Poco le queda al actual San Mamés para desaparecer. El histórico feudo del Athletic de Bilbao, donde el conjunto vasco ha cosechado tantísimos éxitos, ha perdido ese partido que nadie gana: El del paso inexorable del tiempo. Pronto será derruido para dar paso a una nueva construcción mucho más moderna y adaptada a las circunstancias que corren.
En cualquier caso esta nueva casa conservará una de las señas de identidad del club, el nombre del santo que bautiza al templo (nunca mejor dicho). Una "catedral" a la que religiosamente han acudido, fin de semana sí y fin de semana no, los devotos de los rojiblancos para ver en acción a los leones.
Un mote por cierto este último que guarda relación con la agitada vida de Mamés ("el que fue amamantado"). Nacido en Cesarea de Capadocia en el año 259, desde la cuna estaba destinado a sufrir por su condición de cristiano. Esa era religión que también profesaban sus padres, motivo por el cual estaban encarcelados cuando le trajeron al mundo.
Un cautiverio que duró poco pues meses después ambos morían pasando la custodia de su hijo a manos de una viuda rica de nombre Ammia. La experiencia de sus padres, lejos de alejarle del culto prohibido le reafirmó en su fe, lo que propició la persecución del Gobernador de la zona. Tras capturarle y no conseguir que renegara decidió mandarle ante el emperador Aureliano.
Tampoco este logró el objetivo, motivo por el cual decidió que fuera torturado. Según cuenta la leyenda acabó siendo liberado por un ángel que le mandó refugiarse en un monte y eso hizo hasta que fue encontrado por el gobernador Alejandro. Retenido por este intentaron que fuera quemado vivo, acción que no consiguieron.
Así pues apostaron por otra alternativa, la de entregarle a los leones (de ahí el mote de los jugadores del Athletic, muy relacionado con la vida del santo). Relatan que Mamés fue capaz de amansarlos y que, debido a la frustración, finalmente decidieron darle martirio clavándole un tridente en el abdomen. Desgraciadamente a la tercera fue la vencida y desangrándose consiguió llegar hasta una cueva cercana donde fue invitado al cielo por los ángeles.
Hoy San Mamés es considerado, quizás por el fútbol, el protector de las personas que sufren roturas de huesos y de los lactantes. Además es el patrón de varias localidades españolas, que celebran su fiesta el 17 de agosto.
viernes, 27 de mayo de 2011
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