viernes, 27 de diciembre de 2013

Los doce momentos del 2013

Termina el 2013 y toca hacer balance de lo vivido en el plano futbolístico. Han sido doce meses muy intensos, plagados de sensaciones y momentos que quedarán para el recuerdo. Estos son, para este blog, los doce momentos más importantes vividos en este curso, uno correspondiente a cada mes del año que ya toca a su fin
 
Enero: Messi entra en la historia: Recién estrenada la segunda semana del año, la FIFA anunció el nombre del ganador del "Balón de oro". El trofeo recayó por cuarto año consecutivo en el futbolista argentino Leonel Messi. El atacante del Barcelona se convirtió así en el jugador que más veces lo había logrado.

Febrero: El fútbol vuelve a ensuciarse: Una vez más el deporte rey y los actos vergonzosos volvieron a darse la mano. En febrero se destapó una red de corrupción en una operación que terminó con cuatrocientos veinticinco detenidos y trescientos sospechosos de diversa índole. Ciento cincuenta partidos habían sido amañados. La noticia llegó poco después de que "France Football" denunciara irregularidades en la concesión del Mundial del año 2020 a Qatar. 

Marzo: La batalla de Saint-Denis: Cuando el sorteo de la fase de clasificación para el Mundial de Brasil encuadró a Francia y España en el mismo grupo, ya se sabía que la exigencia iba a ser máxima. "La Roja" había dejado escapar la victoria en el Vicente Calderón frente a los galos. Ese desliz, unido al empate ante Finlandia en El Molinón, obligaba a vencer en Saint Denis para ser primeros. En uno de sus mejores partidos de los últimos años, el combinado que dirige Vicente Del Bosque tiró de carácter y firmó una noche estelar con victoria por 0-1. Finalmente las dos selecciones disputarán el torneo el próximo verano.

Abril: La noche dorada de Lewandowski: Pocas actuaciones individuales serán tan recordadas en la historia de la Liga de Campeones como la del delantero polaco Robert Lewandowski contra el Real Madrid. Sus cuatro goles en la ida de las semifinales, disputada en Dortmund, ajusticiaron al conjunto blanco y pusieron las bases para que su equipo pudiera pelear por el título. En el otro lado del cuadro el Bayern se mostraba inmisericorde con el Barcelona. Semanas más tarde se conocería que los dos equipos se verían las caras en la primera final alemana de la competición.

Mayo: Se va una leyenda: El fútbol inglés en general y el Manchester United en particular no podrían entenderse sin la figura del Sir Álex Ferguson, un técnico que se lo ha dado todo a los "Diablos Rojos" durante más de veinticinco años. El escocés deja un legado impecable a sus espaldas, con 1.500 partidos en su haber, treinta y ocho títulos y la admiración de todo el fútbol internacional.

Junio: Un trago amargo para "El Rojo": A las 17.06 del 15 de junio se confirmaba la noticia. El Independiente de Avellaneda, uno de los equipos con más historia del fútbol argentino, conocía lo que era un descenso de categoría después de una racha de 101 años de permanencia en la Primera División. Seguía así los pasos de otro cataclismo histórico, el vivido por River Plate en 2011. En sus primeros meses de peregrinar por la categoría de plata, "El rojo" marcha tercero por detrás de Banfield y Defensa y Justicia.  

Julio: Brasil está casi preparada: Un titular con doble sentido que resume lo que fue la Copa Confederaciones. En lo relativo a la selección anfitriona, se confirmó como la principal favorita para conquistar el título junto a España; más después de pasar por encima de la campeona del mundo en la final. Otra cosa es la capacidad para albergar el torneo. El país ofreció una buena imagen pero de fondo asomaron los disturbios paralelos que dieron la vuelta al mundo y reflejaron los problemas que allí se viven.

Agosto: Bale, el chico de oro: Su fichaje por el Real Madrid fue el culebrón del verano. Tras mucho batallar con el Tottenham, el conjunto español se hizo con sus servicios a finales de mes. Las cifras de la operación nunca quedarán claras pero todo apunta a que el galés se convirtió en el más caro de la historia y quizás en el primer hombre cuyo precio sobrepasó los cien millones de euros.

Septiembre: El reencuentro: La suerte estaba echada desde que se conoció el retorno del portugués Jose Mourinho al Chelsea. El luso volvía a verse las caras con su enemigo Pep Guardiola, cuyo fichaje por el Bayern Múnich se había anunciado en enero. Ninguno de los dos disputaba la Supercopa de Europa por méritos propios, pero aquello no importó. Centraron las miradas en un partido que terminó, bordeando el 1 de septiembre, con victoria de los alemanes tras una tanda de penaltis.

Octubre: La Roma hace historia: Aunque el conjunto capitalino se ha ido desinflando en las últimas semanas de 2013, nadie les quitará el récord que consiguieron a principio de temporada. Los de Rudi García lograron el mayor número de victorias consecutivas en un arranque de la Serie A dejando la cifra en diez, una más que las logradas por la Juventus en la 2005-2006. Rompió la magia un empate a uno ante el Torino. Aquél gol de su rival, por cierto, fue el segundo que habían recibido en toda la competición. El único encajado en su camino triunfal fue obra de Babiany, del Parma.

