Gbenga Samuel Okunowo. Ese era el nombre completo de aquél nigeriano al que alguno recordará de su paso por el Barcelona hace ya, como pasa el tiempo, la friolera de trece años. Por entonces era considerado un prometedor defensa capaz de ocupar diferentes posiciones a gusto y antojo del entrenador, en aquellos momentos el "cuadriculado" Louis Van Gaal.
Consideración ésta que se ganó disputando con las inferiores de las "Águilas Verdes" la ya extinta Meridian Cup del año 1997 en Lisboa. Jugaba por entonces en el Shooting Stars de Lagos y los informes de Quique Costas y Oriol Tort animaron al Barcelona a traérselo a España por unos 10 millones de las antiguas pesetas después de que pasara las pruebas de rigor.
En principio su destino era el filial pero algo debió de ver en Van Gaal que, en la temporada 98/99 decidió darle la oportunidad en el primer equipo, quizás ante la falta de efectivos fiables en una defensa en la que aparecían habitualmente hombres como Winston Bogarde. Disputó 14 partidos, ocho de ellos como titular, y como no podía ser de otra forma se convirtió en carne de cesión.
Dos en concreto mientras estaba en el equipo azulgrana. La primera fue a un puntero, el Benfica, donde apenas tuvo minutos. La segunda fue al Badajoz, un equipo con menos caché (con todo el respeto, por supuesto, para los pacenses). El hecho de que allí tampoco contara para el entrenador le hizo al Barcelona replantearse las cosas y acabó dejándole en libertad tras su vuelta de tierras extremeñas.
Fue entonces cuando probó suerte en el Ionikos griego, donde estuvo dos temporadas en las que tuvo problemas con las lesiones. De esta forma sus apariciones se convirtieron en testimoniales y tuvo que ser transferido a un nuevo destino, el Dinamo de Bucharest. Una última oportunidad de jugar en un equipo "decente" y que también desaprovechó. A partir de ese momento su carrera siguió una preocupante caída libre.
Se marchó al FK Tirana albanés y con posterioridad al BKS Stal Bielsko-Biala polaco, que lo cedió al Stal Alchevsk ucraniano. Esto era en 2007. Descartado para el fútbol ucraniano, comenzó entonces una serie de catastróficas pruebas. La pionera fue con el Bryne FK noruega y a ella le siguieron otras en el Norwich Victoria de la quinta inglesa y en el Villanova del Camí de segunda regional.
Finalmente, cuando todo hacía indicar que su carrera se acabaría, llegó para sacarle de esa oscura espiral el Aboomoslem iraní, paso previo a su viaje a Maldivas para enrolarse en el VB Sports Club de Maldivas, con el que ganaría la liga local. Concluida aquella exótica experiencia retornó a Europa aceptando una oferta del Waltham Forest, un club de un pueblo cercano a Londres que por entonces estaba en la octava división inglesa. Después de aquello lo único que se le conoce es una prueba más, sin éxito, con los polacos del Odra Wodzislaw en febrero de 2010.
Aprovecho para deciros que desde el viernes me tomaré una semana de vacaciones por lo que no se publicará blog hasta el lunes 15 de agosto. Espero que paséis un feliz verano.
miércoles, 3 de agosto de 2011
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2 comentarios:
otro de esos fichajes que no se entendian en aquellos años.tambien recuerdo a Christanval. Okunowo debio dar grandes recompensas a sus intermediarios.
saludos crack
Hay mucha mafia por el medio, es la única explicación.
Saludos desde "Qué bello es el fútbol"
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