lunes, 29 de noviembre de 2010

El TP Mazembe en busca de su gran oportunidad

Poco falta para que arranque el Mundial de clubes, ese torneo en el que los ganadores de cada continente se miden para convertirse en el mejor equipo del planeta. En lo personal reconozco que, si bien es cierto que desde que se democratizó y se amplió a más de dos equipos ha ganado en atractivo, no termina de engancharme en la medida en que no deja de ser una competición adulterada y cada vez en mayor medida un bolo para ganar dinero.

El hecho de que el sorteo venga preparado ya de antemano y que no todos tengan las mismas posibilidades es algo que no me gusta. Si a todo ello añadimos que este año juega además el campeón de la liga emiratí por eso de que el país organiza la competición, todo me parece un cachondeo destinado a meter parné en las arcas de la FIFA. En cualquier caso ese no es el tema que pretendo tratar hoy.

Entre los equipos en liza, donde el Inter y el Internacional parten como principales candidatos, se ha colado por segundo año consecutivo el modesto TP Mazembe congoleño, campeón de la Champions Africana. Lo que el año pasado se consideró más un hecho azaroso, este se ha convertido en una realidad para un equipo que se ha consolidad a nivel continental con un fútbol alegre en el que tiene mucho que ver el que fuera seleccionador senegalés Lamine N'Diaye.

Él ha sido en principal artífice de la resurreción del equipo, que defenestrado en África en las últimas temporadas es, con el reciente doblete, uno de los más laureados de su continente gracias a sus cuatro entorchados. Sin embargo de sus dos primeros hacía más de cuarenta años y desde entonces su prestigio había ido en declive.

Junto a N'Diaye hay otro nombre propio destacado, el de Moise Katumbi, un empresario metido en el panorama político que ha invertido en el club de sus amores dándole un impulso económico con el que no gozaba desde su fundación a finales de los años treinta, cuando un grupo de misioneros benedictinos decidió implantar el fútbol como alternativa para aquellos jóvenes que no querían centrar su actividad en el sacerdocio.

Engendrado como el F.C Sant Georges posteriormente cambió su nombre al de Holy Paul F.C antes de que los monjes dejaran de lado el proyecto con la llegada de elementos extranjeros al instituto que les obligaron a abandonar el proyecto. El equipo pasó a bautizarse entonces como F.C Englebert, nombre de la marca de neumáticos que lo patrocinaba y posteriormente Tuit Puissant (Los más poderosos) Englebert tras su primer título de liga.

Hoy, bautizado como TP Mazembe el club espera ganarse el respeto del mundo con una buena actuación en el único torneo que le puede abrir las puertas del panorama a nivel mundial, por mucho que sudamericanos y europeos, con ayuda de la FIFA, se empeñen en monopolizarlo temporada tras temporada.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿Qué ha sido de... los hermanos Zárate?

Mauro, Rolando, Ariel y Sergio son los nombres de los hermanos Zárate, una saga a modo de dinastía que ha llevado su apellido por equipos de medio globo. Con edades comprendidas entre los 23 de Mauro y los 41 que ahora suma Sergio, sumando la cantidad de clubes que han atesorado en sus carreras esta se eleva, de momento, a los 32, sin contar aquellos por los que pasaron más de uno ni las segundas etapas. Así transcurre la vida de cada uno de ellos, de menor a mayor.

Mauro Zárate: Su carrera es de sobra conocida. Criado al igual que sus otros tres hermanos en la cantera de Vérlez Sársfield es quizás el de más renombre de todos a pesar de ser el más joven. Aunque ha empezado de forma algo irregular esta campaña en las filas de la Lazio, su figura es muy importante en el equipo romano, a donde llegó como cedido por el Al Sadd tras haber actuado en el Birmingham en la misma situación. Su fichaje por el equipo asiático fue en su día sorprendente en la medida en que sus buenas actuaciones con las inferiores, donde fue campeón del mundo con la sub-20 en 2007, apuntaban a su grandísimo potencial.

Rolando Zárate: El Zárate del Real Madrid, aquél que muchos recordaréis en nuestro país por algún que otro partido suelto con la camiseta del club blanco, nada importante, para que engañarnos. Tras llamar la atención con el Vélez Sársfield fichó por el segundo equipo, donde sus impecables cifras goleadoras le abrieron las puertas de la primera plantilla.

De la misma forma estas se cerraron un año después, cuando inició una espiral de cesiones que le llevaron primero a los dos equipos de Murcia, el Real y el Ciudad, y posteriormente a lugares tan remotos como el Livingston escocés y el Al Ittihad saudí, donde sólo jugó un partido. De ahí volvió a Vélez, donde despuntó como antaño convirtiéndose en el segundo máximo goleador del Apertura de 2004, en el pichichi del Calusura de ese mismo año y en un puntal importante en la conquista del Clausura de 2005.

En 2006 fichó empezó un periplo poco fructífero por México que primero le llevó a los Tigres de la UANL y posteriormente al Monterrey. De ahí volvió a Argentina para jugar en las filas del River Plate, pero su carrera iba en picado hacia abajo y dio un paso hacia atrás firmando por el Barcelona de Guayaquil, con quien rompió su contrato por una lesión. Recuperado volvió a itnegrarse en la plantilla de Vélez y tras dejar el equipo como agente libre ha fichado por el Huracán, donde juega en la actualidad.

Ariel Zárate: Es, junto a Rolando, el más conocido en territorio español pues dejó su impronta en algunos equipos de nuestro país con más pena que gloria. Salido de la misma cantera que sus hermanos, su primer equipo profesional fue el Toluca mexicano. Tras abandonar el país y pasar por una experiencia en un modestísimo equipo italiano fichó por el Cádiz, donde empezaría una gira española de siete años que le llevaría por gran parte de la mitad sur peninsular.

