miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Qué ha sido de... Paulo Wanchope?

El Málaga certificó ayer por primera vez en su historia la clasificación para la Liga de Campeones. A pesar de los problemas económicos y de la delicada situación del club, los jugadores han tirado del carro para lograr un objetivo bonito e histórico en el que mucho ha tenido que ver, no conviene olvidarlo a pesar de todo, la inversión que el jeque realizó la pasada campaña.

Ese dinero que contribuyó al milagro ya no está, como tampoco estaba hace tiempo cuando la calidad de los fichajes iba en consonancia con un presupuesto más austero. En aquella época vestían la elástica blanquiazul hombres como el costarricense Paulo Wanchope, que tuvo un paso efímero por la localidad andaluza entre 2004 y 2005.

Se trataba de un delantero espigado y potente que sobrepasaba el 1.90 y que dadas su cualidades físicas comenzó jugando al baloncesto hasta el punto que llegó a formar parte de la selección juvenil de su país y fue becado para estudiar en una universidad de Estados Unidos. Podría haberse ganado la vida sobre el parqué pero llegó el día en que tuvo que elegir y se decantó por el césped.

Al igual que muchos otros, comenzó en el club de su ciudad, el Herediano; pero pronto llamó la atención de los ojeadores europeos. Se adelantó a todos el Derby County, que le hizo debutar contra el United. Aquél día ese futbolista desconocido llegado de ultramar comenzó a escribir su leyenda con un gol antológico en Old Trafford, el mejor escenario posible.


Después de aquello fue sumando kilómetros en diferentes clubes del campeonato inglés, pero sin duda con menos éxito por culpa de los problemas en las rodillas. Los destinos elegidos fueron el West Ham y el Manchester City y en ambos hizo gala de una tremenda irregularidad alternando varias jornadas seguidas viendo portería con sequías bastante pronunciadas. Con ganas de buscar nuevas experiencias, puso rumbo a España.

En su línea habitual, llegó y al poco dejó un tanto para enmarcar, la seña de la casa. Fue contra el Numancia. En este caso no fue una cabalgada sorteando rivales sino un detalle de clase dentro del área que sorprendió a su par y a todos los presentes. De nuevo un movimiento elegante bastante meritorio para un futbolista de su envergadura.


Posteriormente volvió su clásico conflicto con la regularidad y al terminar la temporada tuvo que hacer las maletas rumbo a su país natal para enfundarse de nuevo la elástica del Herediano. Tras esa segunda etapa su destino fue Argentina, donde aceptó una oferta de Rosario Central. Tenía treinta años y apenas estuvo seis meses.

Después, una exótica experiencia en el FC Tokyo, otra en el Chicago Fire (más cerca de casa) y finalmente la retirada tras un amistoso de su selección contra Suecia harto ya de sus problemas físicos. Fue el colofón ideal para un futbolista que a día de hoy es el segundo máximo goleador en la historia de los "Ticos" y el único en el país que ha hecho dos dianas en un Mundial.

Ya fuera de los terrenos de juego, no quiso dejar de lado el deporte que eligió en su día. Tras pasar por cargos directivos en "su" Herediano y en el Club Sporting Uruguay de Coronado, hoy es un asistente de lujo para el seleccionador. El objetivo es volver a estar en una cita mundialista. El no podrá llevar el balón a las redes, pero aportará su sabiduría en la causa.

lunes, 27 de agosto de 2012

El rey de los burros



Hay ocasiones en las que un jugador y un club parecen destinados a cruzar sus caminos. La providencia les junta y ellos se encargan de retroalimentarse hasta lograr el éxito coral e individual. De hecho la sociedad acaba resultando tan fructífera que no se puede entender al uno sin el otro. Futbolistas que en otro lugar probablemente acabarían diluidos y olvidados, se convierten en los sumos hacedores de grandes gestas a pequeña escala.

Hubo un tiempo, no muy lejano, en que los aficionados del Hellas Verona decían que habría un derbi con el Chievo en Serie A "cuando los burros volaran". Por entonces este equipo de barrio, que tiene más abonados en las gradas que habitantes en la zona, jugaba en C1 y compartía Bentegodi con el hermano rico.

Ayer los "Mussi volanti", como se les conoce por aquella frase, arrancaron su décima campaña en la máxima categoría. El estreno llegó en la 2001-2002 y fue la única vez hasta la fecha en la que se vivió un "Derbi della Scala" en la lucha por el Scudetto. En la localidad de "Romeo y Julieta" no lo sabían pero aquellos duelos iniciaron un cambio de paradigma.

Mientras que los vecinos se han visto condenados al ostracismo desde entonces, ellos solo bajaron de escalón en una ocasión y enmendaron el error con un ascenso la temporada siguiente. Incluso llegaron a disputar la fase previa de la Liga de Campeones beneficiándose del inefable Calciopoli, un sueño efímero del que les despertó pronto el Levski Sofía.

