miércoles, 30 de abril de 2014

¿Qué ha sido de... Frank Leboeuf?


Después de repasar las dos semanas anteriores la trayectoria de algunos futbolistas que vistieron la camiseta del Atlético de Madrid años atrás, he pensado que sería una buena idea hablar de un hombre que defendió los intereses del Chelsea, su rival esta noche en la lucha por acceder a la final de la Liga de Campeones en Lisboa.

Nacido en Marsella poco antes de la década de los setenta, fue por la zona donde le empezó a crecer el pelo. De hecho tuvo durante sus primeros años como profesional, si bien mucha gente solo le recuerda por su aspecto fiero y la cabeza rapada al cero a juego con la del portero y compañero de selección, Fabien Barthez.

En Laval y en Estrasburgo, al menos, pueden certificar que lucía una frondosa mata sobre sus hombros. Al primero llegó procedente de los escalones más bajos de fútbol galo dejando un currículum cincelado en el filial del Toulon, el Hyères y el Meaux. Al segundo como consecuencia de su evolución natural en el puesto de central. Entre ambas etapas pasaron ocho campañas de su carrera profesional. Eran otros tiempos, en los que los jugadores mostraban más fidelidad que los actuales.

Sin embargo toda vinculación tiene un fin y la de Leboeuf con los estrasburgueses terminó tras su participación en la Eurocopa del año 1996, último torneo previo al nacimiento de la gran Francia que acabaría coronándose campeona del mundo ante los suyos. Dos millones y medio de libras desembolsados por el Chelsea facilitaron el traspaso.

Lejos de sufrir en su nuevo destino, como sucedió en el caso de otros muchos compatriotas se adaptó sin apenas sobresaltos a la Premier League inglesa. Asentado en los onces y ganando peso específico con el devenir de las campañas, llegó a jugar casi 200 partidos oficiales con el conjunto londinense marcando veinte goles. Algunos de ellos nacieron de su habilidad para ejecutar penas máximas, otros gracias a su poderío por alto.

Ya entrado en la treintena, consideró como válida la opción de poner fin a su carrera en la ciudad que le vio nacer. El Olympique  de Marsella abonó una cantidad por encima del millón y medio de euros y le dejó cumplir su sueño. Leboeuf militó dos temporadas allí si bien posteriormente valoró la opción de prolongar un poco más sus actuaciones.

Por ello aceptó marcharse a jugar a Qatar, un retiro dorado del que también disfrutaban otros futbolistas de su generación. Contratado por el Al-Sadd, colgó las botas en el Wakrah. Comenzaba entonces la vida fuera de los terrenos de juego y la necesidad de ganarse el pan con menesteres diferentes que no tenían que pasar precisamente por pisar el césped.

Así fue como se marchó a hacer las américas en busca de un sueño, ser actor. Para no perder la forma se apuntó al Hollywood United Football Club. Mientras, aceptaba papeles en películas como "Talking Sides" y cameos en series al estilo de la franco-canadiense "Un gars, une fille". No se trataba esta de una cualquiera pues sirvió en su día para conocer al oscarizado Jean Dujardin, que acabaría casado durante cuatro años con la co-protagonista.

Más allá del celuloide, también se atrevió con las tablas participando en la obra "Le Intrus", que fue representada en el teatro "Le temple" de París. Y con la pequeña pantalla. Comentarista en diferentes eventos para cadenas como M6, TF1, Eurosport, la india NEO SPORT o ESPN; formó parte de "Koh-Lanta, le choc des héros" (un equivalente a la isla de los famosos) y sonó para figurar entre los participantes de la versión gala de "Tu cara me suena".

Debido a los días de fiesta que se vienen encima, el blog no se actualizará hasta el próximo lunes. Disculpad las molestias.

martes, 29 de abril de 2014

Boskov, de la A a la Z


En un fin de semana negro para el mundo del fútbol, a la muerte de Tito Vilanova le seguía poco después la de Vujadin Boskov. El serbio, para muchos unadelantado, se marchaba a los 82 años de edad dejando tras de sí una estela imborrable. Por ello es de justicia repasar en profundidad su trayectoria mediante este abecedario.

A - Alzheimer: De un tiempo a esta parte batallaba contra la enfermedad que había ido borrando de su memoria alguna de aquellas noches mágicas y de esos títulos por los que siempre será recordado entre los asiduos al deporte rey. Tras someterse a un proceso quirúrgico, su estado se había agravado en las últimas fechas.

B - Begec: Situada quince kilómetros al oeste de Novi Sad, el lugar donde falleció, esta pequeña localidad que en la actualidad cuenta con menos de 3.500 habitantes alumbró al genio de los banquillos un 16 de mayo de 1931. Allí descansarán también sus restos a partir del próximo miércoles.

