lunes, 30 de julio de 2012

La incógnita del nuevo zar

"Tengo muchas ideas para Rusia". Esta es la frase que mejor resume la puesta en escena de Fabio Capello como nuevo encargado del combinado nacional. Toda una declaración de intenciones firmada por quien parece tener una espina clavada después de su abrupto paso por el banquillo de Inglaterra; donde los tabloides hablaron más de él que la prensa deportiva.

Un buen puñado de rublos han sido el aliciente necesario para no colgar definitivamente la pizarra a sus sesenta y seis años. Capello, que lo ha logrado todo en materia de clubes, no puede decir lo mismo cuando se habla de selecciones y por ello se ha decidido dar una oportunidad más aceptando una oferta que más allá de lo económico tiene también cosas interesantes en lo que a lo deportivo se refiere.

Da la sensación, visto desde fuera, de que el éxito de su nuevo reto irá ligado a las ganas que él tenga de implicarse en el mismo. Si decide disfrutar de unas vacaciones bien pagadas, pasará sin pena ni gloria. Se verán mejoras, por supuesto, pero no lo suficientemente significativas como para dar el salto de calidad que los rusos piden y necesitan ahora que se vislumbra un futuro prometedor.

Por el contrario, si se vuelca con el proyecto los resultados a corto-medio plazo pueden ser sorprendentes. Tras el fracaso en la Eurocopa, donde cayó en primera fase cuando era la principal favorita de grupo, Rusia afronta un cambio generacional y de conceptos. Muchos de los nombres que han destacado en los últimos años ya peinan canas y han perdido garra y compromiso. Algunos son salvables con motivación pero otros deberán abrir paso a las futuras generaciones.

El ex técnico del Real Madrid será el encargado de abonar ese terreno, de juntar a jóvenes y veteranos para hacerles jugar de forma metódica y ordenada. De imprimir seriedad y carácter en un lugar en el que todo apunta que no le darán demasiada guerra siempre y cuando vaya cumpliendo objetivos y su mano se note.

Ahora bien, hay dudas sobre si la decisión es meditada. Capello salió victorioso de una lista en la que había en torno a quince preparadores, muchos de los cuales sonaban rocambolescos y dijeron "no" a la propuesta. Destcaba el cartel por encima de las necesidades ya que en el país del Este parecen no darse cuenta de que en el 2018 albergarán un Mundial. Toca empezar a sembrar para recoger y quizás alguien que esta ya cerca de los setenta no sea el indicado.

Aunque él asegura que lo hará, cuesta creer que el transalpino se recorra un país inmenso de costa a costa en busca de nuevos jugadores. Y aunque así fuera, parece poco probable que les dirija cuando llegue el gran día. Y en esa misma línea, no será fácil encontrarle un sustituto a alguien cuyas ideas comienzan a quedarse obsoletas diluidas entre las nuevas corrientes emergentes. Así pues, demasiadas incógnitas en una decisión que parece tomada con prisas y que atiende más a un golpe sobre la mesa en el panorama internacional que al raciocinio. El tiempo dirá cómo acaba todo.

3 comentarios:

Ismael dijo...

Hola, me parece muy interesante el blog, me encantaría intercambiar links.
Un saludo desde http://laesenciadelgol.blogspot.com.es/

venta de casas en moreno dijo...

Hola muy buen blog, no creo que capello tenga un buen papel en rusia, saludos

Tartarus dijo...

Coincido contigo en que si la idea es a corto plazo , pensando en el Mundial de Brasil , puede salir bien la jugada a la federación rusa . Otra cosa es si lo hacen con miras a su Mundial de 2018 .

Un saludo