En todos aquellos momentos, en los buenos y en los malos, siempre estuvo un tipo achaparrado con poca pinta de futbolista. Llegó en el año 2000 pero el debut en la Serie A lo vivió defenestrado en el SPAL ante la falta de sitio para él en la plantilla.Sin embargo logró desquitarse, coger un vuelo de vuelta el curso siguiente y conquistar a la grada. Primero fue el cortejo, luego el amor eterno. Ha ganado atractivo desde que está emparejado pero aún así ha rechazado al resto de novias que han intentado tirarle los tejos.

Convertido en un hombre formal, es el futbolista que más veces ha vestido la camiseta. También el que más goles ha metido y el que más le ha regalado a sus compañeros. Ayer, en la cita con el décimo aniversario, no volvió a fallar. Con su 1,75 entró como un avión al primer palo para anotar de cabeza el primer tanto ante el Bolonia. Luego inició una carrera frenética con los músculos tensos, cara de furia y un grito de rabia en la boca. Marca de la casa, sello personal de Sergio Pellissier.

Es el gesto habitual de un delantero que se toma cada gol y cada balón como si fuera el último, que se deja la vida. Corre hasta el hastío, desespera a las defensas, aprovecha el más mínimo error para castigar sin piedad al rival. Sin tener la clase de otros, suple sus carencias con esfuerzo y sacrificio. Y así, jornada a jornada, ha ido abriéndose camino en el fútbol. Sus diez goles de media por temporada son los que marcan la diferencia entre la zona tranquila a la que se ha habituado el Chievo y el descenso. Cuando el equipo pisó la Serie B se quedó y marcó veintidós. Es un soldado desconocido que solo se ha enfundado una vez la elástica nacional. Y cayó de pie, marcando un gol.

Orgulloso de ser pequeño en un equipo que hasta hace poco era minúsculo, los pasajes más brillantes de la historia del club se escriben con su tinta. Es el amuleto, un ídolo terco como el burro que siempre acompañó de forma despectiva a la entidad.  No será Pelé, quizás no esté entre los 100 mejores puntas que han pasado por el Calcio. Pero poco le importa a su afición. Hace tiempo que está en deuda con él.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Renacimiento en Murska Sobota


Murska Sobota es una pequeña ciudad que hasta hace no mucho se encontraba en medio de la nada. Pertenecía a Yugoslavia, donde era la ciudad más al norte del país; pero también los húngaros y los nazis la tuvieron en sus manos, estos antes de que fuera liberada por los soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial.

Al final fueron los eslovenos los que se quedaron con ella y ahí está, en la zona oriental, este pequeño núcleo urbano que no llega a los 12.000 habitantes y vive del turismo y la industria ligera. Aunque alejada ya de las luchas fronterizas, no renuncia a sus raíces y está hermanada con la localidad alemana de Ingoldstat, la serbia de Paracín y la húngara de Kórmend como dando a entender que aún le queda un cachito de cada pueblo ocupante.

Esta mezcla probablemente se note también en su evolución futbolística. Si bien es cierto que el deporte es ya un fenómeno globalizado; la época de mayor esplendor del Mura, el club de la zona, llegó a comienzos de los noventa. Por entonces Eslovenia acababa de conseguir la independencia y los hijos, muchos serbios, de aquellos que crecieron entre la "Mannschaft" y los 'Mágicos magiares", bebían de muchas fuentes.

La entidad fue segunda en dos campeonatos de Liga y llegó incluso a ganar una Copa, la del año 1995. Motivados por estos éxitos, se lanzaron a un ambicioso proyecto con;jugadores importantes del país y entrenadores como el croata Miroslav Blazevic al mando. Como sucede con muchos que intentan alcanzar el sol sin pasar antes por el cielo, fracasaron.

En 2004 el club desaparecía por sus problemas económicos y en Murska Sobota se quedaba huérfanos de balompié. Debió ser entonces cuando recurrieron de nuevo a sus orígenes y, tras unir la austeridad y el orden de los germanos con la capacidad de trabajo de los húngaros, levantaron un nuevo equipo al que llamaron simplemente ND Mura 05. No cambiaba nada y cambiaba todo. Permanecían los colores, el escudo (al que solo se le han añadido dos cifras) y la impronta de su antecesor, pero tocaba remar de nuevo. Incluso y, a pesar de todo, nunca ha sido reconocido como el heredero por la Federación sino como una entidad nueva.

