viernes, 28 de noviembre de 2014

Atrapados por su pasado

Si no fuera porque el Bayern de Múnich es líder destacado, muchas personas iletradas en el mundo del fútbol darían por válida y lógica la clasificación de la Bundesliga si se la presentaran dada la vuelta. Por descontado, rara vez los bávaros serán farolillo rojo, pero en otras circunstancias sí resultaría normal que el Stuttgart, el Werder Bremen, el Borussia Dortmund y el Hamburgo ocuparan los puestos de Liga de Campeones.

Pese a ello no siempre las situaciones ocurren conforme a una lógica y cuatro de los equipos punteros del país pelean a día de hoy por evitar el descenso a Segunda. Quienes hace no demasiado luchaban por la ensaladera, los mismos que han conquistado quince de las cuarenta y una ediciones de la Bundesliga, se mueven ahora en un fango que hace no demasiado les resultaba ajeno.

Falta mucha competición pero lo cierto es que, dadas las circunstancias, queda la sensación de que este año caerá por fin al abismo algún histórico después de que ya vayan siendo varias las temporadas en las que clubes de relumbrón han jugado con fuego hasta el periodo estival, salvando el cuello en el último aliento.

El caso más claro es el del Hamburgo, que acarició el pasado verano su primer cambio de categoría después de jugarse el destino en una promoción con el Greuter-Fürth. Solo la magia del turco Hakan Calhanoglu (un futbolista por el que Bayer Leverkusen ha desembolsado el último mercado catorce millones de euros) y el acierto de Lasogga (autor de dos de los seis goles que lleva el equipo en total este curso), evitaron las lágrimas.

Dudas dejó también el Werder Bremen, que aún intenta desvestirse del 'Schaafismo'. Campeón hace más de una década, su empeoramiento ha sido progresivo con la caída de los años hasta el punto de acabar con el mito que dirigía su banquillo desde comienzos de siglo. Los parches no han servido para mejorar las cosas. Acostumbrados al caos sobre el terreno de juego, al todo o nada, solo la llegada del ucraniano Victor Skrypnyk al banquillo procedente del filial parece haberles despertado del letargo, aunque aún es pronto para sacar conclusiones.

La locura durante los noventa minutos, ese fútbol de cuchillo entre los dientes, parece haber invadido también al Stuttgart. Los de Baden-Württenberg tienen las mismas cifras que el Werder pero aún menos puntos. Capaces de marcar diez de sus catorce goles en tres partidos y encajar el mismo número en el mismo tiempo; sus problemas para dejar la portería a cero explican en parte su ausencia de regularidad.

Y luego está el caso del Dortmund, cuyo arranque de temporada solo puede explicarse desde las lesiones y la marcha de Lewandowski. Con sus estrellas incapaces de conseguir la regularidad debido a los problemas físicos e Immobile demostrándose poco apto para suplir al polaco, se encuentran en esa peligrosa situación del club que piensa que saldrá del pozo solo por su calidad individual mientras pasan las jornadas sin que vea la luz.

Todos ellos, por supuesto, tienen recursos no solo para salvarse sino para remontar posiciones e incluso llegar a Europa. Sin embargo la igualdad cada vez más evidente en un campeonato cuyo nivel mejora por momentos les ha pillado a contrapié y confiados. Alguien debe explicarles, antes de que lo hagan los resultados, que del pretérito ya no se vive. 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿Qué ha sido de... Algunos hombres de Wenger (VIII): Rhys Weston?


Durante los últimos días, a decir verdad durante los últimos meses, el Arsenal ha sido noticia en el panorama internacional por la plaga de lesiones que ha sufrido. Generalmente este tipo de situaciones suelen traer consigo oportunidades para los canteranos. Darles la alternativa a los jóvenes es una eventualidad que, en el caso de Wenger, nunca ha supuesto un problema.
 
En ocasiones esa valentía se ha revelado como una buena decisión. En otras, por ejemplo en el caso de Rhys Weston, no tanto. Si bien es cierto que no se trata de un fichaje propiamente dicho sino de un caso de promoción interna, lo cierto es que no puedo resistirme a hablar de este futbolista galés; que apenas dispuso de algunos minutos en la primera plantilla 'gunner'.

Debutante el mismo día que Ashley Cole, las trayectorias de uno y otro acabaron siendo antagónicas. Mientras el internacional inglés se convirtió con el tiempo en uno de los mejores laterales del mundo, Weston no tardó demasiado en salir rumbo al Cardiff. Un viaje más prolífico de lo esperado, pues allí dejó seis temporadas de su carrera.

Fue una etapa con altibajos en la que sufrió, entre otros reveses, una lesión de rodilla y una bajada de salario. Al final todo acabó con una cesión al Viking de Stavanger noruego. Las hemerotecas hablan de que su aportación al club nórdico se limitó a quince minutos, lo que tardó en abandonar el campo con su hombro dislocado durante un partido ante el Brann que acabarían ganando por 5-0.

Despedido el entrenador que le había llevado e incapaz de entenderse con el nuevo por cuestiones idiomáticas, regresó al Cardiff. Sin embargo se encontró la puerta cerrada, motivo por el cual se puso a entrenar con el Yeovil Town antes de firmar por el Port Vale, donde apenas estuvo unos meses a comienzos del 2007.

