Hablaba en el post del lunes, dedicado a Papiss Cissé, de partidos que cambian la vida de un futbolista. Noventa minutos en los que se pasa del anonimato a la gloria sin solución de continuidad. Un club que vivió un momento especial como este fue el por entonces llamado Artmedia de Bratislava, conocido actualmente como FC Petrzalka.
La fecha, el 25 de agosto de 2005. El rival, el Partizán de Belgrado en Serbia. El motivo, la clasificación para la Champions League en juego con resultado de 0-0 en la ida que daba el favoritismo a los locales. Sin embargo los eslovacos consiguieron resistir de forma espartana durante todo el choque y llevarlo hasta la lotería de los penalties. Allí vencieron y alcanzaron la gloria.
En aquella experiencia no desentonaron. Encuadrados en un grupo en el que también estaban el Inter de Milán, el Rangers y el Oporto se quedaron a un punto de los octavos y tuvieron el premio de disputar la UEFA por delante de los portugueses. Luego el Levski les despertaría del sueño pero el hito ya estaba conseguido. Estos son los jugadores que protagonizaron sobre el césped la gesta de Belgrado.
Juraj Cobej: El meta checo fue el encargado de atajar el penalti decisivo, el que selló el pase. Ese día todo era alegría y felicidad pero en el fondo, sin saberlo, estaba comenzando a librar la batalla más importante de su vida. Meses después, en diciembre y con la primera fase de Champions recién terminada, se sometió a una operación que tenía por objeto extirparle un tumor cerebral. Superó el trance con la misma fortaleza con la que sorteó aquella eliminatoria. Al final, cuando fue perdiendo protagonismo y fue bajado al segundo equipo, se marchó al Partizán Bardejov, donde además ejerció como asistente antes de retirarse.
Ondrej Debnár: Treinta y tres años tenía el central cuando llegó al club de Bratislava en una segunda etapa, tras dejarlo para jugar en países como Hungría o Turquía. Al final se acabó afianzando en el once pese a su veteranía. El Banska Bistrita y el Zvolen, este último de tercera división, han sido hasta el momento sus dos últimos clubes.
Jan Durica: Es uno de los que ha adquirido más fama. Jugador polivalente en labores defensivas, Rusia fue su destino al final de aquella campaña. Salvo una cesión al Hannover, desde entonces solo han paladeado su fútbol en Moscú, primero los aficionados del Saturn y posteriormente los que asisten a ver los partidos del Lokomotiv.
Blazej Vascak: Su potencial era tan interesante que, en ese mercado de invierno, el Treviso se adelantó a los demás para llevarle al Calcio. Sus buenas actuaciones allí hicieron que el Lecce le contratara justo al terminar ese curso. Desde ese momento dio palos de ciego. Fue cedido al Cesena y posteriormente al Teplice antes de ser traspasado rumbo a Kosice, la ciudad que le vio debutar. De nuevo dejó su país para marcharse esta vez al Polonia Bytom y de nuevo volvió, en cuanto pudo, para aceptar una oferta del Partizan Bardejov. En esta entidad de segunda división observa con tranquilidad como se acerca a la treintena.
Daniel Tchur: Otro futbolista al que la experiencia en la máxima competición europea le pilló ya talludito. La República Checa, tras la escisión de Eslovaquia, fue el país que le vio crecer. Allí hizo el servicio militar y allí convirtió en profesional llegando incluso a vestir la camiseta del Slavia. También disfrutó de una experiencia en el Ujpest húngaro. Tras su paso por el Artmedia retornó a territorio checo para representar primero al Banik Ostrava y finalmente en segunda al Karnivá, el equipo que aún le permite pisar los terrenos de juego.
Balazs Borbely: Era el capitán, el referente. Representaba el carácter y el empuje de ese equipo que sorpendió a todos, ese que fue capaz de ganar al Celtic 5-0 en la ronda previa a la que les midió con el Partizán. Fue uno de los que probó en una gran liga, en este caso la alemana, merced a la oportunidad que le brindó el Kaiserslautern. Las lesiones truncaron aquella aventura y tras regresar al Artmedia, viajó al sur de Europa. La Politehnica Timisoara y luego el AEL Limassol fueron la guinda de su carrera.
Jan Kozak: Todo un viajero. Hasta llegar al Bunyodkor uzbeko, que le acoge ahora, ha tenido que recorrerse media Europa. Bélgica (Lokeren), República Checa (Slavia), Inglaterra (West Borm), Grecia (Larissa), Rumanía (Politehnica Timisoara) y por supuesto Eslovaquia (Kosice, Slovan y Artmedia) aparecen reflejados en su pasaporte hasta la fecha.
Branislav Fodrek: Debutó en el Slovan de Bratislava y al poco se marchó al Artmedia, donde consiguió convertirse en un elemento importante del engranaje. Destacó y llamó la atención del Saturn Ramenskoye ruso, a donde hizo un viaje relámpago futbolísticamente hablando. Tardó poco en retornar y menos en empezar a dar pasos hacia atrás. Tras pasar por el impronunciable Szombathelyi Haladás ahora milita en el Dunajska Streda de la tercera eslovaca.
Peter Petrás: Al igual que en el caso de Fodrek, a su experiencia en el Artmedia le siguió otra en el Saturn Ramenskoye, si bien es cierto que él aguantó un poco más que su compañero. Después de aquello, Slovan de Bratislava, Levski Sofia y finalmente el Tatran Presov han sido sus destinos.
Peter Burák: Ha sido uno de los que más tiempo ha sobrevivido en el Artmedia tras aquél día de gloria. De hecho dejó el club hace solo dos temporadas cuando ya los años empezaban a pesarle. Hoy piensa ya en la retirada mientras juega en el Nitra.
Juraj Halenár: Si bien en los partidos contra el Partizán no fue de los más destacados, la afición ya le había guardado un lugar en su corazón por lo que había logrado un mes antes. A buen seguro expone en una vitrina el balón de ese encuentro de segunda ronda contra el Celtic en el que tres goles suyos fueron fundamentales para alcanzar la "manita" final. El potencial económico del Slovan le llevó posteriormente a uno de los máximos rivales del Artmedia, donde permanece a día de hoy.
Pavel Stano: Tras tocar el cielo con el Artmedia cambió de aires para hacer carrera en otro país. Eligió tierras polacas. Jugó primero para el Polonia Bytom, luego para el Jagiellonia Bialistok (con quien ganó una copa) y finalmente aceptó una propuesta del Korona Kielce, donde permanece a día de hoy.
Martin Mikulic: Fue uno de los que más aguantó de aquella mágica saga. Solo el verano pasado se vio obligado a hacer las maletas tras representar al club de sus amores, de cuya cantera salió, en poco menos de 150 ocasiones. Su destino ha sido el SFM Senec de la división de plata.
Fabio Luis Gomes: Falló uno de los penalties de aquella tanta después de salir del banquillo. A pesar de ser brasileño, se convirtió en uno de esos peloteros que escribieron su curriculum vitae a un lado y otro de la extinta frontera. A saber: Empezó en Eslovaquia jugando en el Slovan y el Trnava, la cruzó para militar en el Drnovice, en el Pribram y en el Zlin y regresó para fichar por el Artmedia tras una experiencia fallida en el Gornik Zabrze. Después de disputar la única campaña en la máxima competición europea del club emigró a Austria. Primero probó suerte en el Hellas Kagran y acabó colgando las botas en el Kirchberg/Pielach.
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