Tras seis años de peregrinaje por las catacumbas del modesto fútbol nacional, al ND Mura 05 por fin le sonrió la suerte con una carambola inesperada. Situado cuarto al finalizar la temporada en la categoría de plata, la renuncia al ascenso por problemas económicos del Aluminij, el Interblock y el Dravinja; le permitieron ganarse en los despachos lo que no había logrado sobre el campo.

Como si nada hubiera sucedido, cuan ave fénix ha resurgido de sus cenizas de manera increíble. En su "debut" en la 1. SNL la pasada campaña terminó tercero, solo por detrás del Maribor y el Olimpija de Ljubiana. Un logro que les sirvió para disputar la previa de la Liga Europa junto a los segundos y el Celje, campeón de Copa.

Eliminado este último en la primera ronda ante el Dacia Chisinau y los capitalinos en la segunda ante el Tromso; el ND Mura 05 es a día de hoy, junto al poderoso Maribor (juega hoy en Champions ante el Dinamo de Zagreb), el único superviviente a nivel continental. En las dos primeras rondas eliminaron al Baki FK azerí y al CSKA de Sofía búlgaro dos clubes a priori superiores.

En la tercera se les apareció de nuevo la virgen cuando el Arsenal de Kiev, que había vencido por 3-0 en la ida, fue sancionado por la alineación indebida del camerunés Eric Matoukou. Este arrastraba una sanción en Liga Europa al ser expulsado contra el Oporto cuando militaba en el Genk y no había cumplido los dos partidos impuestos. Así pues el 3-0 tornó en 0-3 y aunque el Mura acabó pidiendo la hora en la vuelta, el 0-2 no fue suficiente para los de Europa del Este.

Su último escollo antes de entrar en la fase de grupos será otro cantar. A pesar de que no se ha reforzado excesivamente, el Lazio italiano parece un rival inalcanzable a día hoy y el destinado a despertarles del sueño. En cualquier caso, y suceda lo que suceda, habrá una buena noticia: Con un par de números como si fuera un peaje carcelario por sus pecados y mucha suerte, el Mura ha vuelto.

viernes, 17 de agosto de 2012

Réquiem por Rasunda


Rasunda. El nombre por sí mismo infunde respeto. Es sonoro, rotundo, podría haber servido perfectamente para bautizar a un dios nórdico. Sin embargo alguien decidió dárselo a un estadio, quizás el más famoso de Suecia con permiso del Ullevi, si bien es cierto que este último no albergó entre sus muros la final de un Mundial.

De estructura sobria y rectilínea, el Rasunda es todo un emblema del fútbol. Allí ha jugado la selección nacional casi todos sus partidos alternando noches de gloria y otras de inafusto recuerdo, sonrisas y lágrimas extensibles a los seguidores de AIK Solna, que tienen allí su casa. Ese feudo que les ha servido para hacerse fuertes y convertirse en el club con más temporadas en la máxima categoría y con algún que otro título nacional, fase de esplendor a mediados de los ochenta incluida.

Sus gradas han visto muchos duelos memorables y eventos ilustres. El terreno fue sede para el fútbol y el tiro en los Juegos Olímpicos de hace cien años (1912). También escenario para conciertos de grupos como los Rolling Stones o Van Halen. Tiene incluso el honor de haber acogido una final del Mundial masculino y otra del femenino, privilegio que solo comparte con el Rose Bowl Arena de Estados Unidos.

En la primera de ellas (1958) estaba Pelé. Fue una de las escasas escaramuzas de "O Rei" en el Viejo Continente, la cita en la que se dio a conocer al mundo con solo dieciocho años. Días antes, en las semifinales, había hecho un hat trick contra Francia allí, en el distrito capitalino de Solna. Fue el mismo partido en el que Fontaine anotó el último de los 13 goles que firmó en aquél torneo. Historia del fútbol.

Recuerdos que serán ceniza en cuestión de meses cumpliéndose una sentencia anunciada el 1 de abril de 2006 cuando se dio a conocer que un nuevo estadio sería construido en la zona. Una instalación más moderna que llevará el nombre de "Friends Arena" después de que el banco sueco Swedbank así lo decidiera tras comprar los derechos y renombrarlo de esta forma en honor a una organización benéfica que lucha contra el bullying.

El pasado miércoles se jugaron allí los últimos noventa minutos de balompié internacional. La cita confrontó a los locales con Brasil en una reminiscencia de ese partido decisivo que cumple ahora cincuenta y cuatro años. Pelé ya no estaba en disposición de rematar balones pero si acudió a la cita para realizar el saque de honor.  En lugar de Didí, Vavá o Zagallo; estabanThiago Silva, Alexandre Pato y Neymar; al que muchos consideran "El heredero". El resultado, 0-3 para los visitantes, resultó lo de menos.

