Para todos aquellos que entráis en el blog y no estáis familiarizados con el argot periodístico os diré que la "percha" es esa situación de actualidad que se aprovecha para sacar a colación un tema relacionado con ella. Por ejemplo, la reciente eliminatoria de Champions entre Villarreal y Odense ha puesto en el candelero a los daneses y esto me facilita contar la vida de Lars Elstrup, uno de los futbolistas campeones de la Eurocopa del año 92.
Una vida, por cierto, de la que empecé a tener constancia gracias a un libro maravilloso titulado "El gran circo del fútbol" escrito por Juan Tejero y del que creo que ya os he hablado. Elstrup fue en aquél torneo de Suecia, que ganó sorprendentemente su selección, el suplente habitual de Brian Laudrup.
No obstante aquello no fue óbice para que se convirtiera en una figura protagonista. Su postrero gol contra Francia en la fase de grupos fue decisivo para que su país estuviera en semifinales, donde marcó su penalti en la tanda contra Holanda. Aquella fue su última gran alegría en el fútbol ya que una temporada después se retiraría en el propio Odense con tan solo 30 años.
Antes ya había cuajado una interesante trayectoria en su Dinamarca natal, donde dio el salto al profesionalismo de la mano del Randers Freja, parada previa a su militancia en el destacado Brondby, que por entonces era el vigente campeón de liga. No tardo mucho en llamar la atención del extranjero, en concreto media campaña.
El encargado de sacarle un billete con destino foráneo fue el Feyenoord. En Rotterdam jugó dos años con asiduidad pero sin acierto de cara al gol, lo que motivó su regreso a la liga danesa rumbo al Odense. Fue solo un ejercicio en el que se convirtió en pieza clave en la conquista del campeonato.
Hasta tal punto que en seguida volvió a recibir cantos de sirena de otras tierras. Esta vez llegaban de Inglaterra, en concreto del Luton Town, que desembolsó por él una cifra record en la entidad. Mala inversión pues el de Elstrup se convirtió en un viaje de ida y vuelta a Odense perdiendo los británicos dinero por el camino.
Al final, con tan solo 30 años, decidió colgar las botas en el año 1993. Como suele suceder en la mayoría de los casos, las retiradas prematuras suelen deberse a algún motivo. Para algunos es una lesión, para otros la pérdida de la pasión y en el caso que nos ocupa algo parecido a una crisis de identidad.
Cansado del circo que rodea al balompié, el ex internacional se introdujo en la secta anarco-budista "Ganso Salvaje" y cambió su nombre por el de "Darando" ("Río que fluye" o "Río que va a parar al mar", según diferentes interpretaciones). Sus seis años en la institución supusieron un gran lastre para su imagen, más cuando en el año 1999 fue detenido por exhibicionismo. Algo con lo que por cierto parecía disfrutar argumentando que le gustaba que le reconocieran como Elstrup cuando lo llevaba a cabo.
Tras el incidente decidió dejar aquella vida y recuperar su nombre al tiempo que fundaba "Corazón del sol", una fraternidad de terapeutas espirituales. Incluso intentó regresar al fútbol con 39 primaveras. La idea duró poco más de diez días, los que tardaron en decirle que su forma física no era la adecuada.
Volvió entonces por los oscuros caminos de antaño y de nuevo fue detenido, esta vez por exhibir su pene a cambio de limosnas en una calle de Copenhague. Posteriormente le acometieron pensamientos suicidas que por fortuna no pasaron a mayores y se dedicó a impartir seminarios de temática new age mientras residía en Vissenbjerg. Lo último que se sabe de él es que ahora reside a caballo entre su apartamento invernal en Hellerup y la casa barco de Nyhavn a la que se traslada en verano.
miércoles, 24 de agosto de 2011
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