miércoles, 6 de abril de 2011

¿Qué ha sido de... Ali Karimi?

Dos cosas me sorprendieron anoche del encuentro que midió al Inter con el Schalke 04. Una fue, como es de esperar, el resultado. Ni los aficionados más optimistas de Gelserkichen, ni las mentes más retorcidas del fútbol, hubieran imaginado un escenario como el de ayer, con el equipo de Raúl venciendo 2-5 en San Siro dejando una abrumadora muestra de pegada.

La otra llegó en el minuto 42 del segundo tiempo, en los llamados minutos de la basura. Tras un partido brillante y de gran intensidad el ex delantero madridista se retiraba del terreno de juego para dar paso a... Ali Karimi. Sí, el jugador iraní volvía a aparecer ante mis ojos después de mucho tiempo sin saber nada de él.


Esto quiere decir que os he destripado el final de la historia. Ahora bien, no creo que esta sea la parte más interesante. Si ayer os impresionó verle con la camiseta del equipo alemán tanto como a mi supongo que lo que querréis saber es dónde se ha metido desde que dejara el Bayern en el año 2007.


Los bávaros fueron los que le dieron la alternativa en Europa, una alternativa que por cierto se había ganado a pulso antes de su llegada. Formado en un equipo de segunda fila de su país natal, su talento y su habilidad con el balón en los pies le sirvieron para dar el salto al Persépolis con sólo 20 años.


Difícil resulta saber qué hubiera pasado si su talento se hubiera descubierto unos meses antes de debutar con el combinado nacional y hubiera disputado el Mundial de Francia. Lamentablemente el Team Melli no le dio la alternativa hasta el mes de octubre de aquél año. Eran momentos de gloria para Karimi, que meses después conquistaba la medalla de oro de los juegos asiáticos convirtiéndose en el líder indiscutible de su equipo.


Aquél título y sus buenas actuaciones en liga hicieron que algunos equipos llamaran a su representante. Sonó para el Atlético y se probó con el Perugia, pero al final los italianos no quisieron pagar lo que se pedía por él. Al final Karimi, muy arraigado a su tierra, no se decidió a dar el salto al Viejo Continente y firmó por el Al-Ahli en el año 2001.


En el equipo emiratí afianzó su progresión, especialmente con un año 2004 para recordar. Sus catorce goles en liga y los cinco que metió con la selección en la Copa Asia, especialmente el hat-trick ante Corea, le valieron para llamar la atención del Bayern y a la postre para ser considerado "Jugador Asiático del año".


Fichó por los muniqueses por empecinamiento de Magath, que desoyó los consejos que le decían que estaba fuera de forma. Y el caso es que arrancó muy bien la temporada hasta que una inoportuna lesión de sólo mes y medio acabó con sus aspiraciones allí y, por qué no decirlo, prácticamente con su carrera.


A su vuelta se convirtió en un inquilino habitual del banquillo y tras frustrarse su traspaso al Red Bull Salzsburg y una posible vuelta al Al-Ahli, finalmente dejó el equipo en mayo de 2007 rumbo a Qatar para jugar en el Qatar Sports Club. Allí estuvo una campaña antes de marcharse a otro equipo del país, el Al-Sailiya.


Poco duró, ni siquiera dos meses. El Persépolis convenció al futbolista para volver y pagaron su claúsula de rescisión, por lo que en septiembre había retornado a su tierra natal. Meses antes había sido vetado del equipo nacional por criticar a la Federación y un mes después tomo la decisión de retirarse del mismo. No tardo mucho en echarse atrás pues en febrero del año siguiente ya volvía al fútbol de selecciones. Era la época en la que aún era feliz en el Persépolis.


Una época que no duró demasiado pues al final, debido a la desavenencias con la directiva, acabó saliendo escaldado con destino al Steel Azin. Al equipo en el que ahora juega otro mito como Mehdi Mahdavikia llegó un poco pasado de todo pero con la magia que atesoraban sus botas como aval.


Su primer año fue bueno e incluso el Al-Ahly volvió a intentar llevárselo de nuevo. Pero en el segundo la cosa cambió. Su rendimiento bajó y acabó siendo expulsado del equipo por incumplir el mes de Ramadán a finales del año pasado.


Y en esa situación se encontraba, sin club y con 32 años, cuando de forma sorpresiva Felix Magath decidió llevárselo al Schalke a última hora del pasado mercado de invierno. Ayer se vestía la camiseta de su nuevo club por primera vez. ¿Quién dijo que el fútbol no da segundas oportunidades?.


Os ruego que me disculpeis por los problemas técnicos ajenos a mi persona que alteran el diseño de los posts y dejan más espacio entre párrafos del habitual. Intentaré solucionarlos. Aprovecho para decir que el viernes me iré de viaje y por tanto no escribiré.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la ciudad se llama Gelsenkirchen, y el estadio se llama Giuseppe Meazza cuando juega el Inter, San Ciro es cuando juega el Milan.

Nico García dijo...

No pasa nada por los párrafos, lo importante es la entrevista, un diez máquina.

Saludos desde La Escuadra de Mago
Por cierto, si puedes, métete en mi blog que tengo una gran sorpresa...^^

Anónimo dijo...

excelente jugador!