En la tacita de plata destacó y eso le valió para ganarse un contrato con el Málaga, donde pasó cuatr temporadas, su periodo de mayor estabilidad vital. Su cesió al Elche le sirvió para relanzar su nombre y se marchó al Xerez, donde sus buenas cifras anotadoras le devolvieron de nuevo al Elche. Su segunda etapa fue desastrosa dada su escaso olfato y acabó dejando Europa.

Su destino fue Argentina, su país natal, donde pasó primero por el Deportivo Morón y posteriormente por el Trsitán Suárez antes de firmar por el All Boys cuando el equipo aún no era nadie. Ahora el club es el revelación de la Primera División del país y a sus 37 años Ariel vuelve a sonreir.

Sergio Zárate: Es el mayor de la saga, el "patriarca". Cuando su hermano Mauro nacía el ya empezaba a jugar como profesional en las filas de Vélez, abriéndole el camino al resto de hermanos. El fue el pionero, el primero. Tras pasar por el club que le vio debutar probó suerte en el Viejo Continente a comienzos de los 90 y se marchó a Alemania para jugar en las filas del Nuremberg.

Ansioso de nuevas experiencias se marchó al año siguiente a Italia pero su experiencia en el Ancona no fue fructífera y tuvo que regresar de nuevo a Nuremberg, paso previo al que probablemente fuera su cima futbolística, el Hamburgo, donde apenás jugó. Qzuiás para explorar el territorio que posteriormente pisarían dos de sus tres hermanos decidió emigrar a México.

Primero pasó dos años en el Necaxa, y posteriormente se marchó a dar muestras de su clase al estadio Azteca firmando por el América. La aventura no cuajó y de nuevo regresó al Necaxa antes de abandonar México por primera vez tras la llamada del club de sus amores, Vélez. Su segunda experiencia no fue nada provechosa y regresó otra vez al país centroamericano, a la vecina localidad del D.F llamada Puebla. Finalmente acabaría sus días como futbolista en el modesto Deportivo Merlo. Tras eso, pasó a hacer negocio gracias a sus hermanos. Hoy les representa.

Como os dije el otro día, el blog cesará en su actividad hasta el próximo lunes.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Y al tercer año, resucitó

Nunca he sido futbolista y a mi edad y con mi escasa técnica parece poco probable que me llegue la oportunidad pero si lo fuera hay un sambenito que probablemente nunca me gustaría colgarme y ese es el de "Fichaje más caro de la historia del club". Nadie es capaz de comprender a ciencia cierta la inmensa presión que supone y que, generalemente, ni siquiera el hecho de entrar en la historia compensa.

Algunos cumplen y acaban alcanzando las expectativas puestas sobre su figura pero en la mayoría de casos eso no sucede y el jugador en cuestión termina siendo el foco de todas las críticas, cargando sobre sus únicos hombros con el peso de todos los males del club, vilipendiado y vendido por la puerta de atrás a algún otro equipo más por el deseo de la directiva de recuperar algo de la inversión que por otra cosa.

En esta situación se encontraba el sueco Johan Elmander al comienzo de la presente temporada. Fichado por el Bolton en el año 2008 procedente de las filas del Toulouse en una operación que se fue hasta los 8.2 millones de libras y que además incluyó el traspaso de Braaten al club francés, se pensó en él como un estandarte capaz de liderar al club hacia límites insospechados.

El aval eran sus buenas temporadas en el país galo, donde prácticamente el sólo llevó al Toulouse a disputar la previa de la Liga de Campeones, y el interés que habían mostrado por hacerse con sus servicios equipos de gran nivel. Todo ello invitó al equipo inglés a lanzarse a la inversión de un delantero llamado a convertirse en jugador franquicia.

Sin embargo el dinero pronto pareció acabar en saco roto. En su primera temporada Elmander participó en 30 partidos y sólo fue capaz de anotar cinco dianas, cifras que se acercaban más a las que sumaba como mediocentro en su época en el Feyenoord que a las que alcanzó en el Toulouse o en el Brondby.

Con todo su escaso bagaje anotador fue mejor que lo que estaba por venir la siguiente campaña donde sólo fue capaz de marcar tres tantos. A caballo entre una campaña y otra el sueco estuvo sin ver portería la friolera de 11 meses consecutivos en liga en una racha nefasta en la que tuvo que ver una inoportuna lesión.

Los datos pues daban a entender que la inversión en Elmander iba camino de convertirse en ruinosa y formaría parte de los fiascos de la historia de la Premier. Y sin embargo el patito feo va camino de convertirse en el hermoso cisne que un día fue esta temporada, donde ha sorprendido a propios extraños con una resurreción en la que ha tenido mucho que ver el entrenador del equipo, Owen Coyle.

El escocés ha confiado ciegamente en el ariete sueco y le ha dado más protagonismo en ataque a lo que Elmander ha respondido como mejor sabe, con goles. Los dos son los principales partícipes de la magnífica temporada del Bolton, un equipo que hasta la llegada del entrenador en enero del año pasado sobrevivía en la Premier gracias a su efectividad en las jugadas a balón parado.

Coyle dejó en la estacada al Burnley dada la permisividad existente en la Premier para que los entrenadores se cambien de equipo en la misma liga durante la temporada y logró la salvación del Bolton al tiempo que su anterior equipo descendió en gran medida por su ausencia. Aquél acto de deshonor ha sido sin embargo recompensado en lo futbolístico.

Reconozco que el Bolton en lo personal es uno de esos equipos que me generan bastante indiferencia en las grandes ligas. Me pasa por ejemplo con el Hannover en Alemania, el Valenciennes y el Nancy en Francia o el Cagliari y el Bolonia en Italia. Plantillas planeadas para pelear por la zona templada-baja y que acaban en la zona templada-baja.

A pesar de eso reconozco que me encantaría un hecho heroico por su parte, una alternancia con los grandes de la liga, monopolizadores casi en su totalidad de los puestos europeos. Por soñar que no quede. Con Elmander en forma y Coyle a los mandos, todo será más fácil.

