaboran del centro del campo hacia adelante.

68. Gervinho (Roma): Futbolista de gran velocidad y buenas cualidades del que quizás se esperaba más en Inglaterra, un país donde abundan los espacios. En ocasiones le castiga su precipitación, pero puede ser una apuesta ganadora.

67. Andrea Poli (Milán): El Milán rejuvenece y fortalece su plantilla con un futbolista que le da aire al centro del campo y que puede meter una marcha más. Suyo fue el primer gol de los rossoneros en la Serie A esta campaña.

66. Gary Medel (Cardiff): El apodo de "Pitbull" le viene que ni pintado a este centrocampista de contención cuyo traspaso ha sido el más caro en la historia de la entidad. Si contagia su carácter y su entrega al resto del vestuario, los galeses se salvan.

65. Adam Maher (PSV): Es el último gran talento del balompié holandés. Finalizada una temporada mediocre con el AZ, llega al PSV para dar un toque de magia que agrade a los aficionados después de un verano con muchas ventas importantes.

64. Víctor Wanyama (Southampton): Le querían varios equipos pero al final se decidió por el Southampton. Centrocampista box to box que cuenta con 22 años recién cumplidos, es todo un lujo para Pochettino.

63. Fernando (Shakhtar): Tras la marcha de Fernandinho llega del Gremio Fernando, un centrocampista de corte defensivo al que Scolari ya se llevó a la Confederaciones. De momento no ha empezado de la forma más brillante, pero aclimatarse a Ucrania no es fácil.

62. Raúl Albiol (Nápoles): Ninguneado por Mourinho pero siempre apreciado por Vicente del Bosque, el español ha emigrado a Italia para no perder ese privilegio de ponerse "La Roja" en el Mundial de Brasil. Del agrado de Benítez, la defensa del Nápoles gana enteros con su llegada.

61. Jeremy Toulalan (Mónaco): Lo que le quita la edad se lo da la experiencia. Sostén del brillante Málaga que llegó a cuartos de final de Champions, las lesiones le impidieron jugar tanto como le hubiera gustado. Eso sí, cada vez que salía al campo su presencia se notaba.

60. Diumerci Mbokani (Dynamo de Kiev): El arranque goleador en su nuevo club indica que no va de farol. La suma que se ofreció por contratarle fue importante y él parece dispuesto a asumir las consecuencias. Tras explotar en Bélgica, busca nuevos retos.

59. Kevin Gameiro (PSG): A la segunda fue la vencida. Pretendido en el pasado por el Valencia, dejó plantado al club ché para marcharse al PSG. En el pecado le fue la penitencia. Tras no contar con los minutos que le hubieran gustado, se pone la elástica del Sevilla.

58. Emmanuel Emenike (Fenerbache): El equipo turco está acostumbrado a darle buen rendimiento a los delanteros africanos. Primero fue Niang, luego Sow y ahora este nigeriano que llega de Rusia y de momento suma tres dianas en cuatro partidos de liga.

57. Luiz Gustavo (Wolfsburgo): En su caso pueden darse dos opciones: Que se contagie de la abulia de un equipo con un historial de incorporaciones preocupante o que haga mejores a sus compañeros y este recobre la sonrisa. Por su bien y el del colectivo esperemos lo segundo.

56. James McCarthy (Everton): Tal como entró el dinero del traspaso de Fellaini en las arcas, salió para fichar a este centrocampista del gusto de Roberto Martínez, que ya le tuvo en el Wigan. Veintidós primaveras y un prometedor porvenir son sus principales argumentos.

55. Romelu Lukaku (Everton): La cesión al WBA el pasado curso le vino fenomenal para coger la confianza que le faltaba en el Chelsea. Hizo números para volver pero Mourinho ha optado por dejarle volar una temporada más. Sigue en el camino de convertirse en el delantero que enamoraba cuando era aún más joven.

54. Wilfried Bony (Swansea): El ariete marfileño se comió el solo la liga holandesa el pasado año. En sus fuertes espaldas cargó con el Vitesse y le llevó en volandas hasta una de las mejores temporadas que se le recuerdan recientemente. Muchos le veían en un club más fuerte pero tampoco elige una mala opción.