Libre le sacó del mercado el Walsall, que acabó ganándole la partida al Hereford. Allí siguió con su evolución a lo largo de tres cursos. Llegó entonces el momento de probar una nueva liga y se marchó al Dundee United escocés. Siguiendo con su gafe, el club acabó descendiendo. Pese a ello aguantó una temporada más en la que le fue adjudicado el brazalete de capitán.

Tras aquello hicieron acto de presencia las aventuras mas exóticas de su carrera. Buscando nuevos retos, Weston se mudó al KR Reykjavik. Duró siete meses antes de abandonar la disciplina por problemas económicos y enrolarse en el Sabah FA malasio. Allí se encontró con una competición donde los campos eran poco profesionales y las inundaciones condicionaban las fechas de los partidos.

Decepcionado, decidió irse por el camino conservador y regresar a Inglaterra para apurar sus últimos años de fútbol. Eligió en su retorno al Wimbledon, equipo cuyo estadio se encontraba a menos de una milla del hospital donde nació. Sin embargo ese contacto con sus orígenes más primigenios no funcionó y fue cedido al Sutton. Colgadas las botas, ahora trabaja como consultor de ventas para una compañía llamada "Your golf travel".

martes, 25 de noviembre de 2014

Eterno 'Toto'


Cada uno tiene sus filias y sus fobias futbolísticas, sentimientos de idolatría y desprecio que derivan de la pasión que despierta este deporte en los aficionados. Todo aquél que me ha leído alguna vez sabe, porque así lo he manifestado en varias ocasiones, que un servidor siente especial predilección por Antonio Di Natale.

Perteneciente al selecto club de los italianos sureños que son admirados en el norte, el punta del Udinese ha sabido redactar su propia leyenda. Ayer, de hecho, añadió un párrafo más anotando su gol número doscientos en cuatrocientos duelos disputados en la Serie A. Fue una diana con copyright, esculpida desde la nada en apenas dos toques.

Sus cifras, que hubieran firmado sin preguntar cualquier estrella de los llamados equipos grandes, cobran especial relevancia si se tiene en cuenta que 'Toto' nunca estuvo rodeado de los mejores. Es más, él ha sido el responsable de llevar hasta límites inimaginables a todos aquellos con los que ha compartido vestuario en Friuli. Una especie de D'artagnan que da sentido al lema de los mosqueteros, "todos para uno y uno para todos".

Sin virtudes apreciables más allá de la habilidad para hacer siempre lo que debe cuando le toca, este hijo de pintor lo es también de las experiencias acumuladas. Solo así se explica que su producción anotadora comenzara a ser fértil en la senectud balompédica, circunstancia esta que le ha convertido en el delantero con más acierto durante su tercera década de vida.

Di Natale ha sabido madurar, encontrar el placer donde otros comienzan a vislumbrar la frustración. Por eso fueron suficientes las plegarias sinceras de directiva y aficionados para que desterrara de su cabeza la idea del retiro. Sabían que aún quedaba mucho talento en esas piernas y el tiempo les ha dado la razón. Único punta en territorio transalpino, junto con Batistuta, capaz de lograr más de veinte dianas durante cuatro cursos consecutivos; ha vuelto de las tinieblas para situarse por enésima vez entre los capocannonieri del torneo.

A sus treinta y siete otoños, su motivación ahora es seguir cortando cabezas entre los máximos ejecutores de la historia del Calcio. A tiro está la coleta de Baggio y, con un par de años más de producción constante, ventilar el olor a naftalina de Altafini y Meazza. De lograrlo, acabaría su trayectoria en el podio de honor solo por detrás de Totti y Piola.

Pese a ello es probable que su figura se pierda en la penumbra del fútbol metrosexual y los contratos millonarios. Él, que rechazó vestir la camiseta de la Juventus porque sus hijos estaban muy integrados en la anodina Udine y se puso al frente para que nada le faltara a la hermana discapacitada del trágicamente desaparecido Piermario Morosini, es alguien que vino al mundo en la época equivocada. Un período donde la épica y las historias humanas han quedado eclipsadas por los tonos fosforitos de las últimas botas en el mercado, donde el amor a unos colores es entelequia.

Quienes lo admiramos hemos sufrido ese olvido cuando, en cualquier viaje a Italia, hemos buscado en los puestos callejeros una elástica con su nombre y número. Tévez, Pirlo, El Shaarawy, Totti, Palacio, Hamsik... pero nunca Di Natale. Ignorado por los fabricantes, solo la difusión oral de quienes hemos sido sus contemporáneos le impedirá caer en el olvido. Prometo que mis nietos sabrán quién era 'Toto'.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Madonnina sin cafeína


Pese a que el duelo entre los dos rivales representativos de Milán sigue conociéndose como el "Derby della Madonnina" lo cierto es que cada vez es mayor el contraste entre la altura donde se sitúa la estatua que vislumbra la ciudad desde la cima del Duomo y el bajo rendimiento de los dos equipos que se juegan su destino sobre el césped.

La urbe que junto con Madrid suma más Copas de Europa atraviesa uno de sus momentos oscuros en materia futbolística pese a que hace no demasiado disfrutaba de una década prodigiosa. Es el ciclo natural de un lugar con despuntes de grandeza continental como los sesenta, los comienzos de los noventa o la los primeros años del siglo XXI y épocas de ostracismo. Eso sí, siempre con algún campeonato nacional por década. 

Sin embargo esa trascendencia no dota de más atractivo al choque de este fin de semana, que solo puede venderse a través de la rivalidad y, si acaso, del debut de Mancini en su segunda etapa como interista tras la salida de Mazzarri. Pocos argumentos más y todos ellos, desde luego, alejados del mero espectáculo sobre el verde.

