La semana pasada hablaba en esta sección de Uwe Rösler, un mito del noventero PC Fútbol. No es el único jugador al que el videojuego en cuestión tenía en muy alta estima. Hay varios nombres más, entre ellos el de Marcos André Batista dos Santos, más conocido como "Vampeta" (mote fusión de vampiro y demonio en portugués).
Nacido en Nazaré, una localidad al oeste de Brasil, en el año 1974; inició su carrera en el Vitoria de Bahía, en cuyas categorías inferiores había despuntado durante tres años. Sus buenas actuaciones motivaron que, al poco tiempo, firmara su primer contrato con un club europeo. Fue el PSV quien se hizo con sus servicios y a Holanda llegó junto a otra joven perla brasileña, un tal Ronaldo.
No empezó bien la aventura y para llegar a triunfar en el equipo de la Phillips antes tuvo que pasar por un par de cesiones, primero en el VVV-Venlo y luego en el Fluminense. Parecía entonces que su carrera no despuntaría pero aquellos que lo pensaban tuvieron que recular cuando en la 96-97 fue nombrado el mejor jugador de una Copa holandesa que ganó su equipo.
Tras aquél pequeño éxito individual y otra temporada vistiendo la camiseta rojiblanca, decidió regresar a su país para jugar en el Corinthians. Fue un impass de dos años antes de regresar a Europa. Su destino fue el Inter de Milán, a donde llegó recomendado por su viejo amigo Ronaldo. Conforme se acercaba el mercado de invierno, pidió regresar a su país alegando "melancolía". Su deseo no se cumplió en primera instancia, ya que fue prestado al PSG. Sin embargo el siguiente verano consiguió salirse con la suya y se marchó al Flamengo.
En ese club renació de sus cenizas. Recuperó la confianza en sí mismo y cuando retornó al Corinthians, ya era otro. Hasta tal punto creció como futbolista que fue convocado para disputar el Mundial de 2002. Apenas disputó algunos minutos pero aquella llamada le sirvió para presumir en su curriculum de un trofeo destinado a unos pocos elegidos.
Con ese logro en sus manos, al cumplir los treinta dejó la entidad de Sao Paulo para retornar a sus orígenes. Fueron solo seis meses en el Vitoria, a los que siguieron otros seis en el Al Salmiya kuwaití, su última experiencia en el extranjero. Finiquitado su último gran contrato a nivel económico, Brasil fue de nuevo su destino.
Primero aceptó una oferta del Brasiliense a la que siguieron tres incursiones, una en el Goiás, otra más en el Corinthians y una última en el Juventus de Sao Paulo, donde colgó las botas. Entre medias posó para una revista homosexual, algo que causó mucho revuelo en su país. Después de todo lo vivido, se dedicó a los banquillos aunque sin excesivo éxito. En febrero de 2010 fue nombrado entrenador del Nacional paulista y en 2011 del Gremio Osasco, donde además se pensó en él como jugador, si bien sus doce kilos de sobrepreso no ayudaron a que se desempeñara con la maestría de antaño.
2 comentarios:
La verdad es que le recuerdo por lo del posado de la revista , más que por su éxito futbolístico aunque es cierto que tuvo su momento álgido como dices en el 2000 .
Un saludo
Vampeta lo más destacado de el fue su paso por el Corinthians donde coincidió con Ricardinho, Freddy Rincón (Colombiano), Edilson y entre buenos jugadores que fueron campeones mundial de clubes, en Europa nunca triunfó..
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