53. Kevin Strootman (Rona): Como la Real Academia Española de la Lengua, limpia el centro del campo, lo fija y le da esplendor. Jugador completísimo que necesitaba salir de Holanda para seguir creciendo.

52. José Callejón (Nápoles): Por su capacidad de sacrificio y su tendencia a identificarse con los equipos a los que representa, Callejón parece hecho para jugar ante la grada de San Paolo. Más allá de su forma de ser, sus cualidades futbolísticas se ajustan muy bien al estilo alegre y algo alocado del equipo italiano.

51. Heung-Min Son (Bayer Leverkusen): Aunque llevaba varias campañas en el Hamburgo, su explosión no llegó hasta las dos últimas. Viendo que el equipo no tiraba para adelante se ha decidido a cambiar de aires para formar parte de un proyecto de lo más atractivo.

50. Ádám Szalai (Schalke 04): Tras erigirse como emblema del Mainz, tenía que llegar el día en el que saliera y diera un paso más. En principio tiene la guerra perdida contra Huntelaar pero nadie duda de su habilidad para darle la vuelta a la tortilla.

49. Dries Mertens (Nápoles): Ha despuntado en el PSV y lo único que se le puede echar en cara es que no haya querido emigrar antes. No ha perdido su calidad pero de momento parece entrarle menos por el ojo a Benítez que otros jugadores. Por eso baja puestos.

48. Mehdi Benatia (Roma): Defensa sólido capaz de aportar un par de goles por temporada. Si le respetan los problemas físicos que le han impedido rendir al máximo en los dos últimos cursos, será un imprescindible para Rudi García.

47. Beñat Etxebarría (Athletic): Ser internacional español no es tarea fácil. Conseguirlo militando en el Betis, aún menos. Él puede presumir de ambas cosas. Ahora abandona Sevilla rumbo al norte para darle calidad al centro del campo y sorprender con su buen golpeo a balón parado.

46. Florian Thauvin (Marsella): Su óptimo final de temporada en el Lille y su gran Mundial sub-20 han convencido al Marsella para poner el dinero y llevárselo. Por sus botas pasa gran parte del futuro de la selección gala.

45. Étienne Capoué (Tottenham): Mediocentro galo internacional pretendido por el Atlético, finalmente fue el Tottenham el que le echó el lazo aprovechando el jugoso ingreso por la venta de Bale. En su envergadura y su colocación basa su éxito.

44. André Schurrle (Chelsea): Finalizada la prolífica pareja que realizó en el Leverkusen con Kiebling, Schurrle llega a Inglaterra para seguir mejorando en una carrera que ha ido ascendiendo desde que apareció en la elite. Aportará goles y trabajo.

43. Mamadou Sakho (Liverpool): Su problema es el mismo que el de Ilori pero con la diferencia de que cuenta con más experiencia en las grandes ligas. No es tema baladí en un central con excelentes virtudes y pocos defectos.

42. Geoffrey Kondogbia (Mónaco): Lo suyo es la precocidad. De hecho le ha bastado una sola temporada en España para que un club haya pagado su clausula de veinte millones de euros. Una lástima verle marchar al extranjero.

41. Pepe Reina (Nápoles): Uno de los mejores porteros del mundo llega cedido al club en el que entrena el técnico que más confianza le ha dado. Benítez sabe que si quiere un equipo aspirante a todo, su portería debe estar bien resguardada. Por ello no ha tenido dudas en la elección.

40. Martín Demichelis (Manchester City): No es el más rápido. Tampoco el más joven. No saca el balón como Baresi. Y sin embargo es quizás el único que puede presumir de haber sido recomprado a un grande por otro grande en el mismo verano. Su carácter y personalidad se contagian, es uno de esos hombres que le ponen las pilas al vestuario.