Noviembre: La agonía de México: Nunca el Tri había sufrido tanto para entrar en un Mundial, no al menos en los tiempos modernos. Los mexicanos salvaron la honra in extremis después de eliminar en la repesca a Nueva Zelanda. Antes habían superado su primer match ball en la fase de clasificación tras un intenso mano a mano con Panamá que se le escapó de las manos a su rival. Tanto sufrimiento dejó heridas. Cambios de entrenadores, renuncias a la selección, inestabilidad... Ahora toca coserlas para dar una buena imagen en Brasil el próximo verano.

Diciembre: El Bayern, rey del mundo: Los alemanes se pasearon por Marruecos y conquistaron el Mundial de Clubes de la mano de Pep Guardiola, que suma su tercer entorchado en esta competición. Era el quinto título de los germanos en una temporada en la que solo dejaron escapar la Supercopa de Alemania. Su rival en la final de este último peldaño fue un honroso Raja Casablanca, que se deshizo en semifinales del Atlético Mineiro. Una muestra más del potencial dormido del fútbol africano.
 
Por cuestiones personales, el blog descansará en su publicación hasta la primera o la segunda semana de 2014. Os deseo a todos los lectores una feliz navidad y un próspero año nuevo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Diez motivos para no perderse el Arsenal-Chelsea

La Premier se viste de gala esta noche. Dos de los mejores equipos de la liga inglesa cruzarán sus fuerzas en busca de tres puntos que les permitan optar al liderato a finales del año 2013. No es el único aliciente del Arsenal-Chelsea que se vivirá en el Emirates a partir de las 21.00 horas. Aquí os dejo una lista con diez motivos para no perderos el encuentro.
 
1. Derbi de Londres: Se enfrentan los dos equipos más importantes de la capital. Pese a ello ambos tienen maneras diferentes de ver la confrontación. Mientras que los aficionados del Arsenal consideran al Manchester United y al Tottenham como sus máximos rivales, los del Chelsea ven en su contrario de esta noche al mayor enemigo.
 
2. Técnicos: Enfrentados estarán dos de los entrenadores de más renombre de la Premier. De un lado el francés Arsène Wenger, al frente del Arsenal desde 1996. Del otro el portugués Jose Mourinho, que afronta su segunda etapa en el Chelsea. Aunque en la previa han querido templar los ánimos, conocidas son las desavenencias entre ambos. De hecho el luso, que nunca ha perdido contra el galo, llegó a calificar a este de "voyeur" en octubre de 2005. Wenger respondió tachándole de "estúpido".
 
3. Ashley Cole: El que fuera jugador del Arsenal, ahora en el Chelsea, ha sido noticia en la previa del encuentro. Jose Mourinho ha indicado que ocupará un lugar en el banquillo, decisión que según algunos medios llega motivada por la salida nocturna que el lateral realizó junto a algunos futbolistas de su ex equipo el pasado miércoles. En la rueda de prensa previa, el técnico declaró: "Estaba en su día libre y no soy su padre, soy el entrenador. Solo puedo controlar lo que hacen cuando están conmigo, no lo que hacen cuando no están conmigo".
 
4. Presencia de españoles: Sin contar los canteranos, seis españoles se juntan entre los dos equipos. En el Arsenal; Arteta, Cazorla y Monreal. En el Chelsea; Azpilicueta, Mata y Torres. Todos ellos están disponibles aunque en principio Monreal y Mata ocuparán un lugar en el banquillo de inicio a juzgar por las preferencias habituales de sus entrenadores.
 
5. Bajas: Mucho más importantes las del Arsenal, que pierde a Koscielny por lesión y a Wilshere por una sanción de dos partidos después de dedicarle una peineta a los aficionados del City el pasado fin de semana. A ellos se unen Oxdale-Chamberlain, Sanogo y Diaby. En el Chelsea Essien se ausenta por sanción y Van Ginkel y Bertrand por problemas físicos.
 
6. Mala imagen del Arsenal: Los "gunners" sufrieron una dolorosa derrota por 6-3 el pasado fin de semana contra el Manchester City. Más allá del resultado y de la racha de los locales, que merece análisis aparte, preocupa la imagen dada fuera de lo deportivo. Al ya mencionado incidente de Wilshere con los aficionados visitantes se suman los malos modos de del alemán Mesut Özil, que no quiso despedirse de sus seguidores y fue abroncado sobre el mismo césped por su compatriota y compañero Per Mertesacker. Habrá que ver como le reciben hoy en el Emirates.
 
7. Momento del Arsenal: El Arsenal no llega a la cita en su estado de mayor esplendor. Los de Wenger encadenan tres partidos sin conocer la victoria en diferentes competiciones. Así han finalizado como segundos de grupo en la Champions y han perdido el colchón de puntos que tenían en la Premier. De hecho, si caen, podrían dejar el liderato por primera vez desde el mes de agosto. 
 
8. Momento del Chelsea: No le van mejor las cosas a sus vecinos. Los "blues" superaron la fase de grupos de Champions como primeros pero fueron apeados el pasado martes de la Copa de la Liga por el Sunderland, colista en la competición regular. Además solo han dejado una vez su portería a cero en la Premier desde el pasado 21 de septiembre.
 
