viernes, 29 de abril de 2011

Nombres del fútbol: Carl Zeiss y Ernst Abe

Sucedió ayer en un momento de dispersión durante mi clase de grafología que me puse a trastear con el móvil. Y en ese momento reparé en un detalle que siempre había pasado por alto. Bajo la lente de la cámara fotográfica aparecía escrito un nombre: Carl Zeiss. El resto de la tarde me la pasé pensando si tendría que ver con lo que yo pensaba.

Y cuando llegué a casa y consulté en internet mis sospechas se confirmaron. Era el mismo Carl Zeiss que prestaba su nombre al equipo alemán de Jena, un conjunto que ahora naufraga en la 3 Liga pero que en los 70 y los 80 llegó a gozar de gran predicamento hasta el punto que fue incluso finalista de la Recopa en el año 1981.

En realidad conviene aclarar que nada tuvo que ver Zeiss con la fundación del club sino que fueron los trabajadores de la empresa por él creada los responsables de la misma, entre otras cosas porque nuestro protagonista llevaba ya quince años muerto en 1903.

Antes de fallecer, en cambio, su legado al campo de la óptica había sido más que notable y es por ello por lo que se le recuerda. Nacido en el año 1816 en el seno de una familia pudiente de Weimar, sus estudios universitarios ya iban encaminados al campo científico y matemático, donde pronto comenzó a destacar.

De hecho fueron estos estudios los que le llevaron por primera vez a Jena -la ciudad donde se hizo famoso- en 1834 para especializarse en todo lo relacionado con la técnica de la visión. Igual que llegó allí siendo un pipiolo se marchó para continuar formándose por todo Alemania antes de regresar convertido en un hombre y con una idea en la cabeza.

Esta no era otra que abrir una fábrica de instrumentos ópticos, lo que le costó Dios y ayuda. Al final lo logró en 1846, cuando comenzó a producir en pequeña escala productos que iba vendiendo de tienda en tienda. Cuando el negocio prosperó su actividad se centró en los microscopios, a los que aportó su toque personal de calidad que le valió ganarse un nombre en Europa.

A pesar de la gran competencia, Zeiss ofrecía un material tremendamente bueno e innovador hasta el punto que investigaba constantemente en busca de mejoras con las que diferenciarse de los demás. Este afán por crecer cada día y revolucionar la industria le llevó a relacionarse laboralmente con el físico Ernst Abbe.

Algunos de los miembros de la compañía no se mostraron de acuerdo con esta colaboración pues entendían que si algo iba bien no había motivos para cambiarlo. Sin embargo la obstinación de Zeiss al final tuvo sus réditos. Puso a Abbe a desarrollar los microscopios mediante el cálculo de las lentes de los objetivos y a cambio le ofreció un porcentaje de los beneficios y le dio todo lo necesario para llevar a cabo su labor.

El resultado fue inmejorable ya que la empresa pasó a convertirse en la más importante a nivel mundial del gremio, una posición que a día de hoy sigue manteniendo y que ha dado relevancia a la ciudad de Jena. Una ciudad que como recompensa conserva el nombre de ambos en el equipo de fútbol. El de Carl Zeiss como seña de identidad y el de Ernst Abbe en el estadio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que son historia que son muy interesante estas. Da gusto leer estos post, buen trabajo compañero.

Un saludo. Ya está abierta la fase de nominaciones a los Premios Tócala de Cara.
www.tocaladecara.blogspot.com

nen nen dijo...

extraordinarios microscopios, nítidos y robustos, una óptica inmejorable, y una curiosa historia relacionada con el equipo de fútbol

cheblogvalencia dijo...

Interesante curiosidad que siempre puedes comentar en un grupo de amigos como anécdota. Bueno, ante todo veo que tienes un muy buen blog que intentaré seguir. Saludos