Me sucede en ocasiones cuando me apetece ver cine que en vez de recurrir a algo premeditado me pierdo entre las estanterías de alguna biblioteca pública a ver que encuentro. Generalmente me acabo dando de bruces con alguna película que en algún momento de mi vida alguien me había recomendado.
La extraigo del montón separándola como una espiga de trigo de la mucha paja que hay (he llegado a toparme con verdaderas atrocidades fílmicas como "Catwoman"), miro la reseña y, si finalmente me convence, me la llevo. De hecho pocas, muy pocas, son las veces que altero este ritual.
Sin embargo el otro día he de decir que lo hice. Desconozco cuál fue el motivo, quizás una ligera huella en mi subconsciente, el que me llevó a pararme sobre una película cuyo título no me decía nada: "The Damned United". En la portada, Michael Sheen de traje y corbata caracterizado en una figura que me resultaba familiar. En ese momento me dí cuenta y no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa al tiempo que pensaba para mis adentros... "¡Sí, esta es la que trata sobre Brian Clough, que en su día quise ir a ver al cine y no pude!".
Como un niño con zapatos nuevos me fui a casa, cené y me tiré en ese rincón de la casa que todo el mundo posee y que en mi caso tiene la forma de un sofa grande de pana y color anaranjado con un cojín a juego (es más bonito de lo que descrito parece), situado debajo de un plano de la ciudad de Salamanca, de donde vienen mis raíces, y con una vista privilegiada del televisor.
Cualquier amante del fútbol conoce al menos por encima la historia de Clough, sus grandes éxitos, sus grandes triunfos. Pero la mayoría pasan de puntillas por encima de su mayor fracaso, leit motiv de este film que más que eso es un maravilloso retrato de la personalidad del genio cuando comenzó a jugar a ser Dios y también cuando parecía haber tocado fondo deportiva y personalmente.
Sus comienzos en el Derby County, el hecho aislado con Don Reavie que para muchos hubiera supuesto algo intrascendente y que para él se convirtió en un motivo de superación, su relación con su fiel escudero Peter Taylor y, sobre todo, su breve estancia -de sólo 44 días- en el Leeds United tras la marcha del propio Reavie (su mayor enemigo) a la selección inglesa.
Un profundo análisis en la salud y en la enfermedad de un genio de los banquillos, capaz de conseguir auténticos milagros y de renunciar a otros como consecuencia de los efectos de su egolatría desmedida y sus peleas consigo mismo. Un tipo lenguaraz que decía lo que pensaba, que hacía lo que quería sin consultar con nadie y que raramente reconocía un error, pero que cuando lo hacía tenía la humildad suficiente para agachar la cabeza.
Luchaba contra todos y contra todo simplemente porque pensaba que era el mejor, que las normas debía ponerlas él y que la misión de los demás era ver, oir y callar. Una mentalidad que acabaría siendo a la larga autodestructiva después de su grandes éxitos en el Notthingham Forest y le llevaría al alcoholismo que a la postre acabaría con él.
Su vida, desde luego, fue digna de la película que finalmente le hicieron y que, paradójicamente, sólo toma una pequeña muestra de la misma dejando de lado por ejemplo sus años en el Notthingham, su segunda disputa con Peter Taylor o el fin de sus días, que bien darían para uno o dos largometrajes más.
Noventa y cuatro minutos de historia altamente recomendables que no recogen ni la mitad de las insolencias que salieron de la boca de este "Viejo creído" (como él mismo se hacía llamar) pero que reflejan a la perfección su personalidad, lo que pasaba por su mente y las cloacas de los equipos de fútbol de primer nivel.
lunes, 7 de febrero de 2011
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2 comentarios:
The Damned United es un peliculón. Es difícil describirlo mejor que tú, así que poco más puedo añadir.
Sólo quiero recomendar este documental sobre la vida de Brian Clough de la ITV inglesa, que repasa toda su trayectoria como entrenador. Aquí lo tenéis: http://www.veoh.com/search/videos/q/clough+part+1#watch%3Dv181035592TgJ3wD5
¡Un saludo!
Esta película es de obligada visión para todo aficionado a este deporte.
Describe perfectamente los días pasados por el mito Clough en Elland Road.
Un genio.
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