Con dos plantillas casi irreconocibles, unos resultados pobres y el consuelo menor de meterse en Europa ante la imposibilidad de ganar el Scudetto; cualquiera verá como premio suficiente a la temporada quedar por encima del vecino. Una triste realidad cuando hay mucha historia y bastantes estrellas en libros polvorientos.

Como tantas veces ha sucedido, es previsible que haya algo de pasajero en ese alejamiento de la gloria que ahora mismo acometen rossoneri y nerazzurri. Eso es al menos lo que espera un campeonato que languidece mientras se encumbra sin oposición la Juventus, siempre pescadora en estas aguas revueltas.

La duda es saber cuándo sucederá toda vez que el potencial económico de ambos parece haberse estancando con los vaivenes de sus respectivas direcciones. Ya no hay fichajes de relumbrón y los mercenarios de medio pelo abundan hasta el punto de que los jugadores que han vestido la camiseta de ambos clubes en lo que va de siglo superan en su total a los que lo hicieron en los casi cien años anteriores.

Ganar supone respirar, aliviar los rasguños y salir a la calle con la cabeza alta. Aún así, mal haría el triunfador en confiarse, mirando al futuro con optimismo. Suceda lo que suceda, a ambos les queda mucho trabajo por hacer para reconstruir los girones. Milán merece algo más que un tuerto gobernando entre ciegos.

jueves, 20 de noviembre de 2014

¿Qué ha sido de... Algunos hombres de Wenger (VII): Alberto Méndez?

Vigo recibió ayer a los dos últimos campeones del mundo, España y Alemania. Lo hizo en un amistoso deslucido por las ausencias, que se decidió en los últimos minutos y que a finales del siglo XX hubiera esperado jugar Alberto Méndez ante la posibilidad de vestir ambas camisetas por su doble nacionalidad.

En aquella época se abría ante él una carrera prometedora tras firmar por el Arsenal procedente del SC Feucht, donde había sido descubierto por Wenger. Méndez le entró por los ojos al francés  pero ahí acabó su idilio. Se presentó, se puso la camiseta, jugó menos de diez partidos y comenzaron las cesiones.

Sin opciones con los 'Gunners', su primer viaje fue rumbo a Atenas para vestir los colores del AEK. Una experiencia rupturista antes de desandar el trayecto vital, primero volviendo a sus propios orígenes en el Unterhaching alemán y posteriormente a los de sus ancestros como prestado en el Racing de Ferrol.

A él, que veraneaba en Xinzo de Limia, aquellos aires le vinieron bien. Lo suficiente como para seguir en la entidad una vez concluida su estancia temporal. La vinculación duró una campaña más, momento en el que decidió incorporarle el Terrasa de forma gratuita tras el descenso de los gallegos. Fue su último paso antes de retornar a su Alemania natal.

De nuevo en casa, superados ya los treinta años y sin presión alguna, comenzó a saltar al césped por mero disfrute. En esa línea firmó por el Feucht, el equipo donde fue descubierto. Una breve estancia a las que le siguieron otras no mucho más prolongadas en el SpVgg Bayreuth, en el SV Darmstadt 98 (ahora en la zona alta de la división de plata germana), en el Sanhausen y en el SpVgg Weiden. 

Las lesiones le dijeron entonces que era el momento de dejarlo y fue obediente. Al menos de manera momentánea ya que meses después regresó como jugador-entrenador al Amberg. El experimento resultó fallido y acabó siendo destituido. Optó entonces por reconducirse hacia una nueva faceta, la de comentarista en TV Leinburg.

martes, 18 de noviembre de 2014

Héroes por un día


Pese a que hay más sombras que luces en los organismos que rigen el fútbol internacional, lo cierto es que algunas iniciativas merecen ser alabadas. Una de ellas es la democratización del deporte, la posibilidad de que países perdidos en el mapamundi puedan probar algún día las mieles de una gran competición.

Si bien es cierto que detrás de todo ello las malas lenguas ven favores e intereses, no lo es menos que el panorama está cada día más abierto. La situación resulta insostenible e incomprensible para las grandes potencias balompédicas, que reclaman la construcción de escalones, pero al mismo tiempo ha devuelto la ilusión a ciudadanos que nunca la tuvieron.

En el presente panorama, los cuentos de hadas se escriben de manera recurrente en los rincones más insospechados. Solo así se explica que las portadas de este fin de semana no sean para Brasil o Italia y sí para tres territorios insignificantes como son la Guyana Francesa, las Islas Feroe y San Marino; triunfadores inesperados todos ellos en medio de la vorágine internacional.

Nada tienen en común, solo la gloria pasajera y el sabor de sus históricas victorias. Reyes por un día, es probable que sus gestas no tengan continuidad alguna y se queden como algo anecdótico, orgullo pasajero para generaciones de paisanos que siempre han vivido eclipsados por las potencias que les abrigan. 

Así sucede con la Guyana Francesa, vecina de la expoliada Surinam. Muy alejada de la nación a la que rinde cuentas y menos prolífica en la producción de estrellas que el país fronterizo, si bien fueron otros quienes las disfrutaron, su combinado se nutre de jugadores de los bajos fondos del balompié galo. Pese a ello le han bastado para conseguir el quinto puesto en la Copa del Caribe, por delante de la Martinica de Faubert, y jugarse un puesto en la Copa de Oro ante Honduras. 