El miércoles iniciaré el que será mi último viaje por tierras estadounidenses. Si puedo realizaré un post pero si no esto se mantendrá parado hasta el lunes.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Nombres del fútbol: Ramón Unzaga Asla

Hasta ayer mismo, como probablemente os suceda a muchos que leáis el post de hoy, desconocía este nombre y su vinculación con el fútbol. De hecho llegué a él casi de rebote, sin darme cuenta mientras mi curiosidad me llevaba a leer más sobre cierto aspecto del deporte rey. De su vida y principalmente de su obra poco se conoce, como sucede con otros muchos que en los comienzos del siglo XX daban forma al deporte del balón.

Ramón Unzaga nació en Bilbao en el año 1894. Como la de otros muchos españoles, su familia emigró fuera de nuestras fronteras en tiempos complicados buscando las oportunidades que no encontraban en Europa. De esta forma con tan sólo 12 primaveras aterrizó en Sudamérica, concretamente en Chile.

Allí creció y allí se formó eestudiando contabilidad, que luego le sirvió para ocupar un puesto en ese departamento dentro de las minas de carbón de Schwager. Un trabajo de despacho que no le impedía por contra llevar a cabo el hobbie de la actividad deportiva, principalmente del atletismo, donde destacaba en las distancias cortas y en las disciplinas de salto.

Sin embargo Unzaga se desenvolvía tan bien en la tierra como en el agua y practicaba en igual medida disciplinas como el waterpolo o la natación. Y además, como no podía ser de otra forma porque si no no sería protagonista en este blog, jugaba al fútbol. No debía hacerlo mal incluso siendo joven pues con 18 años ya formó parte de la selección de Talcahuano en una época en la que adquirió la nacionalidad de su país de acogida.

Posteriormente entró a formar parte del club de la ciudad, el Club Estrella del Mar. Allí su nombre creció en importancia y fue convocado por la selección nacional para los campeonatos sudamericanos de 1916 y 1920. En uno de esos torneos un periodista uruguayo llegó incluso a darle el apodo con el que sería conocido, el de "Trizaga", ya que según el cronista Unzaga valía por tres.

Sin embargo ninguno de estos aspectos le valió para entrar en la historia. El motivo por el que pasará a los anales tuvo lugar en el año 1914 en el estadio "El Morro", que ahora lleva su nombre. Algunos afirman que lo que hizo ya se había visto en Perú. Sin embargo nadie pudo documentarlo y fue él quién fue reconocido, pues así quedó registrado, como el autor de la primera chilena.

No sólo la hizo él sino que además fue el mismo quién la popularizó cuando aún se llamaba chorera en alusión al gentilicio del puerto de la ciudad. La jugada saltó a la fama en el primer campeonato sudamericano que disputó y le valió para ganarse un nombre en el plano internacional, si bien rechazó todas las ofertas por seguir en su club de toda la vida.

A pesar de todo, de su buena condición atlética, falleció joven, con sólo 29 años en 1923 y sin poder ver bautizada su característica habilidad con el gentilicio de su país. Esto no sucedería hasta 1927 cuando los españoles, tras ver hacérsela a un imitador de Unzúa llamado David Arellano, decidieron darle aquél nombre. Ya se sabe, unos cardan la lana y otros se llevan la fama.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Qué ha sido de... Robert Jarni?

En una época la del fútbol actual en la que escasean los laterales izquierdos y en la que muchos equipos se las traen tiesas para fichar a uno e incluso se ven obligados a reconvertir a los diestros a esa posición, mucho se echa de menos una figura como la del croata Robert Jarni, un auténtico pulmón que dejó una buena imagen en nuestra liga en aquellos tiempos pretéritos en los que se empezaba a televisar partidos los lunes.

Por aquél entonces el defensa croata despuntaba en el Betis, donde había llegado tras forjarse una interesante carrera en Italia. Antes de llegar al país transalpino, sin embargo, empezó como otros muchos en su tierra natal. Cuando Croacia aún pertenecía a Yugoslavia, selección con la que incluso llegó a jugar, debutó en las filas del Hadjuk Split, donde se lo jugó casi todo en cinco años, dando además muetras de un interesante potencial goleador.

Tras despuntar fichó por el Bari en el año 91 y tras dos temporadas en el sur de Italia dio un salto de calidad hacia el Torino. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del primer equipo de la ciudad y Jarni se marchó a la Juventus sólo un año después granjeándose por supuesto el odio del equipo rival. Tras una temporada de jugar poco aceptó la oferta del Betis, donde habría de disputar sus mejores años.

En Sevilla se convirtió en un ídolo y dejó muestras de su pundonor al tiempo que compaginaba su actividad con la de la emergente selección croata cuya gran actuación en el Mundial de Francia le abrió las puertas a nuevas experiencias. En concreto al Real Madrid previa operación cuanto menos discutible a medias con el Coventry. Los ingleses compraron a Jarni por 2,6 millones y ese mismo verano se lo vendieron al club blanco por 3,4 ante la sospecha de que todo se llevó a cabo ante la negativa del Betis de vender al lateral zurdo a uno de sus rivales en España.

En la capital del España acabó jugando a pesar de lo difícil que eso se hacía ante la competencia que ofrecía Roberto Carlos. Sin embargo no logró asentarse y sólo un año después se marchó a Las Palmas, con quien logró un ascenso. En su segundo año apenas jugó y se marchó rumbo al Panathinaikos griego, donde se retiró con sólo 33 años.

Sin mebargo el gusanillo del balón le seguía picando y decidió no dejar de lado el ambiente. Volvió a su país y pasó a formar parte del MNK Split de fútbol sala, con quién jugó seis temporadas en dos etapas diferentes, primero de 2002 a 2007 y luego en 2008, tras ser despedido como entrenador del Hadjuk Split. En el fútbol reducido Jarni demostró maneras e incluso llegó a debutar con el combinado nacional en un par de partidos.

