miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Qué ha sido de... los hermanos Vidmar?

En primer lugar me gustaría pedir disculpas porque prometí un post para el pasado lunes y olvidé que era día festivo, un pequeño fallo técnico que espero me perdonéis. Un día festivo que, por cierto, no me hubiera importado pasar en Australia, la tierra de los dos hermanos que son protagonistas en el día de hoy.

Tony y Aurelio, más conocido en nuestro país el segundo, vinieron ambos al mundo en la ciudad de Adelaida procedentes de una familia de origen esloveno. Lo hizo tres años antes Aurelio que, por descontado, también debutó antes como profesional que su hermano. Fue en el año 1985, cuando el Adelaide City le reclutó para sus filas. Fue el primer paso para la llegada del benjamín de la familia cuatro años después.

De esta forma ambos coincidieron durante dos temporadas en el mismo club, algo que no volvería a repetirse. Al final Aurelio decidió aceptar una oferta del Kortrijk belga mientras que Tony aguantó en el equipo local hasta el año 95 con una breve y poco fructífera cesión al Germinal Ekeren entre medias.

Así pues parecía que la carrera del mayor iba mejor encaminada pero poco a poco la cosa fue cambiando. Aurelio aguantó algunas campañas más en Bélgica, primero en el Zulte Waregem y luego en el por entonces decadente Standard de Lieja, con buenas actuaciones en ambas plazas, todo hay que decirlo. De hecho le valieron para fichar por el Feyeenord, su primer grande, en el año 95.

Casualidades de la vida esa fue la misma campaña en la que el pequeño volvió a Europa... jugando también en Holanda. De esta forma se produjo un duelo fratricida en la familia Vidmar, uno defendiendo los colores del NAC Breda y otro los dos equipo de Rotterdam. Una confrontación breve pues un año después Aurelio ya había dejado la Eredivisie y se había marchado al Sion suizo, paso previo a su fichaje por el Tenerife.

Tony por contra aguantó una temporada más esperando una buena oportunidad, que le llegó cuando se fijó el Glasgow Rangers en él. Mientras su hermano mayor daba palos de ciego en las Canarias, él se convirtió en un ídolo para los protestantes, cuya camiseta vistió en más de 150 ocasiones.

Cuando al final Tony abandonó el club escocés en el año 2002, la carrera de Aurelio iba ya tocando a su fin. Tras su testimonial paso por los chicharreros empezó a pensar en lo interesante del dinero y aceptó una oferta del Sanfrecce Hiroshina japonés, paso previo a retornar a su localidad natal. Volvió al Adelaide City en el 99 y lo hizo para terminar allí su carrera cinco años después, engrandeciendo su leyenda como goleador en el país.

Mientras el pequeño de los Vidmar seguía acumulando experiencias en Europa. Al Rangers le siguió su fichaje por el Middlesbrough y acto seguido, ante la falta de oportunidades, por el Cardiff. Con los galeses volvió a recuperar un nivel interesante que le permitió repetir en el NAC Breda ya con 35 años. Fue su campaña de despedida del Viejo Continente. Su tourneé había terminado y le tocaba retornar a casa, aceptar una propuesta del Central Coast Mariners y pegar allí sus últimas patadas al balón.

Queda pues demostrado que la trayectoria de Tony como jugador fue mejor que la de Aurelio. Claro, que en los banquillos la cosa ha sido diferente. Mientras el ex del Glasgow solo tiene en su curriculum hasta el momento el haber estado echando una mano en las categorías inferiores del Adelaide y el estar al frente de una prestigiosa academia del futbolistas nacional, el mayor de los Vidmar si tiene motivos para presumir.

En concreto se convirtió en el primer entrenador que guió a un equipo australiano a la final de la Champions asiática, en concreto a su amado Adelaide. Posteriormente a eso, y después de dejar la entidad por una racha de malos resultados, se puso al frente de la selección nacional sub-23 tras ser asistente de los mayores con Verbeek.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen post, un saludo de tus lectores del hemisferio sur en Sydney, en la tierra de los Vidmar.

Antonio.