En el caso del seleccionado del norte de Europa, nunca un triunfo tuvo consecuencias tan legendarias. Tanto fue así que los periódicos de Dinamarca, su estado soberano, se rindieron ante el shock que supuso el 0-1 en tierras griegas. El tanto de Edmundsson, además de propiciar la obvia salida de Ranieri, puso fin a una racha de trece años sin ganar fuera y estableció un récord en lo que se refiere a la victoria del rival inferior entre dos equipo con mayor distancia en el ranking.

No es menos destacable lo de San Marino, un pequeño punto en el plano de Italia donde una plantilla compuesta casi en su totalidad por efectivos de la liga local arañó un empate como anfitrión contra Estonia. Sin ser los bálticos una superpotencia el 0-0 valió para acabar con una racha de sesenta y un derrotas seguidas o, lo que es lo mismo, una década de fracasos.

Todos ellos son resultados que no llevarán a nada, historietas de tinte bufo para los seguidores de las grandes ligas cuya principal preocupación es cómo emplear el tiempo ese fin de semana en el que no juegan sus clubes. Probablemente nunca lleguen a comprender la magia que hay en las pequeñas cosas.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ordem e progressão

Cuando parezca que ya está olvidado, siempre habrá alguien dispuesto a recordar el 1-7 de Alemania en Belo Horizonte. Sin embargo, y pese a que esa derrota ocupará un lugar privilegiado en el podio del sonrojo, lo cierto es que la transición hacia una nueva realidad está siendo de momento más llevadera de lo esperado.

Del fracaso en el Mundial poco queda y sobre las cenizas de aquél proyecto diseñado para salir campeón en tierra propia, se levanta ahora una estructura sólida liderada por un hombre que hace no demasiado se marchó por la puerta de atrás. Carlos Dunga ha vuelto al banquillo con una pizarra donde la defensa es el pedestal sobre el que sustenta la figura imperial de Neymar.

El delantero del Barcelona, como las frambuesas, ha madurado en verano para llegar en su punto óptimo al otoño. Abandonado el invernadero en el que había crecido artificialmente desde los inicios de su carrera con el objetivo de ofrecer su mejor sabor el día del festín, se desarrolla ahora salvaje para regocijo de los azulgrana y de todos sus paisanos.

Su rictus de seriedad ha tornado en una sonrisa sincera cuyos efectos bajan hasta los pies. Neymar se ha desnudado de la presión con la que convivió el año clave de su carrera, la misma que le obligaba a ser una pieza más de esa máquina engrasada que era el Barcelona y además el referente de un combinado histórico.

Todo lo construyó Scolari en torno a él y todo se derrumbó cuando faltó. Saber qué hubiera pasado en caso de no recibir el rodillazo en la espalda de Zúñiga es jugar a fútbol ficción pero queda la sensación de que la versión de Brasil con él sobre el césped se alejaría de la vulgaridad exhibida. En cualquier caso aquel golpe del destino le permitió salir indemne de la tormenta.y librarse del pecado.

Ese pequeño éxito personal dentro del batacazo colectivo, unido a un proceso de aclimatación europea ya superado, le ha valido para afrontar las situaciones de manera diferente. El liderazgo que otros querían adjudicarle antes de tiempo ha llegado solo con el ocaso de la adversidad y despejados los nubarrones ahora se ve la luz.

Ayuda a ello, desde luego, la resignación de su nuevo seleccionador. Hombre de principios férreos y declaraciones altisonantes, Dunga ha aprendido a tragar. La misma leyenda que declaraba que su pupilo no sería un crack hasta que no ganar el Mundial y que aseguraba que el equipo no jugaría en función de él ha asumido con naturalidad que las cosas no son siempre como uno desearía.

Dicha humildad, casi impensable en una personalidad como la suya, está premiándole. Con libertad para coser y descoser sobre el verde, Neymar ha florecido de amarillo tras la Copa del Mundo. De momento ha sido en amistosos pero su aportación está siendo destacable. Siete tantos y dos asistencias en cinco partidos, cuatro de ellos contra combinados mundialistas.

La nueva etapa del que fuera capitán de la 'canarinha' está fundamentada en un neymarcentrismo salpicado con gotas de su doctrina, esa atemporal que indica que si un equipo no encaja goles lo peor que le puede pasar es que empate. Dos polos opuestos que se están acercando antes de lo previsto. Ordem e progressão

miércoles, 12 de noviembre de 2014

¿Qué ha sido de... Algunos hombres de Wenger (VI): Jehad Muntasser?

El Arsenal culminó este domingo su semana negra de resultados volviéndose a dejar remontar, en esta ocasión en el Liberty Stadium contra el Swansea. El resultado entraba dentro de lo previsible toda vez que el conjunto galés ya está asentado en la Premier y tiene músculo económico suficiente para fichar buenos futbolistas que le hagan competitivo. Pese a ello hubo un tiempo, no muy lejano, en el que peleaba por salir de las catacumbas. Sin ir más lejos en el verano del 97, donde ocupaban un lugar en la Third Division. Aquel mercado estival llegó al Arsenal el libio Jehad Muntasser.

Nacido en Tripoli, nieto del que fuera Primer Ministro de su país en los cincuenta, Mahmud Al-Muntassir, el jugador hizo carrera en Italia. De hecho fue en la cantera del Atalanta donde comenzó su formación antes de dar el salto al profesionalismo de la mano del Pro Sesto, club que con el tiempo acabaría desapareciendo para ser refundado en el año 2010. La sociedad militaba por entonces en la serie C2 pero la red de ojeadores propició su traslado a Londres.