39. Dimitri Payet (Marsella): Tres goles en cuatro partidos lleva el resolutivo extremo. Lo mismo marca que reparte una asistencia. Lo hizo en el Nantes, en el Saint-Étienne, en el Lille y promete repetir en Marsella. Conoce la liga y mejora a los que le rodean. Excelente inversión.

38. Josip Ilicic (Fiorentina): En la triste temporada del descendido Palermo él fue quizás el único motivo para sonreír. Su gran mes de abril le sirvió para llamar la atención en el tramo final de la temporada y salvarse de la quema. Ahora llega a Florencia para poner algo de magia después de la salida de Ljajic y Jovetic.

37. Fred (Shakhtar): ¿Se le puede quedar a un futbolista pequeña su liga solo un mes después de llegar? Si se mira con lupa a Fred, da la sensación de que sí. En sus primeros partidos se ha paseado por los campos de Ucrania. Si sigue así, igual que llegó se irá a no mucho tardar.

36. Simon Mignolet (Liverpool): Si un equipo deja marchar a un buen portero es porque confía mucho en el otro. Es lo que le ha pasado a los "reds", que depositan en los guantes del meta belga sus opciones de volver a los buenos tiempos. De momento el resultado es positivo: Ningún gol en contra en tres partidos.

35. Joao Moutinho (Mónaco): Parecía difícil sacar de Portugal a un mediocentro regular que siempre ofrece un notable alto de media. Lo han conseguido los euros del Mónaco, que además le ha rodeado de otros jugadores que suelen cumplir con creces. El centro del campo tiene buena pinta.

34. Marko Marin (Sevilla): Cedido por el Chelsea, el talentoso futbolista alemán que parecía caminar hacia el abismo en Londres ha recuperado las buenas sensaciones en Sevilla. Acaba de pisar tierra firme pero tiene pinta de que no pasará indiferente.

33. James Rodríguez (Mónaco): Otro futbolista que ha cogido el vuelo Porto-Mónaco. Joven pero sobradamente preparado, aportará velocidad y descaro a un ataque cuyo referente puede sacar mucho partido a sus centros.

32. Christian Eriksen (Tottenham): Asumir la carga que supone el Ajax no es tarea fácil. El danés lo ha conseguido y el premio es llegar a la Premier League, a un club que aspira a crecer cogido de su mano. Si no se frena, marcará la diferencia.

31. Stevan Jovetic (Manchester City): Era de dominio público que el serbio saldría de la Fiorentina este verano. Al final su destino ha sido Manchester. Pese a sus cualidades, que justifican lo pagado por él, no tendrá nada fácil entrar en los planes de Manuel Pellegrini.

30. Érik Lamela (Tottenham): La salida de Bale ha obligado a los londinenses a realizar fichajes que ilusionen a la afición. El argentino es uno de ellos aunque queda la sensación de que la Roma se ha aprovechado de la bonanza económica para sacar tajada. Caro o no, está llamado a grandes cosas.

29. Pierre Emerick Aubameyang (Borussia): La Bundesliga le viene como anillo al dedo a este atacante gabonés, que corre como una gacela y tiene una gran capacidad para ocupar los espacios. En su primer partido dejó tres goles. Pronto irán llegando más.

28. Samuel Etoo (Chelsea): Tras un retiro dorado, el camerunés ha demostrado que está dispuesto a volver a competir al más alto nivel después de aceptar una reducción en su salario para jugar a las órdenes del técnico que le llegó a poner de lateral derecho. Mourinho, odiado por unos jugadores y amado por otros, es capaz de hacerle vivir una segunda juventud.

27. Luca Toni (Hellas Verona): Es probable que los aficionados veroneses no vean este año el fútbol más preciosista en su estadio. Es el sacrificio que deben pagar para alcanzar una salvación que pasada por el punta transalpino. Rematador implacable, es un valor seguro y diferencial con respecto a los rivales.

26. Adem Ljajic (Roma): Queda por encima de Jovetic porque está llamado a tener más protagonismo en un equipo necesitado de algo diferente. Él puede ofrecerlo acompañado de otro "violinista"  como Pjanic.

