miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿Qué ha sido de... Martín Cardetti y Walter Silvani?

Como algunos lectores habituales del blog sabréis, entre los equipos por los que siento predilección se encuentra el Salamanca, algo que viene de familia pues allí radican mis orígenes. Ahora que el equipo va bien (como todos los años a estas alturas) no he podido evitar recordar esas temporadas en las que la Unión disfrutaba de las mieles de la Primera División, contando en sus filas entre otros con los dos jugadores que hoy protagonizan el post.

Ambos coincidieron una sóla temporada, la 98-99, la única que el transhumante Cardetti disputó en la ciudad castellanoleonesa. Conocido como "El Chapulín" (o saltamontes), este menudo futbolista vivió su primera temporada en España cedido por el River Plate, a donde volvió tras pasar sin pena ni gloria con una modesta aprotación de cinco goles en veinticuatro partidos.

De hecho fue en el equipo bonaerense fue uno de los pocos sitios donde aguantó más de una temporada. Concretamente tres desde su regreso. Fueron sin duda sus mejores años hasta el punto que llegó a ser pichichi del Apertura 2001 con 16 tantos y a compartir delantera con Saviola, méritos que le valieron para volver a Europa.

Su destino fue el Paris Saint Germain, donde volvió a coincidir con Pauleta, alma mater de aquél Salamanca triunfal. En la capital gala disputó una temporada antes de poner rumbo de nuevo a España oara jugar con el Valladolid. En el conjunto pucelano fue carne de banquillo en una temporada que acabó en descenso.

Tras su segunda aventura fallida en el Viejo Continente regresó a su país para jugar en el Racing y de nuevo hizo las maletas, esta vez rumbo a México para unirse a los Pumas. Tampoco allí cuajó y tuvo que volver de nuevo a su Argentina natal unos meses después y enrolarse en el Gimnasia de la Plata, otra vez sin éxito.

Hombre de fe intentó una vez más triunfar en el extranjero, esta vez la buena, fichando por el Deportivo Cali. Poco duró allí ya que ese mismo año retornó a casa para jugar con el Colón y posteriormente con Quilmes, paso previo a colgar las botas tras jugar en once equipos durante sus quince años de carrera.

No le fue mejor a Silvani, al que no sólo se recuerda en Salamanca sino también en su época en el Extramadura, cuando el equipo de Almendralejo llegó a Primera División de forma sorpresiva. Su trayectoria y la de Cardetti guardan ciertos paralelismos. De hecho el Cuqui también jugó en River Plate, justo antes de la llegada del que luego sería su compañero en el Salamanca, y fue cedido, concretamente al Argentinos Juniors.

Tras su paso por el club millonario se marchó a jugar al Universidad de Chile y de ahí a sus dos equipos en España. Con el descenso de la Unión tuvo que buscar nuevos horizontes y puso rumbo a México para prestar sus servicios al Pachuca. Sus goles, uno de ellos desde el medio del campo que desniveló el partido que decidía el título, le valieron para convertirse en uno de los primeros afortunados con un contrato en las emergentes ligas árabes.

Firmó por el Al Sawed de Emiratos Árabes por donde pasó de puntillas antes de regresar a Argentina y militar una temporada en Newells y otra más en Estudiantes, paso previo a su fichaje por el Liverpool (el de Uruguay, no alamarse) y a su ulterior retirada.

No habría motivo para hablar de los dos a la vez en un mismo artículo si no fuera porque tras dejar el fútbol en activo sus vidas volvieron a unirse junto a la de otro futbolista que ya pasó por aquí, el "Mono" Montoya. Con el dinero que amasaron a lo largo de sus carreras los tres decidieron permitirse el capricho de hacerse cargo de un equipo y fundaron la primera sociedad anónima deportiva de Uruguay en el Boston River, de segunda división, donde nuestros dos protagonistas de hoy entrenan a las categorías inferiores.

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