Rasunda. El nombre por sí mismo infunde respeto. Es sonoro, rotundo, podría haber servido perfectamente para bautizar a un dios nórdico. Sin embargo alguien decidió dárselo a un estadio, quizás el más famoso de Suecia con permiso del Ullevi, si bien es cierto que este último no albergó entre sus muros la final de un Mundial.
De estructura sobria y rectilínea, el Rasunda es todo un emblema del fútbol. Allí ha jugado la selección nacional casi todos sus partidos alternando noches de gloria y otras de inafusto recuerdo, sonrisas y lágrimas extensibles a los seguidores de AIK Solna, que tienen allí su casa. Ese feudo que les ha servido para hacerse fuertes y convertirse en el club con más temporadas en la máxima categoría y con algún que otro título nacional, fase de esplendor a mediados de los ochenta incluida.
Sus gradas han visto muchos duelos memorables y eventos ilustres. El terreno fue sede para el fútbol y el tiro en los Juegos Olímpicos de hace cien años (1912). También escenario para conciertos de grupos como los Rolling Stones o Van Halen. Tiene incluso el honor de haber acogido una final del Mundial masculino y otra del femenino, privilegio que solo comparte con el Rose Bowl Arena de Estados Unidos.
En la primera de ellas (1958) estaba Pelé. Fue una de las escasas escaramuzas de "O Rei" en el Viejo Continente, la cita en la que se dio a conocer al mundo con solo dieciocho años. Días antes, en las semifinales, había hecho un hat trick contra Francia allí, en el distrito capitalino de Solna. Fue el mismo partido en el que Fontaine anotó el último de los 13 goles que firmó en aquél torneo. Historia del fútbol.
Recuerdos que serán ceniza en cuestión de meses cumpliéndose una sentencia anunciada el 1 de abril de 2006 cuando se dio a conocer que un nuevo estadio sería construido en la zona. Una instalación más moderna que llevará el nombre de "Friends Arena" después de que el banco sueco Swedbank así lo decidiera tras comprar los derechos y renombrarlo de esta forma en honor a una organización benéfica que lucha contra el bullying.
El pasado miércoles se jugaron allí los últimos noventa minutos de balompié internacional. La cita confrontó a los locales con Brasil en una reminiscencia de ese partido decisivo que cumple ahora cincuenta y cuatro años. Pelé ya no estaba en disposición de rematar balones pero si acudió a la cita para realizar el saque de honor. En lugar de Didí, Vavá o Zagallo; estabanThiago Silva, Alexandre Pato y Neymar; al que muchos consideran "El heredero". El resultado, 0-3 para los visitantes, resultó lo de menos.
Fueron los últimos estertores de un templo que ya solo aspira a que el AIK le regale una última alegría esta campaña. A partir de la próxima ya no habrá allí veintidós hombres partiéndose el pecho ni retumbarán las voces de los aficionados enfurecidos. Solo bloques de casas y oficinas. Es la ley de progreso.
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