Por descontado, el viaje hasta allí desde tierras transalpinas duró más que el tiempo que vistió la elástica del conjunto 'gunner'. Tampoco era muy difícil teniendo en cuenta que el extremo saltó al césped poco más de sesenta segundos, en el aliento final de una prórroga contra el Birmingham en Copa de la Liga sustituyendo a Luis Boa Morte, cuya figura ya hemos repasado en esta sección.

Con ese provenir sucedió lo esperado, que en el mes de enero le dieron boleto. Libre se marchó al Bristol City, entidad donde no llegaría a debutar como miembro de la primera plantilla. Sin oportunidades su paso por Inglaterra terminó en el verano de 1999, cuando fue cortado de nuevo debido a su escasa aportación

Puso rumbo entonces al Empoli, donde una vez más le cerraron las puertas y le impidieron desarrollar su profesión. Asumió entonces que igual estaba apuntando demasiado alto en sus intenciones y fichó por el Viterbese, de C1. Comenzó en ese momento un peregrinaje por la categoría que le llevaría también al Catania y al L'Aquila.

Desterrado en categorías poco vistosas, la voluntad de triunfar hizo que sacara la cabeza del pozo hacia la Serie B ayudado por la Triestina. De la nada pasó al todo y se ganó incluso el apelativo, quizás algo grandilocuente, del "Totti libio". Con esas credenciales le fichó el Perugia, donde hizo compañía a Al-Saadi Gaddafi, hijo del que por entonces era el dictador de su tierra.

Este último se quedó por el camino en su sueño de triunfar. No sucedería lo mismo con Muntasser, al que fichó el Treviso tras su ascenso a la Serie A. El conjunto, perteneciente a una ciudad donde la gloria estaba reservada al baloncesto, apenas duró una campaña entre los grandes. No le dejó en la estacada el atacante africano, que aún les acompañaría un curso más tras el descenso.

Finalizada aquella aventura, optó por cambiar de continente y defender los colores del Al-Wakrah catarí. Fue el paso previo a colgar las botas en el Al-Ittihad de su Tripoli natal. Se convirtió entonces en asesor del Al-Ahli emiratí aunque ello no le impidió implicarse en el conflicto bélico que afectó a su país.

Ayudado por su cartel y tirando de contactos, organizó un partido benéfico en Dubai bajo el nombre de "Amigos de los niños libios". Con el objetivo de recaudar fondos para los más jóvenes Muntasser reunió entre otros a nombres como Zanetti, Materazzi, Cannavaro, Nedved o Nakata. El evento fue retransmitido a todo el mundo árabe y contó con la presencia del líder nacional interino Mustafa Abdul Jalil. 

Por cuestiones personales es posible que, durante los próximos meses, el blog no pueda actualizarse con la periodicidad habitual que ha mantenido desde sus inicios. En cualquier caso continuarán publicándose posts de forma más irregular. Pido disculpas por ello y os animo a que sigáis visitándolo de todos modos.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Marcello Lippi, de la A a la Z

Con un nuevo título liguero en China para sus vitrinas, el tercero consecutivo, el técnico italiano Marcello Lippi ha anunciado esta semana que deja los banquillos a los sesenta y seis años. Se va así el hombre que devolvió la gloria a dos símbolos de su país, la Juventus y la selección. Un mito con aspecto de profesor universitario que ha hecho escuela en el fútbol.

A- Ancelotti: Junto a Miguel Muñoz y Álex Ferguson, tanto Lippi como el actual entrenador del Real Madrid son los únicos que han disputado cuatro finales de la Copa de Europa. Italianos los dos últimos, probablemente sean junto con Arrigo Sacchi los mejores técnicos que ha dado el país en su historia.

B- Berlín: En la capital alemana Lippi disputó el partido más trascendental de su trayectoria como entrenador. Si bien las finales importantes le habían sido por lo general esquivas, en esta ocasión pudo sortear a su destino y proclamarse campeón del mundo. Junto a Vicente del Bosque es el único que puede presumir de tener en su palmarés el trofeo y al menos una Copa de Europa.

C- Cannavaro: La primera vez en que ambos coincidieron fue durante la temporada 93-94. Cannavaro era un joven central que acababa de llegar al Napoli y Lippi un hombre con ganas de progresar que solo duró una campaña en el banquillo antes de iniciar una nueva aventura en la Juventus. Posteriormente sus carreras jugaron al gato y al ratón hasta que ambos volvieron a verse las caras en la selección. El zaguero, que fue el encargado de alzar al cielo la Copa del Mundo, ocupará ahora el puesto dejado por su maestro al frente del Guangzhou Evergrande.

D- Del Piero: Difícil entender la figura de uno sin la del otro. Si bien fue Trapattoni quien le hizo debutar, Lippi le dio los galones que luciría el resto de sus días en la 'Vecchia Signora'. Juntos compartieron numerosas tardes de gloria, en Italia y en el extranjero. Tanto que todos los entorchados conquistados por el técnico, salvo aquellos que logró en tierras asiáticas, fueron con el atacante a su lado.

E- Eslovaquia: El combinado europeo propinó al entrenador una de las derrotas más dolorosas de su carrera. Fue en el último partido de la primera fase del Mundial de Sudáfrica. Aquel 3-2 certificó el descalabro de la que por entonces era vigente campeona del mundo y precipitó la dimisión de Lippi tras dejar a los suyos últimos en un grupo que compartían asimismo con Nueva Zelanda y Paraguay. 