Tras su mala primera experiencia en el banquillo repitió y el resultado fue el mismo, un despido el pasado septiembre cuando sólo llevaba un mes al frente del Istra 1961. Ahora quizás vuelva a la labor de comentarista que ya realizó alguna vez y si no se agarrara económicamente a lo que sacó con su otro gran negocio aparte del deporte rey: Su propia línea de ropa deportiva en colaboración con la marca Astrea.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Rojo oscuro casi negro

Como el titular del post de hoy pinta el panorama actual del Liverpool, posicionado en el decimoprimer puesto de la Premier League, a menos puntos del descenso que de Europa y con una situación institucional y deportiva realmente alarmante. Todo en los últimos años ha salido mal y lo preocupante es que, lejos de tener visos de mejorar, podría ir a peor si continúa con esta tendencia.

Las posibles causas de la actual debacle son tantas que resultaría difícil establecer una por encima de las demás por lo que me dispongo a enunciar las que a me juicio considero las diez claves para que el equipo haya llegado a esta situación. No está necesariamente en orden y quizás entre todos podáis sacar alguna más. Hoy, más que nunca, se agradecerán vuestros comentarios y vuestras aportaciones.

1. Convulsa situación en los despachos: La llegada de Gillet y Hicks en el año 2007 es la que muchos sitúan como el inicio de todas las desgracias del Liverpool. Los americanos le compraron el club a David Moores y lejos de mejorar una situación que no era mala (salvo en el plano económico) la empeoraron considerablemente, aumentando la deuda y no llevando un sólo titulo a las vitrinas de Anfield. Además pusieron trabas a la venta del club de la nueva firma propiertaria, New England Sports Ventures. La capacidad de esta para remontar el vuelo, por el poco tiempo que lleva al frente, es de momento un misterio.

2. Tardanza en el cambio de ciclo de la "Era Benítez": Poco se le puede reporchar al técnico español en sus primeros años al frente del Liverpool, donde imprimió un nuevo carácter, españolizó al equipo y se ganó el corazón de la grada. Sin embargo quizás su estancia en el banquillo acabó siendo de una duración excesiva. Los jugadores terminaron cansándose de él, el equipo apenas daba muestras de buen juego sobre el campo y su estrella se fue apagando mientras entraba en declaraciones cruzadas con los dueños del club. El monstruo que el creó y del que se sentía el dueño acabó por devorarle y este año ha sido necesario empezar una nueva etapa necesitada de muchos cambios en poco tiempo.

3. Pérdida de jerarquía en Inglaterra: Considerado uno de los equipos más poderosos del país, las buenas actuaciones a nivel internacional contrastaban con el pésimo nivel en el plano nacional. El Liverpool pasó a convertirse en un club que peleaba por el cuarto puesto y que cada vez tenía más problemas para hacerlo con la aparición del Tottenham o el Manchester City. Tanto ha ido el cántaro a la fuente que al final este año el equipo ha tenido que conformarse con la Europa Liga como mal menor y ha perdido gran parte del respeto que infundía antaño.

4. Disminución de los ingresos: Una de las principales consecuencias de la pérdida de jerarquía ha sido la pérdida de las ganancias económicas derivadas del marketing y los derechos televisivos. Dejar de disputar la Champions League ha supuesto un tremendo agujero en las ya de por sí maltrechas arcas del club, lo que ha llevado a apretarse el cinturón y ha afectado al tema deportivo.

5. Errores en las ventas y en los fichajes: A menor dinero menor capacidad adquisitiva y menos posibilidades de contratar grandes jugadores. La situación del equipo ha hecho que muchos futbolistas hayan preferido otros destinos más apetecibles y el rendimiento de los que han llegado es de momento bastante discreto. Joe Cole apenas se encuentra, Konchesky transmite dudas al igual que Poulsen, Jovanovic está muy por debajo de su rendimiento y sólo Meireles da el do de pecho. Mientras este año, junto a la marcha de Xabi Alonso el pasado, se han ido dos futbolistas que daban estabilidad al equipo: El argentino Mascherano y el israelí Benayoun, uno de los pocos que ponía imaginación en el juego del conjunto.

6. Poco acierto con el trabajo de cantera y con los fichajes de futbolistas jóvenes: Ante la delicada situación en el plano económico desde el Liverpool se intentó seguir un modelo semejante al del Arsenal, apostando por jugadores jóvenes y prometedores que no llegaran por cifras desorbitadas. El acierto ha sido más bien escaso. Futbolistas como El Zhar, Nemeth o Insúa se han marchado cedidos a ligas menores mientras que otros como Plessis, Pacheco y Ngog están demostrando mucho menos de lo que se esperaba de ellos.

7. Escasa capacidad anotadora: Sólo el West Ham, colista, y el Wigan, decimoséptimo, han marcado menos goles que el Liverpool en lo que va de temporada. Trece tantos llevan los Reds, cinco de ellos de un Torres que no rinde a su nivel habitual. Le sigue Gerrard con tres goles en trece partidos y ¡Kyrgiakos! con dos tantos. Uno han marcado Maxi, Kuyt y Ngog. El resto de la plantilla no ha visto puerta.

8. Pésimo rendimiento fuera de casa: El Liverpool sólo ha sido capaz de ganarle a domicilio al Bolton y de sumar dos empates ante el decadente Birmingham y el no menos modesto Wigan. Lo demás derrotas, incluidas las cosechadas contra equipos de la parte alta como los dos de Manchester. El balance goleador, cuatro tantos a favor y once en contra, mismas cifras cosechadas por el colista, el West Ham, y peores que las conseguidas por el Wolverhampton, penúltimo.

9. Falta de motivación de los futbolistas: La imagen del equipo sobre el campo ha dejado mucho que desear en lo que llevamos de temporada. La plantilla parece desmotivada, abúlica, con graves fallos de concentración en todas las líneas. Tres de las cuatro victorias del año llegaron en una buena racha sumada entre la jornada nueve y la once, incluída la del Chelsea, pero el resto del año la mediocridad ha sido la tónica dominante.