C - Centrocampista: Esa era su posición sobre el césped cuando ejercía como futbolista. Interior derecho en sus inicios, con el paso del tiempo fue reconvertido a mediocentro defensivo debido a su habilidad para robar balones. En ese rol se consagraría como internacional absoluto repartiéndose el trabajo sucio con Ivica Horvat. 

D - Defensivo: Esa fue una de las principales acusaciones que se vertieron sobre él cuando se encargó de gestionar la tarea de otros en el Real Madrid. Lejos de considerarlo una crítica, entendía la fortaleza en ese aspecto como algo importante para progresar. Así, llegó a decir: "Intento en el Madrid crear un fútbol ofensivo, pero eso no quiere decir tonto, ni caótico, ni indisciplinado. Hace falta orden y disciplina. Ese equilibrio entre la agresividad en el ataque y la cautela atrás es lo más difícil de conseguir".
  
E - Eurocopa: La del 2000 resultó ser su último servicio como seleccionador.  Fue un torneo de locos que comenzó con un 3-3 ante la Eslovenia de su discípulo Katanec después de ir perdiendo 3-0. Menos placentera fue la derrota en cuartos ante Holanda (6-1). Entre medias se coló uno de los partidos de la cita, el que terminó con el triunfo agónico de España por 4-3.

F - Frases: Sus problemas con el castellano le llevaban a recurrir en sus ruedas de prensa numerosos aforismos. Muchas de ellas, además, eran un sinsentido. Para el recuerdo quedarán algunas como "Punto es punto", "Si ganamos somos triunfadores, si perdemos seremos perdedores" y sobre todo el ya legendario "Fútbol es fútbol".

G - Geografía: Aunque se ganó la vida como jugador y como técnico, lo cierto es que "Vujke" podría haber sobrevivido de otra forma completamente distinta. Dotado de una gran capacidad docente y motivador nato por excelencia, ambas características le hubieran servido para ejercer como profesor de Geografía e Historia, rama en la que estaba licenciado.

H - Hungría: Defendiendo los colores de la selección yugoslava, Boskov y sus compañeros llegaron a la final de los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 dejando por el camino a combinados de la talla de la URSS o Alemania. Sin embargo acabarían cayendo por 2-0 en el partido decisivo ante los húngaros. Comenzaba a escribirse entonces la leyenda de los "Magiares mágicos", entre los que se encontraban Puskas, Czibor o Hidegkuti.

K - Karembeu: En su segunda aventura como míster de la Sampdoria, encontró en el caso del futbolista galo una patata caliente. Miembro de su plantilla, vivía apartado por negarse a poner rumbo al Barcelona meses antes. Karembeu denunció incluso al club por la situación que vivía. El asunto acabó solucionándose con su salida rumbo al Real Madrid.

L - Liverpool: Guiado desde el banquillo por Boskov, el Real Madrid volvió a una final de la Copa de Europa en el año 1981, quince después de conquistar su sexto entorchado. En frente estaba el conjunto inglés, que se había llevado las ediciones del 77 y el 78 y buscaba repetir éxito en el Parque de los Príncipes parisino. Fue un partido con poco atractivo que acabaría decidiendo un gol de Kennedy para los "reds". Los blancos tardarían diecisiete años en volver a disputar el partido decisivo del torneo.

M - Madrid: La capital de España fue el primer gran escenario donde deslumbró. Vencedor de una Liga y una Copa del Rey, intentó modernizar por dentro el club y dejó poso en alguno de sus pupilos. Llegó por la puerta de atrás desde el Zaragoza con un perfil bajo y se marchó implantando un legado, con la sensación de que podría haber hecho más de lo que le dejaron.

N - Nueve: El madridismo recuerda el 5 de agosto de 1980 como una de las fechas más sonrojantes de su historia. Ese día el Bayern de Múnich se impuso por 9-1 en un amistoso. Lejos de venirse abajo, Boskov utilizó la cifra de goles en contra para dejar otra de esas frases que le harán pasar a la historia: "Prefiero perder un partido por nueve goles que nueve partidos por un gol".

O - Ochenta: Fue para él la década de mayor esplendor si bien es cierto que hay que destacar también lo conseguido a comienzos de los noventa con la Sampdoria. Curtido en campeonatos menores como el suizo, el yugoslavo o el holandés; fue en esos diez años cuando se asentó en dos ligas de gran relevancia como la española y posteriormente la italiana.

P - Pretemporadas: Las concentraciones en el extranjero durante la época estival para preparar el curso siguiente fueron una de las "innovaciones" que se atribuyen al balcánico. Virtuoso para muchos en el aspecto psicológico, le gustaba tener el control de todo lo relacionado con su labor. Tal es así que no contaba con auxiliares para llevar a cabo la parte física, dirigiéndola él mismo.

