¿Qué ha sido de... Mario Jardel?

Fuente: http://www.soccer-gallery.net/

Abro hoy el baúl de los recuerdos para traer a la memoria colectiva al que probablemente haya sido el mejor jugador en la historia de la liga portuguesa y uno de los goleadores más destacados del fútbol europeo en los últimos 15 años. "Super Mario" ha sido noticia hace poco más de una semana pero prefiero dejar el porqué para el final y dar un fugaz repaso a la que ha sido una brillante carrera echada a perder por una de las peores lacras de la vida en general.

Me imagino que no necesitaréis que os presente a este soberbio punta, que reinaba en el área con su casi 1'90 de estatura y marcaba goles como el que hace churros tanto en Portugal como en Europa. Tras dar sus primeros pasos en Brasil (Vasco de Gama y Gremio de Portoalegre) fue contratado por el Oporto en el año 1996. Poco podrían pensar los Dragoes que aquél tipo enjuto y con aparienca de patoso marcaría un hito en la historia del club. Jardel fue pichichi las cuatro temporadas que jugó con el equipo y anotó la friolera de 130 goles en 125 partidos, siendo bota de oro en la 98/99.

A pesar de sus estratosféricas cifras ningún grande del continente apostó por él y cansado de esperar aceptó la oferta del Galatasaray, que acaba de ganar la UEFA y que pagó 16 millones de dólares. Allí sus cifras anotadoras no se resintieron (36 goles en 44 partidos) pero Jardel tenía saudade y una vez seducido por el dinero, desandó lo andado y se enroló en las filas del Sporting de Lisboa, donde en su primera temporada anotó 42 goles en 30 partidos que le sirvieron, como no podía ser de otra forma, para coronarse como "Bota de oro" por segunda vez. Su siguiente temporada, marcada por las lesiones fue menos brillante. A partir de ahí donde empezó su decadencia.

Jardel fichó por el Ancona, y posteriormente se marchó al Bolton, al Newell's Old boys y al Alavés. En algún momento de ese periplo o quizás a su paso por el Goiás, el Beira Mar o el Anorthosis entró en contacto con la cocaína, un borrón en su pasado que nunca ocultó y del que se arrepintió en numerosas ocasiones. Sus problemas familiares y las malas compañías hicieron que se fuera creando en él una adicción que marcaría el triste devenir de su carrera.

Tras pasar por los Newcastle Jets australianos volvió a su país natal para cuidar de su madre enferma y fichó por el Criciúma de la segunda divisón brasileña. Sus actuaciones no obraron el milagro y el equipo descendió de categoría.

En ese panorama llegamos a la semana pasada, cuando Jardel volvía a salir en los periódicos. El delantero brasileño marcaba en el partido de debút con su nuevo equipo, el Ferroviario, también de segunda división. Con 35 años es difícil que podamos volverle a ver a su mejor nivel. Eso sí, al menos espero que en el balón encuentre el antídoto para esa mierda que ha acabado con la vida deportiva de tantos futbolistas brillantes.

Os dejo un vídeo del gran Jardel
http://www.youtube.com/watch?v=qQASM-1oGJQ