10. Rumorología sobre la marcha de las estrellas: Mucho se habló este verano sobre la posible marcha de Gerrard y la futurible de Torres cansados de que el Liverpool les ofrezca pocas garantías de éxito. El último que parece haberse subido al carro ha sido Pepe Reina que, según los tabloides ingleses, podría haber pedido marcharse este mismo invierno. El descontento de los primeros espadas es evidente y la necesidad de dinero no lo es menos. Podrían darse sorpresas en los próximos meses.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Nombres del fútbol: Ali Sami Yen

Si hace unas semanas pasaba por esta sección la figura de Sukru Saracoglu, esta semana me he decidido a traer la historia del personaje que presta su nombre al estadio del máximo e histórico rival del Fenerbache, el Galatasaray.

Nacido en Costantinopla en el año 1886, Ali Sami Frasheri -su nombre de cuna- fue el hijo de uno de los principales escritores y filósofos albanos, Sami Fasheri. Quizás por la formación erudita de su progenitor y el empeño en su educación Ali prosperó como estudiante, lo que le sirvió para poder entrar en el por entonces prestigioso liceo Galatasaray.

Como muchos jóvenes de la época llegó a aquella escuela con el gusanillo del deporte en su interior y con ganas de dar rienda suelta a sus dotes de mando. Gracias a ellas fue capaz de convencer a un grupo de compañeros para fundar un club de fútbol en el que "Jugar juntos como hombres ingleses, tener un color y un nombre y batir al resto de equipos no turcos".

Aquél afán combativo le llevó a fundar el actual Galatasarayen el año 1905, con tan sólo 19 años. La premisa para poder pertenecer al mismo era ser otomano de nacimiento y con esta ideología se inscribieron en la Liga de Estambul formada por equipos con jugadores extranjeros de raíces inglesas y griegas.

El equipo, fiel a la frase fundacional, se impuso al resto de equipos y acabó ganando el campeonato en la temporada 1908-1909. Por aquél entonces Ali ya era presidente de la entidad, cargo que había ocupado desde la fundación del club y que dejó 13 años después, en 1918. Durante esta época se erigió además como uno de los grandes impulsores del deporte en el país en categorías como el voleibol o el baloncesto.

Sami Fashari siguió ligado al mundillo tras dejar la presidencia de su propio club y se convirtió en el primer entrenador en dirigir a su selección en partido oficial, algo que sucedió en 1923 en un duelo frente a Rumanía.

Tras aquella experiencia volvió a tener un brve paso por la presidencia del Galatasaray antes de volver a dejarla para ocupar un cargo que reconocía sus esfuerzos por el deporte turco, el de presidente del comité olímpico nacional, que ocupó entre 1926 y 1931.

Tres años después de dejar el cargo se cambió de apellido gracias a la ley que lo permitía y el Fasheri pasó a ser Yen, que traducido viene a significar "paliza". Con aquél beligerante apellido falleció en el año 1951 y en su honor, tres años después, se bautizó el recién inaugurado estadio de "su" equipo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Qué ha sido de... los hermanos Mpenza?

En ocasiones sucede que en una misma familia aparecen dos futbolistas profesionales y que incluso los dos llegan a labrarse un nombre en el difícil mundo del balompié. Evidentemente hay casos y casos. Mientras que algunos acaban alcanzando fama internacional, hay otras circunstancias en las que sólo uno acaba siendo bueno e incluso puede darse la situación de que los dos acaben siguiendo caminos paralelos y que sin ser nada del otro jueves, pasen sin pena ni gloria para el mundo pero gocen de cierto prestigio en un país carente de ídolos. Quizás este último sea el caso de Mbo y Emile Mpenza.

Nacidos con dos años de diferencia en capitales de dos países diferentes (Mbo el mayor en Kinshasha y Emile el pequeño en Bruselas), ambos consiguieron labrarse un nombre al formar de la decadente generación belga que recogió las migajas de la del Mundial 94 , que sin deslumbrar tampoco decepcionó.

En un país de tuertos ellos eran los reyes y quizás su lazo de parentesco ayudo a vender mejor un producto que sin tener mala pinta tampoco era el oro de Moscú. De hecho la tournée conjunta de ambos se prolongó hasta tres equipos diferentes, primero el Kortrijk, luego el Mouscron y posteriormente el Standard de Lieja.

Todo ello hasta el año 2000, cuando finalmente se soltaron de las manos para poner rumbo cada uno a una aventura diferente en clubes de nivel medio alto del fútbol europeo. Fue ahí donde se empezó a constatar lo que todos apuntaban, que Emile llegaría más lejos que Mbo. Mientras que el primero no desentonó en el Schalke 04 e incluso aguantó tres temporadas el segundo jugó una en el Sporting de Lisboa y acto seguido volvió a Bélgica previo paso por el Galatasaray medio año, donde ni siquiera llegó a vestirse de corto.

Sólo un año después volvió también a su país Emile dándose la curiosa circunstancia de que ambos se enfrentaron entre ellos jugando en equipos diferentes, pero por los que ambos ya habían pasado juntos antes. En concreto Emile defendía la camiseta del Standard mientras que Mbo hacía lo propio con la del Mouscron.

Al final de aquella temporada ambos dejaron sus respectivos equipos. Mbo siguió en Bélgica dando un salto cualitativo hacia el Anderlecht mientras que Emile se marchó primero al Hamburgo y posteriormente al Al Rayyan qatarí, donde mostró un nivel suficiente como para que apostara por él el Manchester City.

Al equipo inglés llegó con muchas ganas de revindicarse y asegurando que estaba en condiciones de volver a ser de sus comienzos y se fue un año después, con la misma poca gloria con la que llegó, rumbo al Plymouth Argyle. Esto sucedió en 2008, año triste para su hermano, que se veía obligado a dejar el fútbol en las filas del Larissa debido a una lesión de espalda que le había impedido siquiera debutar con el conjunto heleno.