Fueron los últimos estertores de un templo que ya solo aspira a que el AIK le regale una última alegría esta campaña. A partir de la próxima ya no habrá allí veintidós hombres partiéndose el pecho ni retumbarán las voces de los aficionados enfurecidos. Solo bloques de casas y oficinas. Es la ley de progreso.

martes, 14 de agosto de 2012

La última piedra en el camino

Se ha convertido ya en tradición. Con el arranque de las grandes ligas llega ese momento que todos los aficionados al fútbol estamos deseando, ese que nos quita el sueño y nos hace ilusionarnos... el amistoso de selecciones a comienzo de temporada. Parece imposible, pero después de un verano de encuentros insustanciales y de torneos cada día más desprestigiados en los que salen al césped los reservas; aún hay espacio para una guinda, la última penitencia que pagar antes de sentarnos delante del televisor a fagocitar el fútbol de clubes.

Es cierto que este año el circo se celebra entre semana y no interrumpe demasiado el curso de los acontecimientos, pero pocas cosas hay tan absurdas como estos duelos al sol en los que lo único que importa es el dinero que se mueve. El más claro ejemplo es la reedición de uno de los cuartos de final de la pasada Eurocopa, el Italia-Inglaterra... ¡En Berna!. Algunos salvan el expediente como el Alemania-Argentina o el Francia-Uruguay pero en general la gente esta más ansiosa por saber lo que harán los nuevos fichajes y no sus combinados nacionales.

Todo ello sin contar, por supuesto, con el perjuicio que este capricho supone para las entidades que pagan a los jugadores y ven alteradas sus respectivas pretemporadas. No debe hacerle mucha gracia a los técnicos de la Ligue One, por ejemplo, que tras la disputa de la primera jornada tengan que prestar a sus activos y mandarles a disputar enfrentamientos tan trascendentes como el Togo-Burkina Faso.

Algo semejante debe suceder con los equipos españoles, quizás el caso más sangrante de todos. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que el nuevo status de la selección permite sacar réditos económicos, la RFEF no duda en explotar al máximo a los nuestros paseándoles por el mundo como si fueran la enana barbuda.

Haciendo oídos sordos a las necesidades competitivas de uno de los mejores campeonatos del mundo, "La Roja" ha tenido que viajar más de diez horas de avión para disputar un trámite absurdo de noventa minutos contra un país, Puerto Rico, que ocupa el número 138 en el ránking FIFA y nunca ha sido capaz de estar presente en la Copa de Oro; no digamos ya un Mundial. Renunciar a duelos ante grandes rivales, aunque se cobre menos por ello, no hace sino vulgarizar a un conjunto histórico y deprimir a los seguidores incitando a muchos de ellos a seguir a su nación solo en las grandes citas.

Así es el negocio, no queda sino tragar con todo y tener paciencia. Hasta que llegue el Mundial tendremos que convivir con esta realidad, solo justificable en las fases de clasificación por la democratización del fútbol. Ya se ve la luz al final del túnel. Desde que España levantara la Eurocopa y con el único paréntesis de los Juegos, hemos sido víctimas de giras soporíferas que solo sirven para aplacar ligeramente el mono. La pesadilla acaba, vuelve el espectáculo.

jueves, 9 de agosto de 2012

¿Qué ha sido de... los medallistas de oro de Nigeria en Atlanta 96?

La semana pasada la selección camerunesa de Sidney 2000 fue la protagonista de esta sección. Siguiendo la dinámica, ésta os desvelo la vida y milagros de los jugadores que conformaron, cuatro años antes, la expedición nigeriana que logró la primera presea máxima en unos Juegos para el continente africano en fútbol. Algunos son de sobra conocidos, otros os sonarán a chino. Es la ley del deporte rey.

Emmanuel Babayaro: El meta es el hermano mayor del ex del Chelsea Celestine Babayaro, que también estuvo en aquella convocatoria. Definitivamente su futuro estaba fuera del césped. Se graduó en el puesto por culpa de su hermano, que quería a alguien a quien tirarle tiros. No salió mal la jugada porque ganó la medalla pero pronto se retiró en el Besiktas para reorientar su vida. Se hizo director de cine... y cantante. Aquí el testimonio visual.


Celestine Babayaro: No corren buenos tiempos para este futbolista que hizo carrera en Inglaterra y que recibe su nombre del Papa Celestino V. Hace poco más de un año se declaró en bancarrota tras gastar todo lo que acumuló en diferentes equipos como el Anderlecht, el Chelsea y el Newcastle. También llegó a fichar por Los Ángeles Galaxy aunque, tras conflictos con los dirigentes, no llegó a debutar. Tras probar sin éxito en el Portsmouth, acabó retirándose.

