lunes, 3 de mayo de 2010

El premio a las virtudes


Era 1970 cuando venía al mundo Sander Boschker en la localidad de Lichtenvoorde, a cincuenta y cinco kilómetros de Enschede. Sólo cinco años antes se había fundado el equipo de la ciudad, el Twente, fruto de la fusión entre el Endchedese Boys y el Sportclub Enschedese.

Cuando Boschker empezaba a bajar al parque tomar su primer contacto con el balón, el equipo de la localidad vecina, que cuenta en la actualidad con poco más de 180.000 habitantes, finalizaba segundo en la liga (siendo además finalista de Copa) y sólo un año después era finalista de Copa de la UEFA ante el Borussia Moenchengladbach.

A sus siete años, cuando quizás ya jugara en el equipo de su barrio o hubiera sido encasillado ya como portero en el patio del colegio por esos niños crueles que tienden a poner al menos habilidoso bajo los palos, en Enschede celebraban su primer título, la copa holandesa. Sólo dos después ese hito se quedó cerca de repetirse.

Eran los años gloriosos de un conjunto que subía como la espuma y que se convertía en alternativa al monopolio de los grandes. El equipo entonces se estancó pero el bueno de Sander siguió creciendo y mostrándose cada vez más habilidosos con los guantes hasta el punto que, en el año de 1989, los destinos de los dos protagonistas del principio de este post se cruzaban para no separarse (salvo un año de crisis de pareja).

Como buen matrimonio ambos han convivido en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas. Veintiún años que sólo se rompieron cuando, en 2003, Boschker empezó a salir con otra llamada Ajax. La relación duró poco y, despechado y arrepentido, volvió al hogar para quedarse.

Hoy, a sus 40 años es uno de los principales protagonistas del éxito más grande en la historia del club, la conquista de la esquiva Eredivisie. Su paciencia ha sido recompensada tras media vida dedicada al club como también han sido premiadas las virtudes de otros de sus compañeros de fatigas.

Es el caso del danés Kenneth Pérez, que hoy al fin puede decir que su perseverancia ha tenido sus frutos. Tras pasar por varios equipos como gregario de lujo, repartiendo asistencias para que los demás se llevaran la gloria, al fin es protagonista y al fin levanta su primera ensaladera de campeón holandés.

El triunfo es también un premio al riesgo de Steve McLaren. Mañana será 4 de mayo y se cumplirán cuatro años exactos desde que se hiciera con las riendas de la selección inglesa tras su paso por el Middlesbrough. Aquella experiencia nefasta para ambas partes, acabó sepultándole. Ofertas no le faltaron pero decidió salir de su país y probar suerte en el Twente, lo que sorprendió a propios y extraños. Hoy ha llevado al equipo al campeonato de liga tras avisar de su potencial la pasada campaña. Además se ha reinvindicado y ha callado las bocas de aquellos que afirmaban que en el Middlesborugh triunfó porque el vestuario lo manejaban los jugadores más veteranos.

Lo logrado es también un galardón a la gratitud, la de Blaise Nkufo, figura durante los últimos años y uno de los principales artífices del progreso. Tras rechazar ofertas importantes al fin puede irse tranquilo con la sensación del trabajo bien hecho rumbo al Seattle Sounders, donde jugará la temporada que viene.

Agraciadas han sido también las virtudes de Stoch y Bryan Ruiz. La técnica y la ambición del primero llevan camino de convertirle en un grande. El menudo eslovaco ha demostrado que a veces es necesario dar un paso atrñas para ir dos hacia alante. Tras salir como cedido del Chelsea ya ha demostrado que está preparado para triunfar en la Premier.

En el caso del segundo... qué decir de él. Sus virtudes son tantas que necesitaría varios párrafos para desrbirlas. Ruiz ha sido sin duda la estrella indiscutible del equipo y la gran revelación de la liga. Su habilidad con el balón en los pies, su altura, su remate de cabeza, su juego de espaldas a la potería y hasta su parecido físico son cualidades que recuerdan a las de un tal Ibrahimovic, futbolista que años antes ya dejó su sello en Holanda jugando para el Ajax. El costarricense ha declarado abiertamente que quiere jugar en España y Sevilla podría ser su destino. Si finalmente esto no sucede es seguro que estará tentado hasta la extenuación.

Todos ellos, unidos al resto de la plantilla, han sucedido en el trono al AZ Alkmaar logrando algo casi histórico en el campeonato doméstico como es dejar, por segundo año consecutivo, a uno de los tres grandes sin el título, algo que no sucedía desde el año 1959. Nuevos aires soplan en Holanda.

Aprovecho para dar mi agradecimiento a todos aquellos que votaron por mí en el Premio Futbólogos al Mejor Blog de Investigación, algo muy prestigioso a juzgar por en nivel del resto del bitácoras que han competido en ellos. Os animo a que visitéis esta nueva iniciativa, llamada a convertirse en una referencia en la blogosfera.

5 comentarios:

Tomàs Martínez Pés dijo...

La temporada del Twente ha sido buenísima. Han conseguido muchos puntos y han sido un conjunto muy sólido, formado por varios jugadores, aunque los más destacados sean Stoch y Ruiz.

Saludos desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/

Anónimo dijo...

buen post, por cierto, vas a repetir los dos posts que hiciste el año pasado sobre los 10 grandes aciertos y fracasos de la temporada?, fueron interesantisimos y guardo un buen recuerdo de ellos.

Anónimo dijo...

Cumpleaños feliz. Puede que no sea el camino más indicado pero para eso soy tu padre. ¡SORPRESA!

Un beso muy fuerte.

Roger Sánchez dijo...

Gran post! Soy otro gran admirador del Twente y de los cuatro fantàsticos que citas en la entrada (Perez, N'Kufo, Stoch y Ruiz). Aunque sea culé, quiero ver a Ruiz en el Sevilla, o el Villarreal, o el Valencia, creo que en ese tipo de equipos puede pasar de revelación en la Eredivisie a revelación en la liga española.

Unknown dijo...

¿Sabes? La canción del Mundial no la canta Bisbal, la cantan 11 como tú...
http://bit.ly/blUR9r