Q - Querido: Poca gente habla mal de Boskov como persona y muchos le ensalzan como referente. Hombres que estuvieron a sus órdenes, con el paso del tiempo se han consagrado en la banda. Es el caso de José Antonio Camacho o del actual seleccionador español, Vicente del Bosque: "Esta noticia es una verdadera lástima. Yo siempre le he considerado una buena persona y también un gran entrenador que aportó muchas novedades al Real Madrid", apuntó este último tras enterarse de su fallecimiento. 

R - Recopa: El título continental fue quizás el más importante de los que conquistó a lo largo de su carrera. Esquivo en el primer intento, el equipo genovés se lo llevó a la segunda repitiendo final, esta vez ante los belgas del Anderlecht. Tras empatar a cero en los noventa minutos reglamentarios, dos goles de Gianluca Vialli en la prórroga sirvieron para alcanzar el objetivo.

S - Sampdoria: La Recopa anteriormente mencionada no fue el único éxito cosechado por el equipo italiano bajo la batuta de Boskov, que ya había vestido de corto allí como futbolista. Su pizarra permitió al club alcanzar el nivel más alto de su historia. De ser un equipo con aspiraciones pasó a ser una entidad con grandeza. Una Liga, dos Coppas y otras dos finales en el Viejo Continente son un bagaje irrepetible.

T - Totti: Uno de los futbolistas más importantes en la vida del fútbol italiano y de los escasos "one club man" que sobreviven en un grande debutó con él. De eso hace ya muchos años. Ídolo de masas e icono global, el diez de la Roma se acordó de él ayer tras su deceso: "Ha muerto otro miembro importante de la familia del fútbol. Un gran hombre, competente, ganador y dotado de un humor agudo e inteligente. Recuerdo aún el día de mi debut con él de entrenador. ¿Cómo podría olvidarlo? Gracias míster por haberme dado esta posibilidad única. Ahora desde el cielo, con tu ironía y tu sonrisa, estoy seguro de que continuarás mirando el fútbol con los ojos del gran maestro que has sido".  

U - Uli Stilike: La dureza del alemán era un recurso al que se agarraba en ocasiones para sacar los partidos adelante. Por las mismas no dudaba en afearle la conducta cuando se pasaba de la raya, como sucedió en un partido de Copa de Europa contra el Levski Sofía. Se dice que este lloró cuando le enseñaron la puerta de salida a su mentor en el año 1982.

V - Vojvodina: Para este club serbio, Boskov era el alfa y el omega. Después de defender el escudo vestido de corto durante casi quince temporadas, afrontó una etapa de siete como director técnico. En ella ganó una liga y conquistó el corazón de los seguidores. Fue la entidad quien informó primero de su muerte y la que pondrá a disposición la ciudad deportiva que lleva su nombre para llevar a cabo el funeral.

W - Wembley: En el estadio londinense perdió la segunda y última final de la Copa de Europa que afrontó como preparador. En este caso controlaba a la Sampdoria y su rival era el Barcelona. Los azulgrana ya le habían ganado otra final, la de la Recopa, años antes. El gol de falta anotado por Koeman provocó que se repitiera la película.

X - XX: Por su forma de ser y sus aportaciones al deporte rey, más en lo accesorio (importancia del aspecto psicológico, stages, afirmaciones verbales...)  que en lo que se veía sobre el césped cada fin de semana, el de Begec será recordado como alguien icónico dentro de su gremio durante el siglo XX.

Y - Yugoslavia: Fue el país que defendió de manera exitosa como internacional y también al que manejó como seleccionador en diferentes escaramuzas. En un territorio, el balcánico, sometido a continuos cambios sociales y políticos; el desarrollo futbolístico de alguna de sus figuras más carismáticas no podría entenderse sin él.

Z - Zaragoza: El conjunto maño fue el primer equipo que dirigió en una gran liga. El serbio llegaba tras haber pasado por el Young Boys suizo como jugador-entrenador, desarrollar labores diversas en su país y probar suerte en dos equipos holandeses, el ADO Den Haag y el Feyenoord. Salvar a los aragoneses fue un argumento suficiente para que le fichara el Real Madrid.

miércoles, 23 de abril de 2014

¿Qué ha sido de... Andrei Frascarelli?


Animado por el influjo de Dobrovolski, vuelvo a repasar la trayectoria de otro jugador que llegó al Atlético de Madrid en el pasado. El brasileño Andrei Frascarelli aterrizó en Barajas como "el nuevo Roberto Carlos" (junto al ex madridista se había proclamado subcampeón del mundo juvenil en 1991) y se marchó al Betis entrado en carnes para cerrar en Sevilla una de las etapas más surreales que se recuerda por allí. Y eso que hay historias para escribir un libro.

Antes de que todo eso sucediera, de que aterrizara en Europa, había vivido sus primeros años como profesional en varios clubes de su país e incluso había probado en el extranjero. Nacido en Pederneiras y criado futbolísticamente en el XV de Novembro de Jaú, su progresión fue rápida. Tanto que en apenas una campaña ya había dado el salto al Palmeiras.

Luego llegaría su paso por el Goiás, el Flamengo y el Fluminense completando una trayectoria más que digna en sus comienzos. Cansado de dar tumbos por la zona, decidió probar una nueva experiencia. Fue así como llegó al Rosario Central, entidad que abandonaría para firmar por el SC Juventude (algunas bases de datos dicen que antes pasó por el XV de Piracicaba) y posteriormente por el Atlético Paranaense.

De allí le importó el Atlético a cambio de una cifra generosa. La inversión parecía provechosa ya que el jugador se asentó en el once y marcó goles. Sin embargo algo no convencía a orillas de Manzanares, quizás su excesiva contundencia. Fuese cual fuese el motivo, el caso es que un verano después le traspasaron al Betis a cambio de quinientos millones de las antiguas pesetas.

La operación se cerró en parte debido a la insistencia de Luis Aragonés, el técnico llamado a dirigir al equipo ese curso. Sin embargo renunció a la empresa poco tiempo después y Andrei, que llegó del verano en una forma más bien contundente, se vio en la necesidad de convencer a sus sucesores. Le impusieron una dieta para que recuperara una figura idónea para el fútbol pero entre lechuga y lechuga aprovechaba para zamparse latas de atún, una costumbre que descubrió el club y le valió un expediente.

Cedido al Santos, sin la confianza de nadie, metido en líos judiciales con el club... acabó marchándose con el tiempo. Lo hizo al Sao Joao a cambio de 25 millones de pesetas. Lopera justificó la pérdida de dinero afirmando que tomaba la decisión por caridad cristiana hacia el futbolista, pensando en él y en su familia. Incluso le regaló una camiseta de recuerdo antes de que se fuera. La camiseta que no había vestido jamás en dos años.

Finalizada la etapa en su nuevo destino vuelven las versiones encontradas sobre su paradero. Todos coinciden en situarle en el Marília pero algún benevolente le coloca con anterioridad en el Botafogo. Sí es cierto, aunque pueda no parecerlo, que fue cedido al Fluminense. Lo corrobora un hecho del que todo el mundo habla, la pelea a golpes que tuvo sobre el césped con Romario... vistiendo los dos la misma camiseta. El caso es que después de ese embrollo retornó a Europa para trabajar en el Rot Weiss Ahlen.

Aquella sería la última vez que abandonaría su nación como jugador ya que volvió para seguir engordando su ya de por sí extenso currículum. El Guaraní, el Rio Claro y el Ceilândia serían sus penúltimos clubes. A todos ellos les seguiría el XV de Jau después de colgar las botas en un primer intento. Posteriormente se dedicó a jugar al Showball, una afición un tanto peculiar cuando alguien cobra un susbsidio público por sus problemas crónicos de rodilla. El asunto salió a la luz pero, como dicen en Brasil, todo "acabou em pizza". 

martes, 22 de abril de 2014

La huella de los "Dedos azules"


Acostumbrada a llorar por los fracasos en vez de sonreír por los éxitos, la ciudad de Zwolle vivía ayer en el desconcierto absoluto. Una sensación exportable al resto de Holanda después de que el país asistiera a la inesperada y contundente victoria del PEC sobre el todopoderoso Ájax por 5-1. El resultado dibujaba la gran noche con la que todos los aficionados del modesto club soñaron alguna vez, esa que contarán en el futuro como si de una leyenda se tratara aún a sabiendas de que en la sociedad 2.0 todo queda registrado y es comprobable.

En la bañera de Rotterdam el Zwolle apareció entre el fuego de las bengalas para aplicar una buena friega a su renombrado rival, convirtiéndose en el primer club que marca cinco dianas en el partido que decide la Copa desde que lo hicieran los de Ámsterdam en la campaña 97-98. Las mismas manos que acunaron y durmieron al equipo de De Boer fueron las que consiguieron aquello que habían dejado pendiente los antepasados.

A la tercera se hizo bueno el dicho tras ver como se evaporaban las oportunidades de 1928 y 1977. Y lo ha conseguido una plantilla única que se desenvuelve por encima de sus posibilidades reales. Solo así se explica el liderato liguero de las primeras jornadas, efervescente pero de un mérito encomiable. El vértigo y la quema de fases en la lucha por el torneo del KO desencadenaron la caída progresiva de otro hito para el recuerdo entre unos aficionados que en su día vivieron el amanecer de un central llamado Jaap Stam.

En su conjunto, todo es una situación impensable pero muy satisfactoria para la "Venecia verde"; localidad donde conviven la tranquilidad con la agitada vida nocturna y que por momentos tembló ante la posibilidad de quedarse sin una entidad balompédica que la representara. Sucedió a comienzos de los noventa, cuando la bancarrota dinamitó la estructura.

