Como ya os comenté en otra sección de los viernes es común encontrar equipos sudamericanos con nombres de lo más peculiar. Sucede en gran parte de los países y también, como no, en Chile, donde uno de los equipos del campeonato responde al curioso nombre de Club Deportivo O'Higgins; bautizado así en honor a uno de los personajes más importantes de la historia del país.
Bernardo O'Higgins es considerado el Padre de la Patria y uno de los principales protagonistas de la idependencia. Hijo de un irlándés y una vasca, se pasó su infancia y adolescencia formándose por diversas partes del mundo. Desde Chile hasta Cádiz pasando por Lima y Londres, no regresó a su país natal hasta 1802, tras dos intentos fallidos anteriores.
La idea era acompañar a su padre en el lecho de muerte pero no fue capaz al abortarse el intento de volver en 1801. Así pues, cuando al fin lo consiguió, su principal preocupación era administrar todos los bienes familiares; algo que logró con una gran maestría, lo que le permitió meterse en política gracias a su prestigio entre sus paisanos.
O'Higgins llegó primero a alcalde de la ciudad de Los Ángeles (la chilena, no la estadounidense) y posteriormente alcanzó el rango de diputado en el Congreso. Ya era conocido en todo el país, el primer paso para lo que llegaría después. Desde la tribuna que le ofrecía su nuevo cargo trató de implantar la semilla independentista.
La enfermedad le distanció de su nueva vocación y le llevó de vuelta a su hacienda, aunque posteriormente regresó al primer plano para ponerse al servicio de José Miguel Carrera reuniendo un pequeño ejército de hombres de Laja con el que enfrentarse a los realistas españoles, que intentaban evitar la Independecia.
El potencial de estos últimos obligó a la Junta de Gobierno de Chile a desplazarse de Santiago a Talca. Allí nombraron a nuestro protagonista General en Jefe, mando que tomaría en 1814. La tensa situación y algunas decisiones polémicas tomadas por O'Higgins le separaron de Carrera, al que luego volvió a unirse durante el avance de los realistas.
Al final sus brillantes combates contra los españoles le sirvieron para ser proclamado Director Supremo de Chile firmando, el 2 de febrero de 1818, el acta de independencia nacional. Sin embargo los realistas no habían dicho su última palabra y durante sus seis años de mandato tuvo que seguir combatiendo contra ellos al tiempo que intentaba realizar numerosas reformas en el país.
La delicada situación económica y la Constitución de 1812 acabaron dinamitando su poder y fueron el principio del fin. Se exilió a Perú y vivió la nueva situación política de Sudamérica desde la barrera, intentando recuperar sin éxito el poder en Chile. Al final consiguió que le permitieran volver a su país, pero cuando iba a embarcarse para hacerlo, le sobrevino un problema cardiaco que finalmente le llevaría a la tumba.
viernes, 11 de marzo de 2011
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1 comentario:
ni un brillo po esos weones, Aguante la U de Chile El Romantico Viajero !!
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