Emile en cambio siguió con su carrera y fichó por el Sion suizo, donde recuperó las buenas sensaciones pasada la treintena anotando 21 goles en 32 partidos. Sin embargo esa explosión se antojaba tardía. Lo que en otra ocasión le hubiera valido para fichar por un grande esta vez solo le sirvió para asegurarse un suculento contrato más. Desde el verano pasado juega en las filas del Neftci Baku, líder de la liga azerbayana.

lunes, 8 de noviembre de 2010

The special two


Tomo prestado el nombre del post de hoy de un blog recientemente sacado por el diario El Mundo cuya lectura recomiendo en la medida en que suele tratar temas bastante interesantes. Y lo hago porque me parece la forma más adecuada de hacer referencia a André Villas Boas, el técnico revelación del fútbol europeo.

Con sólo 33 años y procedente de Portugal, quizás una de las mejores canteras en lo que ha entrenadores se refiere, su futuro parece no tener límites a juzgar por los éxitos que hasta la fecha lleva cosechados y por su paralelismo con José Mourinho, con el que ha compartido algo más que nacionalidad en las últimas temporadas.

De hecho ambos siguen trayectorias bastante paralelas, cruzadas durante muchos años, con el agravante de que en el caso de Villas Boas su eclosión ha comenzado a gestarse apenas pasada la treintena, edad que le plantea un porvenir de lo más prometedor y que le permite un margen de mejora casi infinito.

Nacido en la ciudad de Oporto su vida cambió gracias a una carta. La historia tiene miga. Por aquél entonces entrenaba al equipo de su ciudad Bobby Robson, ayudado en las labores de traducción por Jose Mourinho. El azar quiso que el inglés fuera a vivir en el mismo bloque de edificios que Villas Boas. Este, demasiado tímido para dirigirse a él en persona, decidió escribirle una carta en la que rebatía su postura sobre la suplencia del actual entrenador del Sporting de Braga Domingos Paciencia. El texto convenció a Robson, que le dio la oportunidad de entrar a formar parte del organigrama del equipo como realizador de informes al tiempo que le animó a hacer el curso de entrenadores. Quizás fue ahí donde la vida de Mou y de Villas Boas se cruzaron por primera vez.

No duró sin embargo mucho la experiencia. Robson puso rumbo al Barcelona y el actual entrenador del Oporto fichó como seleccionador de las Islas Vírgenes Británicas con sólo 23 años, lo que probablemente le haya convertido en uno de los seleccionadores más jóvenes de la historia. Aquella decisión demostró la enorme iniciativa de Villas Boas, que posteriormente pasó a formar parte del organigrama técnico de Mourinho.

Del actual entrenador del Real Madrid se pueden criticar muchísimas cosas, casi todas relacionadas con su carácter y su forma de comportarse pero nadie puede negar su capacidad para transmitir sus ideas y aplicarlas. Muchos critican que practique un juego feo o alejado de los cánones estéticos e incluso algunos defienden que no ha inventado nada en el fútbol, al contrario que hicieran otros como Sacchi o Cruyff.

Aquellos que hayan leído un poco sobre Mourinho sabrán que esas acusaciones son infundadas y que precisamente lo que ha descubierto es lo que no se ve sobre el campo, una forma revolucionaria de entrenar en la que el balón es el protagonista absoluto durante todas las sesiones se trate el aspecto físico, técnico o táctico. Lo decía Sneijder la semana pasada: "Un año con Mourinho vale por diez con otro".

Pues bien, si alguien es capaz de afirmar esto... ¿Qué enseñanzas no puede obtener alguien que trabaja diariamente con él durante seis años consecutivos siendo su mano derecha?. Villas Boas se empapó de todo lo que le rodeaba durante todo este tiempo hasta la pasada campaña, cuando decidió empezar a volar sólo.

La primera vez que su maestro lo hizo fue en el Benfica, donde salió por la puerta de atrás por discrepancias con la directiva. Entonces fichó por el Leiria, un equipo realmente modesto al que clasificó en quinto lugar. Villas Boas no tuvo la oportunidad de debutar en un grande pero sí que, en paralelismo con Mourinho, destacó en un equipo pequeño.

En octubre de 2009, con la temporada ya empezada y el Académica en último lugar con el casillero de victorias a cero fue llamado por el equipo de Coimbra. De su mano el equipo acabó firmando la salvación con diez puntos de ventaja, alcanzando las semifinales de Copa donde sólo pudo con él, y con apuros, el Oporto y practicando un juego vistoso y efectivo.

Tras la marcha de Jesualdo Ferreira y con sólo 33 años, se ha hecho cargo del Oporto y las cifras hablan por sí solas. De 18 partidos oficiales el equipo ha ganado 16 y ha empatado dos: Uno en la visita al Vitoria de Guimaraes (segundo clasificado) y otro en UEFA contra el Besitkas la semana pasada. Cifras parecidas, si bien es cierto que en una liga menor en la que el equipo es superior a los demás, a las de Mourinho.

Además, este fin de semana, han pasado por encima del Benfica endosándoles una dolorosísima manita en el Dragao y dejando muestras de un fútbol de alto voltaje y muchísima calidad. Por si todo fuera poco, sus aires en el vestir, su semblante, su aspecto físico desaliñado, su obsesión por el detalle e incluso también su forma de ser, guardan cierto parecido con las del genio de Setubal. ¿Alguien duda por donde pasa el futuro?.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Qué ha sido de... la selección de Colombia del Mundial 94?

Tras mi paso por tierras colombianas no he podido evitar dedicar el post de hoy a aquella selección que tantas expectativas planteó en el Mundial 94 de Estados Unidos y que bien por mala suerte o por el corral de gallos que era aquél vestuario, acabó cayendo en primera ronda del torneo. Esta es la historia de algunos de los miembros de aquél combinado.

Óscar Córdoba: Tras pasar por los equipos más importantes de su país se marchó a Boca Juniors, donde se convirtió en un emblema y realizó unas excelentes actuaciones que le valieron para ser considerado como uno de los mejores porteros del planeta. A los 32 años dio el salto a Europa y tras jugar en el Perugia se marchó al fútbol turco, primero al Besitkas y posteriormente al Ankaraspor. En 2007 firmó por el Deportivo Cali y luego jugó una temporada más en el Millonarios donde se retiró por las lesiones, si bien posteriormente denunció presiones por parte de una barra del equipo.