F- Frases: Si bien no dejó ninguna en concreto por la que pasará a la historia, lo cierto es que algunas de sus sentencias sí merecen ser tenidas en cuenta.

- El mejor jugador es el que pone su talento al servicio de los demás. Hay jugadores útiles, no indispensables.

- A una selección no se lleva necesariamente a los mejores jugadores, se lleva a los que pueden constituir un equipo, que es con lo que se gana al fútbol.

- Somos campeones del mundo, no nos interesa el fútbol de toque.

- Italia puede no tener a los jugadores más lujosos, pero sí a los mejores tácticamente.

- En el fútbol el primero es un Dios y el segundo una mierda.

G- Gattuso/Grosso: Dos futbolistas de perfil bajo se convirtieron en piezas clave durante la conquista del Mundial de Alemania. Más allá de marcar el gol que sellaba la conquista del título, el rendimiento del lateral sorprendió a todo el mundo. Por su parte el mediocentro aportó carácter, garra y una imagen que dio la vuelta al mundo con su mentor. Conseguido el objetivo se acercó a él, le cogió de su níveo pelo y le plantó la mano en el rostro. Así eran las muestras de cariño y respeto de 'Ringhio'.

H- Hijo: El retoño de Marcello fue protagonista en los medios de comunicación ya que, según el boca a boca, Cassano no entraba en los planes de la selección absoluta por haberle propinado un puñetazo en una discoteca. Representante de jugadores, Davide también salió a la palestra al ser investigado con motivo del "Calciopoli", si bien acabó absuelto. 

I- Iglesia: Durante su etapa como seleccionador, Lippi topó entre otros con la iglesia. Sucedió en el año 2004 cuando el cardenal Fiorenzo Angelini opinó en el programa 'Not Only Sports' de la radio oficial del Vaticano que había "presiones y recomendaciones" en las convocatorias porque estar o no estar podía "aumentar o disminuir el valor comercial de un deportista". Encontró respuesta por alusiones: "Comprendo que Italia sea un país católico pero ahora tenemos hasta cardenales que hablan de fútbol. Me cuesta mucho comprender esta actitud".

J- Juventus: El equipo donde le consideran leyenda. Lippi es, por detrás de Trapattoni, el técnico que más partidos ha dirigido en la historia del club con 405. Además consta como el quinto entrenador con mejor porcentaje de victorias entre los que se han sentado en el banquillo durante más de cien duelos. Le adelantan Carcano, Parola, Conte y Capello, si bien a los registros de este último siempre les acompañará la polémica. 

K- Kaiserslautern: Antes de conquistar la Copa del Mundo en el Olímpico de Berlín, Italia tuvo que sudar mucho. Uno de los momentos de mayor sufrimiento llegó en esta ciudad, donde el combinado transalpino se midió a Australia en los octavos de final. Un dudoso penalti pitado por el español Medina Cantalejo en el tiempo de añadido lo acabó llevando a la red Totti, logrando el pase a siguiente ronda.

L- Libro: Titulado "Il Gioco delle idee. Pensieri e passioni a bordo campo" (El juego de las ideas. Pensamientos y pasión al borde del campo), al calor del éxito en el 2006 Lippi dejó para la posteridad una obra de ciento dos páginas en la que pretendía expresar su filosofía futbolística salpicada con apuntes de índole más profesional. Aún puede ordenarse a través de alguna página web.

M- Moggi-gate: El escándalo que estalló en el fútbol italiano en torno a la figura del ex dirigente juventino pudo costarle el puesto de seleccionador a Lippi antes del Mundial. De hecho este tuvo que ir a declarar a la Fiscalía de Roma en relación con el Caso GEA debido a un supuesto pacto con Luciano Moggi a la hora de elaborar las convocatorias de la azzurra. 

N- Nápoles: Solo una campaña duró el preparador en la ciudad del sur de Italia. No fue por demérito sino todo lo contrario. Lippi se encontró con un equipo aquejado de problemas económicos que además arrastraba la nostalgia de Maradona. Pese a ello logró la clasificación para la Copa de la UEFA.

O- Old Trafford: Cuatro fueron las finales de la Liga de Campeones que Lippi disputó como entrenador. Solo ganó una, ante el Ájax de Amsterdam en el Olímpico de Roma. De las otras tres derrotas, quizás la sufrida en el estadio del Manchester United fue la más dolorosa por estar enfrente el Milán y por dejarla escapar en la tanda de penaltis. Lippi cayó además contra el Real Madrid y el Borussia de Dortmund.

P- Playa:  Pese a que llevó su sabiduría alrededor de todo el país, Lippi nunca dejó de lado su pasión por la playa y el mar. A él escapaba cuando tenía ocasión, incluso durante su estancia en China, para navegar. Una afición sana que contrasta con otro de sus grandes vicios, el sabor a nicotina. Fumador empedernido, en las hemerotecas pueden encontrarse varias imágenes suyas con un purito en los labios.

Q- Quatrocento: Si bien el apellido del entrenador es de sobra conocido en el mundo del fútbol, lo cierto es que no es el único personaje ilustre que ha pasado a la historia con él. Marcello comparte protagonismo en ese aspecto con Fra Filippo Lippi, uno de los principales exponentes de la pintura que se desarrolló durante el Primer Renacimiento, en el siglo XV.

