martes, 18 de septiembre de 2012

Los nuevos hombres del Primer Ministro

Sobre el tablero del "Monopoly" turco, edificar en el distrito de Kasimpasa es la opción más barata posible. Es un hecho ilustrativo para conocer la situación de esta zona, hermana pobre de otras más pudientes en la ciudad otomana, y ligada a la tradición naviera desde sus comienzos, cuando era una de las primeras áreas residenciales.

Eso sí, el status parece haber cambiado últimamente gracias a un golpe de suerte inesperado, un hecho azaroso que le ha permitido posicionarse en el mapa. Si bien otros distritos pueden presumir de edificios grandiosos y poder económico, solo uno, este, vio nacer entre sus muros a Recep Tayyip Erdogan, actual primer ministro del país y otrora alcalde de la capital.

Si bien la misión de un gobernante es ser igualitario con todos, es innegable que el lugar donde tiene sus raíces ha experimentado un gran crecimiento desde su ascenso en el escalafón social, gracias a la mejora de las infraestructuras. Sus vecinos pueden disfrutar ahora de una piscina, de una biblioteca, de un centro deportivo, y de un estadio remodelado y bautizado desde 2008 como... sí, Recep Tayyip Erdogan.

Un pequeño guiño hacia su labor fuera del césped que al mismo tiempo reconoce su esfuerzo dentro del mismo ya que el homenajeado vistió los colores del club local. Algo debía haber de llamativo en el juego de quien conocían como "El Imán Beckenbauer" hasta el punto que, durante su carrera, llegó a recibir una oferta del Fenerbahce que desestimó su padre.

Quizás se perdió un gran futbolista pero a posteriori se ha ganado un líder potente y carismático, independientemente de una ideología proislamista que no seduce a toda la población y que supone una de las principales preocupaciones de Europa ahora que está en el aire la posible adhesión turca a la Unión.

En esa tarea se encuentra ahora Erdogan sin perder nunca de vista a un equipo que, casualidad o no, ha ido creciendo en paralelo. Fue en 2007 cuando, ya con su ciudadano más ilustre en el mando, logró el ascenso a la máxima categoría después de 43 años. Se convirtió entonces en un club ascensor: Bajó la campaña siguiente, ascendió en la 2008-2009, aguantó dos temporadas en la máxima competición, volvió a 1.Lig y este año ha retornado de nuevo al primer escalón.

No logró pues estabilizarse pero al menos probó las mieles del éxito en alguna ocasión, cosa de la que no podía presumir en el pasado. Lo normal sería que la situación siguiera en el futuro próximo pero todo ha cambiado desde mayo, cuando la directiva renovó sus caras. Quizás por el bonito reto que supone sacar del anonimato al Kasimpasa, quizás porque tener contento al Primer Ministro no le hace mal a nadie, a la cabeza están ahora una serie de empresarios con posibles.

Es el caso, por ejemplo, de Zafer Yildirim, actual presidente y máximo responsable al mismo tiempo de Orjin Grup, una empresa de manufacturas que además es co-propietaria de uno de los centros comerciales más populares de Estambul, el Istinye Park (levantado entre 2004 y 2007). Yildirim, que fue también directivo en su día del Besiktas y de la Federación nacional, ha llegado al cargo junto con otros empresarios de sectores como la energía para potenciar a un Kasimpasa que ha dado un salto de calidad inesperado.

Con el objetivo de acceder a competiciones europeas por primera vez en su historia, los refuerzos van en consonancia y todos ellos pueden verse en la página web, que por cierto recibe al visitante con una estruendosa música en turco que infunde cuanto menos respeto. Bajo palos está ahora Isaksson, el meta sueco que aunque veterano supone toda una garantía. También muchos años a sus espaldas tiene el alemán Fabian Ernst, que firma gratis del Besiktas ya asentado en la competición. A ellos hay que añadir la cesión del angoleño del Oporto Djalma, el fichaje de los también africanos Kalu Uche (cuatro goles en el arranque del curso) y Kafoumba Coulibaly, este último titular indiscutible en el Niza; y la incorporación de tres uruguayos con ganas de reivindicarse.

Es el caso de Pablo Pintos, casi inédito en el Getafe, y de dos de las últimas perlas que se diluyeron por el camino. Tabaré Viúdez vuelve a Europa tras varias campañas en México intentando recuperar su mejor momento. Santiago "El Morro" García, por su parte, pisa por primera vez como futbolista el Viejo Continente tras dar postivo por cocaína a finales de 2011 y pasar desapercibido por Brasil. Ambos tienen muchas cuentas que saldar después de deslumbrar en el Sudamericano sub-20 de 2009 celebrado en Venezuela.

Así pues Erdogan ya tiene un equipo a la altura de su actual posición, una plantilla a la que puede apoyar orgulloso y sin ningún tipo de pudor frente al resto de gigantes de la ciudad. De momento las cosas no pueden ir mejor. Con cuatro partidos disputados marchan segundos solo por detrás del Galatasaray, que no pudo doblegarles hasta el minuto 87. Suman tres victorias seguidas, dos de ellas contundentes, y en un par de semanas se verán las caras con el Fenerbahce. Quizás ese día, por primera vez en mucho tiempo, el Primer Ministro pueda sacar pecho y decir que, en el fondo, hizo bien defendiendo los colores del Kasimpasa y no siendo un "Kaiser" en el vecino rico.

Por cuestiones laborales no habrá un un nuevo post hasta el jueves o el viernes. Disculpad las molestias.

1 comentario:

GERYON dijo...

Hola Carlos,
poseo un blog sobre estadísticas en el fútbol,
http://futbolisticametrica.blogspot.com.es/
¿te interesa intercambio de enlaces?

En tal caso te agradecería que me dejaras un comentario en mi blog; no están moderados.

Un saludo