miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Qué ha sido de... Ibrahima Bakayoko?


En aquél Sevilla-Osasuna de la 03/04 se vivieron algunas de las escenas más bochornosas que se recuerdan en el pasado reciente del fútbol español. Todo comenzó con una falta y fue creciendo en intensidad hasta convertirse en un escaparate de acciones barriobajeras de todo tipo. Cabezazos, plantillazos, rodillazos, mordiscos... y un croché, el que contra todo pronóstico recibió Pablo Alfaro de manos de nuestro protagonista de hoy.

Eso y un gol al Real Madrid fue lo más destacable que hizo el marfileño a su paso por el club navarro. Había llegado el verano anterior procedente del Marsella y a las órdenes de Aguirre convivía en el vestuario junto a nombres como Webó o el uruguayo Chengue Morales, también uno de los más activos en aquél día de furia en la capital hispalense.

No fueron grandes sus aportaciones, pero tampoco se le podía pedir mucho más a un futbolista que llegó gratis y que desde entonces ha entrado y salido de todos los clubes en el mismo régimen. Lo que había que pagar por él ya lo había desembolsado primero el Everton (donde dado su bajo rendimiento fue bautizado como "Baka-Joke-o") y posteriormente el Marsella.

Los ingleses lo adquirieron por 6.750.000 del actual campeón de la Ligue 1, el Montpellier, mientras que los galos le trajeron de vuelta al país que le dio su primera oportunidad en Europa la campaña siguiente por un poco menos, seis millones justos. Antes de aquello había comenzado a despuntar en su tierra natal tras pasar por varias academias y por el Stade d'Abidjan, ese trampolín desde el que saltaron otras muchas estrellas.

Finalizado su vínculo con Osasuna, se marchó al Istres en la efímera experiencia en Primera de la entidad sureña, que tal como llegó se fue de nuevo a la categoría de plata clasificada como colista. Acomodado ya en el perfil bajo, tras el descenso hizo las maletas rumbo al Livorno. Allí disputó un curso y medio completo. En el mercado de invierno de 2007 aceptó una oferta del Messina y, tras seis meses en su nueva ciudad, volvió a quedar en libertad.

Decidido a cambiar de aires una vez más pero acostumbrado al clima mediterráneo, sus siguientes pasos solo podía darlos en Grecia. Primero se enfundó la camiseta del Larissa, luego la del PAOK de Salónica y cuando este se le quedó grande, se fue al PAS Gianina. A pesar de descender en el primer año, decidió quedarse.

Sabia decisión pues se convirtió en el máximo goleador de la categoría ayudando a su club a subir de nuevo. Este año, de vuelta a la elite, su protagonismo se ha visto drásticamente reducido. Con 35 años ha vuelto a su hábitat natural, la libertad. Como el Equipo A "si alguien tiene un problema, necesita ayuda, tiene el dinero suficiente y puede localizarle, tal vez pueda contratarle...".

1 comentario:

Tartarus dijo...

Viendo su historial de clubes , sí es difícil localizarle , aunque todo apunta a Grecia dodne deja buenas sensaciones .

Un saludo