R- Rumores: Aunque su nombre sonó para muchos equipos europeos, solo salió de Italia para marcharse a entrenar a China. Desmintió contactos con el Real Madrid e incluso llegó a mostrar su deseo de entrenar al Barcelona y al Chelsea pese a que había declarado también que la barrera idiomática le suponía un hándicap para dirigir en Inglaterra.

S- Sampdoria: Lippi fue cocinero antes que fraile. Zaguero profesional durante trece años, nueve de ellos se los pasó defendiendo los colores del conjunto genovés. Cedido durante una campaña al Savona, jugó además en el Pistoiese y el Lucchese antes de colgar las botas con dos internacionalidades en las inferiores a sus espaldas.

T- Títulos: Muchos se lleva bajo el brazo, tanto individuales como colectivos. En clave nacional cosechó cinco ligas, una copa, cuatro supercopas. Saliendo fuera con la Juventus una Champions, una Supercopa de Europa y una Intercontinental. En Asia otra Champions, tres ligas y una Copa. A ello hay que añadir el Mundial de 2006, tres premios de entrenador del año en Italia, tres galardones anuales otorgados por la IFFHS, un Onze d'or, un reconocimiento como técnico del año en China y un lugar en el Hall of Fame del fútbol italiano.

U- Unidad: Un elemento esencial en su hoja de ruta era la unidad del grupo. Pese a que tuvo grandes individualidades a su cargo, no entendía las mismas si no se integraban en el colectivo. De hecho defendía que el sistema idóneo era aquel que sacaba lo mejor de cada una de las piezas pero sin dejar de aportar para el conjunto. Ese planteamiento le dio excelentes resultados

V- Viareggio: Situada en la parte alta de la bota, a la altura de la rodilla, esta localidad toscana que ronda los sesenta y cinco mil habitantes fue la que vio nacer al entrenador. Costera y de clima templado, famosa por su carnaval y por un premio literario, su vinculación con el fútbol no termina ahí ya que también es la patria chica del colegiado Pierluigi Collina.

W- West: Durante sus años vestido de chándal, Lippi pudo encontrarse con varios futbolistas pintorescos. Uno de ellos era este central nigeriano, al que daba órdenes en el Inter. De él contaba una anécdota durante una entrevista en el 'Corriere dello Sport'. Según parece, en el transcurso de una comida del equipo mandó a buscar al jugador, que no se encontraba junto al resto de compañeros. Cuando apareció, este le dijo que estaba rezando y que Dios le había dicho que debía jugar ese día. Le respondió el míster argumentándole que a él Dios no le había comentado nada, que comiera y que dejara las oraciones para luego.

X- Xu Jia Ying: Una de las personas más ricas de China es al mismo tiempo el presidente del Guangzhou Evergrande. Gracias a él llegó Lippi al país asiático y también otros muchos rostros conocidos como Gilardino, Diamanti o el ariete paraguayo Lucas Barrios. La inversión ha traído títulos y ha servido para darle relevancia a la entidad.

Y- Yuanes: Eso es lo que parecía que iba a buscar Lippi cuando se marchó a China para entrenar al Guangzhou Evergrande. Se ganó todos y cada uno de ellos llevando al equipo a conquistar la Champions de Asia, una Copa FA y tres ligas domésticas. La última de ellas fue además el colofón a su paso por tierras orientales.

Z- Zeman: Enemigo en la banda y también fuera de ella, el checo levantó la liebre acerca de posibles casos de dopaje en el fútbol italiano, apuntando principalmente a la Juventus durante la primera etapa de Lippi. Finalmente Riccardo Agrícola, médico del plantel entre 1994 y 1998, y el club fueron absueltos.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Qué ha sido de... Algunos hombres de Wenger (V): Rohan Ricketts?

Este apartado dentro de la sección "¿Qué ha sido de...?" comenzó siendo un pequeño homenaje a Arsène Wenger en su decimoctavo aniversario como técnico del Arsenal pero lo cierto es que cada semana es fácil encontrar una percha para seguir hablando del equipo y de algunos de los futbolistas que pasaron por él durante la etapa del francés en el banquillo.

Sin ir más lejos los ingleses hicieron ayer un esfuerzo superior dejándose empatar en Champions, en casa y frente al Anderlecht, un partido que iban venciendo por 3-0. Sonrojo máximo que probablemente no habría sucedido con Rohan Ricketts en el campo, tal como demostró en su única aparición con el club. Fueron dieciocho minutos en Highbury durante un partido en la Copa de la Liga contra el Manchester United. El futbolista saltó al campo con 4-0 a favor y aportó su granito de arena para que el resultado no sufriera modificación alguna, evitando la remontada del rival.

Aquella fue su única oportunidad con el primer equipo pese a ganar durante dos campañas seguidas la FA Youth Cup como canterano. Ninguneado, pronto entendió que tendría que salir de allí si quería hacer dinero con el fútbol y comenzó su viaje cambiando de barrio para firmar por el Tottenham Hotspur.

Fue una etapa agridulce que arrancó sin minutos en su primera campaña, prosiguió con dos premios de jugador del mes en el 2004 que llamaron la atención de Eriksson pese a que no llegó a convocarle como internacional y terminó con su ostracismo tras la llegada al banquillo de David Pleat. Pudo entonces marcharse cedido al Deportivo de La Coruña pero, no sintiéndose preparado para salir fuera de su país, encadenó cesiones en el Coventry y el Wolverhampton.

