Un sistema con sus virtudes y sus defectos pero que al ser invariable impide el crecimiento y el aprovechamiento de una coyuntura que ahora es favorable después de que Holanda disputara la final del pasado Mundial. Se puede decir que todo sigue igual que hace quince años con pequeños cambios estructurales de un tiempo corto a esta parte.
Ajax y PSV siguen a lo suyo, es innegable. Ahora le toca a los de Amsterdam disfrutar de las mieles del éxito pero nadie duda de que los Eindhoven volverán tarde o temprano. La diferencia con temporadas anteriores es que ahora ya no juegan solos y todo se ha apretado por arriba con la irrupción de un tiempo a esta parte del Twente y el AZ, hasta hace poco más de una semana los dos últimos campeones.
Los del Alkmaar parecen haberse desinflado ligeramente pero en el caso del equipo de Enschede, si el proyecto no se toca mucho hay equipo para años. Lejos de afrontar el expolio que sufre todo club revelación han sabido conservar las piezas clave y acertar con los retoques. Así, pese al cambio en el banquillo, apenas ha habido diferencias con respecto al pasado ejercicio.
Se ha peleado por alzar la Eredivisie hasta la última jornada, se han alcanzado los cuartos de final de la Europa League tras ser terceros en la fase de grupos de la Liga de Campeones (donde superaron al Werder) y se ha conquistado la Copa. Argumentos que hablan de un buen trabajo que podría haber sido excelso si delante no estuviera el Ajax de Amsterdam.
Lo del equipo capitalino debería ser objeto de estudio pues nadie esperaba que su año más caótico acabara con final feliz. La dimisión de Martin Jol ha comienzos de diciembre no presagiaba nada bueno y más cuando a esta le siguió la venta en invierno de Luis Suárez y Urby Emanuelson, con permiso de Stekelemburg las dos grandes figuras.
A cinco puntos de la cabeza se apostó por Frank De Boer, cuya experiencia como entrenador era poco más o menos que testimonial. En ese panorama desolador la suerte cambió de repente. De la nada apareció el danés Eriksen, una eterna promesa que vivía a la sombra de Suárez, y se erigió como líder ayudando a conquistar un título que se antojaba esquivo desde hacía siete temporadas.
Por detrás de los dos conjuntos que han monopolizado el protagonismo en el fútbol holandés, aparece relegado al tercer escalón del podio por segundo año consecutivo el PSV Eindhoven. En una competición tan apretada perder contra rivales de nivel medio tiene un castigo y si bien es cierto que al final estas derrotas han sido cinco, las mismas que sus predecesores, la imagen errática y los empates les han condenado a una situación que no se le presupone.
La pregunta es saber ahora si a Rutten se le ha acabado el crédito o si por el contrario le dejarán seguir al frente de la nave pues un año más como este resultaría desastroso en lo anímico y lo económico. Lo bueno es que, al menos, hay jugadores muy prometedores. Lo malo, que después del verano pueden no seguir.
A los de la Phillips y al AZ les acompañará en Europa el Ado Den Haag, vencedor de un playoff que ha vuelto a castigar este año al sorprendente quinto clasificado. Es cierto que el modelo aporta un poco más de interés al torneo pero sin duda el Heracles la campaña pasada y el Groningen esta y hace dos, habrían agradecido catar las mieles europeas para consolidar sus proyectos.
En el caso de los primeros ese empujoncito les habría ayudado, por ejemplo, a dar un paso más hacia adelante en vez de uno hacia atrás. En el de los segundos, convertirse en una posible alternativa a los grandes a dos campañas vista. Con opciones de entrar directos en la Europa League hasta la última jornada, no viajar fuera supone para uno de los clubes con más potencial un castigo excesivo.
Buena temporada también del Roda, que disputó esa repesca por segunda temporada consecutiva en gran medida gracias a los goles del veterano danés Mads Junker, que al igual que sucediera en 2010 superó los 20 goles, finalizando tercero en la lucha por el pichichi solo por detrás del también veterano punta del ADO, Bulikyn, y de la enésima promesa en ataque del futbol holandés. Esta no es otra que Bjorn Vleminckx, al que la discreta temporada del NEC le ha llevado casi al anonimato. Por ello se ha decidido a mudar de vida y a partir de este verano jugará en las filas del Brujas.
Sin duda un jugador de sus características lo habría agradecido el Feyenoord, que ha firmado uno de los fracasos más estrepitosos que se recuerdan en la historia del fútbol holandés. El décimo puesto es una humillación para un equipo que hace menos de diez años ganaba una UEFA. De aquello solo queda Jon Dahl Tomasson porque ni el espíritu ni el juego permanecen. Por perder se ha perdido hasta la dignidad. La derrota por 10-0 ante el PSV así lo atestigua.
Del resto de equipos cabe destacar el mal papel de Chapi Ferrer al frente del Vitesse y el descenso del Willem II con uno de los peores puntajes del Viejo Continente. Nadie le acompañará a la Erste Divisie pues el injusto sistema de playoffs con el que se decide el último puesto europeo se traslada también a la zona baja. VV Venlo y Excelsior salvaron los muebles y despertaron de su sueño al Zwolle y al Helmond Sport. Quizás por cosas así la liga holandesa siga sin dar el salto de calidad que todos anhelan.
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