Taribo West: Peculiar la historia de este defensa que ya contamos aquí hace tiempo. http://deparadinha.blogspot.com.es/2011/03/que-ha-sido-de-taribo-west.html

Nwankwo Kanu: Su irrupción fue revolucionaria. Un delantero de gran envergadura capaz de hacer cosas increíbles con el balón en los pies. La medalla le sirvió para fichar por el Inter pero entonces llegó el momento más amargo de su vida futbolística. Los médicos del conjunto italiano descubrían un problema en una de sus válvulas coronarias. A pesar de que en principio no volvería a pisar el césped, tras operarse consiguió hacerlo. Sin embargo no pudo ser al nivel esperado y tras pasar por el Arsenal, el West Brom y el Portsmouth, desapareció del panorama.

Uche Olechukwu: No confundir con ese futbolista que al que tantos goles hemos visto meter en nuestro país. Este era central y desarrolló casi toda su carrera en Turquía. Hasta tal punto esto fue así que se convirtió en el extranjero con más partidos en el país otomano. Destacó en el Fenerbahce, posteriormente en el Istambulspor. Al final acabó en su tierra natal, primero en el Old Boys y luego en el Bayelsa United.

Emmanuel Amunike: Otro futbolista que ya tuvo protagonismo en esta sección http://deparadinha.blogspot.com.es/2010/08/que-ha-sido-de-emmanuel-amunike.html

Tijani Babangida: Él y sus hermanos, al igual que otros miembros de este plantel, ya pasaron por "De paradinha". http://deparadinha.blogspot.com.es/2009/05/que-ha-sido-de-los-hermanos-babangida.html

Wilson Oruma: Un habitual de la liga francesa. Primero fue el Lens con cesión al Nancy incluida. Luego llegó al Nimes tras un breve paso por el Samsunspor. Probó suerte en el Servette suizo y regresó a territorio galo para vestir las camisetas del Sochaux, el Marsella y el Guingamp. Acabó retirándose en el Kavala griego.7

Teslim Fatusi: Todo un aventurero que podría contar cientos de historias acerca de los países que pisó como futbolista. Cuando ganó la medalla ya había defendido los colores del Stationery Stores (Nigeria), del ASEC Mimosas (Costa de Marfil), del Servette (Suiza) y del Pecs y el Ferencváros (Hungría). Después pasó por el Servette una vez más, por el Esperánce (Túnez), el Mamelodi Sundowns (Sudáfrica), el Roeselare (Bélgica), el Polonia Varsovia (Polonia), el Magdeburgo y el Sachsen Leizpig (Alemania), el Al- Khaleej (Arabia Saudí), el Shooting Stars (Nigeria) y finalmente por el The Cong ahora conocido como Viettel y el Tay Nihn (Vietnam).

Jay-Jay Okocha: Toda una figura de las "Águilas verdes" y uno de los más conocidos de aquella generación. Ya retirado, jugó en tres de las cinco grandes ligas. Cuando se coronó como capeón olímpico jugaba para el Eintracht de Frankfurt. Luego vinieron el Fenerbahce, el Paris Saint Germain, el Bolton y el Hull tras una experiencia en Qatar.

Victor Ikpeba: Al que fuera jugador del Betis le tocó afrontar uno duro trance personal. Se quedó viudo con solo 27 años tras perder a su mujer por un cáncer de mama mientras jugaba en el Borussia Dortmund. Cuentan de esa mujer que, deseosa de no moverse de Francia, le encerró en casa el día en que iba a firmar por la Reggina. En 2011 rehizo su vida con una azafata pero esa pérdida le afectó mucho como futbolista. Antes despuntó en el Lieja y el Mónaco. Posteriormente fracasó en el Betis, el Al-Ittihad libio, el Charleroi belga y el Al-Sadd qatarí.

Abiodun Obafemi: Antes de esfumarse en materia futbolística con solo 28 años, este defensa que nació un día de Navidad se ganó el pan en Alemania jugando para el Fortuna Colonia, el Fortuna Dusseldorf, el Reutlingen y el Augsburgo. Además tuvo un breve paso como cedido en el Toulouse francés.

Garba Lawal: Otro de esos futbolistas que no se debe confundir. No, este no era el del Atlético, De hecho nunca jugó en nuestro país y tampoco en ninguna de las grandes ligas. Túnez (Esperánce), Holanda (Roda), Bulgaria (Levski Sofía), Suecia (Elfsborg), Portugal (Santa Clara), Grecia (Iraklis), China (Changsha Ginde) y Nigeria (Julius Berger y Lobi Stars) son los países que pueblan su pasaporte. Como entrenador ha encotnrado trabajo con la selección sub-17.