Le ficharon estos últimos, pero acabaron prestándolo al QPR antes de que fuera cortado. Se marchó entonces al Barnsley. Así las cosas pasó de cambiarse de calle a mudarse de ciudad y, de ahí, a iniciar una nueva vida en otro continente cuando aceptó una oferta procedente del Toronto FC. Allí encontró el amor y su mejor juego.

Pese a ello los problemas económicos le animaron a guiarse por la ambición e intentó volver a su país para disputar alguna de las dos primeras categorías. No le salió bien la jugada y tras estar cerca del Aberdeen o el Odense, acabó defendiendo el escudo del Diósgyör húngaro; donde llegó por intermediación del padre de su ex compañero Martin Fulop. En tres meses pasaron por allí tres técnicos diferentes, ninguno de los cuales le alineó como titular. 

No le fueron mejor las cosas en el Dacia Chisinau donde, desesperado después de esperar hasta última hora para irse al Ankaragucu, se enroló un trimestre en el que no cobró. Aquella estancia en Moldavia se reveló deprimente pero la soledad y la falta de cosas que hacer le despertó su interés por la redacción de columnas, vocación que posteriormente le ha servido para ganarse un sobresueldo en medios como el Daily Mail. 

Finalizado todo aquello y esfumadas sus opciones de vestir elásticas como la del Kickers Offenbach o el Boulogne, se refugió entonces en el Wilhelmshaven de las divisiones inferiores germanas con el objetivo de llaman la atención de alguna entidad de categoría superior. Lo logró. Siempre según su versión preguntaron por él pretendientes como el Braunschweig o el Paderborn, a los que el tiempo les ha dado una vivencia en la Bundesliga, pero optó por hacer las maletas rumbo al Shamrock Rovers irlandés antes de vestirse un mes con los colores del Exeter.

Fueron estancias cortas a la que siguieron un trayecto de larga distancia con destino a al Dempo SC indio. El periodo no resultó fructífero. Ricketts, que por entonces ya albergaba la idea de montar una academia en Canadá, llevó las tiranteces con el entrenador a Twitter y al final acabó desplazándose hasta Ecuador para jugar con el Quevedo. Es el paso previo al epílogo de una carrera que terminó finalmente en el PTT Rayong tailandés.

martes, 4 de noviembre de 2014

La conquista del oeste

El relato se compone de varias imágenes. En la primera, un señor trajeado anuncia desde un atril la creación del club. En la segunda, el equipo debuta ante su público estrenando colores y escudo. En la tercera, un futbolista remata de cabeza al fondo de las mallas logrando el primer gol en la historia de la entidad y al mismo tiempo su primera victoria. Luego llega una racha de victorias, la celebración descontrolada de los aficionados en la calle, la disputa de la máxima competición continental y el trofeo de campeón de la misma. Toda una trayectoria desde la fase embrionaria hasta el éxito supremo que muchos sueñan sin conseguirla.

Hay sin embargo quien vive a lo loco, al límite, saltándose los trámites naturales. De la nada al todo, del anonimato a lo más alto. Así ha sucedido en el caso del Western Sydney Wanderers australiano, al que podrá verse compitiendo en el Mundial de Clubes de Marruecos después de haber conquistado la Liga de Campeones asiática.

Cuento de hadas que se escribe en solo dos años y medio dentro de una ciudad donde parecía haber sitio solo para uno. Ese privilegio se lo había ganado el Sydney FC en la carrera inicial, cuando estaban en juego las franquicias que bautizarían la A-League sin que existiera la posibilidad de que ninguna ciudad pudiera fragmentar su corazón en dos.

La decisión no fue del agrado de todos los habitantes de una urbe heterogénea y de gran extensión. Aquellos más identificados con el deporte rey, parapetados en la zona oriental, se propusieron desde entonces mantener vivo el espíritu de lucha hasta que volviera a surgir la oportunidad de colocar su nombre entre los elegidos. Aspiraciones lícitas de un reducto que albergaba a numerosos descendientes de balcánicos encerrados en una torre de babel donde se hablan más de setenta idiomas. Tanto es así que en las gradas del Parramatta Stadium, se canta ahora "Habibi Olé". Puro mestizaje.

Más que un pasatiempo, lo que se reclamaba era un signo de identidad propia. Sobre la mesa de neogociación se situaban la pasión y una denominación de origen cuyo sello llevaban en la piel nacidos allí como Schwarzer, Kalac o Bosnich. Había sangre y era necesario bombearla para reanimar al campeonato con un elemento diferente.

Conseguida la licencia, los buenos resultados han venido solos mezcla de la entrega de unos hinchas cuya marca global es el "Red and Black Bloc" y de una planificación deportiva alejada de las tentaciones del oropel. Mientras otros tiraban de currículum para contratar a sus futbolistas de referencia el Wanderers importaba a Shinji Ono, un japonés con pasado europeo que hasta su salida demostró la disciplina suficiente para no caer en el divismo.

Idéntica idea se siguió para sentar en el banquillo a Tony Popovic, un ex internacional con largo pasado como jugador en el máximo rival pero la personalidad suficiente para abandonar un cómodo puesto de asistente en el Crystal Palace a cambio de cincelar con sus propias manos un proyecto que ahora es ganador.

Todo ha sido rápido, impensable. De una nebulosa se ha pasado a una realidad solvente capaz de entrar en la leyenda como el primer australiano que reina en Asia. Un caso único, digno de estudio, cuya principal incógnita pasa por saber hasta qué lugar puede escalar después de retar a la lógica. Sin nada que perder, el cielo es el techo.