Mauro, Rolando, Ariel y Sergio son los nombres de los hermanos Zárate, una saga a modo de dinastía que ha llevado su apellido por equipos de medio globo. Con edades comprendidas entre los 23 de Mauro y los 41 que ahora suma Sergio, sumando la cantidad de clubes que han atesorado en sus carreras esta se eleva, de momento, a los 32, sin contar aquellos por los que pasaron más de uno ni las segundas etapas. Así transcurre la vida de cada uno de ellos, de menor a mayor.
Mauro Zárate: Su carrera es de sobra conocida. Criado al igual que sus otros tres hermanos en la cantera de Vérlez Sársfield es quizás el de más renombre de todos a pesar de ser el más joven. Aunque ha empezado de forma algo irregular esta campaña en las filas de la Lazio, su figura es muy importante en el equipo romano, a donde llegó como cedido por el Al Sadd tras haber actuado en el Birmingham en la misma situación. Su fichaje por el equipo asiático fue en su día sorprendente en la medida en que sus buenas actuaciones con las inferiores, donde fue campeón del mundo con la sub-20 en 2007, apuntaban a su grandísimo potencial.
Rolando Zárate: El Zárate del Real Madrid, aquél que muchos recordaréis en nuestro país por algún que otro partido suelto con la camiseta del club blanco, nada importante, para que engañarnos. Tras llamar la atención con el Vélez Sársfield fichó por el segundo equipo, donde sus impecables cifras goleadoras le abrieron las puertas de la primera plantilla.
De la misma forma estas se cerraron un año después, cuando inició una espiral de cesiones que le llevaron primero a los dos equipos de Murcia, el Real y el Ciudad, y posteriormente a lugares tan remotos como el Livingston escocés y el Al Ittihad saudí, donde sólo jugó un partido. De ahí volvió a Vélez, donde despuntó como antaño convirtiéndose en el segundo máximo goleador del Apertura de 2004, en el pichichi del Calusura de ese mismo año y en un puntal importante en la conquista del Clausura de 2005.
En 2006 fichó empezó un periplo poco fructífero por México que primero le llevó a los Tigres de la UANL y posteriormente al Monterrey. De ahí volvió a Argentina para jugar en las filas del River Plate, pero su carrera iba en picado hacia abajo y dio un paso hacia atrás firmando por el Barcelona de Guayaquil, con quien rompió su contrato por una lesión. Recuperado volvió a itnegrarse en la plantilla de Vélez y tras dejar el equipo como agente libre ha fichado por el Huracán, donde juega en la actualidad.
Ariel Zárate: Es, junto a Rolando, el más conocido en territorio español pues dejó su impronta en algunos equipos de nuestro país con más pena que gloria. Salido de la misma cantera que sus hermanos, su primer equipo profesional fue el Toluca mexicano. Tras abandonar el país y pasar por una experiencia en un modestísimo equipo italiano fichó por el Cádiz, donde empezaría una gira española de siete años que le llevaría por gran parte de la mitad sur peninsular.
En la tacita de plata destacó y eso le valió para ganarse un contrato con el Málaga, donde pasó cuatr temporadas, su periodo de mayor estabilidad vital. Su cesió al Elche le sirvió para relanzar su nombre y se marchó al Xerez, donde sus buenas cifras anotadoras le devolvieron de nuevo al Elche. Su segunda etapa fue desastrosa dada su escaso olfato y acabó dejando Europa.
Su destino fue Argentina, su país natal, donde pasó primero por el Deportivo Morón y posteriormente por el Trsitán Suárez antes de firmar por el All Boys cuando el equipo aún no era nadie. Ahora el club es el revelación de la Primera División del país y a sus 37 años Ariel vuelve a sonreir.
Sergio Zárate: Es el mayor de la saga, el "patriarca". Cuando su hermano Mauro nacía el ya empezaba a jugar como profesional en las filas de Vélez, abriéndole el camino al resto de hermanos. El fue el pionero, el primero. Tras pasar por el club que le vio debutar probó suerte en el Viejo Continente a comienzos de los 90 y se marchó a Alemania para jugar en las filas del Nuremberg.
Ansioso de nuevas experiencias se marchó al año siguiente a Italia pero su experiencia en el Ancona no fue fructífera y tuvo que regresar de nuevo a Nuremberg, paso previo al que probablemente fuera su cima futbolística, el Hamburgo, donde apenás jugó. Qzuiás para explorar el territorio que posteriormente pisarían dos de sus tres hermanos decidió emigrar a México.
Primero pasó dos años en el Necaxa, y posteriormente se marchó a dar muestras de su clase al estadio Azteca firmando por el América. La aventura no cuajó y de nuevo regresó al Necaxa antes de abandonar México por primera vez tras la llamada del club de sus amores, Vélez. Su segunda experiencia no fue nada provechosa y regresó otra vez al país centroamericano, a la vecina localidad del D.F llamada Puebla. Finalmente acabaría sus días como futbolista en el modesto Deportivo Merlo. Tras eso, pasó a hacer negocio gracias a sus hermanos. Hoy les representa.
Como os dije el otro día, el blog cesará en su actividad hasta el próximo lunes.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
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2 comentarios:
De Ariel me acuerdo que le marcó al Betis cuando jugaba en el Cádiz, pero ni idea de en qué temporada
Buena saga de hermanos, nada menos que cuatro, pero ninguno llegó a ser un crack.
Quizá le faltó ambición, creo que Ariel tenía posibilidades pero se acomodó muy pronto.
Saludos desde mi bitácora !!!
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