lunes, 8 de noviembre de 2010

The special two


Tomo prestado el nombre del post de hoy de un blog recientemente sacado por el diario El Mundo cuya lectura recomiendo en la medida en que suele tratar temas bastante interesantes. Y lo hago porque me parece la forma más adecuada de hacer referencia a André Villas Boas, el técnico revelación del fútbol europeo.

Con sólo 33 años y procedente de Portugal, quizás una de las mejores canteras en lo que ha entrenadores se refiere, su futuro parece no tener límites a juzgar por los éxitos que hasta la fecha lleva cosechados y por su paralelismo con José Mourinho, con el que ha compartido algo más que nacionalidad en las últimas temporadas.

De hecho ambos siguen trayectorias bastante paralelas, cruzadas durante muchos años, con el agravante de que en el caso de Villas Boas su eclosión ha comenzado a gestarse apenas pasada la treintena, edad que le plantea un porvenir de lo más prometedor y que le permite un margen de mejora casi infinito.

Nacido en la ciudad de Oporto su vida cambió gracias a una carta. La historia tiene miga. Por aquél entonces entrenaba al equipo de su ciudad Bobby Robson, ayudado en las labores de traducción por Jose Mourinho. El azar quiso que el inglés fuera a vivir en el mismo bloque de edificios que Villas Boas. Este, demasiado tímido para dirigirse a él en persona, decidió escribirle una carta en la que rebatía su postura sobre la suplencia del actual entrenador del Sporting de Braga Domingos Paciencia. El texto convenció a Robson, que le dio la oportunidad de entrar a formar parte del organigrama del equipo como realizador de informes al tiempo que le animó a hacer el curso de entrenadores. Quizás fue ahí donde la vida de Mou y de Villas Boas se cruzaron por primera vez.

No duró sin embargo mucho la experiencia. Robson puso rumbo al Barcelona y el actual entrenador del Oporto fichó como seleccionador de las Islas Vírgenes Británicas con sólo 23 años, lo que probablemente le haya convertido en uno de los seleccionadores más jóvenes de la historia. Aquella decisión demostró la enorme iniciativa de Villas Boas, que posteriormente pasó a formar parte del organigrama técnico de Mourinho.

Del actual entrenador del Real Madrid se pueden criticar muchísimas cosas, casi todas relacionadas con su carácter y su forma de comportarse pero nadie puede negar su capacidad para transmitir sus ideas y aplicarlas. Muchos critican que practique un juego feo o alejado de los cánones estéticos e incluso algunos defienden que no ha inventado nada en el fútbol, al contrario que hicieran otros como Sacchi o Cruyff.

Aquellos que hayan leído un poco sobre Mourinho sabrán que esas acusaciones son infundadas y que precisamente lo que ha descubierto es lo que no se ve sobre el campo, una forma revolucionaria de entrenar en la que el balón es el protagonista absoluto durante todas las sesiones se trate el aspecto físico, técnico o táctico. Lo decía Sneijder la semana pasada: "Un año con Mourinho vale por diez con otro".

Pues bien, si alguien es capaz de afirmar esto... ¿Qué enseñanzas no puede obtener alguien que trabaja diariamente con él durante seis años consecutivos siendo su mano derecha?. Villas Boas se empapó de todo lo que le rodeaba durante todo este tiempo hasta la pasada campaña, cuando decidió empezar a volar sólo.

La primera vez que su maestro lo hizo fue en el Benfica, donde salió por la puerta de atrás por discrepancias con la directiva. Entonces fichó por el Leiria, un equipo realmente modesto al que clasificó en quinto lugar. Villas Boas no tuvo la oportunidad de debutar en un grande pero sí que, en paralelismo con Mourinho, destacó en un equipo pequeño.

En octubre de 2009, con la temporada ya empezada y el Académica en último lugar con el casillero de victorias a cero fue llamado por el equipo de Coimbra. De su mano el equipo acabó firmando la salvación con diez puntos de ventaja, alcanzando las semifinales de Copa donde sólo pudo con él, y con apuros, el Oporto y practicando un juego vistoso y efectivo.

Tras la marcha de Jesualdo Ferreira y con sólo 33 años, se ha hecho cargo del Oporto y las cifras hablan por sí solas. De 18 partidos oficiales el equipo ha ganado 16 y ha empatado dos: Uno en la visita al Vitoria de Guimaraes (segundo clasificado) y otro en UEFA contra el Besitkas la semana pasada. Cifras parecidas, si bien es cierto que en una liga menor en la que el equipo es superior a los demás, a las de Mourinho.

Además, este fin de semana, han pasado por encima del Benfica endosándoles una dolorosísima manita en el Dragao y dejando muestras de un fútbol de alto voltaje y muchísima calidad. Por si todo fuera poco, sus aires en el vestir, su semblante, su aspecto físico desaliñado, su obsesión por el detalle e incluso también su forma de ser, guardan cierto parecido con las del genio de Setubal. ¿Alguien duda por donde pasa el futuro?.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mourinho es Dios y Villas Boas su profeta, soy fan acérrimo de Mou desde su época del Chelsea, para los que quieran acercarse a su figura recomiendo los libros "Mourinho ¿por qué tantas victorias?" y " el entrenador alienigena" de Sandro Moneo.

saludos de un madridista.

Nico García dijo...

No lo conocía a este.
Saludos desde La Escuadra de Mago

camel dijo...

Buenas, tocayo. Si, como aseguras en tu entrada, Portugal es la mejor cantera de técnicos, ¿cómo se explica la mediocridad de sus equipos y el fracaso de su selección en todas las citas importantes?
En fin, misterios... Enhorabuena por el blog