¿Qué ha sido de... Carlos Eduardo Ferrari "Cacá?

Varios años le ha costado al Real Madrid traer a sus filas al brasileño Kaká, jugador insignia del Milán y Balón de Oro hace dos temporadas. Al final tanto esfuerzo ha merecido la pena y uno de los mejores jugadores del planeta se une a una competición en la que brillará junto a Messi, Ibrahimovic o Cristiano Ronaldo.

Sin embargo lo que quiero recordar hoy es la primera vez en la que el nombre del 8 del Madrid sonó para el conjunto blanco. El brasileño comenzaba a destacar en las filas del Sao Paulo y sus jugadas llamaron la atención de los ojeadores de todo el planeta, que ya veían en el a un futuro crack. Por aquél entonces ya salía en la prensa el interés madridista por ficharle, un interés que coincidió en el tiempo con la entrada en el accionariado de la Unión Deportiva Salamanca de Ronaldo Nazario de Lima.

Cualquiera que no conozca lo que pasó después pensará que ambos hechos no guardan relación alguna. Falso. En plena vorágine del mercado de fichajes el Salamanca anunciaba su intención de fichar a Cacá. Alguien interpretó mal las aspiraciones del conjunto charro y con una dosis de inocencia (quiero creerlo así) comenzó a ligar a Ricardo Izecson dos Santos Leite con el equipo de segunda división apostillando que la negociación la facilitaría la buena relación con Ronaldo y que todo era parte de un proceso para llevar al futbolista al Real Madrid.

Al final el jugador viajó a Milán y a la Unión llegó nuestro protagonista de hoy, Cacá (con dos "ces"). Carlos Eduardo Ferrari, como así se llamaba, aterrizó en nuestro país tras un breve paso por el Rangers y el Birmingham, donde estuvo cedido por el Mirassol de su país. El mismo equipo le prestaría al conjunto charro y posteriormente le traspasaría al Albacete, donde aún le recuerdan como una de las peores contrataciones del club.

Tras una cesión al Académica portugués Cacá regresó a nuestro país para formar parte de la plantilla de Las Palmas y del Alicante. Su paso por la ciudad valenciana no marcó a nadie y de nuevo cogió las maletas para viajar, esta vez a Salónica a jugar con el Aris.

De nuevo fracasó y probó suerte en dos destinos exóticos: El Cerro Porteño paraguayo y el Esperance tunecino para regresar una vez más a España y jugar en el Universidad de Las Palmas, donde anotó 9 goles en 17 partidos. En el pasado mercado de invierno el delantero volvió a cambiar de aires y se enroló en el South China de la hipercompetitiva liga de Hong Kong. Su periplo allí duró poco y decidió que después de tanto viaje lo mejor era descansar. Mostró su deseo de regresar a Brasil para estar con su mujer embarazada y en esa situación, de momento, se pierde su pista. A buen seguro, al tener sólo 30 años, volveremos a saber de él.