9. Se acerca el "Boxing Day": La liga inglesa no para por navidades. De hecho el próximo jueves se celebrará el tradicional "Boxing Day". El Arsenal visitará al West Ham y el Chelsea recibirá en casa al Swansea. No será sin embargo la jornada que cierre el año ya que el último fin de semana de 2013 también habrá partidos. Una locura que se completará con la disputa de una nueva fecha el día de Año Nuevo.
 
10. Precedente inmediato: La presente edición de la Copa de la Liga ya midió a los dos conjuntos en el Emirates. Antes de tropezar ante el Sunderland la semana pasada, los de Mourinho se habían deshecho de su rival de hoy en el partido número 200 del portugués como técnico del conjunto inglés. Vencieron 0-2 gracias a los goles de Azpilicueta y Mata.
 
Si queréis seguir el apasionante duelo de esta noche, podréis escucharlo en www.cope.es y aplicaciones móviles de COPE y "Tiempo de juego" de 21.00 a 23.00 horas. Presenta Fernando Evangelio (@ferenvagelio), comentan David De la Peña (@David_delapena) y Marcos López (@futbolitis_aco) y narra un servidor. 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Raja, la esperanza africana

"Al rajae" significa esperanza. Y eso es lo que tiene el Raja Casablanca, el segundo equipo africano que disputará una final del Mundial de clubes por detrás del TP Mazembe congoleño. Es el premio al aliento de un país entero que ha llevado en volandas al club que les representa en el torneo y que persigue revelarse contra el poder establecido del Bayern.
 
De rebeldía sabe bien al que llaman "El equipo del pueblo". Fue ese espíritu de inconformismo el que llevó a los resistentes marroquíes a fundarlo a finales de la década de los cuarenta con gente de la tierra. Era un grito silencioso en medio del protectorado francés, ahogado en parte por las normas restrictivas de este último. De hecho el primer presidente Ben Abadji Hejji fue un argelino con pasaporte galo, un perfil consentido por los europeos.
 
En el campo, eso sí, las cosas eran diferentes. Los que vestían la camiseta y sudaban por la victoria eran gente de Marruecos. Aquello despertó las simpatías de muchos aficionados en las gradas. No era el caso de los seguidores del Wydad, el eterno rival. Cada derbi es un espectáculo de masas con decenas de miles gargantas que se citan en el estadio Mohammed V, coloso levantado en medio del barrio de Maarif que en sus inicios recibió el nombre de Marcel Cerdan en honor un boxeador de renombre que llegó a tener un affaire con la cantante Edith Piaf.
 
Es un duelo caliente e intenso que, como en tantos otros casos, trasciende lo meramente deportivo para acariciar aspectos de carácter más social. Así, mientras el Raja representa a las clases trabajadoras radicadas en los barrios más populares de la ciudad, los del Wydad son los colores de la clase media. La rivalidad es tal que incluso ambos han tenido que enfrentarse en Rabat alguna ocasión para evitar complicaciones.
 
Mucho tiene que ver en ella un hombre, Affani Mohamed Ben Lahcen, más conocido como "Padre Jégo". Creador y primer técnico del Wydad, acabó abandonando la entidad por problemas con la directiva. Para darle cobijo estaba el otro equipo de la ciudad, al que acabó dirigiendo durante once campañas. Hombre viajero, sus visitas a Europa durante su primera etapa marcaron el potencial táctico del Wydad. Una idea de fútbol completamente antagónica a la del Raja, donde aplicó unos postulados más propios de la alegría y la vistosidad del balompié sudamericano que le llevaron a ser bautizados como el "Raja Ifraja" (Raja espectáculo).
 
De esta forma siempre ha considerado al rival del Bayern en la final del Mundial de clubes como un conjunto agradable para la vista pese a la dificultad para materializar su estilo en trofeos. Un plantel dispuesto a sacrificar el resultado por dejar buen sabor de boca. Esa visión idealista acabó dando frutos a finales de los ochenta y durante la década de los noventa.
 
Fue un esplendor atípico en el que se conquistaron tres Ligas de Campeones africanas y siete campeonatos nacionales con entrenadores de ocho nacionalidades diferentes que iban aportando sus ingredientes personales. La mixtura resultó en algunos casos y fue asumida con naturalidad hasta la participación en el primer Mundialito de clubes, la única que había conseguido hasta la fecha. Los "Nousour Al Khoudar" (Águilas verdes) cayeron ante el Real Madrid (3-2) y el Corinthians (2-0) en lo que acabó siendo un punto de inflexión.
 
Desde entonces ha habido gloria, sí, pero nada ha sido lo mismo. Los precedentes con equipos europeos se ciñen a amistosos con rivales como el Barcelona o el Athletic y no hay datos fiables que puedan indicar hasta qué punto existe la capacidad de sorprender en la final a los alemanes. Solo jugarla ya es un premio pese a que el equipo disputa el torneo como ganador de la Liga del país anfitrión, una de esas decisiones que estropean un poco su logro y hablan mal de un Mundial cada vez más democrático pero aún demasiado desprestigiado por la forma en que se organiza. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿Qué ha sido de... Roland Linz?

