Cuando cada semana busco los mejores goles de la jornada y los cuelgo en el blog de vez en cuando descubro cosas interesantes. Sin ir más lejos el otro día, navegando por la red, volví a dar con la pista del protagonista del post de hoy. Probablemente no me hubiera acordado nunca de él pero la casualidad y lo interesante de la carrera de un jugador que como el Guadiana aparece y desaparece me lleva a dedicarle hoy unas líneas.
Julio César Santos Correa llegó a Europa de la mano del Valladolid cuando sólo tenía 18 años. Pronto consiguió hacerse con un hueco en el once titular, del que apenas salió en sus tres temporadas en el club castellano. La progresión que apuntaba le llevó al Real Madrid, que vio en él un refuerzo de futuro para la siempre discutida zaga. Jugó poco y fue cedido al Milán donde jugó poquísimo.
A pesar de lo nefasto de su cesión el Real Madrid consiguió vendérselo a la Real Sociedad y soltar lastre. Allí volvió a disponer de unos minutos muy valiosos que le sirvieron para volver de nuevo a la primera plana europea de la mano del Benfica. A pesar de que sató al campo con regularidad volvió a dar un paso atrás.
En la temporada 2002 fichó por el Austria de Viena y su mala adaptación le convirtió en secundario. Cuando parecía que su carrera iría cuesta abajo volvió a resurgir como el Ave Fénix y aprovechó la segunda oportundiad que le dio el Valladolid en la 2003-2004 para propulsarse hacia el Bolton la Temporada siguiente.
Su traspaso resultó polémico ya que su representate resultó ser el hijo del entrenador Sam Allardyce. Quizás para no levantar sospechas o porque el jugador realmente no valía para jugar en la Premier perdió el puesto de titular en beneficio del tunecino Jaidi a principio de temporada. Todo ello, unido a una lesión, le llevaron al ostracismo.
Un año después, con 27 primaveras, apostó por el exotismo y se marchó al Tigres mejicano donde de nuevo volvió a demostrar lo mejor de sí mismo, ganándose una nueva oportunidad en un club importante de Europa. El Olympiakos le contrató y allí pasó dos años en los que fue titular recurrente, disputando 41 partidos y marcando siete goles.
Seducido por el sur de Europa fichó por el Dinamo de Bucarest y de nuevo volvió a fracasar pero, esta vez, no ha habido segunda oportunidad. Con 30 años se ha marchado, tras pedir consejo a Roberto Carlos, al Gaziantespor turco con el que el otro día hizo una diana. En ese mismo equipo se encuentra, sorprendentemente, una de las eternas promesas europeas: El delantero austríaco ex del Boavista y del Sporting, Roland Linz.
3 comentarios:
Yo ya le hacía retirado a este Julio César pero viendo sus 30 años , casi tantos como equipos en los que ha estado , le auguran un par de añitos más conociendo vestuarios .
Un saludo
Este va para Renaldinho, si no lo es ya... y mira que parecía bueno en Pucela. Otro que me sorprendió fue Makukula cuando vi el gol que pusiste el otro día, no sabía que se había ido a Turqía. Este en Valladolid también era bueno, pero esas lesiones de rodilla le fastidiaron
Que grande macho, estuviste con Pelé
Un saludo!!
Publicar un comentario