Su buena planta y su buen gusto en el vestir le convirtieron en un habitual de las pasarelas, en las que en ocasiones le acompañó el guardameta David James. Con 16 años debutó en las filas del Bournemouth y sólo uno después el Liverpool, merced a Kenny Daglish, desembolsaba por él 350.000 libras, una de las cifras más altas pagadas por un juvenil en el país en aquella época.
Se lograba pues su sueño de convertirse en jugador profesional al igual que su padre Harry y que su tio Frank Lampard Senior. Efectivamente, si razonáis descubriréis algo que a mi también me ha sorprendido. El bueno de Jamie es primo de Frank Lampard si bien las comparaciones entre uno y otro resultan odiosas.
Volviendo a la etapa del primero en el Liverpool, la salida de Dalglish y la llegada de Souness le convirtieron en carne de banquillo durante dos temporadas, lo que no impidió que su cara de niño bueno fuera un reclamo de los más solicitados por las marcas y por la propia Premier, que usó mucho su imagen. Toda la parafernalia que le rodeaba hizo que se le acusara de estar más interesado en su vida fuera del campo que en la del futbolista en sí y no fue hasta la llegada de Houllier cuando se volvió a confiar en él. Sin embargo los problemas de rodilla le tuvieron alejado durante varios meses de los terrenos de juego.
Libre firmó por el Tottenham, el equipo que le vio crecer en sus primeros años como futbolista antes del Bounrmeouth. En tres años jugó casi cincuenta partidos para posteriormente marcharse al Southampton. Allí se retiró debido a sus constantes problemas de forma y a los consejos médico con 32 años.
Durante su carrera Jamie llegó incluso a jugar con la selección y precisamente el día de su debut pasará a la historia del fútbol. No es que realizara un partido espectacular ni que maravillara al mundo con su actuación. Nada de eso. Él fue en el encargado de poner el centro que dio lugar al escorpión de Higuita en Wembley.
Alejado de los terrenos juego y con toda una vida por delante probó suerte, como no podía ser de otra forma, frente a las cámaras. Se convirtió en un habitual de los comentarios de Sky Sports, este mismo año presentó un programa destinado a buscar talentos futbolísticos en Inglaterra y en la actualidad participa en el programa de Sky1 "A League of their Own". Además ha probado suerte en el mundo de la prensa escrita lanzando "Icon Magazine", una revista elitista y exclusiva que en principio iba a ir sólo destinada a los futbolistas profesionales pero que poco a poco se ha diversificado alcanzado una tirada de 25.000 ejemplares.
A todo ello hay que añadir que también intentó hacerse un hueco en los banquillos y tras una tentativa para formar parte del organigrama técnico de Avram Grant en el Chelsea acabó dirigiendo dos días a la semana a la plantilla reserva mientras hacía el curso de entrenador. ¿Quién dijo que la vida del futbolista retirado era aburrida?
1 comentario:
Cuatro personas, dos generaciones de una misma familia en la élite.
Hay familias que parecen hechas por y para el fútbol.
A ver si sus hijos se dedican también a esto.
Saludos desde conefedefutbol.blogspot.com
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