lunes, 21 de febrero de 2011

¡Qué vienen los rusos!

Con este nombre tan apocalíptico se lanzaba a la gran pantalla en el año 1966 una comedia británica que llegó a estar nominada a cuatro Óscars; incluido el de mejor película y mejor actor, categorías que sí conquistó en los Globos de Oro. Eran los tiempos de la Guerra Fría y el contexto era bien diferente al futbolístico. Pero hay títulos que son intemporales y por supuesto perfectamente adaptables.

Muchas de las batallas de nuestros días, trivializando el término por supuesto, se juegan sobre un césped con un balón por medio. Y si bien es cierto que siempre hay potencias hegemónicas, especialmente en el bloque occidental del Viejo Continente, no lo es menos que en el Este comienzan a apreciarse pequeños reductos de insurgentes, ansiosos por levantarse contra el régimen establecido.

Conviene aclarar que los "rusos" a los que hago mención en el título vienen a ser lo que las suecas a la frase de López Vázquez "Que vienen las suecas". En este segundo caso el concepto genérico englobaba a todas aquellas mujeres altas y rubias. En el que yo hago mención viene a referirse a la antigua URSS y Polonia encajonados en un mismo grupo, por mucho que más de uno y más de dos no estuvieran contentos con la generalización. Realizada esta pequeña matización, procedo.

Decía que últimamente el dibujo del fútbol europeo parece haber cambiado ampliando un nuevo horizonte. El indicio primigenio fue la sorprendente Copa de la UEFA del año 2005, conquistada de forma brillante por el CSKA de Moscú en la primera final que disputaba un equipo de la zona. Aquello podría haberse considerado como un hecho aislado, pero nada más lejos de la realidad.

Tras el intervalo del gran Sevilla que levantó el trofeo en dos ediciones consecutivas (una de ellas tras eliminar al Shakhtar de forma agónica con el gol de Palop), lo que había sido un espejismo comenzaba poco a poco a convertirse en realidad. Primero el Zenit San Petersburgo y posteriormente el propio Shakhtar Donetsk conquistaban la segunda competición más importante de clubes en 2008 y 2009; demasiada casualidad para no tomarlo como algo a tener en cuenta.

Y más si añadimos que aquellas gestas coincidían en el tiempo con la irrupción en la Eurocopa de 2008 de la gran Rusia que, liderada por Arshavin y con una generación que se demostraba de lo más prometedora, alcanzó las semifinales y no llegó más lejos porque tuvo que lidiar con uno de los mejores equipos de la historia.

Con estos hitos el bloque consiguió al menos ser tenido en cuenta como peligroso por su fútbol y no sólo por esos "terribles viajes", que en algunos lugares se pintaban poco menos que como el de Miguel Strogoff pero que en el fondo no eran sino una parte más de la poco dura vida del futbolista.

La pasada campaña quizás fuera la excepción en la dinámica triunfal de la extinta Copa de la UEFA, con el Rubin Kazan como único representante en octavos, rebotado de la Champions. Ahora bien, ese inciso queda sin duda perdonado por la buena evolución en el máximo torneo europeo. Además de que el propio equipo tártaro no cayó en ninguno de sus enfrentamientos contra el poderoso Barcelona, el CSKA de Moscú se plantó en cuartos de final, algo que no lograba un conjunto de Europa del Este desde el magistral Dynamo de Kiev del año 99.

Aquella hazaña podría repetirse esta campaña si el Shakhtar Donetsk logra imponerse a la Roma en octavos de final, donde venció en la ida por 2-3. De hacerlo casi todos le querrían sin duda en siguiente ronda pero que nadie se equivoque, muchos son los que apuestan este año por los ucranianos como la revelación del campeonato, algo impensable hace años de un equipo oriental.

Por si fuera poco, los "rusos" también han recuperado los galones en la Europa League. Hasta ocho equipos se han colado en los dieciseisavos de final, de los cuáles sólo el Metalist Járkov y el Rubin Kazan apenas tienen opciones. Al Zenit, al CSKA y al Spartak se han unido el siempre peligroso Dynamo de Kiev y los emergentes BATE Borisov (que ya alcanzó una ronda final de la Champions) y Lech Poznan (entrenado por Jose Mari Bakero).

Cifras que avalan el buen momento del fútbol de la zona, que se ha visto beneficiado por las poderosas inversiones de los oligarcas en algunos casos, y por el acierto en los fichajes y la buena adaptación de los mismos en otros. Son los cimientos de un gran edificio cuya primera fase se construirá en la Eurocopa de Polonia y Ucrania de 2012 y que tiene fecha de finalización, el Mundial de Rusia 2018. Quizás para entonces haya que hablar de un "nuevo orden" en lo que a fútbol se refiere.

Aprovecho para deciros que presento en Pasión Deportiva Radio (http://pasiondeportivaradio.com/) un programa deportivo nocturno llamado "La paradinha", de domingo a jueves de 12 a 1 de la madrugada. Tertulia, noticias y secciones diarias en un buen ambiente.

No hay comentarios: