Hace un tiempo pasaba por esta sección el ilustre Peter Schmeichel, uno de los mejores porteros de la historia y sin duda el referente bajo palos del Manchester United durante muchos años. Pues bien, hoy os acerco al que fue elegido como su sustituto, un hombre que no tuvo tanta suerte como el danés primero porque otros le cerraron el paso y luego por una mezcla de amor erróneamente comprendido y mala cabeza.
El australiano Mark Bosnich llegó al Manchester con sólo 16 años procedente de del Sidney Croatia de su país. Dotado de unos excelentes reflejos llamó la atención de los ojeadores, que no dudaron en apostar por él como una una perla por pulir. En su primera etapa, considerada de aprendizaje, logró debutar y poco más.
En 1992 fichó libre por el Aston Villa y allí se convirtió en un referente. Birmingham le vio crecer como futbolista. Llegó con 20 años y se marchó siete después con un bagaje de más de doscientos partidos a sus espaldas y dando muestras de que la madurez mental aún no le había llegado cuando la F.A le sancionó con mil libras después de que este le dedicara un saludo Nazi a los aficionados del Tottenham, si bien es cierto que posteriormente pidió disculpas por ello.
De nuevo libre pero con un caché mucho más alto que cuando se fue, regresó al Manchester United. Esa parecía ser su oportunidad de resarcirse pero poco duró la alegría en la casa del pobre. El fichaje de Fabien Barthez una temporada después le cerró las puertas de la titularidad y de paso, una vez más, las de Old Trafford.
Con la carta de libertad una vez más fichó por el Chelsea en un época en la que comenzó su relación con la modelo Sophie Anderton. Tras el positivo por cocaína en el año 2002 que le acarreó una sanción de nueve meses y frustró su traspaso al Bolton, Bosnich confesó su afición a las drogas alegando que su intención era ayudar a su novia, consumidora también. Tras esta violenta situación se mantuvo cinco años alejado de los terrenos de juego.
En 2007, y tras entrenarse con el QPR fichó por el Central Coast Mariners australiano, lo que no evitó que fuera declarado en bancarrota por la corte de Londres en el año 2008. En la actualidad, con 38 años, intenta reconstruir su vida y recuperar el tiempo perdido jugando para el Sidney Olympic de la segunda división de su país.
2 comentarios:
Desconocía a este jugador, pero qué triste final de carrera. Fue una parábola.
lamentable fue castigado por su referencia al nazismo y fascismo cosa que atenta contra la libertad de expresión.
Porque si su posición es de extrema derecha es sancionada y como las posturas de extrema izquierda no son sancionadas.
nos e mide con la misma vara
Publicar un comentario