Análisis de la última puesta a punto

A pesar de que a simple vista poco ha clarificado esta jornada de selecciones las cosas ya que casi todas han solucionado la papeleta el hecho de que los combinados punteros hayan disputado sus últimos amistosos antes de concetrarse para el Mundial invita a la reflexión ya que de todo lo acontecido durante esta semana se pueden sacar numerosas conclusiones.

En primer lugar no hay duda de que, a día de hoy, España, Brasil, Inglaterra y en menor medida Holanda se encuentran en una posición de privilegio para afrontar la cita. Salvo los "pros", todos tienen un equipo hecho que sabe a lo que juega y en el que todo funciona como un reloj. Da igual que el equipo juegue mal como Brasil contra Irlanda porque una genialidad como la que se fabricaron los jugadores en el segundo gol puede asomar en cualquier momento.

En el caso de los hombres de Capello, es cierto que aún hay algunas dudas sobre quienes viajarán a Sudáfrica y que faltan por encajar algunas piezas pero lo que está claro es que la selección derrocha carácter. Con Terry despojado del brazalete en beneficio de Gerrard apenas se han apreciado diferencias y al final, con critero, se solucionó un partido contra Egipto que se había puesto cuesta abajo.

Un escalón por debajo aparecen Italia y Alemania. Los primeros no terminan de convencer y Lippi da la sensación de dar palos de ciego para elaborar la lista. Cada amistoso ha sido un rosario de pruebas con los azzurri jugando a nada y dando un pobre espectáculo. El caso es que el equipo concede poco atrás pero se muestra pobre arriba, algo que a priori es insuficiente para afrontar el Mundial.

Alemania, por su parte, no ha dejado una buena sensación en su último test. Bien es cierto que decir esto ante un rival como Argentina no es de justicia pero también es verdad que esta es la peor albiceleste de los últimos años y que los teutones apenas dieron sensación de peligro, viéndose superados en todo momento.

Mientras los argentinos cogen aire y se quitan presión, algo que no pueden decir franceses y portugueses. Mucho, muchísimo, van a tener que trabajar Domenech y Queiroz si no quieren una debacle absoluta. Ni unos ni otros invitan al optimismo empeorando su imagen a cada partido que pasa. Francia vive de los ramalazos esporádicos de alguna de sus estrellas y en Portugal Ronaldo rema sólo contra el mundo. Más orden táctico, más ambición y más confianza se echan en falta al norte y al oeste de la Península.

Por lo demás buena imagen de dos selecciones emergentes como Serbia y Uruguay, que respondieron con solvencia a domicilio ante las mundialistas Argelia y Suiza, y derrotas preocupantes de Dinamarca ante Austria, de Eslovaquia ante Noruega y de Costa de Marfil ante Corea del Sur toda vez que los africanos parecen ir en franca decadencia a pesar de que algunos les daban con opciones en el grupo de la muerte.