25. Bernard (Shakhtar): De nuevo el dinero de Donetsk marcó la diferencia a la hora de atraer a una perla del fútbol brasileño. En un territorio que se ha revelado ideal para que los allí nacidos hagan su entrada en Europa, Bernard está destinado a triunfar y a revalorizarse. Una pena para los grandes, que tendrán que pagarlo más caro.

24. Aleksandar Dragovic (Dynamo de Kiev): El Basilea tiende a deshacerse de sus estrellas a cuentagotas. Este año no ha sido una excepción, más después de alcanzar las semifinales de la Liga Europa el año pasado. Este joven central es uno de los pocos que ha logrado salir. Sonó con fuerza para el Inter pero al final ha decidido unirse al ambicioso proyecto de Kiev.

23. Juan Fernando Quintero (Oporto): Su actuación en el pasado Mundial sub-20 fue casi abusiva. Su selección cayó antes de lo previsto pero el tropiezo no fue, desde luego, culpa suya. Ahora se vestirá la elástica del Oporto, una entidad caracterizada por comprar barato y vender muy caro. Raro será que con él no se repita el proceso.

22. Angelo Ogbonna (Juventus): Central prometedor, cambia de club pero no de ciudad. La ambición no entiende de rivalidad. Necesitaba algo más que el Torino y eso se lo daba la Juventus, que se adelantó al resto de la competencia y puso una interesante cifra sobre la mesa.

21. Fernandinho (Manchester City): No ha sido fácil sacarle del Shakhtar, en donde era un pilar fundamental. Muchos llegaron y se fueron pero él permaneció como alguien indispensable hasta un total de ocho años. Ahora, el la madurez y más cerca de la treintena, probará suerte en la Premier.

20. Asier Illarramendi (Real Madrid): Ser el mediocentro del Real Madrid no es tarea fácil. Si encima sobre ti están puestos los ojos de todo el mundo por lo que has costado, la cosa se complica. Eso le ha pasado a Illarramendi, que da la sensación de verse sobrepasado por todo lo que le rodea. Todo el mundo confía en que se adapte a su nueva situación y ofrezca lo que ha dejado en la Real Sociedad durante la última campaña.

19. Álvaro Negredo (Manchester City): El delantero del Sevilla ha llegado para apuntalar la posición de delantero centro, un puesto en el que tendrá que competir con Edin Dzeko. Sus características físicas y futbolísticas se adaptan bien a la Premier, algo que ya ha demostrado en sus primeros partidos.

18. Marquinhos (PSG): El PSG ha conseguido juntar a dos de los aspirantes al puesto de central en la Brasil que jugará el Mundial en casa el próximo verano. El de Marquinhos ha sido un fichaje complejo donde los petrodólares han complementado el proyecto deportivo. Con Blanc en el banquillo, solo puede mejorar.

17. Jesús Navas (Manchester City): Superados ya los problemas personales que le impedían abandonar la Sevilla que le vio crecer, Navas se ha decidido por fin a salir de su ciudad. Muchos pensaban que cuando lo hiciera no abandonaría España pero al final ha decidido ponerse en manos del "ingeniero".

16. Gonzalo Higuaín (Nápoles): Siempre en la rampa de salida, al final su paciencia ha tenido un límite. Capaz de marcar lo más difícil y fallar lo más fácil, vivirá en una ciudad donde todo lo argentino es vanagloriado. El lugar perfecto para lograr el merecido reconocimiento que no tuvo en Madrid.

15. Willian (Chelsea): Llegó al Anzhi el pasado invierno como el fichaje estrella del mercado y se marcha el verano siguiente después de que el presidente se mostrara partidario de desmantelar la plantilla entera. Para pescar en río revuelto estaba el Chelsea, que adelantó por la derecha a un Tottenham confiado en su adquisición.

14. Paulinho (Tottenham): Antes de la Copa Confederaciones ya se daba por hecha su llegada a Europa. Después el gran cambio fue la cantidad de pretendientes. El mediocentro creció durante el torneo y ahora busca hacerse un nombre en Europa triunfando en la exigente Premier League.

