viernes, 22 de noviembre de 2013

Los dislates de Joseph Blatter

Vaya por delante que, en mi opinión, cualquiera de los tres principales candidatos al "Balón de oro" merece el premio. Ribéry lo ha ganado todo con el Bayern pero en un equipo tan coral su importancia se difumina y no queda tan claro que haya sido el más determinante de la plantilla. Messi es probablemente el mejor jugador de toda la década y uno de los mejores de la historia pero las lesiones le han hecho desaparecer en algunos momentos de la temporada. Cristiano, por su parte, está en un momento de forma impresionante y ha sido el más regular, pero a esas virtudes no le han acompañado los títulos.
 
Entiendo también que cada uno barra hacia su casa. Que Ribery diga que ya le tiene un hueco en su casa, que Sandro Rosell asegure que si no hay presiones será para su jugador y que todo el madridismo se haya movilizado para sentar en el trono al portugués; es parte de la campaña mediática que acompaña al galardón.
 
Sin embargo, pese a la jugosidad del mismo, el trofeo vive en el constante desprestigio. Sea quién sea el vencedor, nadie estará satisfecho. Y a eso, desde luego, no ayuda la actitud del presidente de la FIFA Joseph Blatter; un individuo que convive con la animadversión constante de los aficionados y que con sus actitudes se encarga de mancharlo.
 
Su último disparate ha sido ampliar el plazo de votación tras la disputa de la repesca. Puede sonar a detalle menor, pero la decisión parece propia del que pretende salvar su propio culo al precio que sea necesario, limpiar su escaso prestigio ensuciando un reconocimiento que ya existía cuando él llegó al cargo y seguirá prolongándose en el tiempo cuando tengamos la fortuna de verle partir.
 
Con Messi lesionado durante dos meses y Ribéry deslucido en el paso previo al Mundial y por tanto incapaz de acumular en estos dos partidos más méritos de los que ya tenía; el movimiento en la fecha del voto indica que Blatter, sin decirlo abiertamente, anima a la gente a que apoye a Cristiano Ronaldo; brillante con Portugal.
 
Evidentemente aquellos técnicos, capitanes y periodistas vinculados a las grandes selecciones, que no necesitan casarse con nadie, harán lo que les venga en gana. Menos clara queda la postura de los que representan a naciones cuyo desarrollo futbolístico recibe un importante empujón debido a las aportaciones de la FIFA. No es mi intención poner en tela de juicio su honestidad pero sí quizás la de algunos directivos que están por encima de ellos y en condiciones de presionarles.
 
Si esa sombra de la duda se despierta en mí, entiendo que lo mismo puede suceder con el común de los aficionados. Significa eso que, si Cristiano Ronaldo gana el "Balón de Oro" (algo que en mi humilde parecer sería tan justo como que se lo dieran a los otros dos favoritos), quedarán en un segundo plano los indudables méritos deportivos.
 
Sin embargo según se traducirá de las declaraciones posteriores entre los injuriados; no será por la intercesión de un Blatter que solo persigue salir airoso después de mostrar públicamente su preferencia por el argentino al tiempo que llevaba a cabo una poco acertada imitación del luso, sino por los grandes esfuerzos realizados por aquellos ajenos a la FIFA que apoyaban con vehemencia la candidatura del siete del conjunto blanco.
 
El dirigente suizo, que con la mierda echada sobre el "Balón de oro" ha tapado el mal olor que dejaba sus tejemanejes con Catar para que el Mundial de 2022 se dispute en invierno, no quería probablemente un desenlace como el que tiene visos de suceder pero aún quiere menos recibir estopa de la opinión pública. Por ello ha puesto su semilla para solventar la papeleta y que todo parezca un accidente. Si el desenlace, por contra, es inesperado; queda por ver cuál es su próxima bala en la recámara.
 
Así es Blatter, un hombre ansioso de poder que disfruta de las mieles de su cargo sin importarle excesivamente la institución a la que representa. Hace lo que le viene en gana, que casualmente suele ser lo que más le interesa a él, y lanza balones fuera cuando centra las opiniones. Características de un mal gobernante pero todo un arte a fin de cuentas.

Por cuestiones laborales me resultará imposible actualizar el blog este lunes. Intentaré retomar la actividad el miércoles. Dejo para el viernes el post que tenía previsto para hoy. Disculpad las molestias.

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

La evidente chapuza que supone ampliar el plazo de votación intenta solventar otra: no dar plazo a valorar la repesca, partidos de vital importancia tanto para 2013 como en 2014 con el Mundial.

En cuanto al chapucero presidente, ahí cualquier intento de sustitución será bienvenido. En el fútbol el protagonismo lo deben tener los jugadores, no los directivos. Norma básica que deberían tener como punto número uno de su decálogo de comportamiento.