La cara de niño de la eterna promesa del fútbol austríaco siempre le llevó la contraria a su documento de identidad. Roland Linz sigue pareciendo joven pero como quien no quiere la cosa ya suma treinta y dos primaveras en las que ha acumulado todo tipo de experiencias vitales. De hecho recientemente se ha embarcado en una nueva, pero empecemos por el principio.
 
Nacido en Leoben, localidad radicada en el centro de Austria, Linz jugó en el equipo local hasta que se le ofreció la oportunidad de probar suerte en la cantera de un club extranjero, el Munich 1860. Fue el primero de sus múltiples viajes como futbolista, una expedición que terminó cuando dos años más tarde decidió regresar a su club de origen.
 
Allí dio el salto al profesionalismo y sus buenas cifras llamaron la atención de algunos equipos punteros del país, entre ellos el Austria de Viena, que fue el que finalmente se animó a contratarlo para perforar las redes contrarias. Su paso por la capital empezó bien, levantando la Liga y la Copa. Sin embargo la alegría no duraría mucho.
 
Acto seguido encadenó cesiones en el Amira Mödling, el Niza y finalmente el Sturm Graz; desde donde regresó para jugar una campaña más en Viena. Convertido en amuleto de la entidad, ese curso volvió a repetir doblete convirtiéndose además en el máximo goleador del campeonato. Su nombre empezó a sonar con más fuerza y fue así como realizó su primera incursión en Portugal.
 
Le fichó el ya extinto Boavista aprovechando que estaba libre. Y la jugada le salió redonda ya que solo un verano después se lo vendió al Braga por dos millones de euros. Portugal parecía ser un lugar propicio para él ya que en su nuevo destino también brillaba. Sin embargo todo comenzó a torcerse después de discutir con su técnico Jorge Jesús tras una sustitución.
 
Linz dejó de entrar en los planes de este y acabó cedido la segunda parte de la temporada 2009 en el Grasshoppers. Posteriormente se desvinculó de los lusos para marcharse al Gaziantespor turco. El punta no se adaptó al país y acabó regresando una vez más al Austria de Viena, la cuarta en su carrera futbolística.
 
Esta vez aguantó varias temporadas. Empezó fuerte en su regreso pero su juego fue de más a menos. Pasada la treintena decidió que era momento de un cambio radical. Y fue así como cogió un avión, se recorrió medio mundo, y apareció en el Muangthong tailandés tras aplazar su boda con una muchacha de nombre Alina. Al final esa apuesta por lo exótico ha durado poco. A partir del mes de enero se le podrá ver con una nueva camiseta, la del Os Belenenses lisboeta.

martes, 17 de diciembre de 2013

Sobrevivir a la pérdida

Hoy se ha conocido la destitución en el Tottenham del técnico portugués André Vilas-Boas por los malos resultados. Varios son los motivos que explican la situación pero uno cobra más fuerza que los demás, la venta de sus estrellas Luka Modric y Gareth Bale en las dos últimas campañas. Ambos pusieron rumbo al Real Madrid como ya hicieron antes otros futbolistas de renombre. Sobrevivir a la pérdida de un hombre franquicia no es fácil para nadie, pero algunos lo llevan mejor que otros. Así les fue a varios clubes que dejaron marchar a sus ídolos rumbo a la capital de España.
 
Luis Figo: Fue la primera gran bomba de Florentino Pérez y todo un ataque a la línea de flotación del máximo rival. Con el tiempo los azulgrana se repusieron e incluso llegaron a hacer historia con el sextete, pero los efectos inmediatamente posteriores resultaron devastadores. Overmars, Gerard, Alfonso, Petit y Dutruel aterrizaron en una campaña donde los mayores logros fueron las semifinales de Copa del Rey y Copa de la UEFA. A esta última competición accedieron tras ser eliminados en primera ronda de Champions. En Liga acabaron cuartos.

Zinedine Zidane (Juventus): El del francés era en ese momento el fichaje más caro de la historia del fútbol y en su estreno de blanco ya levantó la Champions. Los italianos venían de hacer una temporada discreta y vieron en ese mercado de verano la oportunidad de cambiar la dinámica. Junto a Zidane, del que se deshicieron a comienzos de julio, se fueron también Inzaghi, Kovacevic y Van der Sar. Con tiempo para planificar llegaron a cambio Buffon, Thuram, Nedved y Salas; hombres la mayoría que a la postre serían claves en el rejuvenecer de la Vecchia Signora.

Ronaldo Nazario: Tras varias lesiones que amenazaron seriamente con poner fin a su carrera, el tramo final de temporada realizado por el brasileño y sobre todo su espectacular Mundial de Corea y Japón animaron al conjunto blanco a darle una oportunidad. Fue la venta más cara ese año de un Inter que traspasó por encima de los cien millones de euros y gastó en consonancia. Ese cambio de ciclo mejoró la cifras y el equipo, que había disputado la UEFA en la 2001-2002, acabó llegando a semifinales de Champions League en la 2002-2003.

David Beckham: Fue una de las piezas más ansiadas por Florentino Pérez ya que a su buen golpeo de balón añadía una capacidad inherente para generar ingresos derivados de su figura. El mandatario estuvo atento y aprovechó que la relación entre el inglés y su técnico Ferguson no era muy fluida después del famoso incidente de la bota. Aunque los "diablos rojos" dieron un paso hacia atrás la temporada siguiente, acabarían dando varios hacia adelante en el futuro ya que el dinero de la operación propició la llegada de Cristiano Ronaldo. También otras menos afortunadas como las de Kléberson, Saha o Djemba Djemba.

