miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cuatro velas

El pasado lunes fue, como cada 10 de septiembre, una fecha especial para este blog. "De paradinha" sopló una vela más, la cuarta. Todo un orgullo para un servidor, que no puede sino sentirse feliz de ver como este modesto proyecto sigue adelante cada día con más lectores y las mismas señas de identidad. Es decir, con el texto como leitmotiv por encima del diseño (más por incapacidad para hacerlo más vistoso del que escribe) y con el boca a boca como forma casi exclusiva de difusión.

Sentir como el esfuerzo se ve recompensado cada día es sin duda el mejor premio y al mismo tiempo la gasolina para ponerse a pensar en la siguiente historia. Porque eso es lo que hago aquí, contar historias. A veces mezcladas con opinión, otras con datos, pero historias a fin de cuentas. Entiendo que no todas tienen la misma calidad, que no todas pueden gustar al lector, que cientos de veces me equivoco. Yo tampoco tengo siempre un buen día y eso en ocasiones se refleja inevitablemente. Pero al final esto es también un cuaderno de aprendizaje que de vez en cuando releo para ver en que sigo fallando y en qué aspectos voy dando pasitos hacia adelante.

Me consuela el hecho de que no lo debo estar haciendo mal del todo teniendo en cuenta que las cifras se mantienen constantes cada curso. En este se han sumado 39.141 visitas más, lo que supone una media de más de 105 al día. Los seguidores han subido de 81 a 95 y he escrito 130 nuevos post manteniendo la media habitual. A todos los que un día asomásteis por aquí solo puedo daros las gracias. 

Asimismo tengo que confesar, no puedo a mentiros a vosotros, que algo así pasa factura y cada vez me resulta más difícil enfrentarme a ese síndrome que los periodistas llamamos "de la hoja en blanco". Es decir, sentarme delante de la pantalla, pensar un tema que pueda ser de vuestro interés y desarrollarlo de la forma más atractiva posible. Puede ser por agotamiento, porque todo se haya vuelto rutinario o porque haya perdido la ilusión que tenía cuando, animado por mi hermano una noche, me decidí a crear esto.

Al final me agarro al hecho de que el blog me ha dado probablemente más de lo que me ha quitado. Gracias a él he conocido a mucha gente, he podido participar en proyectos interesantes, he cogido la costumbre de escribir con frecuencia y he contado aquello que he querido como he querido y cuando he querido. Aún así debo admitir que, igual que otros años estaba convencido de que esto seguiría mucho tiempo, cada vez puedo afirmarlo menos categóricamente. Quizás sea una pequeña crisis pasajera sin importancia y, con el paso de los meses, vuelva a recuperar la ganas de antes. Eso solo lo sabré si, dentro de 365 días, vuelvo a escribir un post como este celebrando el primer lustro. 

1 comentario:

Ismael dijo...

Muchas felicidades, la verdad que has creado y gestionado un blog de mucha categoría.
Un saludo.