martes, 17 de diciembre de 2013

Sobrevivir a la pérdida

Hoy se ha conocido la destitución en el Tottenham del técnico portugués André Vilas-Boas por los malos resultados. Varios son los motivos que explican la situación pero uno cobra más fuerza que los demás, la venta de sus estrellas Luka Modric y Gareth Bale en las dos últimas campañas. Ambos pusieron rumbo al Real Madrid como ya hicieron antes otros futbolistas de renombre. Sobrevivir a la pérdida de un hombre franquicia no es fácil para nadie, pero algunos lo llevan mejor que otros. Así les fue a varios clubes que dejaron marchar a sus ídolos rumbo a la capital de España.
 
Luis Figo: Fue la primera gran bomba de Florentino Pérez y todo un ataque a la línea de flotación del máximo rival. Con el tiempo los azulgrana se repusieron e incluso llegaron a hacer historia con el sextete, pero los efectos inmediatamente posteriores resultaron devastadores. Overmars, Gerard, Alfonso, Petit y Dutruel aterrizaron en una campaña donde los mayores logros fueron las semifinales de Copa del Rey y Copa de la UEFA. A esta última competición accedieron tras ser eliminados en primera ronda de Champions. En Liga acabaron cuartos.

Zinedine Zidane (Juventus): El del francés era en ese momento el fichaje más caro de la historia del fútbol y en su estreno de blanco ya levantó la Champions. Los italianos venían de hacer una temporada discreta y vieron en ese mercado de verano la oportunidad de cambiar la dinámica. Junto a Zidane, del que se deshicieron a comienzos de julio, se fueron también Inzaghi, Kovacevic y Van der Sar. Con tiempo para planificar llegaron a cambio Buffon, Thuram, Nedved y Salas; hombres la mayoría que a la postre serían claves en el rejuvenecer de la Vecchia Signora.

Ronaldo Nazario: Tras varias lesiones que amenazaron seriamente con poner fin a su carrera, el tramo final de temporada realizado por el brasileño y sobre todo su espectacular Mundial de Corea y Japón animaron al conjunto blanco a darle una oportunidad. Fue la venta más cara ese año de un Inter que traspasó por encima de los cien millones de euros y gastó en consonancia. Ese cambio de ciclo mejoró la cifras y el equipo, que había disputado la UEFA en la 2001-2002, acabó llegando a semifinales de Champions League en la 2002-2003.

David Beckham: Fue una de las piezas más ansiadas por Florentino Pérez ya que a su buen golpeo de balón añadía una capacidad inherente para generar ingresos derivados de su figura. El mandatario estuvo atento y aprovechó que la relación entre el inglés y su técnico Ferguson no era muy fluida después del famoso incidente de la bota. Aunque los "diablos rojos" dieron un paso hacia atrás la temporada siguiente, acabarían dando varios hacia adelante en el futuro ya que el dinero de la operación propició la llegada de Cristiano Ronaldo. También otras menos afortunadas como las de Kléberson, Saha o Djemba Djemba.

Walter Samuel: Aunque el "Galáctico" de ese año se llamara Michael Owen, el fichaje más caro fue el del central argentino de la Roma, por delante incluso del inglés Jonathan Woodgate. El equipo italiano vendió además a Emerson a la Juventus. ¿Resultado? Los capitalinos pasaron de quedar segundos en la Serie A con diecinueve goles en contra a terminar octavos el curso siguiente con cincuenta y ocho.

Michael Owen: La salida del delantero por doce millones de euros tras el mal año del club supuso el pistoletazo de salida para una nueva realidad, la del "Spanish Liverpool". El cambio resultó exitoso ya que el club inglés acabaría proclamándose, meses más tarde, campeón de Europa y finalista de la Carling Cup.

Robinho: Las bicicletas y filigranas del brasileño llamaron la atención de los ojeadores del club blanco. Era la gran esperanza y la gente se frotaba los ojos cuando jugó su primer partido en Cádiz. Luego fue de más a menos. Al contrario que el Santos, que ahorró lo que ingresó y además mejoró sus registros.

Sergio Ramos/Julio Baptista: Cuarenta y siete millones de euros dejó el Real Madrid en las arcas del Sevilla para hacerse con los servicios de los que por entonces parecían sus mejores jugadores. Pese a todo, la alquimia de Monchi obró el milagro. El secretario técnico del conjunto hispalense atrajo a Dragutinovic, Luis Fabiano, Palop, Kanouté y Maresca; todos ellos fundamentales para la consecución de las dos Copas de la UEFA consecutivas. Encima metieron en la hucha los veinticuatro millones de euros de superávit.