Walter Samuel: Aunque el "Galáctico" de ese año se llamara Michael Owen, el fichaje más caro fue el del central argentino de la Roma, por delante incluso del inglés Jonathan Woodgate. El equipo italiano vendió además a Emerson a la Juventus. ¿Resultado? Los capitalinos pasaron de quedar segundos en la Serie A con diecinueve goles en contra a terminar octavos el curso siguiente con cincuenta y ocho.

Michael Owen: La salida del delantero por doce millones de euros tras el mal año del club supuso el pistoletazo de salida para una nueva realidad, la del "Spanish Liverpool". El cambio resultó exitoso ya que el club inglés acabaría proclamándose, meses más tarde, campeón de Europa y finalista de la Carling Cup.

Robinho: Las bicicletas y filigranas del brasileño llamaron la atención de los ojeadores del club blanco. Era la gran esperanza y la gente se frotaba los ojos cuando jugó su primer partido en Cádiz. Luego fue de más a menos. Al contrario que el Santos, que ahorró lo que ingresó y además mejoró sus registros.

Sergio Ramos/Julio Baptista: Cuarenta y siete millones de euros dejó el Real Madrid en las arcas del Sevilla para hacerse con los servicios de los que por entonces parecían sus mejores jugadores. Pese a todo, la alquimia de Monchi obró el milagro. El secretario técnico del conjunto hispalense atrajo a Dragutinovic, Luis Fabiano, Palop, Kanouté y Maresca; todos ellos fundamentales para la consecución de las dos Copas de la UEFA consecutivas. Encima metieron en la hucha los veinticuatro millones de euros de superávit.

Kaka: Florentino Pérez volvió al Real Madrid en su segunda etapa y lo hizo a lo grande, con autoridad. Para ello emprendió una actividad frenética que sirvió para cerrar en primer lugar la contratación del centrocampista brasileño del Milán. El jugador apareció como una estrella y se marchó por la puerta de atrás... rumbo de nuevo al equipo que lo vendió y por mucho menos dinero. Fue lo más positivo para el conjunto rossonero, que ya empezaba a acusar algunos problemas.

Cristiano Ronaldo (Manchester United): El buque insignia del actual Real Madrid llegó en el verano de 2009 mediante el pago de un montante que a día de hoy se desconoce si es el más alto o no de la historia. Tras varios años de flirteo finalmente se consumó la relación y aterrizó en la capital de España un atacante que llegaba de ser finalista de la Champions y campeón de la Liga y la Carling Cup. El Manchester, precavido, no pecó de dispendio fácil y solo incorporó a Valencia en lo que a nombres de trascendencia se refiere. El equipo no pudo reeditar los éxitos de la campaña anterior y, pese a ganar la Carling y perder la Premier por solo un punto, cayó en cuartos de final de la Liga de Campeones.

Karim Benzema: El delantero francés escapó de Lyon tras un mal curso, en el que supieron lo que era perder la Liga después de una dictadura atroz en el campeonato local. Para hacerle olvidar aparecieron Lovren, Lisandro, Bastos, Aly Cisshoko y Gomis dejando unas pérdidas de casi treinta millones de euros. Al final Benzema no disfrutó de la que acabó siendo la mayor gesta de los galos en Europa. Tras eliminar al Real Madrid, anfitrión de la final, en octavos de la Champions; llegaron hasta la penúltima ronda.

Xabi Alonso: Su renovación se ha convertido en objetivo prioritario para el conjunto blanco. No es para menos teniendo en cuenta que el centrocampista se ha revelado como el cerebro y el metrónomo del plantel. Un papel que también tenía en el Liverpool, equipo que cayó en picado justo después de su salida.

Mesut Özil: Cuando tienes en tu casa a un futbolista como el alemán, es imposible que su baja no se note. Le pasó al Werder Bremen, que tuvo que decirle adiós después de que deslumbrara en la Bundesliga y pusiera el Mundial de Sudáfrica a sus pies. Sin él llegó la oscuridad, los primeros signos de la decadencia de una entidad que hoy no es ni la sombra de lo que era.
 
Ángel Di María: La marcha del argentino, unida a la de los brasileños Ramires y David Luiz, dejó mucho dinero en la caja fuerte del conjunto lisboeta. Sus recambios, por contra, no cumplieron con las expectativas creadas en torno a ellos. El equipo empeoró sus resultados y no pudo defender el título liguero.

Fabio Coentrao: Lo cierto es que, pese a los treinta millones de euros desembolsados, su posición en el campo no era tan relevante como la de otros rostros nuevos que fueron llegando con el paso de los veranos. Por eso no se notaron demasiadas diferencias. El equipo mejoró ligeramente, pero lo normal en una entidad que sufre vaivenes con recurrencia.
 
Luka Modric: En su primera negociación con el Real Madrid, Daniel Levy se mostró intransigente y dificultó el fichaje del croata hasta que ya no le quedó más remedio que asumir la realidad. Para superar la pérdida y arropar a su estrella Gareth Bale, tiró de talonario vistiendo de blanco inglés a Lloris, Dembele, Dempsey, Vertonghen, Sigurdsson y Adebayor. El equipo acabó fuera de los puestos Champions, el objetivo marcado al inicio.
 