Daniel Amokachi: "El toro", como así era conocido, fue uno de los jugadores mayores de edad que disputaron aquella cita. A ello ayudó su prestigio dentro del país y por supuesto su habilidad como delantero. Por entonces estaba en el Everton tras dar el salto a Europa de la mano del Brujas. Tras la cita le fichó el Besiktas pero sus problemas con las rodillas y la falta de adaptación le lastraron. Tras viajar para jugar con los Colorado Rapids y ni siquiera debutar, acabó marchándose a su país para colgar las botas. Como técnico dirigió al Nasarawa United y al Eyimba antes de ocupar su puesto actual, el de ayudante del seleccionador. Este lo compagina con su labor de comentarista, al parecer bastante polémico.

Sunday Oliseh: Jugador de mal recuerdo para la selección española ya que en el Mundial de Francia realizó contra "La Roja" el que fue el partido de su vida. En su currículum figuras buenos clubes. Su periplo por Europa comenzó en el Luttich belga, y siguió en la Reggina, el Ajax, la Juventus y el Borussia Dortmund; donde llegó al borde de la treintena antes de comenzar su decadencia. Cedido al Bochum, colgó las botas en el Genk con 31 años. Por cierto, es tío de Sekou Oliseh, el jugador que ahora milita en el CSKA.

Kingsley Obiekwu: Solo tuvo una oportunidad en Europa visitiendo los colores del Go Ahead Eagles holandés. El resto de sus años como profesional los pasó entre Nigeria, Dubai y Egipto. Ahora entrena al St. Louis d'Karaki beninés.

Mobi Oparaku: Clubes muy raros los que representó este defensa que también estuvo en el Mundial 98. Tuvo un paso por las inferiores del Anderlecht, es cierto, pero a partir de ahí todo fue singular. Se fue a Segunda del país para jugar en el Tournhout y el Capellen; viajó a Estados Unidos aceptando una oferta de "El Paso", emigró a Jamaica para pisar los campos de la categoría de plata del país caribeño y acabó dejándolo en su país.

Joseph Dosu: Fue el portero titular en aquellos Juegos y quizás el más desgraciado a la postre de todo el plantel. Prometía mucho y tras la cita se revalorizó hasta el punto que se marchó a Italia para jugar con la Reggina. Sin embargo un accidente de automóvil en Lagos tras un partido con la absoluta,  y que apunto estuvo de postrarle en una silla de ruedas de por vida, le obligó a retirarse con solo veintitrés años.

lunes, 6 de agosto de 2012

Una medalla al cambio

"Este mes hemos recibido ocho cupones de racionamiento. De­safortunadamente, para los primeros quince días sólo dan derecho a legumbres, en lugar de a copos de avena o de cebada. Nuestro mejor manjar es el piccalilly. Si no tienes suerte, en un tarro sólo te vienen pepinos y algo de salsa de mostaza. Verdura no hay en absoluto. Sólo lechuga, lechuga y otra vez lechuga. Nuestras co­midas tan sólo traen patatas y sucedáneo de salsa de carne".

Esto escribía Ana Frank en su famoso diario el 15 de abril de 1944. Ese mismo día nacía en Kyoto Kunishige Kamamoto. Desconocido para la mayoría fuera de las fronteras de Japón, es considerado por muchos de sus compatriotas como el mejor jugador de la historia del país. A redactar su leyenda ayudó una destacada participación individual. Sucedió en los Juegos Olímpicos de México 68.

Kamamoto, que vinculó toda su carrera al Yanmar Diesel (actual Cerezo Osaka), anotó siete tantos en aquel torneo y ayudó a los nipones a conseguir la medalla de bronce. Esa fue una generación marcada por la guerra, en la que el más joven, Eizo Yuguchi; había caído en el mundo apenas un mes antes del estallido de las bombas atómicas. Algo parecido sucedió con Ikuo Matsumoto, alumbrado el 3 de hoviembre de 1941, a solo treinta y cuatro días del bombardeo de Pearl Harbour.

Hijos de la adversidad, del conflicto; crecieron en un país donde el deporte rey apenas tenía predicamento con unas limitaciones impropias de otra época. Fueron en resumen unos hombres hechos a sí mismos que lograron alcanzar unos Juegos y, lo que era más difícil, colgarse una medalla al cuello. Fue un hito que ha cobrado si cabe más importancia con el paso del tiempo. De hecho han sido necesarios 44 años (once olimpiadas) para que un combinado asiático vuelva a subirse a un podio.

Sucederá en Londres gracias a que, y esto es otro obstáculo superado, dos representantes de la zona jugarán las semifinales. Japón y Corea han alcanzado la penúltima ronda contra todo pronóstico y se disputarán la carrera por el oro contra Brasil y México respectivamente. El premio menor será una pelea por el tercer y cuarto puesto, el mayor, la gloria. No tienen nada que perder pues ya han hecho más de lo que se les pedía.

