miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Qué ha sido de... Los compañeros de Zanetti (I): 'Benny' Carbone?


El fútbol se ha entristecido esta semana con la noticia de la retirada de Javier Zanetti, que colgará las botas cuando termine la presente temporada. El hombre que parecía haber firmado un pacto de eterna juventud al igual que Ryan Giggs tenía fecha de caducidad y ahora ocupará un cargo en la directiva del Inter de Milán, club donde ha pasado la mayor parte de su vida.

El argentino llegó a Italia en la temporada 95-96 y desde entonces ha compartido vestuario con infinidad de compañeros. En su honor, y en el de todos ellos, abro desde hoy una serie de posts dentro de esta sección en los que repasaré la trayectoria de varios de esos nombres. Y nadie mejor para comenzar que "Benny" Carbone, que aterrizó el mismo verano que él.

Nacido en Bagnara Calabra, localidad sita en la punta de la bota, comenzó su curriculum profesional en el extremo opuesto del país. Criado en el primavera del Torino, dio el salto al primer equipo en 1989. El intento iniciático no fue fructífero y acabó encadenando estancias en la Reggina, la Casertana y el Ascoli antes de recibir una segunda oportunidad.

Esta vez sí las cosas le fueron mejor, hasta el punto que fue traspasado al Nápoles y entró por la puerta grande asumiendo la responsabilidad de vestir el número diez que antaño portaran otros como Maradona o Zola. De ahí pasaría al Inter en un año en el que además de Zanetti se incorporaron el brasileño Roberto Carlos o el inglés Paul Ince.

La competencia animó a Hodgson, por entonces entrenador, a mover a Carbone al extremo diestro. Descontento con esta decisión, acabó abandonando el club rumbo a la Premier League. Tres millones de euros le llevaron al Sheffield Wednesday, donde le esperaba su compatriota Paolo Di Canio. Sin embargo sus buenas actuaciones no ocultaban una relación distante con sus compañeros y la directiva.

Esta acabaría forzando su marcha al Aston Villa. Allí apenas duraría un año ante el interés de numerosas entidades por hacerse con sus servicios. Sonó para la Fiorentina y el Everton entre otros, pero acabó en el Bradford City debido a una jugosa oferta. La decisión se reveló como errónea ya que, con el tiempo, reconocería que perdonó al club más de tres millones de libras para ayudar a solventar los problemas económicos.

Después de que todo aquello sucediera Benito, ya convertido en "Benny", terminó su idilio con Inglaterra en el Derby County y el Middlesbrough antes de retornar a su tierra natal para enfundarse la elástica del Como. Fue una estancia que le permitió comenzar a levantar de nuevo el vuelo hasta firmar por el Parma y seguir creciendo junto a Gilardino bajo el influjo de Prandelli. 

Finalizada la vinculación, probó suerte en el Catanzaro y posteriormente en el Vicenza justo antes de emprender una exótica excursión a Sidney. Reclutado por el equipo de la ciudad como hombre franquicia ante la baja de Yorke, problemas musculares le impidieron rubricar un contrato de larga duración y le dejaron en el paro hasta que le rescató el Pavia.

Allí puso fin a sus andanzas como futbolista y comenzó las de entrenador. En su estreno ya demostró maneras. Tantas que acabó convirtiéndose en el sorprendente entrenador del Varese en Serie B. Aquella apuesta sorpresa duró poco y para quitarse el gusanillo aceptó trabajar con el Saint-Cristophe Vallée d'Aoste. Sin entendimiento con las altas estancias, puso rumbo a Inglaterra en busca de una oportunidad. Hoy desarrolla sus habilidades didácticas en la academia del Leeds.

No hay comentarios: