¿Qué ha sido de... Bogdan Stelea?

Fuente: www.uzunpaslar.com

Escribir el post de hoy me produce especial satisfacción. Desde que entré en la Facultad de Ciencias de la Información, hace ya cuatro años y pico, me propuse a mí mismo que al menos en lo que se refiere al periodismo deportivo intentaría no sacar nunca mis colores a relucir. Hoy lo haré, aunque sólo parcialmente. Al margen de otro equipo cuyo nombre no desvelaré para que nadie piense que se pueden viciar las cosas que digo, soy forofo del Salamanca.

Es por ello que hoy pasa por De paradinha una de las leyendas vivas de aquél equipo charro con el que me aficioné a las emociones fuertes, aquél que ascendió de golpe y porrazo a primera, aún sin nuestro protagonista en la plantilla, jugando todos los partidos al filo de la navaja y autoproclamándose matagigantes gracias a victorias antológicas como el 6-1 contra el Valencia o aquél 1-4 en el Camp Nou que supuso la salvación del equipo en la última jornada. Según lo escribo me pongo nostálgico y no es mi intención así que vamos al grano.

Bogdan Stelea aterrizó en El Helmántico con 30 años, dos Mundiales (el del 94 a la sombra del mítico Florin Prunea) y una Eurocopa a sus espaldas siendo el segundo recurso después de que fallara la contratación de Koepke, actualmente entrenador de porteros de "la Mannschaft". Pocos pensaban que aquél tipo enorme de pelo rapado se convertiría en historia del equipo.

Antes de su aventura castellana ya había jugado en España, concretamente en el Mallorca, primer equipo que le sacó fuera de Rumanía, donde despuntaba en las filas del Dinamo capitalino. De la isla se marchó a Lieja pero la falta de oportunidades le obligó a retornar a Bucarest, esta vez para fichar por el Rapid.

Breve escaramuza al Samsunspor turco y vuelta a a su ciudad natal, en este caso al Steaua. Transhumante como el pastor Bucur, cuyo nombre dio origen a la capital rumana, volvió a España para quedarse.

Sus años en la ciudad del Tormes le elevaron a los altares, compitiendo en popularidad con la Plaza Mayor o la Catedral, cuya visita recomiendo. Le recuerdo defendiendo las estéticas porterías del estadio salmantino, que atentando contra los modelos establecidos, poseían unos palos curvos para su sujección, dando un toque estético a los goles que en ellas se marcaban.

Con 38 años y después de alguna que otra desavenencia con el club, que empezaba a sufrir sus primeros problemas económicos, volvía a su tierra, al Dinamo. Tras una temporada allí realizó su última excursión al extranjero, disputando una temporada, con 38 años, en el Akratitos griego.

Cansado de vivir fuera retornó de nuevo a tierras rumanas. Fue contratado por el Otelul Galati, con el que no puedo disputar ni un sólo minuto debido a una gravísima lesión. En condiciones normales y rondando las cuatro décadas, cualquiera hubiera abandonado la práctica deportiva y disfrutado de la buena vida. Cualquiera menos Bogdan Stelea.

Recuperado se ponía a las órdenes de su compañero de selección y amigo Dan Petrescu en el Unirea Urziceni., donde se convirtió en uno de los mejores guardametas de primera división. Su historia, de momento, acaba en el FC Brasov, octavo clasificado de la liga rumana, en el que a sus 41 años recién cumplidos es titular indiscutible.

Ya está publicada en el blog Fútbol Mundial http://capocannoniere.blogspot.com/ de Enric Adell mi post semanal dedicado a la Liga Española.