Andrés Escobar: Pago con lo único con lo que no debería pagar una persona la eliminación de su selección. La mala fortuna hizo que se metiera un gol en propia puerta en el decisivo partido ante Estados Unidos y el fanatismo de un loco hizo el resto. Fue asesinado a su vuelta a Colombia tras una disputa con un compatriota que le recriminó la acción.

Alexis Mendoza: Tras una carrera ligada en su mayor parte al Junior de Barranquilla orientó su sabiduría hacia los banquillos siguiendo a Honduras al actual seleccionador Reinaldo Rueda en 2007. Mendoza tomó las riendas de la sub 21 y no sólo realizó un trabajo clave para que el país estuviera en Sudáfrica sino que además consiguió llevar a la selección a las Olimpiadas.

Hermán Gaviria: Al igual que Escobar, Gaviria también ha fallecido. Sucedió en el año 2002 cuando un rayo le cayó encima mientras entrenaba con el Deportivo Cali. Tenía solo 32 años y 40 internacionalidades a sus espaldas.

Gabriel Jaime Gómez: La polémica siempre persiguió a este futbolista, hermano del que fue asistente y actualmente seleccionador Hernán "Bolillo" Gómez. Hasta tal punto llegó la situación que Maturana fue amenazado para que no le alineara como titular en el decisivo choque ante Estados Unidos. Posteriormente se hizo entrenador y ganó una Copa Merconorte con el Atlético Nacional además de pasar por Envigado y de ser auxiliar de su hermano en Ecuador y Guatemala.

Antony de Ávila: Fue una figura emblemática del gran América de Cali que conquistó cinco títulos ligueros a comienzos y mediados de los 80 e incluso volvió al club para jugar seis meses con 45 años. Descubierto en una playa de Santa Marta, acabó convirtiéndose en el máximo goleador de la historia del club y en uno de los máximos de la Copa Libertadores. A pesar de todos sus logros su imagen siempre fue controvertida desde que optó por dedicar un gol a unos narcotraficantes

Harold Lozano:
Recordado en España tras su paso por el Valladolid y el Mallorca, la imagen que quedará en nuestras retinas será la del silbido que confundió al equipo entero del Real Madrid en un encuentro de competición doméstica. Se retiró en Pachuca en el año 2004.

Iván René Valenciano: Uno de los jugadores con más pichichis de la liga colombiana, la proyección que apuntaba en sus primeros años en Junior le llevó a Europa, donde fracasó con rotundidad en las filas del Atalanta. Posteriormente probó suerte en México y de nuevo en su país, donde destacó durante su carrera. Tras retirarse del deporte se convirtió en carne de cañón de los reality shows de su país participando en "La isla de los famosos" y en "Cambio extremo".

Carlos Valderrama: Lo último que se supo de uno de los mejores jugadores de la historia del país fue la imposición de una multa por parte del organismo que rige los designios del fútbol colombiano tras llamar ladrón a un árbitro durante su etapa como director deportivo del Junior de Barranquilla. Se retiró en el año 2004 tras una carrera que empezó en Colombia y acabó en Estados Unidos previo paso por Francia y España. Pronto su vida será llevada al cine.

Adolfo "Tren" Valencia: Su paso por el Atlético de Madrid le convirtió en un jugador muy popular en España hasta el punto que llegó a protagonizar la campaña publicitaria de Renault Kangoo, en la que se reía de sí mismo. Sin embargo su carrera fue bastante provechosa, dejando una buena imagen en muchos de sus equipos y recorriendo el mundo desde Alemania hasta China pasando por Italia, Venezuela, Grecia o Estados Unidos. El pasado 28 de febrero puso fin a su carrera con un partido homenaje en "El Campín".

Faryd Mondragón: Que alguien me corrija si me equivoco pero es el único futbolista de aquél combinado que aún sigue en activo. Y lo hace además en primer nivel, jugando en las filas del Colonia alemán con 39 años. Antes de la experiencia germana pasó por equipos sudamericanos de Colombia, Paraguay y Argentina y por conjuntos europeos como el Galatasaray, el Metz o el Zaragoza.

Leonel Álvarez: Con una carrera a caballo entre Colombia y Estados Unidos, a excepción de su breve estancia en Valladolid y en Veracruz, ÁLvarez dejó el fútbol en 2004 y desde entonces se ha centrado en los banquillos. Fue campeón lon Independiente de Medellín y en la actualidad es asesor de Bolillo Gómez en la selección.

Luis Carlos Perea: Actualmente reside en Miami, donde tuve la suerte de conocerle e incluso estuve cerca de trabajar para él en el proyecto que tiene entre manos. Este no es otro que la dirección en la ciudad de la escuela que recientemente ha abierto Boca Juniors.

Víctor Hugo Aristizábal: Todo un emblema en Nacional de Medellín, donde es el máximo goleador de la historia y el jugador con mas títulos. Logros individuales que se unen a los conseguidos en Brasil, donde es el máximo goleador extranjero de la historia de la Liga. Ambos records juntos le convierten además en el máximo goleador colombiano de todos los tiempos. Una lesión del ligamento cruzado le obligó a adelantar su retirada, que se oficializó definitivamente con un partido de homenaje en 2008.

Mauricio Serna: Jugador importante en Nacional y sobre todo en Boca Juniors se retiró en el año 2005. Goza de gran popularidad entre sus compatriotas y su nombre era uno de los que más oí cada vez que en mi viaje entablaba una conversación de fútbol con alguien.

Freddy Rincón: En marzo de 2007 se impuso sobre el exjugador del Real Madrid y el Nápoles, entre otros, una orden de busca y captura por vínculos con el narcotráfico. Finalmente fue detenido en mayo del mismo año en Brasil y liberado con posterioridad.