Solo el buen hacer ha podido apartar la ceniza y sentar unos cimientos sólidos en un periodo más bien breve, recuperando así el orgullo. Un sentimiento este último que durante el siglo XVII se convirtió en seña de identidad de Zwolle. El mismo que explica el sobrenombre que recibe el PEC, "Blauwvingers" en el idioma de la zona, "Dedos azules" traducido al castellano.

Cuenta la tradición oral que, agobiados por la situación económica, los pobladores de la ciudad se vieron obligados a vender las campanas al pueblo vecino de Kampen. Lo hicieron, sin embargo, a un precio muy elevado y con estas en un estado indigno. En venganza el pago fue realizado con calderilla, por entonces fabricada en cobre. Perseverantes como lo siguen siendo hoy en día, y también un poco desconfiados, los receptores decidieron contar las monedas una a una. Este proceso acabó tiñendo sus dedos de azul y les valió el apelativo que aún arrastran. Por entonces ya demostraban paciencia, dignidad y picaresca;  cualidades que aplicadas al verde varias centurias después han dado por fin sus frutos. 

lunes, 14 de abril de 2014

RNK, trabajo y lucha


Situada a orillas del Adriático, solo el deporte quiebra la calma en Split. El Hajduk, orgullo local toda vez que la Jugoplastika de baloncesto sufre una suave decadencia bajo su nueva denominación, es un elemento cohesionador entre los habitantes. Especialmente cuando el calendario dibuja el nombre del capitalino Dinamo de Zagreb, anunciando una nueva edición del llamado "Derby eterno" del país.

Sin embargo existe una rivalidad que difícilmente abandona la ciudad y desde luego pasa desapercibida para el extranjero común. Se trata del enfrentamiento local ante el RNK, que ayer vivió una nueva edición. Como es costumbre cuando algo así acontece en cualquier parte del mundo, hubo pocos goles. Eso sí, una intensidad acrecentada por la voluntad de ambas partes a la hora alcanzar puestos europeos. Venció el Hadjuk, que además se llevó de premio una ventaja de puntos casi definitiva. El poderoso pisaba una vez más al débil, metáfora que sirve para ilustrar la idiosincrasia del club minoritario.

Frente a los títulos y el boato de su despreciado vecino, el RNK (Radnicki Nogometni Klub) siempre se ha caracterizado por una profunda conciencia revolucionaria vinculada al anarquismo. Esa corriente política fue la placenta donde se incubó la entidad, cuyo nombre traducido es "Club de los trabajadores" y que en sus inicios, cuando lo fundaron unos estudiantes, llegó a conocerse como Anarch.

Desde entonces han pasado muchos partidos, muchos goles, muchos futbolistas... y desgraciadamente varios conflictos bélicos. Ninguno le ha resultado ajeno al equipo croata, que no dudó en ayudar con efectivos a diferentes causas. Sucedió, por ejemplo, en la Guerra Civil española. Motivados para hacer frente a las tropas franquistas, propusieron una expedición de voluntarios que finalmente no cuajó.

El compromiso se trasladó años después a la Segunda Guerra Mundial. Implicados en la resistencia contra la el invasor italiano, 120 jugadores y ex jugadores perdieron la vida luchando al lado de Josip Broz "Tito". Un duro golpe para el país, para la ciudad y sobre todo para el RNK; que se negó a participar en la liga transalpina.

Con el paso del tiempo el color negro ha tornado en rojo y los ideales se mantienen más en lo moral que en lo palpable. Sin embargo se ha vivido una evolución deportiva de la mano de Slaven Zuzul, un empresario de éxito que antes había trotado por el césped hasta que una grave lesión le impidió seguir haciéndolo. Después de tres ascensos consecutivos coronados con una clasificación para la Liga Europa, el club crece a cada año que pasa.

Algo que no pasa desapercibido para los futbolistas. Dos viejos conocidos de la liga española como Dujmovic y sobre todo Mate Bilic, han potenciado la plantilla. Con calma y sin renunciar a las bases que sustentan una historia donde el fútbol empezó siendo la excusa para airear unas ideas políticas, el RNK vive su momento dulce. Es el regalo para un club combativo por naturaleza.

Con motivo de las vacaciones de Semana Santa, el blog permanecerá inactivo hasta el próximo lunes día 21 de abril. Disculpad las molestias.

viernes, 11 de abril de 2014

Hablando de fútbol con... Naya (ex jugador del Al Yarmouk): "En Kuwait llegué a ver de copiloto a un leopardo"

Hace unos meses José Antonio Sánchez Naya cambió el verde y los cielos encapotados de Asturias por el calor sofocante y la arena de Kuwait atraído por una oferta del Al Yarmouk. Hoy ya está de vuelta en casa defendiendo los intereses del Caudal de Mieres. Pese a ello no se arrepiente de la experiencia vivida en un país singular. Las diferencias culturales, la escasez de público en las gradas y de alcohol en los bares o la visión de un leopardo subido a un coche son algunos de los temas que salen a la luz en esta entrevista con "De paradinha".

http://www.ivoox.com/entrevista-a-naya-ex-jugador-del-al-yarmouk-audios-mp3_rf_3017370_1.html

miércoles, 9 de abril de 2014

¿Qué ha sido de... Igor Dobrovolski?