Kaka: Florentino Pérez volvió al Real Madrid en su segunda etapa y lo hizo a lo grande, con autoridad. Para ello emprendió una actividad frenética que sirvió para cerrar en primer lugar la contratación del centrocampista brasileño del Milán. El jugador apareció como una estrella y se marchó por la puerta de atrás... rumbo de nuevo al equipo que lo vendió y por mucho menos dinero. Fue lo más positivo para el conjunto rossonero, que ya empezaba a acusar algunos problemas.

Cristiano Ronaldo (Manchester United): El buque insignia del actual Real Madrid llegó en el verano de 2009 mediante el pago de un montante que a día de hoy se desconoce si es el más alto o no de la historia. Tras varios años de flirteo finalmente se consumó la relación y aterrizó en la capital de España un atacante que llegaba de ser finalista de la Champions y campeón de la Liga y la Carling Cup. El Manchester, precavido, no pecó de dispendio fácil y solo incorporó a Valencia en lo que a nombres de trascendencia se refiere. El equipo no pudo reeditar los éxitos de la campaña anterior y, pese a ganar la Carling y perder la Premier por solo un punto, cayó en cuartos de final de la Liga de Campeones.

Karim Benzema: El delantero francés escapó de Lyon tras un mal curso, en el que supieron lo que era perder la Liga después de una dictadura atroz en el campeonato local. Para hacerle olvidar aparecieron Lovren, Lisandro, Bastos, Aly Cisshoko y Gomis dejando unas pérdidas de casi treinta millones de euros. Al final Benzema no disfrutó de la que acabó siendo la mayor gesta de los galos en Europa. Tras eliminar al Real Madrid, anfitrión de la final, en octavos de la Champions; llegaron hasta la penúltima ronda.

Xabi Alonso: Su renovación se ha convertido en objetivo prioritario para el conjunto blanco. No es para menos teniendo en cuenta que el centrocampista se ha revelado como el cerebro y el metrónomo del plantel. Un papel que también tenía en el Liverpool, equipo que cayó en picado justo después de su salida.

Mesut Özil: Cuando tienes en tu casa a un futbolista como el alemán, es imposible que su baja no se note. Le pasó al Werder Bremen, que tuvo que decirle adiós después de que deslumbrara en la Bundesliga y pusiera el Mundial de Sudáfrica a sus pies. Sin él llegó la oscuridad, los primeros signos de la decadencia de una entidad que hoy no es ni la sombra de lo que era.
 
Ángel Di María: La marcha del argentino, unida a la de los brasileños Ramires y David Luiz, dejó mucho dinero en la caja fuerte del conjunto lisboeta. Sus recambios, por contra, no cumplieron con las expectativas creadas en torno a ellos. El equipo empeoró sus resultados y no pudo defender el título liguero.

Fabio Coentrao: Lo cierto es que, pese a los treinta millones de euros desembolsados, su posición en el campo no era tan relevante como la de otros rostros nuevos que fueron llegando con el paso de los veranos. Por eso no se notaron demasiadas diferencias. El equipo mejoró ligeramente, pero lo normal en una entidad que sufre vaivenes con recurrencia.
 
Luka Modric: En su primera negociación con el Real Madrid, Daniel Levy se mostró intransigente y dificultó el fichaje del croata hasta que ya no le quedó más remedio que asumir la realidad. Para superar la pérdida y arropar a su estrella Gareth Bale, tiró de talonario vistiendo de blanco inglés a Lloris, Dembele, Dempsey, Vertonghen, Sigurdsson y Adebayor. El equipo acabó fuera de los puestos Champions, el objetivo marcado al inicio.
 
Gareth Bale: La impotencia cegó de nuevo a Daniel Levy y le hizo cometer los mismos errores. El dueño del Tottenham no quiso ver la realidad y puso trabas a la llegada del galés hasta el último aliento del mercado. Se salió con la suya, haciendo sufrir a Florentino Pérez; pero a cambio se encontró con mucho dinero, poco tiempo para gastarlo y varios clubes ansiosos por inflar el precio de sus jugadores. El cóctel resultó desastroso y un mal arranque de temporada se ha llevado por delante a André Vilas-Boas.

1 comentario:

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