13. Henrikh Mkhitaryan (Borussia): Sustituir a Goetze no es tarea fácil, ni para el jugador que llega ni para la secretaría técnica que lo busca. El armenio fue el elegido para esa tarea y de momento parece que no ha sido una equivocación. Capaz de adaptarse y leer el ritmo de los partidos, puede jugar a lo que elija su equipo en cada circunstancia.

12. Roberto Soldado (Tottenham): Delantero ideal para la Premier League por su buena capacidad para el desmarque y el remate al primer toque. Peleará duro hasta última hora por entrar en la selección que busca revalidar el título de campeona del mundo. Afortunadamente parece contar con la confianza absoluta de su entrenador. 

11. Marouanne Fellaini (Manchester United): Su fichaje se cerró sobre la bocina después de todo un verano dándose por hecho. Han sido negociaciones complicadas en las que le Manchester incluso amenazó con fichar a Ander Herrera a última hora. Al final treinta y dos millones de euros llevan a Old Trafford a un futbolista tan completo como mediático.

10. David Villa (Atlético): Llevarse al mayor goleador de la historia de la selección española por ese precio debería estar casi prohibido. La operación le sale redonda al conjunto colchonero. Su último año no fue brillante pero desconfiar de él no tiene ningún sentido. 

9. Carlos Tévez (Juventus): Futbolista que suele ir de más a menos en sus equipos por su carácter, siempre rinde a buen nivel cuando salta al campo, independientemente del rival que tenga enfrente. En un equipo como la Juventus, que tiene que trabajarse casi todas las victorias, tenerle es todo un aval. 

8. Thiago Alcántara (Bayern Múnich): A Guardiola le faltaba un timón en su nuevo proyecto y ya lo tiene. Un centrocampista al que conoce bien, que sirve de metrónomo para el ritmo de juego que quiere implantar. El Barcelona no ha sabido administrar su situación y él no ha tenido la paciencia sufiente para esperar su oportunidad.

7. Radamel Falcao (Mónaco): El colombiano da un paso atrás después de irse de España dejando un excelente sabor de boca. Habrá que ver si el Mónaco le da todo lo que ofrecía a priori. Sea así o no, su rendimiento será ejemplar, el de un profesional que lo da todo independientemente del escudo que defienda.

6. Mario Gotze (Bayern): Más allá de sus habilidades técnicas, la contratación es importante porque sirve para arrebatarle uno de sus mejores jugadores a su máximo rival nacional. Golpe de efecto de los de Múnich que ahora esperan de él que se adapte pronto a un esquema en el que de momento parece algo desnortado.

5. Edínson Cavani (PSG): Los sesenta y cuatro millones desembolsados por el PSG le convierten en el sexto traspaso más caro de la historia del fútbol. Con sus goles ha liderado al Nápoles, equipo que le ha sacado más de cincuenta millones de euros de beneficios. DiLaurentis aún se frota las manos

4. Francisco Alarcón "Isco" (Real Madrid): No cabe duda de que el conjunto blanco necesitaba de alguien como él, capaz de ver un pase donde otros ni siquiera lo imaginan. Ofrece algo diferente y le cambia la cara a un equipo que ahora tiene otro recurso en ataque más allá de sus contraataques demoledores. 

3. Mesut Özil (Arsenal): Convertido en el "pupas" del fútbol inglés, el Arsenal se ha encontrado casi sin querer con una joya inesperada. El alemán es uno de esos jugadores que pueden cambiar por sí solos el destino de un club. Será el referente, el faro, el que decida a qué quieren jugar los londinenses. Si consigue la regularidad que le faltó en algunos momentos de blanco, entrará por méritos propios en la historia de los "Gunners".