Japón llega en un estado de forma ejemplar. Tras fallar lo indecible contra España y dominar a los de Luis Milla de principio a fin, aún no han encajado un solo tanto y afrontan el choque contra los centroamericanos con la moral por las nubes tras la contundente victoria ante Egipto. Todo un éxito que se extiende a la categoría femenina, donde las niponas serán una de las contendientes en la final.

Menos posibilidades tiene Corea, que se mide a la todopoderosa Brasil. Eso sí, aún no conocen la derrota y entre las muescas de su revólver se encuentra la aspirante Suiza y la anfitriona Gran Bretaña; a la que castigó en la lotería máxima de los penaltis. No se recordaba algo así en la nación desde el Mundial de 2002, donde Byron Moreno y Al Ghandour arrimaron el hombro para escribir lo que acabó siendo un cuento chino.

Independientemente de lo que suceda, Asia ya ha ganado. Más allá de la presea, los Juegos sirven para confirmar que dos de las grandes potencias tienen unos cimientos más que fiables para seguir con sus proyectos de crecimiento. Además cada vez se aprecia más orden y menos anarquía, ese gran defecto que siempre les ha acompañado. Quizás estemos ante un punto de inflexión.

jueves, 2 de agosto de 2012

¿Qué ha sido de... los medallistas de oro en Sidney?

El fracaso de la selección olímpica de fútbol ha abierto en España un nuevo dilema, el de la idoneidad de incluir este deporte en la cita. En mi opinión la discusión es absurda teniendo en cuenta que estamos hablando del más practicado en el mundo. Sí se podría entrar a discutir el hecho de que solo vayan sub-23, pero entonces algunos futbolistas anónimos no tendrían la oportunidad de sus vidas. Esta es la historia de los cameruneses que ganaron el oro en Sidney.

Idriss Kameni: Poco se puede decir del guardameta en aquella cita. La gesta le valió para dar el salto a Francia y posteriormente a España en el 2004. Desde entonces, no ha salido de nuestro país. Primero tuvo un dilatado pasado en el Espanyol y ahora un interesante presente en el Málaga. Uno de los mejores de la Liga en su puesto.

Pierre Wome: Otro futbolista que también jugó en el Espanyol...y en infinidad de clubes más. Dio el salto a Europa de la mano del Vicenza. Posteriormente militó en el Lucchese, en la Roma y en el Bolonia, donde conoció el éxito olímpico. Dos años después se marchó al Fulham y a partir de ahí se convirtió en viajero. Junto al conjunto catalán; el Brescia, el Inter, el Werder Bremen, el Colonia y desde febrero el Coton Club de su ciudad completan un extenso curriculum. Transformó el penalti definitivo.

Serge Mimpo: Su éxito fue demasiado efímero. Cuando la convocatoria para Sidney llamó a su puerta, andaba perdido por tierras griegas. Militó en el Panachaiki y en el Ethnikos Asteras. Luego cambió de aires y se marchó a Francia. Encontró acomodo en la capital pero no en el Sain Germain sino en el Paris FC. Después de mucho tiempo allí, firmó por el Red Star Saint Ouen. Ya ha colgado las botas.

Patrice Abanda: La presea le sirvió para dar un salto de calidad del Apollon Kalamaria griego al Sparta de Praga. Fue un espejismo. Apenas jugó con los capitalinos y su carrera se diluyó en entidades de menos renombre de el país como el Drnovice y el Teplice. Acabó retirándose en el Besa Kavaje albanés.

Nicolas Alnoudji: En su caso lo más sencillo es decir los nombres de sus equipos desde que se proclamó campeón: Cakir Rizespor (Turquía), Sedan (Francia), Bastia (Francia), Al-Ahly y Al-Sailiya (Qatar), Cotonsport Garoua (Camerún),  RAEC Mons (Bélgica), Olhanense (Portugal), Créteil-Lusitanos (Francia), Pandurii Tarju Jiu (Rumanía), JS Saint-Pierroise (Isla de Reunión) y Cotonsport Garoua (Camerún). Conviene añadir que en todo su carrera ha movido la friolera de cero euros en traspasos.

Geremi Nitjap: Viejo conocido de los aficionados del Real Madrid, tras su paso por España firmó una hoja de servicios ligada casi de forma íntegra a la Premier League. El último equipo que se le recuerda a alto nivel fue el Newcastle. Después llegaron el Ankaragucu, el Larissa y finalmente la inevitable retirada en el año 2011.

Samuel Etoo: Su historia es de sobra conocida. Uno de los futbolistas de más renombre en el fútbol europeo los últimos años deslumbró con el Barcelona. Posteriormente se marchó al Inter de Milán y a día de hoy llena sus bolsillos en el Anzhi Majachkalá. Lejos, muy muy lejos, quedan esos tiempos en los que vestía la camiseta del Leganés soñando con llegar al primer equipo del Real Madrid.