Ahora que el Atlético ha logrado posicionarse como uno de los mejores equipos de Europa es buen momento para mirar atrás y dar más valor si cabe a lo conseguido tras analizarlo con perspectiva. Y es que muchos son  los futbolistas que han pasado sin pena ni gloria por el conjunto colchonero en un pasado no demasiado lejano, algunos de los cuales ya han tenido sus líneas de gloria en este blog.

Hoy os traigo a un hijo de la URSS que además fue internacional con el llamado CIS y con Rusia. Todo ello pese a nacer en Ucrania y ser de origen moldavo. Esa papilla multicultural le convirtió en uno de los favoritos para sus paisanos, especialmente en sus inicios. Eran días en los que se mostraba intratable y hacía goles como el que pone sellos en un a oficina.

Formado en Tiraspol, dio el salto profesionalismo de la mano del Nistru Chisinau, actualmente conocido como Zimbru. Poco tardó en demostrar sus cualidades y formar parte de las agendas de algunos clubes importantes de Europa del Este. Le fichó el Dinamo de Moscú con diecinueve años y le dio la visibilidad suficiente para que pudiera disfrutar de la que probablemente ha sido la actuación más memorable de su carrera.

Fue en Séul, durante los Juegos de 1988. Imbuido por el espíritu olímpico y con el fulgor de la llama centelleando en sus retinas, solo Romario le quitó el privilegio de convertirse en el máximo goleador del torneo. Como era de esperar, aquella gesta le valió varios reconocimientos. Uno de ellos, el de mejor jugador soviético dos años después, en 1990.

Ya sonando en el plano internacional, le llegó el momento de dar el salto a una gran liga. Probó en el Calcio aceptando una oferta del Génova. Sin embargo aquella experiencia no salió como esperaba y acabó siendo cedido al Castellón. A ese préstamo le seguiría otro más prolífico en el Servette suizo que le valdría para llamar la atención del Olympique de Marsella.

Sin excesivo brillo, volvió al Dinamo de Moscú. Allí recuperó las buenas sensaciones y el toque que le había servido para hacerse un nombre. Tanto que llamó la atención del Atlético de Madrid. En un acto multitudinario, el club colchonero le presentó junto a Delfí Geli y el "Tren" Valencia. Aquel acto anecdótico resultó lo más llamativo de su paso por la capital de España.

Escaso en la producción, el verano siguiente decidió tomarse un año sabático. Para sacarle de la nostalgia y la inactividad llegó el Fortuna Dusseldorf, entidad que le ayudaría a recobrar la confianza y a tener minutos. Agradecido por el gesto, esa sería la ciudad que eligió para colgar las botas. Al menos momentáneamente, ya que el gusanillo balompédico volvió y se animó aún a dar patadas en el Tiligul-Tiras Tiraspol.

Seleccionado como jugador-entrenador de aquél vestuario, detectaron en él la vocación suficiente como para adjudicarle el cargo de seleccionador nacional moldavo. Tras renunciar en 2009, se mantuvo pertinaz con el sueño de convertirse en un entrenador de renombre. Sin salir de Chisinau; el Dacia y el Veris han sido los últimos que han apostado por él.

lunes, 7 de abril de 2014

Baird consigue "su" medalla


Purgando las penas por sus pecados capitales, el Rangers continúa con su irremediable escalada hacia la Premier League escocesa. Allí le espera con los brazos abiertos el Celtic, aburrido de ganar por decreto. El trayecto, tortuoso, pudo dulcificarse ayer si los protestantes hubieran conquistado uno de los pocos títulos que le faltan en su vitrina a nivel nacional. El mismo que difícilmente levantará algún día su enemigo.

Los de Glasgow dejaron escapar la segunda de sus previsibles tres bolas de partido en la Scottish Challenge Cup. Torneo destinado al trío de escalones inmediatamente inferiores a la máxima categoría, cabe esperar que el curso que viene sea la última oportunidad. Eliminados en cuartos el pasado ejercicio, la derrota en la final de esta campaña ha sido un contratiempo inesperado.

Pese a estar en un nivel superior, todo el mundo daba por hecho que el Raith Rovers acabaría claudicando. Sin embargo el guión se escribió de otra manera gracias, en gran parte, al jugador que hizo el único tanto del choque. Un trotamundos que se ha recorrido el país con la bolsa de deportes a cuestas intentando solucionar una deuda pendiente.

