Sucede en muchas ocasiones con los entrenadores que una vez que alcanzan su techo futbolístico acaban desapareciendo poco a poco en el anonimato y apenas nadie se acuerda de ellos hasta que alguien decide sacarlos del baúl de los recuerdos. Hoy me he propuesto hacer esto con Ljupko Petrovic. Quizás muchos lectores, por edad, no le conoceréis pero él era el que se sentaba en el banquillo cuando el Estrella Roja ganó su única Copa de Europa hace ya casi 20 años imponiéndose al Marsella.
Como futbolista poco se puede decir de él. Tras desarrollar toda su carrera deportiva en el Osijek buscó la forma de conseguir un retiro dorado en los Estados Unidos y cambió el césped por el parqué para jugar en la liga de fútbol sala del país mientras pensaba como orientar su carrera. Petrovic tenía en mente entrenar y su primera oportunidad le llegó como entrenador de las categorías inferiores de su club de toda la vida.
Allí aprendió la estrcutura del club y el funcionamiento de los jóvenes, conocimientos a los que añadiría los de conocer desde dentro una gran liga cuando ocupó el puesto de asistente en el Espanyol. Ya formad de nuevo el Osijek le dio su primera experiencia como entrenador profesional permitiéndole coger las riendas del club durante tres años.
Tras esto, y con un breve paso por el Spartak Subotica, dio sin quererlo el primer paso hacia la Copa de Europa de 1991. Junto a Mirko Jozic en labaores de asistente conquistaron el Mundial juvenil de Chile en un proyecto que posteriormente le abriría las puertas de la sub-21. Petrovic asistió pues al proceso de formación de algunos jugadores que en el año noventa se pondrían a sus órdenes en el club de Belgrado, al que llegó tras dos años en la Vojvodina.
Con el Estrella Roja demostró ser un gran estratega. Supo hacer jugar bien a su equipo hasta llegar a la final y planteó esta desde un punto de vista defensivo que sorprendió al Marsella y a la postre fue decisivo. Tras levantar el máximo entorchado europeo su carrera fue incomprensiblemente cuesta abajo.
Ese verano fichó por el Peñarol de Montevideo y posteriormente se marchó a probar suerte a Grecia, primero al PAOK y luego al Olympiakos. Entonces se le abrieron de nuevo las puertas del Estrella Roja pero cogió un equipo en decadencia en el que apenas duró dos años para seguir en camino inverso de anatño y fichar de nuevo por la Vojvodina previo paso por el Grazer austríaco.
Fue ahí entonces cuando pensó en el lucrativo negocio de irse a manejar equipos a Asia y cogió las maletas para alejarse de Europa. Primero fichó por el Al-Ahli dubaití y posteriormente por los equipos chinos del Shangau Senhua y el Beijing Gouan. Cuando terminó su contrato con estos últimos, ya con 55 años, pensó que lo mejor era volver a Europa del Este, de donde no se ha movido hasta la fecha.
Primero experimentó su primera etapa en el Litex Lovech, que dejó para fichar de nuevo por el Estrella Roja y al que volvió tras su paso por el club de Belgrado. Tras su segunda escaramuza en el conjunto búlgaro se marchó a Croacia, a las filas del Croatia Sesvete, y posteriormente, como no podía ser de otra forma, a la Vojvodina. Este año fichó por el Lokomotiva de Zagreb, al que de momento mantiene en puestos de descenso.
Por motivos personales el blog permanecerá inactivo hasta el próximo lunes.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
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