Gareth Bale: La impotencia cegó de nuevo a Daniel Levy y le hizo cometer los mismos errores. El dueño del Tottenham no quiso ver la realidad y puso trabas a la llegada del galés hasta el último aliento del mercado. Se salió con la suya, haciendo sufrir a Florentino Pérez; pero a cambio se encontró con mucho dinero, poco tiempo para gastarlo y varios clubes ansiosos por inflar el precio de sus jugadores. El cóctel resultó desastroso y un mal arranque de temporada se ha llevado por delante a André Vilas-Boas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

La ciudad del cambio

En agosto de 2012 Andy Reid perdió a su hijo por una sobredosis de heroína. Creía que había logrado reconducirle de su adicción e incluso le dio la oportunidad de trabajar junto a los entrenadores de fuerza de los Eagles de Philadelphia, equipo de fútbol americano al que dirigía de forma notable desde el año 1999. No fue suficiente para el joven Garrett, al que encontraron sin vida en la habitación de la universidad donde se realizaba la pretemporada. Tenía veintinueve años y esteroides en la estancia, lo suficiente como para que además se cuestionara su labor. El padre, roto por el dolor, tuvo que salir a defender su figura. Necesitaba un cambio.
 
El quaterback Álex Smith estaba por fin en lo más alto. No le había resultado fácil encontrar la recompensa a su esfuerzo después de muchas temporadas aciagas en un equipo histórico como los San Francisco 49'ers. Su progresión era lenta pero las cifras de sus últimas campañas invitaban al optimismo. Así, lleno de confianza, llegó al partido contra los Saint Louis Rams. La tarde no iba bien y decidió intentar ganar unas yardas en carrera ante la imposibilidad de encontrar a un compañero en la recepción. Fue derribado. Un golpe seco en la cabeza. Pérdida de la visión. Cambio por el reserva Colin Kapernick y fin de la historia. Cuando pudo volver había perdido el puesto y asistió impotente desde el banquillo a la derrota en el Superbowl ante los Ravens. No pudo hacer nada por alcanzar su sueño. Necesitaba un cambio.
 
Oriol Rosell llegó al Barcelona en edad cadete. Allí, en "La Masía", compartió la ilusión de vestir la elástica azulgrana en el Camp Nou junto a chicos como Sergi Roberto o Muniesa. Todos ellos ganaron la Nike Premier Cup y fueron progresando. Él llegó hasta el penúltimo escalón. En el filial, cuando acariciaba con los dedos aquello por lo que había peleado, empezaron a cerrársele las puertas. Dejó de contar para el entrenador mientras otros daban el salto. Necesitaba un cambio.
 
Algo semejante le sucedió al lateral zurdo argentino Federico Bessone. Hizo las maletas y aterrizó en España procedente de su país natal para labrarse un futuro en el fútbol europeo. En las inferiores del conjunto azulgrana coincidió con Leo Messi. Uno llegó alcanzó el objetivo, el otro se marchó a las Islas Británicas. Tras despuntar en el Swansea aceptó fichar por el histórico Leeds. Fue una mala decisión. Acabó cedido en el Charlton y rescindiendo su contrato. Volvió entonces al Swansea, pero ya nada era lo mismo. Pese a debutar en la Premier, su experiencia en el Viejo Continente se fue diluyendo. Necesitaba un cambio.
 
Son cuatro historias diferentes, de tristeza y de frustración, que confluyen en un mismo lugar; Kansas City. La ciudad más poblada del estado de Missouri ha acogido entre sus muros a todos ellos ofreciéndoles una oportunidad para la redención. Y la han aprovechado, hasta el punto que no recuerdan los habitantes de la zona un momento en el que el deporte local gozara de tan buena salud a nivel nacional.
 
La primera alegría llegó esta semana cuando el equipo de soccer conquistó la MLS Cup tras imponerse en la final al Real Salt Lake. En una plantilla donde los nombres de los jugadores franquicia no son tan altisonantes como los de otras, ha primado el conjunto, la ambición y también el buen hacer de su técnico Peter Vermes; el único capaz de levantar el trofeo primero como jugador y luego como entrenador en un mismo equipo.
 
La segunda podría aparecer dentro de unos meses. Un arranque excepcionalmente bueno colocó a los Kansas City Chiefs como el último equipo en caer en la NFL durante el presente curso. Pese al bajón de juego en las últimas jornadas, la esperanza de volver a conquistar un Superbowl casi cuarenta y cinco años después permanece intacta. Sería el premio máximo para una ciudad que ha dado cobijo a los desamparados para ponerles de nuevo una sonrisa en su cara.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿Qué ha sido de... El escándalo de los "pasaportes falsos" (y V): Bruno Marioni?

Aún queda algo de su paso por el Tenerife en el ADN del delantero Bruno Marioni. Se pudo comprobar el otro día a través de su cuenta en la red social Twitter, donde colgó una fotografía celebrando su gol a Las Palmas, quizás el más importante de cuantos anotó en la isla y probablemente el más recordado.
 