Llamado y apellidado igual que el inventor del televisor, John Baird era en Edimburgo un hombre feliz. Su equipo, campeón de Copa de la Liga en 1994 ante el Celtic, se había convertido en uno de los pocos capaces de vencer en dos finales oficiales a los contendientes del Old Firm. Él, que había pasado por la cantera de ambos, en un hombre que podía respirar tranquilo y limpiar su conciencia.

Peregrino con parada en varias plazas, un partido le dejó marcado especialmente. Sucedió mientras defendía los colores del Saint Mirren con apenas diecinueve años. Hipermotivado como cualquier joven de su edad y ansioso por comerse el mundo, él y sus compañeros alcanzaron el duelo por el título en esta misma competición. Sin embargo un capricho técnico o cualquier otro motivo de origen ignoto provocó que su nombre no figurara entre los elegidos para batirse el cobre aquella gran tarde. Frustrado, su sitio estaba en la grada. Allí debía comerse la uñas y confiar en que todo saliera de la mejor manera posible.

El objetivo se cumplió gracias al buen hacer de un elenco que contaba, entre otros, con Mark Reilly. Apodado como uno de los personajes de la legendaria serie "Coronation Street", este veterano de mil batallas ya sabía lo que era el éxito en el torneo tras paladearlo con el Kilmarnock. A las puertas de su retirada, repetir el triunfo era satisfacción suficiente. Un recuerdo que no necesitaba de elementos físicos para permanecer imborrable.

Quizás por eso la medalla que acompañaba a su hazaña no era más que un regalo material sin excesiva importancia ni valor. Después de todo lo sufrido a lo largo de su carrera, aquel objeto era algo fútil que acabaría cogiendo polvo en alguna estantería. Un privilegio al que otros picapedreros del balompié probablemente nunca pudiera acceder.

Pensando que el del barbilampiño Baird acabaría siendo uno de esos sueños incumplidos, decidió entregarle la presea en medio de la euforia. El gesto fragmentó al delantero, que rompió a llorar de la emoción y corrió a entregársela a su madre para que la guardara. En la previa aún recordaba el gesto si bien reconocía que, aunque la conservaba, nunca llegó a sentirla como suya. Hoy ya puede decir que le pertenece por méritos propios.

miércoles, 2 de abril de 2014

¿Qué ha sido de... Gregory Vignal?

Después de mucho tiempo sin hacerlo, el Liverpool vuelve a tener motivos para sonreír. Su espectacular racha en los últimos partidos, coronada con el liderato momentáneo en la Premier, hace recordar a algunos su mejor versión. Tiempos no muy pretéritos en los que el equipo rendía muy bien en Europa y se obsequiaba de vez en cuando con alguna copa nacional.

La campaña que permitió a los "Reds" volver a creer en sí mismos fue la 2000-2001, curso de resurrección que coronaron con el triunfo en aquella oda al fútbol que fue la final del Westfalen contra el Alavés. En el banquillo aquél día, en realidad casi todos los días, estaba este lateral francés. Por entonces se trataba de un futbolista prometedor que había llegado procedente del Montpellier a cambio de medio millón de libras.

Nacido en esa localidad gala, sus primeras patadas al balón las dio en Le Crès; una ciudad dormitorio situada a poco más de seis kilómetros. Su calidad fue la que llevó al club importante de la zona y la que le permitió destacar en el Mundial sub-18 de Argentina, donde su combinado nacional acabaría cayendo en cuartos ante los anfitriones y futuros campeones.

Sin embargo esa relevancia no fue suficiente para que lograra hacerse un hueco en el once titular. Con la llegada de Riise, la situación vivida en la campaña de su estreno comenzó a ser una rutina. Así las cosas, a mitad de la temporada 2002-2003 regresó a Francia para desarrollar su actividad en el Bastia como cedido. Una vuelta a los orígenes que repetiría el siguiente verano, esta vez para defender los intereses del Rennes durante unos meses.

Encadenando préstamos llegó al Espanyol, por donde pasó con más pena que gloria. Desconcertado y sin oportunidades en el Liverpool, aún le enseñarían una vez más la puerta de salida. Su destino fue esta vez el Glasgow Rangers. En Escocia resurgiría demostrando alguna de las cualidades que le habían convertido en una joven promesa. 

Ya libre se marchó al Portsmouth, entidad que acabaría prescindiendo de sus servicios al no convencer a Harry Redknapp. Para darle cobijo apareció el Lens. Ambos formarían una vinculación poco prolífica ya que poco después de llegar, Vignal hizo las maletas para probar suerte en el Kasierslautern. Tras retornar en verano para coger sus pertenencias, puso rumbo al Southampton, donde permaneció una temporada.

Finalizado su contrato con el Lens, aceptó una prueba con el Birmingham. La buena actuación contra el Sporting en un amistoso le dio la oportunidad que buscaba. Pese a ello una lesión le restó continuidad. Descartada la opción de prolongar su estancia en la ciudad, entrenó con el Sheffield United y el Cardiff antes de cortar por lo sano y enrolarse en el Atromitos ateniense.

