viernes, 14 de septiembre de 2012

Otro mago con cicatriz

Desde el principio se supo que Harry Potter era un elegido. Lo demostraba una cicatriz en la cabeza, que se le encendía cada vez que sentía cerca la presencia del malvado Lord Voldemort produciéndole dolores atroces. Con forma de rayo, esa marca en combate era su cruz pero al mismo tiempo una seña de identidad. Algo parecido sucede con otro joven, este de nombre Wissam Ben Yedder y nacido en la localidad gala de Sarcelles.

Él también es joven, también tiene los restos visibles de un golpe en su frente y va camino de convertirse en alguien especial. Juega como delantero en Toulouse, tiene 22 años y tras ganarse la confianza del técnico Alain Casanova, ha respondido con creces firmando un arranque propio de un veterano que le ha dibujado en el panorama internacional.

El futbolista, que en sus dos campañas anteriores apenas sumaba doscientos cincuenta minutos en el campeonato nacional y un tanto, intrascendente en la derrota por 2-1 ante el Evian en pasado curso, ha roto el cascarón de forma inesperada tras el descanso estival ayudando a su equipo a mantenerse invicto  en las cuatro primeras jornadas.

Sus tres goles, de momento, le han servido al "Tefecé" para sumar cinco puntos de los ocho que lleva en el casillero. Ben Yedder ha marcado con la derecha, con la izquierda y con la testa (aunque no sobrepasa el 1,70) demostrando que tiene recursos suficientes para que el balón bese la red. Conviene añadir que además todos han sido en el segundo tiempo, cuando más falta hacen.

Es la forma de agradecer la paciencia del conjunto blanquivioleta; que le trajo del modesto Afortville, le esperó mientras cogía la dinámica del fútbol de primer nivel durante dos años y le renovó hasta 2015 antes de que explotara, consciente de que en ese atacante de padres tunecinos había madera de estrella. De hecho desde la pasada semana se ha convertido en una persona única dentro del país vecino, lo cual no es fácil.

Sus buenas cifras convencieron al seleccionador sub-21 Erick Mombaerts para vestirle de azul. El hecho no superaría lo meramente anecdótico si no fuera porque esa citación le permitió ser el primer futbolista francés en ser internacional sobre el césped... y sobre el parqué. Gran parte de la habilidad que destilan sus botas le viene de sus tiempos en el fútbol sala.

"Haber sido internacional en los dos deportes es enorme, un orgullo para mi. El fútbol sala me ayudó a descubrir el fútbol. Es una práctica que se centra en el estado de alerta, en los movimientos rápidos, en la técnica. Tuve la oportunidad de participar en dos partidos representando a Francia y tengo muy buenos recuerdos", afirmaba hace pocos días en la web de la Federación Francesa.


Asentado ya en el campo grande, su potencial es de lo más prometedor. Puede que sea cuestión de una buena racha pero ya ha demostrado que es capaz de sentar en el banquillo a futbolistas contrastados  a los que la pasada campaña miraba con el rabillo del ojo desde la banda. Está en forma, es su momento y quiere aprovecharlo.

2 comentarios:

Jose dijo...

Hola, en primer lugar enhorabuena por el blog y por tu currículum XD. Me gustaría intercambiar enlaces, si estás de acuerdo comenta en mi blog.

Gracias!!

Zugaitz dijo...

Hola, este jugador está haciendo un gran inicio de temporada, en 5 partidos marcando 3 goles. Creo que si sigue al mismo nivel, Didier Deschamps podría convocarle para la absoluta.

Un saludo desde mi blog de fútbol Hau da football