martes, 27 de abril de 2010

¿Qué ha sido de... René Higuita?


Hay personajes que para bien o para mal inscribirán su nombre con letras de oro en la historia del fútbol. René Higuita será uno de ellos. Bien porque fue el primer gran goleador entre los porteros, por el escorpión de Wembley o por su vida fuera de los campos el caso es que su nombre nunca ha pasado desapercibido para los amantes del fútbol.

Higuita creció junto a su abuela en un barrio pobre de Medellín y fue allí donde empezaron a ver sus dotes como guardameta de forma casual, en uno de esos partidillos en los que falta el chico que se pone bajo palos y otro asume la responsabilidad. A él le tocó y quizás fue ahí donde empezó a forjarse la leyenda.

Lo cierto es que fue un personaje atípico muy ligado a su tierra que sólo decidió probar suerte en Europa una vez. Fue en el Valladolid y seguramente alguno de los que leáis esto no lo recordaréis. El año fue 1991 y apenas duró en los blanquivioletas media temporada a las órdenes de uno de sus valedores, el también colombiano Pacho Maturana.

Antes había formado parte del Millonarios de Santa Fe y del Nacional, equipo al que volvió tras su breve paso por España y en el que desarrolló 10 años de su transhumante carrera, la mayoría dentro de su país.

En su segunda etapa Higuita fue uno de las figuras de la selección cafetera, que causó una gran sensación antes del Mundial de Estados Unidos. Sin embargo él no pudo viajar a la cita al estar encarcelado por intermediar en la liberación de una niña secuestrada, algo prohibido por la Ley del país. Llegó incluso a montar una huelga de hambre y acabó luchando por limpiar su imagen hasta tiempo después, cuando le ganó una demanda al Estado.

Sin embargo esta ya había quedado bastante ensuciada años antes, cuando acudió a visitar a la cárcel al conocido e histórico narcotraficante colombiano Pablo Escobar, al que consideró su amigo públicamente.

Después de su segunda etapa en Nacional probó suerte un año en México con el tiburones de Veracruz para volver de nuevo a su país e iniciar un periplo por el país a modo de atracción de feria. De esta forma jugó en cinco equipos en cinco años. A saber: Independiente Medellín, Real Cartagena, Junior, Deportivo Pereira y Bajo Cauca.

Tras esta tourneé volvió a marcharse fuera con destino a Ecuador. Fichó por el Aucas y acabó siendo suspendido durante seis meses al dar positivo por cocaína. Tres años después decició retornar al fútbol en activo y se marchgó al Guaros de Lara de la primera venezolana.

Conviene reseñar que durante ese tiempo de parón no se alejó de los focos sino que pasó por un par de realities como fueron la versión para su país de "Supervivientes" y "Cambio extremo", donde se sometió a todo tipo de retoques para cambiar su figura.

Tras lucir esta nueva imagen en Venezuela fue contratado por el Deportivo Rionegro de su país y, tras su gran actuación, tuvo una última oportunidad en primera jugando para el Deportivo Pereira.

Después de esta experiencia, el pasado 20 de enero, anunciaba que se quitaba los guantes definitivamente, despidiéndose con un partido homenaje cuatro días después celebrado en el estadio Anastasio Girardot y mostrando su deseo de convertirse en secretario técnico o de meterse en política en el futuro.

3 comentarios:

snedecor dijo...

Muy grande Higuita, cómo olvidar el escorpión y, sobre todo, sus salidas con el balón en los pies... en Camerún todavía le deben de estar dando las gracias por lo de Italia'90. Uno de esos personajes que tenía el fútbol de los ochenta y primeros noventa, antes de la superprofesionalización, y que vivían el fútbol de otra manera. Hoy cuesta encontrarse casos como el suyo o el de Mágico González

Guardameta dijo...

Higuita...un verdadero personaje, desde el punto de vista técnico representa todo lo que un portero no debe ser, pero se ha colado en la memoria popular por sus excentricidades.

Saludos!

Unknown dijo...

Un excentrico. Siempre será recordado, jeje.
A mi no me gustan que me etiqueten, pero si es para ir al Mundial...
http://bit.ly/cxiRXq