La aventura duró un otoño, lo que tardó en quedarse sin equipo. En esa situación estuvo unos meses hasta que el Dundee le devolvió a la SPL. Sin embargo, pasados dos meses sin disputar un solo minuto, rescindió sin dudarlo y se topó de nuevo con el paro. Afortunadamente le sacó de esa situación un ex compañero, Xavier Collin. Entrenador de Béziers, le convenció para que rechazara ofertas de Ligue 2 y firmara por su club. Allí sigue, compaginando su actividad con la presidencia de un club de Palavas.

Por falta de tiempo este viernes me será imposible actualizar el blog. Disculpad las molestias causadas.

martes, 1 de abril de 2014

Denis, el mensajero

Después de que varios aficionados sacrificaran su fin de semana para pintar y retirar escombros, la tribuna lateral quedó lista para la acción el pasado junio. Lejos de las estructuras faraónicas y los estadios con forma de huevo interestelar, este era un proyecto cincelado por las manos de aquellos que tampoco dudan en sacrificar sus gargantas.

Toda una obra de ingeniería colectiva en beneficio de un objetivo común, vestigios de potrero que se difuminan entre las botas fosforescentes y los peinados imposibles que acompañan a los iconos globales. Contra ellos juega, desde hace tiempo, el hombre que bautiza esa grada levantada con cemento y sudor. Nadie mejor que él para poner la firma.

El triunfo no aparece solo, menos para aquellos que buscan triunfar sin ser bendecidos con el don de la técnica. En esos casos llegar a lo más alto cuesta el doble, el triple si los goles son el único arma que alimenta su leyenda. Los aciertos son directamente proporcionales al valor de mercado y al cariño del hincha. Los fallos, sonido de viento y letras emponzoñadas en los diarios deportivos.

Por esta última fase ha pasado en varias ocasiones Germán Denis, un punta corpulento cuyas espaldas tienden a dejar el marco contrario en dirección sur para que los residentes de la segunda línea encuentren la gloria mirando al norte. Pese a ello, cuando otros empiezan a bajar los brazos él ha conseguido cambiar su destino bendecido por una madurez tardía.

Todo un alivio entre los habitantes de Remedios de Escalada, localidad de la provincia de Buenos Aires que durante un tiempo temió ver a su paisano más ilustre abandonado en esas cunetas balompédicas a las que van a parar quienes en un momento u otro se despistaron. Ahora pueden sacar pecho y equiparar a ese chico que corría por las calles detrás de un balón con ilustres como Ángel Bossio, arquero al que apodaban "La maravilla elástica" cuando se proclamó subcampeón del mundo en 1930, o Javier Zanetti. Triunfadores ambos, pasaron antes o después por el Talleres de la localidad. La entidad, en reconocimiento a los servicios prestados, les hizo un hueco en los cimientos.

Tocado de negro y azul por obra y gracia del Atalanta, el atacante argentino está de moda en un gremio, el de los rematadores de área, tradicionalmente regido por italianos. No es el único extranjero tras la irrupción de Llorente, pero si quizás el más regular de un tiempo a esta parte. Cuando cumple, lo hace su equipo. Tal es así que los bergamascos han puntuado en siete de los nueve partidos en los que ha visto portería.

Defenestrado por el Nápoles y el Udinese, sale a un mínimo de quince dianas por temporada desde que fue presentado con su actual club. Y esta campaña amenaza con subir la media. A sus treinta y dos años, ha ganado en carácter y en personalidad. Los charcos que otros sortean, él los pisa y se moja. Es un tanque proletario que tensa sus músculos para celebrar cada tanto cuando no ejerce de altavoz social.

Lo demuestra cuando puede. Dotado de una virtuosa habilidad para hacerle goles al Inter de Milán, utiliza la cuota de pantalla que le dan sus actuaciones ante los nerazzurri para contarle al mundo lo que pasa con el único lienzo de una camiseta blanca. Una prenda sencilla que puede colarse en los noticiarios si el mensaje es claro y conciso. Sucedió cuando se acordó de los afectados por el temporal que asoló su país en 2013 y también cuando exhibió una letra K tachada que hizo revolverse en su trono dorado a Cristina Fernández de Kirchner. En un tono más desenfadado, mandó también un mensaje de cariño a su madre después de castigar al Lazio.

Con la salvación en una mano y seis victorias seguidas en la otra, algo que hasta ahora no había sucedido nunca en la historia de La Dea, el más difícil todavía se llama Europa. Sería la gloria para él y la sonrisa para aquellos ciudadanos anónimos que se juntan frente al televisor para ver sus goles y cuidan de su parcela de terreno por si algún día decide volver a vestir de rojo y blanco.