2/1. Neymar/Bale: Imposible decantarse. Cada cual tendrá su favorito y la decisión será perfectamente comprensible. Uno está llamado a convertirse en el estandarte de la selección con más Copas del Mundo. El otro ha sido coronado dos veces como el mejor futbolista de la Premier y se ha pagado por él, eso parece al menos, el traspaso más caro de la historia. Si se prefiere el regate y la técnica, Neymar. Si por contra se busca la verticalidad, los golpeos desde fuera del área y la potencia, Bale es el hombre. Afortunadamente no hay que decantarse, podemos disfrutar de los dos en España.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Gestión Standard

 
Finalizado el mercado de verano y con el fichaje de Marouanne Fellaini por el Manchester United la cifra aproximada se queda en 166,5 millones de euros. Eso es lo que han movido una decena de futbolistas que pasaron por el Standard de Lieja en 2008 y 2009, años de los últimos campeonatos de Liga del conjunto belga.

Aquella, que fue sin duda la mejor generación reciente del club y quizás una de las más destacadas de la historia del fútbol belga, la formaba un conjunto de jugadores que, de juntarse menos de cinco años después, estarían en condiciones de situar a la entidad entre las mejores de Europa. No cabe duda de que su experiencia en las grandes competiciones nacionales les ha hecho crecer pero todos llegan marcados por el sello de un equipo que apostó firme cuando solo eran un proyecto para sacarles a la jungla balompédica convertidos en hombres de pelo en pecho.

En una ciudad donde se abrazan Bélgica y los archienemigos Holanda y Alemania, aquella plantilla era una oda a la multiculturalidad y el vestuario una torre de babel con raíces heterogéneas donde se mezclaban la alegría brasileña de Dante o De Camargo, el carácter balcánico de Jovanovic, el poderío físico impreso en los orígenes congoleños de Benteke y Mbokani, la exquisitez belga de Defour, el exotismo martiniqueño paterno de Witsel  o la picardía marroquí de Fellaini y Carcela-González.

Dos estíos bastaron para que todos emprendieran su primer viaje. Muchos han recorrido ya Europa entera incrementando su valor de forma exponencial. Otros esperan dar aún el salto definitivo que por juventud o por otros factores aún no ha llegado. Y los hay, los menos, que han vuelto a casa mitad desencantados, mitad seducidos por el sabor de la gloria paladeada antaño.

Los que han seguido este último camino han llegado en el punto óptimo de maduración, la temporada donde el equipo parece haber terminado de construir un edificio en el solar resultante del éxodo masivo. Todo ha cambiado pero al mismo tiempo todo sigue igual. Nadie de aquellas dos camadas permanece salvo De Camargo y Carcela-González, los dos hijos pródigos que han retornado tras perderse en la Bundesliga y en la Premier League rusa respectivamente.

Para ellos todos los compañeros son nuevos pero no la filosofía de una entidad que ha incorporado las píldoras justas de veteranía para que una estructura que por entonces no alcanzaba los veintitrés años de media de edad se acerque ahora a los veinticuatro. Lo que parece un cambio mínimo, no lo es tanto. Con Opare como excepción, los titulares más veteranos a día de hoy se encuentran del centro del campo hacia atrás.

Kawashima, Ciman, Kanú o Van Damme aportan la solidez sobre la que se asienta un once titular donde abundan jóvenes con desparpajo que se encargan de crear mirando hacia el horizonte. De hecho Igor de Camargo es el único miembro del plantel que sobrepasa los veintiséis años sin ser zaguero.

El resultado de momento es inmejorable y supera incluso los registros anteriores. De las ligas consideradas con cierto nivel, y esto es una opinión subjetiva, "Les Rouches" son los líderes más sólidos. Suman seis victorias en seis partidos y lo que es aún más sorprendente, aún no han encajado un solo gol en el torneo de la regularidad.

Y todo ello sin renunciar a sus señas de identidad basadas en una innegociable política de apuesta por la cantera y por los talentos en edad de formación y, por supuesto, en la amalgama de orígenes. Contando la doble nacionalidad de algunos futbolistas, hasta veinte banderas pintan de colores el día a día. Tal es así que incluso la web se puede consultar ya en japonés. Öztürk, Bulot, Mpoku o Mujangi Bia; así suena el futuro.