lunes, 5 de abril de 2010

Un juez sin piedad

Hace tres semanas el mundo del fútbol se soliviantaba con unas imágenes vergonzosas procedentes de Alemania. Tras caer en casa frente a un rival directo como el Nuremberg, los aficionados del Hertha de Berlín se lanzaban en tromba sobre el histórico césped del Estadio Olímpico para arrasar con todo aquello que tuvieran a mano. Los banquillos, el césped, y si no fuera por las fuerzas de seguridad también los jugadores, pagaron la consternación de unos seguidores que esta temporada no tienen motivo alguno para estar orgullosos de su club.

No es para menos teniendo en cuenta que el conjunto capitalino se mantuvo en los puestos altos de la liga durante gran parte de la temporada y que, en vez de mostrarse ambicioso de cara a la actual, decidió vender a vacas sagradas del vestuario como Simunic y Pantelic.

En Alemania, país muy dado a las medidas drásticas, se planteó tras esta reacción que los partidos se jugaran a puerta cerrada en una amenaza surrealista que sonaba más a farol que a otra cosa pero que dejó bien a las claras lo grave que para la federación era un acto de estas características.

Berlín era pues un polvorín con el Hertha a ocho puntos de la promoción y a nueve de la salvación matemática, más que amenazada 12 años después del último ascenso. Una situación así a falta de ocho jornadas podría haber desmoralizado a cualquiera. Sin embargo, lejos de bajar los brazos, los hombres de Friedhelm Funkel, quizás por amor propio o por miedo a sus furiosos aficionados, han tirado de casta y orgullo y sólo tres jornadas después están a tres puntos de la promoción y a seis de la salvación.

Tras la bronca del día del Nuremberg los indomables berlineses conquistaron la complicada plaza de Wolfsburgo imponiéndose por 1-5 al vigente campeón de la competición, empataron a cero ante el poderoso Borussia Dortmund y este fin de semana sumaron tres puntos de nuevo con contundencia y a domicilio tras vencer 0-3 en Colonia. De esta forma en un trío de partidos han conseguido la mitad del puntaje que llevaban hasta el fatídico día en que las ordas de aficionados se tomaron la justicia por su mano.

La tendencia alcista del equipo capitalino indica pues que las opciones de salvación son más que reales a pesar de que continúan siendo el farolillo rojo de la clasificación. En condiciones normales un par de buenos resultados más contra rivales directos y alguna que otra carambola podrían obrar el milagro. Sin embargo todo apunta a que esto no sucederá y tendrán que demostrar para mantenerse que realmente están en condiciones de competir contra cualquiera. Y los efectos colaterales de la fe del Hertha pueden ser decisivos en la pelea por arriba.

Stuttgart y Eintracht de Frankurt, dos equipos que luchan con el Hamburgo y el Werder por colarse en la próxima edición de la Copa de la UEFA, serán las siguientes piedras en el camino para analizar la mejoría de los berlineses. Perder tres puntos para cualquiera de los dos podría suponer dejar de aspirar a Europa.

Sin embargo si importante se antoja ganar al Hertha en la lucha por la Europa Liga ni qué decir tiene lo trascendental que puede ser hacerlo en la lucha por la Bundesliga. Tras sus dos próximos compromisos recibirán como locales, con la soga al cuello y el cuchillo entre los dientes, al Schalke y al Bayern (en la última jornada) y viajarán a Leverkusen en un calendario parecido al que tendrán dos de sus rivales directos por mantenerse como son el Hannover 96 y el Bochum.

Es por ello que los blanquiazules podrían ser los jueces de la competición, tanto por arriba como por abajo. Aunque no dependen de sí mismos nadie duda que si consiguen sumar de tres en tres en las próxima jornadas lograrán el objetivo de la salvación y por tanto evitar someterse a las terribles consecuencias que puede tener el no conseguirlo. De un equipo con la moral por las nubes depende, pues, el futuro de la competición en Alemania. La cosa se antoja interesante.

4 comentarios:

FI dijo...

Realmente no tomaba en cuenta el buen momento del Hertha, ni el incidente aquél.

Saludos, la Bundesliga es un deleite.

Tomàs Martínez Pés dijo...

Si el Hertha se salva, será una remontada increíble. Lo tienen difícil, pero parece que el equipo está reaccionando, espero que se salven.

Saludos desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/

ANM dijo...

Es una pena que tengan que pasar cosas así, pero la verdad es que no era un equipo como para estar ahí. Espero que consigan el obgjetivo y se salven.

Un saludo desde Pekefutworld y Fútbol es Pasión

Willy dijo...

A mí me da mucha envidia la Bundesliga. Ver los estadios llenos, con tanto colorido, y con tantos niños gritando.
Justo lo contrario que La Liga y el Calcio.

Saludos