Al conjunto canario había llegado procedente del Villarreal, el equipo que le reclutó para la causa en España en la que supuso su segunda aventura en Europa. Antes se había destapado con la camiseta de Newell's gracias a unas cifras goleadoras que llamaron la atención del Sporting de Lisboa. Sin embargo el paso por el club portugués no resultó tan satisfactorio como se esperaba y tuvo que resetear de nuevo en su país vistiendo las camisetas de Estudiantes e Independiente.
 
Este último sería importante en su carrera ya que a él volvería durante unos meses cuando la RFEF empezó a sospechar de la autenticidad de su pasaporte italiano, algo que finalmente no se materializó en ningún tipo de sanción como sucedió en la mayor parte de los casos. Asimismo fue el que le acogió cuando abandonó España.
 
Después de aquello decidió volver a probar suerte fuera, pero no en el Viejo Continente. Su fichaje por Pumas fue el primero de la que acabaría siendo una prolífica carrera en México. Tal es así que en el tramo final de esta solo abandonó ese país para enfundarse durante un tiempo la camiseta de Boca Juniors tras pasar por el Toluca.
 
Luego vendría sus estancias en el Atlas Guadalajara (dos etapas que pudieron ser tres si hubiera aceptado volver de su retiro), el Pachuca y finalmente el Estudiantes Tecos, donde colgó las botas de forma definitiva. Terminaba pues su periplo sobre los campos como futbolista y se abría ante él una nueva vida repleta de posibilidades por explorar y disfrutar.
 
De todas eligió una de las más inesperadas, la de cambiar el césped por el asfalto, la de optar por el aroma de la gasolina en lugar del que destila el linimento. Lo hizo compitiendo en los circuitos de la mano de la compañía automovilística Fiat e incluso se ha permitido el lujo de ganar algunos grandes premios y un título.
 

lunes, 9 de diciembre de 2013

Un golpe para Brasil

A solo unos meses de que el Brazuca comience a rodar en los campos de Brasil con motivo del Mundial, el verde se ha manchado de rojo oscuro casi negro. En una jornada que ha visto caer al abismo de la división de plata a dos históricos como el Fluminense, campeón el año pasado, y el Vasco de Gama; las lágrimas inherentes al sentimiento han quedado eclipsadas por la sinrazón que emerge dentro de los individuos frustrados.

Cuando unos salvajes carentes de empatía entran en confrontación con otros salvajes ansiosos por descargar su ira, las escenas indignas afloran en un espectáculo más propio de los documentales de animales que del noble arte del deporte. Violencia en dolby surround, en directo y sin tamizar para el resto del mundo entre los seguidores del Atlético Paranaense y los del Vasco de Gama.

Es el precio que se paga cuando las masas entran en combustión y el papel de aficionado se torna en el de soldado de fortuna, en el de defensor kamikaze del orgullo caído. Nadie piensa, solo actúa. Golpea y no pregunta. Olvida que su imagen es la de la escoria humana a ojos de los japoneses, de los moldavos, de los estadounidenses... de sus vecinos, de sus mujeres, de sus hijos.

La falta de amparo, la pasividad de las fuerzas del orden, la dejación de funciones y la habilidad para pasarle la mierda a los demás tampoco ayuda. Mientras los energúmenos se zurraban la badana en las gradas, mientras unos monstruos pateaban la cabeza de un hombre que yacía inconsciente en el suelo; los que tenían que velar por la seguridad se mostraban inseguros.

Los policías echan la culpa de la falta de asistencia a los privados. Estos a los policías. Lo único cierto es que, en el fragor de la batalla, nadie hacía las veces de muro de contención para la locura sádica de individuos que bajo sus gorros y capuchas exhibían ojos inyectados en sangre, como felinos en el momento de la caza.

Con su incapacidad para poner freno a lo que se vio ayer, Brasil queda a la altura del betún, tocada en su fachada antes de la primera de las dos citas que deben demostrar extramuros su condición de potencia mundial emergente. Todo un toque de atención para lo que se le viene encima. No se admiten más errores. Por desgracia, energúmenos hay en todos lados.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿Qué ha sido de...El escándalo de los "pasaportes falsos" (IV): Martín Herrera?

Viajar a un estadio como Anoeta siempre es especial, más si juegas en otro equipo vasco y lo que hay en juego es un derbi. Al guardameta argentino Martín Herrera, por entonces en el Alavés, le escamotearon esa oportunidad el 18 de marzo del 2001. Fue el único partido que se perdió por el caso de los "pasaportes falsos", el que cayó entre medias de su suspensión cautelar por parte de la RFEF y el levantamiento de esta tras comprobarse que estaba bien acreditada su condición de italiano y por tanto podía ejercer como comunitario.
 
Aquello pudo suponer un borrón en el excelente paso del portero sudamericano por España. Acusado de no medir bien las salidas y de "hacer la estatua" en más de una ocasión, su trofeo Zamora en el año 2000 calló muchas bocas. Este llegó un año antes de la gran noche del Alavés, aquella final de la Copa de la UEFA en el Westfalen que se recuerda como una de las mejores en la historia del fútbol europeo.
 
Nacido en Córdoba (Argentina), Martín se enfrentó como tantos otros chicos de su edad a un gran dilema, el de escoger el fútbol o decantarse por el baloncesto. Dicen los que le conocen que con la pelota naranja se desenvolvía de forma notable pero que fue el "Gordo" Ferrarese el que le animó a ponerse los guantes en el Estudiantes de Río Cuarto.
 
