viernes, 10 de abril de 2015

Fútbol de escuela


Existe entre los deportistas la sensación de que los Juegos Olímpicos se han convertido en una especie de guerra moderna, un escaparate para exhibir músculo internacional cada cuatro años. Ese concepto belicista del deporte conlleva consigo estrategias propias del género como la ocultación de las armas hasta el momento del ataque.

Es por eso que, por muy preparados que estén, todos dejan al azar un elemento que se escapa de sus manos y no pueden controlar. Un concepto azaroso e indescifrable que bien se podría bautizar como el 'factor chino'. Así las cosas la idea es clara, entrenar al máximo de las posibilidades y confiar en que no salga de la nada un nativo del país asiático al que nadie conoce; un rival con el que no han competido antes dotado de un potencial de medallista.

El hermético sistema chino de formación de campeones ha generado en torno a sí una leyenda en la que parece haber mucho de cierto. Atletas, nadadores, gimnastas... la conquista de preseas es exponencial. Sin embargo, y pese a todo, en el país aún no han conseguido hacerse un hueco en el panorama futbolístico.

Marginados del deporte rey, han decidido tirar por la tangente y realizar una apuesta firme que les permita competir de tu a tu con las grandes potencias. Donde no hay talento, o al menos a priori no se contempla, esperan que llegue el trabajo y las horas de trabajo. Por eso el fútbol será una asignatura obligatoria en las escuelas.

La nueva ley, incluida en un plan integral de reforma balompédica, no solo aspira a la creación de 20.000 escuelas sino a la formación en los aspectos paralelos a la mera práctica. De esta manera se entregarán libros de texto centrados en la táctica y la estrategia, elementos en los que muchos aprecian carencias cuando se habla de Asia.

¿Podrá esto solucionar el problema? El experimento genera dudas, más en un deporte donde las virtudes innatas juegan una parte muy importante para el desarrollo y el resultado depende de cientos de factores, alguno de ellos impredecible como el arbitraje o las posibles lesiones. En cualquier caso resulta interesante el esfuerzo en la medida en que puede ser útil para el desarrollo en la zona.

Además se abre un mercado en el que muchos han intentado entrar sin éxito. Conquistar una parte del mapa en la que varias prácticas son mucho más populares no ha sido tarea sencilla. En la medida en que todos deberán pasar ahora por el aro, las perspectivas en el apartado económico se antojan interesantes. Suceda lo que suceda, los grandes males para los chinos parecen requerir grandes remedios.

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