lunes, 12 de abril de 2010

Dingwall no quiere despertar

Aún recuerdo con nostalgia el mes que pasé aprendiendo inglés en Escocia, especialmente por mi visita a las Highlands. La zona presentaba un paisaje trufado de inmensas llanuras de césped, montañas, ovejas de lana gorda que pacían despistadas y desperdigadas en medio de la inmensidad y pequeños reductos habitacionales a los que llamo así porque no se exactamente si atenderían a la descripción de pueblo como tal.

Entre cabezada y cabezada a lo largo del trayecto probablemente, aunque nunca lo sabré, se cruzaría en mi camino Dingwall, una de esas localidad a las que hacía referencia que apenas pasa de los 5.000 habitantes. Si me topé con ella, el caso es que jamás se me hubiera ocurrido que acabaría convirtiéndose en un lugar milagroso.

Y digo esto porque el modesto club de la localidad, que atiende al nombre de Ross County, disputará la final de la Copa del país tras asaltar el mítico Hampden Park. Bien es cierto que el Celtic atraviesa en este momento una situación en la que parece necesitar más un psicoanalista que un entrenador pero eso no quita mérito a la victoria visitante por 0-2 que mantiene al pueblo y al país entero impresionados.

Incluso aquellos que deberían mantener activa la página web parecen haber tomados unos días de vacaciones para reponerse del shock ya que aún no han escrito nada acerca de la hazaña de sus paisanos. En la web del club aún se anuncia todo lo relacionado con el viaje a Glasgow y, en el colmo de la modestia, se invita a todos aquellos que se aventuren al trayecto a degustar té con bacon o salchichas por 2.99 dólares en el Pumpkin Café de Iverness.

En el mismo portal web se anuncia además unas camisetas que pudieron ser a la vez un amuleto de la suerte y un presagio de lo que espera al equipo. Blancas y de algodón el mensaje "Hampden allá vamos" podrían servir tanto para las semifinales, ya superadas como para la final, que se jugará en el mismo feudo ante el Dundee United del español Sandaza; si no fuera porque en la parte baja tienen marcada la fecha del partido ante el Celtic, algo que se recordará en la zona por los siglos de los siglos.

Y es que el modesto equipo, que dirige el que fuera jugador-entrenador Derek Adams, ya no lo es tal. Nada importa ahora que nunca hayan jugado en primera división ni que marchen cuartos en segunda. Lo trascendental para los jugadores es ganar el que a buen seguro será el partido de sus vidas, el de la heroica, el del doble o nada.

Se dice de forma habitual que cuando un conjunto como este llega a la final ya ha ganado pero lo cierto es que la historia solo recuerda a los que levantan la Copa y eso es lo que quiere el Ross, fundado en el año 1929 y conocido como los Staggies por la cabeza de ciervo que corona su escudo.

Repleto de jugadores jóvenes, ha sido el lugar donde se han refugiado muchos futbolistas que apenas pasaron de los cinco partidos en conjuntos como el propio Celtic o el Chelsea. Muchos de ellos son de la zona, lo que hace que el equipo tenga gran predicamento en los Highlands y tan sólo uno ha tenido una experiencia fuera del Reino Unido. Fue Craig Brewster, un veterano de 43 años que a la vez ejerce como asistente y que disputó gran cantidad de partidosen el Ionikos griego.

En la plantilla hay peloteros que ya saben lo que es vestir la camiseta de las inferiores de su país y otros con ambición por prosperar tras infinitas cesiones y una habitual falta de continuidad. Así pues Hampden puede ser el escenario en el que disfruten de la segunda oportunidad de su vida. La primera ya la han superado con éxito. El cielo es ahora su único límite.

2 comentarios:

Carlos Pérez dijo...

Muy grandes, ojalá levanten el trofeo. Aunque me cae bien el Dundee, me encanta que un equipo de 2ª gane la Copa. Ya la ganó el Guingamp en Francia el año pasado. A ver qué tal responde el Ross County.

Saludos!

Tomàs Martínez Pés dijo...

Hay que felicitar al Ross porque no es fácil llevar a una final de Copa y espero que la ganen.

Saludos desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/