Patrick Mboma: Su historia ya la relaté en esta bitácora. Aquí os la refresco: http://deparadinha.blogspot.com.es/2011/12/que-ha-sido-de-patrick-mboma.html

Lauren Etame: Criado en Sevilla y con pasado en el Utrera, el filial del club hispalense, el Levante y el Mallorca fueron los equipos que defendió antes de fichar por el Arsenal tras aquél torneo. Miembro de los "invencibles" de Wenger; tras ocho temporadas allí se marchó al Portsmouth y posteriormente al Córdoba, donde colgó las botas.

Aaron Nguimbat: Poco provechoso fue para él triunfar. Militaba en el Canon de Yaoundé y de ahí ponía rumbo al Skonto Riga. Tras volver a su país para defender los colores del Unisport, dejó el fútbol en la liga de Indonesia.

Serge Branco: Pese a compartir apellido con el gran futbolista brasileño, no corrió la misma suerte. Consiguió aguantar tras campañas en el Eintracht viviendo de su éxito olímpico. Después de aquello ha pasado por nueve equipos en nueve años: Stuttgart, Leeds, QPR, Shinnik Yaroslavl, Krylya Sovetov Samara (dejó el club por insultos racistas de los aficionados rivales), Duisburgo, Levadiakos, Wisla Cracovia y finalmente el Muharraq Club (Bahrein).

Daniel Bekono: Curiosa la historia del que fuera guardameta suplente en aquella final. Aguantó en su Camerún natal varios años antes de aceptar una oferta del Beroe Stara Zagora búlgaro. Allí se convirtió en el primer capitán negro en la historia de la liga. Luego se marchó al CSKA de Sofía y, cuando decidieron prescindir de sus servicios, lo dejó. Ahora es leñador en Viena.

Albert Meyong Zé: Jugador de mucho cartel en Portugal, su paso por España (Levante y Albacete) fue más bien pobre. Estuvo tres años en el Braga después de aquello y a día de hoy milita en el Vitoria de Setúbal, el equipo donde se dio a conocer.

Clement Beaud: Otro clásico del fútbol luso, este más anónimo por carecer de regularidad. Sus primeros pasos en Europa los dio en el Widzew Lodz polaco y en el Vetra Vilnius lituano. A partir de ahí emigró al país ibérico para labrarse una dilatada carrera en el Académica de Coimbra, el Moreirense, el Esmoriz, el Académico Viseu, el Penaldo Do Castelo, el Operário y finalmente el Cifaes; un equipo de tercera que repesenta a una población de 3.000 habitantes.

Daniel Kome: Poco más se puede descubrir de este futbolista que es casi más español que la paella. Atlético B, Levante, Numancia, Getafe, Ciudad de Murcia, Mallorca, Valladolid y finalmente el Tenerife le tuvieron en sus filas.

Patrick Suffo: El delantero llegó a coincidir con Kome en el Numancia cuando el club estaba aún en Segunda y contaba con otros futbolistas de gran recuerdo como el rumano Rosu, que posteriormente llegaría a marcarle un hat-trick al Real Madrid. A Suffo debió gustarle nuestro país porque mucho tiempo más tarde aceptó una oferta del Puertollano. Además vistió las camisetas del Nantes, del Sheffield United, del Sunderland, del Al Hilal, del Coventry, del Dubai Club, del Odd Grenland, del Maccabi Petah Tikva,  y del Ashdod. Acbó dejándolo en el Wrexham al concluir la 2008-2009. Por cierto, si queréis seguirle en Twitter tiene cuenta: patsuffo

Joel Epalle: Grecia se convirtió en su habitat, el lugar donde encontró acomodo tras llegar a Europa. Pasó por cinco equipos diferentes (Ethnikos, Panachaiki, Iraklis (2), Aris y Panathinaikos) en seis etapas. Además probó suerte en el Bochum y en el Bakú. Actualmente sigue dándole al balón en el Sarawak malayo.

Modeste Mbami: Hace no demasiado que jugó en el Almería realizando buenas actuaciones por lo que su recuerdo es reciente. Antes de llegar al club andaluz había hecho tablas en Francia defendiendo los intereses del Sedan, el PSG y el Marsella. Después de vestir la camiseta rojiblanca las prioridades cambiaron. El Daelian Aerbin y el Chanchun Yatai chinos fueron los clubes que precedieron a su actual estancia en el Al-Ittiad Dschidda saudí.

Con la llegada del mes de agosto habrá un ligero cambio en el blog. La periodicidad hasta septiembre será variable a fin de darme un pequeño descanso. Habrá semanas en que siga la tónica habitual de lunes-miércoles-viernes y otras en las que se publiquen menos posts. Disculpad las molestias. Un saludo.