Fue el paso previo a su fichaje por Boca Juniors, a donde llegó a los dieciséis años para quedarse tras una prueba. Con Navarro Montoya bajo los palos, jugar era complicado. Por eso desarrolló parte de su actividad con los reservas. Allí conoció uno de sus días más duros sobre el césped. Sucedió el 16 de mayo de 1993 cuando, tras chocar con un delantero de Independiente, sufrió un traumatismo craneal con hundimiento de pómulo, fractura en el hueso orbital del ojo derecho y rotura de ligamentos. Quizás ahí naciera, comprensiblemente, su preferencia por quedarse bajo los palos antes que salir a buscar la pelota.
 
Con su porvenir reprimido debido a la competencia, Herrera decidió marcharse en busca de nuevas oportunidades. Tras llamar la atención en el Club Atlético Atlanta se mudó al Toluca mexicano y posteriormente al Ferrocarril Oeste, paso previo a su desembarco en Europa. Allí todo fue de más a menos, a nivel específico en el Alavés y a nivel global tras salir del club rumbo al banquillo del Fulham.
 
Finalizada su breve experiencia en la Premier volvió a casa. Lo hizo con ilusiones renovadas aceptando una oferta del Estudiantes de La Plata. Allí conoció a uno de los técnicos de moda en el fútbol Mundial, Diego Pablo Simeone. El meta empezó como titular pero tras ser expulsado ante Boca Juniors desapareció de las alineaciones y acabó enfrentado con el "Cholo". Con el cierre de la temporada y el título de campeón en sus vitrinas, decidió alejarse del fútbol profesional. Tras varios meses de tranquilidad, acabó sus días como arquero atajando en el club que le vio crecer, el Estudiantes de Río Cuarto.

Al ser festivo, el próximo viernes no se actualizará el blog. Disculpad las molestias.

martes, 3 de diciembre de 2013

Mitroglou, fuego en El Pireo

Desde que disfrutaron en sus carnes de la que probablemente sea la gesta más improbable del fútbol moderno, mucho ha cambiado la vida en Grecia. Castigados sin piedad por la crisis y en pie de guerra contra todo y contra todos, los helenos son supervivientes a la deriva en busca de una tabla que les permita seguir a flote.

Los suyos son problemas que no puede solucionar el fútbol aunque lo cierto es que el deporte rey supone un opiáceo efectivo, una droga que aletarga y desvía la atención de los temas realmente importantes. Un remedio que resulta especialmente efectivo en el caso de los seguidores del Olympiakos, fervorosos hinchas que viven en una nube más mullida de lo habitual.
 
Con el grifo del gasto cerrado para sus rivales en el campeonato local, el equipo del Pireo se pasea en casa mientras extramuros intenta limpiar el nombre del balompié patrio con actuaciones más que dignas en la Copa de Europa. Una labor de representación que se traslada a la selección nacional, donde cuatro futbolistas del club jugaron como titulares en los dos partidos trascendentales de la repesca mundialista ante Rumanía.
 
De todos, uno sobresale por encima de los demás, Kostas Mitroglou. Convertido en uno de los delanteros más en forma del continente, en el que está suponiendo el año de su explosión definitiva ha dado una zancada de la que se están beneficiando todos aquellos que le rodean y que no ha pasado desapercibido para algunos de los grandes de Europa.
 
El suyo es el golpe sobre la mesa de un joven de maduración "tardía" cuya trayectoria es una metáfora en sí misma de la situación de sus paisanos. Al igual que otros tantos ahora, él también salió con su familia en busca de un porvenir mejor, en este caso en Alemania. Allí se hizo hombre y futbolista en el Duisburgo y el Moenchengladbach antes de volver con la lección aprendida y la fe en el petate tras despuntar en el Europeo sub-19 de 2007.
 
Un retorno que no fue fácil al chocar su hercúleo perfil de faro ofensivo con la idea de dinamismo del "Txingurri" Valverde. Ansioso por demostrar que él tenía razón y su técnico se equivocaba, aceptó cesiones en el Panionios y el Atromitos.  Fue una forma de ganar tiempo a la espera de su oportunidad definitiva, la que le ha recibido este año de la mano de Míchel.
 
El chico, que lucía cara de poco espabilado y aspecto más bien torpe pese a que con sus actuaciones demostraba lo contrario, es ahora un asesino del área con mirada caníbal y un arma de fuego siempre dispuesta cada vez que acompaña el balón a la red. Pistolas o metralleta, Mitroglou tira de arsenal en sus celebraciones disparando en ráfaga como el protagonista de una película de Tarantino.
 
Poco le importa quién se ponga delante y cuál sea el escenario; no tiene piedad ni de equipos ni de selecciones, arrasa en el placentero páramo de la Liga y en el pedregoso terreno de la Champions. El paso de los años le han dejado como muescas un corte de pelo militar, una barba propia de los estibadores del Egeo que acentúa su perfil griego y unos brazos que ejercen las veces de pinacoteca. Ahora es un centurión cuyos gritos de rabia son los de un país entero que como él quiere volver a la luz tras caer al fondo del pozo.