jueves, 9 de octubre de 2014

¿Qué ha sido de... Algunos hombres de Wenger (II): Sebastian Svärd?


Desde que escribiera el primer post de esta serie hace tan solo siete días, muchas cosas han pasado en el Arsenal y ninguna buena. A la derrota contra el Chelsea, trifulca incluida entre Wenger y Mourinho, le ha seguido en el día de hoy el anuncio de la lesión del alemán Mesüt Özil. Por lo general la historia nos indica que el club nunca ha tenido suerte con los problemas físicos de sus jugadores. Tampoco la tuvo, a nivel individual, nuestro protagonista hoy.

Svärd, nacido en la ciudad danesa de Hvidovre como resultado de la unión entre un ghanés y una sueca, pasó varias campañas como 'Gunner' pero en total disputó menos de diez partidos oficiales con el primer plantel. En esas cifras, difícilmente predecibles cuando se le trajo de la cantera del Copenhague como una promesa sólida que despuntaba en todas las inferiores de su país, poco tuvieron que ver las dolencias musculares ni los huesos fragmentados. Sin embargo, a la larga, sus sueños acabarían diluyéndose ligeramente en la enfermería.

Eso, en cambio, sucedería con el tiempo. Hubo un antes cuyos primeros pasos ya he mencionado y a los que siguió una nueva estancia en la capital de Dinamarca, esta vez como cedido. El préstamo no fue aislado ya que a ese le fueron siguiendo en el tiempo otros sucesivos ante la falta de oportunidades en Londres.

Así, vistió camisetas como la del Stoke -con el que llegó a marcarle un gol en la Premier al Sunderland-, la del Brondby o la del Vitória de Guimaraes. Sin embargo, pese a sumar visibilidad y minutos de juego, no consiguió conquistar el corazón de Wenger y acabó marchándose de manera definitiva, firmando a continuación por el Borussia de Mönchengladbach.

No le fueron mejor las cosas en aquella entidad. De hecho, esta acabó mandándole un tiempo al Hansa Rostock antes de rescindir su contrato y dejarle libre. Sin equipo pero con ganas aún de buscar nuevos retos, llegó en su ayuda el Roda holandés. Aquella etapa no acabó bien ya que le sobrevino un virus cuyas características exactas resulta difícil encontrar en la red.

Fuere cual fuere la enfermedad concreta, lo cierto es que le obligó a apartarse varios meses de los terrenos de juego. Recuperado, aceptó una oferta del Silkeborg y posteriormente otra del Syrianska. No resultaron provechosas al igual que sucedió durante su periplo por el Wycombe Wanderers. Harto del fútbol europeo, ahora disfruta de la relajada liga tailandesa defendiendo los intereses del Songkhla United.

1 comentario:

Martín Olivé dijo...

Gran nota, de este la verdad que no se acuerda nadie que haya pasado por Arsenal.