Faustino Asprilla: Quizás el jugador más brillante de aquella generación, su talento quedó eclipsado por su comportamiento fuera de los terrenos de juego. Salidas nocturnas, accidentes de tráfico, fotos comprometidas, problemas con su ex mujer, la participación en el reality Desafío 20-05 e incluso las acusaciones sobre el uso ilegal de un fusil forman parte de su historial. En la actualidad reside en su finca de Tulúa, donde cuida de 25 caballos.

martes, 2 de noviembre de 2010

Sudamérica: El otro fútbol

Con frecuencia había oído que uno no sabe de verdad lo que puede llegar a ser el fútbol hasta que no ve un partido en directo en Sudamérica. Hoy puedo decir que esa frase, que suena a tópica y manida, es tan cierta como la vida misma. Y no hablo de visitar templos como La Bombonera o Maracaná, basta con acudir a un encuentro de la modestísima liga colombiana para darse cuenta de que todo es diferente.

Eso, desde luego, si uno va con la idea de empaparse del ambiente y las sensaciones. Porque si uno acude a ver calidad sobre el césped quizás sea mejor que dé marcha atrás antes de atravesar la puerta y corroborar esa otra frase tan usada que afirma que el nivel de la mayoría de las ligas locales está al de la Segunda división o incluso al de la Segunda B.

Ver un duelo entre el Santa Fé bogotano y el Once Caldas de Manizales, segundo y tercer clasificado respectivamente, es un suplicio en materia de táctica y técnica que ni siquiera salva la presencia del prometedor Christian Nazarith a pesar de sus buenas maneras. Futbolistas anárquicos y con pocas ganas de esforzarse, pasados de forma y algunos de ellos de vuelta como el internacional Dayro Moreno, que tras jugar en el Steaua ahora luce trenzas en las filas del Caldas mientras la afición visitante le increpa al grito de "borracho".

Precisamente es ahí, en las gradas, donde se localiza el espectáculo, donde se descubre a un pueblo entero, donde se pulsa un sentimiento y una emoción, donde la sociología cobra sentido en detrimento del deporte. Basta con pisar los alrededores de "El Campín", casa del Santa Fé y el Millonarios, para darse cuenta de que todo es diferente.

Las taquillas se reducen a un par de casetas destartaladas al otro lado de una valla en las que un señor vende los boletos a modo de barraca de feria y en la que algún aficionado visitante pasado de sustancias y siempre rodeado por la policía intenta hacer algún trapicheo para conseguir las entradas que se han negado a proporcionarle minutos antes.

Una vez dentro el aforo apenas llega a la mitad y pocos afirman haber visto lleno el estadio salvo en los clásicos capitalinos y en una visita años atrás del Real Madrid con motivo del sesenta aniversario del club. No hay localidades fijas, ni acomodadores. Uno llega y se sienta donde puede, sin arabescos. Todo ello en el espacio reservado para la afición de a pie. Los fondos son otra historia.

Estos son el espacio reservado para los incondicionales, las barras, los que ponen sus gargantas al servicio del equipo sin importar el resultado. Noventa minutos de cánticos intensos tanto de los locales como de los visitantes. En un país pobre viajar para seguir a un equipo es uno de los pocos gastos que nadie duda en hacer y me cuentan incluso que en los casos más alarmantes de precariedad económica algunos aficionados se enganchan en marcha a los camiones para seguir a su club a la otra punta del país.

Cualquier gol es un espectáculo con una avalancha humana subiendo arriba y abajo haciendo vibrar los cimientos de un estadio que se remodela a ritmo rápido con la intención de estar listo para el Mundial sub 20 de comienzos de 2011. Las actividad en las gradas levantadas de la zona este es frenética incluso a la hora del partido y los obreros trabajan con un ojo en la obra y el otro en el campo.

Abajo, los banquillos se llaman como tal porque en ellos se encuentran los reservas y los entrenadores pero no dejan de ser sino las clásicas carpas de ferias de muestras con modestos asientos que se alejan de forma considerable de los que pueblan los estadios europeos, monopolio casi exclusivo de "Recaro". La sensación que a uno le queda es de inestabilidad, de que en cualquier momento todo puede volar por los aires con un golpe fuerte de viento o los gritos de algún aficionado exaltado.

Muchos hay de estos, como en todos lados. Tipos infelices que descargan la adrenalina acumulado durante la semana yendo a ver a su equipo. El tradicional "cabrón" con el que se recibe el saque del portero visitante se sustituye por un más contundente "hijueputa" y el árbitro y los linieres son catalogados como "burros" (en su significado más duro, muy alejado del nuestro).

Comportamientos violentos que ya están interiorizados y que en la medida en que son costumbre se intentan prevenir como se puede. En la puerta los cacheos y los detectores de metales son norma, en las gradas los militares vigilan y cierran las puertas a la conclusión del partido a los locales hasta que los visitantes se montan en el autobús y abandonan el recinto, y sobre el césped, los antidisturbios con sus escudos rodean a los jugadores que van a sacar los corners y los camilleros saltan al campo con cascos de obra. Y a pesar de todo los objetos caen al césped con regularidad ante la imposbilidad de guarecer durante noventa minutos a los linieres y al árbitro.

No son sino algunas de las curiosidades que rodean al hecho social del deporte rey en Sudamérica, tan anecdóticas como la "lechona" que se vende en el descanso (un tostón entero abierto en canal y relleno de arroz y guisantes), las bufandas manufacturadas o el agua servida en vasos de plástico para evitar la tentación de arrojarla al terreno de juego.

Elementos de un país que sigue admirando al pibe Valderrama, que aún lo que puedo hacer aquella generación del Mundial 94 y que ve como sus niños juegan descalzos en una calle de Santa Marta mientras llueve a cántaros anhelando poder convertirse un día en Asprilla o Rodallega y poder ganar miles de millones jugando para los grandes equipo europeos. Una muestra más de que el fútbol lo es todo para los que no tienen nada.

El blog volverá a la normalidad el viernes con la sección ¿Qué ha sido de...? que generalmente suele ir los miércoles.